LaTeX – Capítulo 22: Aritmética básica

Una vez hemos visto cómo entrar en el modo matemático, estamos preparados para introducir ya notación propiamente dicha. Lo haremos muy gradualmente, presentando los distintos elementos matemáticos en pequeñas dosis prácticas.

Todo comienza con las operaciones aritméticas básicas: suma, resta, multiplicación y división.

2+3=5

Una verdad como pocas…

Para generar esto en LaTex introducimos la expresión así, tal cual:

\[
  2+3=5
\]

El uso de espacios en blanco en la expresión no contribuye a nada: LaTeX los elimina completamente y decide cuál ha de ser la presentación correcta. Este código tan espaciado no cambiaría en absoluto la forma del resultado:

\[
  x   +y =          z
\]

x+y=z

Veamos ahora el operador de resta y el signo negativo:

2-3=-1

\[
  2-3=-1
\]

El signo de multiplicación puede representarse de dos formas: mediante una equis o un punto. Para obtener estos símbolos disponemos de dos comandos: \times y \cdot, respectivamente. En inglés «tres por 2» se dice three times two; punto es dot, y cdot viene de centered dot, «punto centrado».

2 \times 3=6

\[
  2 \times 3 = 6
\]

x \cdot y = z

\[
  x \cdot y = z
\]

Después del nombre de un comando, como \cdot, sí que es necesario introducir un espacio en blanco. De lo contrario, LaTeX se pensaría que el comando es \cdoty y se produciría un error. Sin embargo, el siguiente código funcionaría bien:

\[
  2 \cdot3 = 6
\]

Esto es así porque un comando no puede terminar con un número. El último carácter alfabético determinaría el final del comando y no habría problema en su distinción.

Tenemos varias formas de realizar la división:

6/3=2

\[
  6/3=2
\]

o mediante los dos puntos:

6:3=2

\[
  6:3=2
\]

o, de un modo más elegante, con el comando \div:

6 \div 3=2

\[
   6 \div 3=2
\]

En la próxima entrega aprenderemos a introducir fracciones, no tengas prisa…

Los paréntesis se escriben tal cual, abriéndolos y cerrándolos tal como los encontramos:

x(y+z)=xy+xz

\[
  x(y+z)=xy+xz
\]

(a+b) \cdot (c+d) = a \cdot c + a \cdot d + b \cdot c + b \cdot d

\[
  (a+b) \cdot (c+d) = a \cdot c + a \cdot d + b \cdot c + b \cdot d
\]

Hay veces en las que necesitaremos emplear paréntesis más altos (por ejemplo, para contener fracciones). Veremos más adelante cómo insertar paréntesis que se adapten perfectamente a su contenido.

Nada más por hoy. Practica esta aritmética básica; coloca bien esta pequeña pieza del puzzle para que las demás encajen con facilidad.

Javier Montero Gabarró


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2012/03/latex-capitulo-22-aritmetica-basica/


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El Club del Autodidacta

MuseScore #18: A veces oigo voces – I

Ha llegado el momento de acometer la escritura polifónica con MuseScore. Está claro que con las técnicas descritas hasta el momento no tenemos suficiente para escribir varias voces en un mismo pentagrama. Por un lado, escribir una segunda voz no es lo mismo que escribir un acorde, ya que en este caso todas las notas armónicas comparten la misma plica, algo no deseable en la representación polifónica.

Pero el principal inconveniente es que la escritura de acordes implica que todas las notas en el plano vertical deben tener la misma duración, lo cual no tiene por que ser así en la escritura de varias voces. Cuando sobre una nota añadimos otra de duración diferente nos encontramos que la nueva sobreescribe a la antigua, echándola a perder.

Son necesarias nuevas herramientas y las encontramos justo al final de la barra de Introducción de notas, en forma de un cuadrado con cuatro números de colores diferentes:

Comencemos por la tarea simple de escribir dos únicas voces. Las normas de la escritura polifónica nos dicen que la voz superior debe tener las plicas dirigidas hacia arriba y la inferior hacia abajo.

Por ejemplo, supongamos que deseamos escribir los dos siguientes compases:

Comenzamos escribiendo la voz superior empleando las técnicas que ya conocemos:

Observa que todas las notas sobre el Si van dirigidas, como es natural, con las plicas hacia abajo, mientras que las que están por debajo del Si las mantienen hacia arriba. Este es el comportamiento por defecto en la escritura monofónica.

Vamos a agregar ahora la segunda voz. Aprieta sobre el número 2, de color verde, en el cuadro de selección de voces de la primera figura.

Introduce la segunda voz. Observa como los cursores ahora aparecen de color verde, el propio de esta voz, mientras que el de la primera era el azul.

Como por arte de magia, las plicas de la primera voz que antes apuntaban hacia abajo han ido paulatínamente cambiándose solas conforme hemos introducido la segunda voz. No podía haber sido de otra manera.

En las próximas entradas profundizaremos gradualmente sobre el tema de las voces en MuseScore. Asegúrate de ir asimilando, hasta entonces, los rudimentos básicos.

PD: Entre el último artículo sobre MuseScore y este se ha liberado la versión 1.2 del programa, ultimo escalón hacia la ansiada versión 2.0. Si aún no te has actualizado, aprovecha el momento y hazlo ahora.

Javier Montero Gabarró


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mIRC – Capítulo 20: Charlas moderadas

Ya conoces algunas maneras, como operador, para controlar el modo en que se accede a tu canal. Puedes ocultarlo haciéndolo invisible, protegerlo mediante contraseña o permitir la entrada exclusivamente por invitación. En el artículo de hoy veremos cómo moderar las conversaciones para que sólo aquellas personas que tengan la palabra puedan escribir en el canal en un momento dado.

Para que sostenuto, operador de #probilandia, convierta su canal en moderado, debe ejecutar el siguiente comando:

/mode #probilandia +m

Esto tiene el mismo efecto que activar la casilla Moderated en Channel Central:

Desde este preciso instante, a ningún miembro del canal le estará permitido escribir salvo que sostenuto le otorgue la voz.

El siguiente comando otorga la voz al usuario plutonio:

/mode #probilandia +v plutonio

Observa que, además del usuario al que se le da privilegios, es necesario indicar el nombre del canal.

Si ahora observas la lista de usuarios del canal verás que plutonio aparece precedido por un signo «+», indicando que tiene voz: +plutonio

Sostenuto puede otorgar voz a tantos usuarios como desee. La cuestión es que, en un momento dado, sólo podrán escribir aquellos que tengan privilegio para hacerlo.

Para retirar la voz a un usuario empleamos el modificador -v:

/mode #probilandia -v plutonio

Cuando sostenuto se canse de que su canal sea moderado, debe ejecutar:

/mode #probilandia -m

Con lo cual todos podrán hacer uso del canal de modo normal.

Hay una cosa más que debes saber: siendo operador puedes otorgar voces con +v aunque el canal no sea moderado. Al no estarlo, eso no tendrá ningún efecto a la hora de controlar quién habla, desde luego. Sin embargo, puedes utilizar de un modo creativo el signo «+» que precede a los usuarios con voz.

Por ejemplo, para establecer categorías de usuarios: además de los operadores, precedidos por una «@», puedes indicar un segundo nivel de jerarquía: la de aquellos que tienen un «+» delante suya.

O también puedes usar ese símbolo para diferenciar entre hombres y mujeres, algo que no siempre está del todo claro con el nick.

Imaginación al chat…

Javier Montero Gabarró


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Construcción de acordes – 10: novena añadida

Continuamos nuestro viaje por Acordilandia efectuando parada en el acorde de novena añadida y su delicioso sonido coloreando las triadas mayores.

Este acorde suele prestarse a confusión. ¿Por qué lo llamamos de novena añadida y no simplemente de novena? La razón es que este último es un acorde de dominante.

Existe un convenio por el que, cuando indicamos que un acorde es de novena, sobreentendemos la existencia de una séptima. Por lo tanto, un acorde de novena, así, a secas, es un acorde de séptima al que le agregamos una novena. Esto es: C9, Do novena, es realmente el acorde de séptima C7 más una novena. Para evitar confusiones muchos preferimos escribir este último acorde como C7(9). Volveremos con esto cuando le toque el turno a este tipo de acorde.

Regresemos a nuestra novena añadida. En cifrado moderno se indica agregando las letras add9 (add en inglés significa añadir) a la letra que representa al acorde.

Los acordes de novena añadida se construyen tomando una triada mayor y agregándole una nota más, la novena. Este acorde, a diferencia de C9, no lleva la séptima.

add9: 1 – 3 – 5 – 9

¿Qué nota es la novena? La que va después de la octava. Si, por ejemplo, estamos en la escala de Do mayor, la novena es un Re. Es decir, la novena es como la segunda, pero una octava más alta.

Si te has leído los últimos artículos que he escrito sobre intervalos ya sabrás que para saber qué nota es la equivalente cuando excedemos la octava, basta con restar siete.

Así, 9 – 7 = 2

Calculemos algunos acordes como ejemplo:

Do con novena añadida, Cadd9

Aplicamos el método descrito en esta serie, que comienza escribiendo la escala mayor:

C – D – E – F – G – A – B – C

Y cogemos los grados indicados en la fórmula (1 – 3 – 5 – 9)

Cadd9 –> C – E – G – D

Calculemos las notas de Aadd9:

La escala mayor de La es:

A – B – C# – D – E – F# – G# – A

con lo que:

Aadd9 –> A – C# – E – B

Si aún no conoces cómo suena este acorde en tu instrumento te sugiero que lo experimentes en lugar de alguna triada mayor simple. Su colorido es fascinante.

Javier Montero Gabarró


Construcción de acordes – 10: novena añadida


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BitBite Python #2: Sumando las cifras

El camino hacia la pericia como programadores está plagado de ejercicios que van poniendo a prueba nuestra capacidad. Es absolutamente necesario pasar por ellos: resolviendo los problemas más elementales adquirimos las técnicas que nos permitirán afrontar los más complejos.

El programa de hoy es bien simple. Le pediremos al usuario que introduzca un número entero y nuestra misión será calcular la suma de todas sus cifras.

En el camino veremos cómo recorrer una cadena de caracteres (string) de principio a fin. Los strings son otro tipo de secuencias, como las tuplas o las listas y, como todas las secuencias, podemos acceder a sus elementos individualmente.

Comencemos solicitando la introducción del número y almacenando el dato en una variable:

numero=input('Introduce un número de las cifras que quieras: ')

Este tipo de sentencia ya te es familiar, pero no olvides que la entrada de input es una cadena de caracteres, aunque sólo hayamos introducido cifras numéricas. Es decir, la variable numero referencia a un string.

No estamos tratando, por el momento, los posibles errores de entrada. Confiamos en la buena fe del usuario, que sólo introducirá números.

Inicializamos la variable que contendrá la suma de todas las cifras:

suma=0

Vamos a recorrer ahora el string introducido desde el primer elemento hasta el último. Utilizaremos un bucle for:

for cifra in numero:
    suma+=int(cifra)

La variable cifra recorrerá uno a uno, todos los elementos de la secuencia (un string en este caso) de principio a fin. Por ejemplo, si numero es el string ‘207’, en la primera pasada del bucle, cifra es el carácter ‘2’, en la segunda ‘0’ y en la tercera ‘7’.

Date cuenta de que he rodeado cada cifra entre comillas. Esto es así porque los elementos de un array son caracteres simples, aunque representen un número.

Al ser caracteres simples y no números, para poder sumarlos necesitamos convertirlos a enteros. Para ello utilizamos la función int() que vemos en el bloque del for.

Una vez ha concluido el for tras recorrer todo el string, estamos en condiciones de imprimir el resultado final:

print(suma)

El programa sumacifras.py contiene el código completo de este sencillo ejercicio.

Javier Montero Gabarró


BitBite Python #2: Sumando las cifras


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Circuito Divina Pastora 2012 – Sevilla — Mejor marca personal

Este año, la edición sevillana del circuito Divina Pastora se ha adelantado respecto a las populares que organiza el IMD, que hasta el 22 de abril no iniciarán su andadura.

La carrera de hoy era una cita obligada. No sólo es la única prueba de 10K entre las que se celebran por aquí que está homologada por la federación de atletismo, sino que supuso mi mejor marca personal del año pasado en la distancia (54′ 10″, marca que me sirvió después para acreditar el cajetín sub55′ en la San Silvestre vallecana). Tengo el recuerdo de una organización excelente, un ambiente trepidante y un recorrido precioso bordeando el centro histórico sevillano. Y como no, compartiendo kilómetros con Fermín Cacho y Pentinel (con los que estuve, además, entrenando el día anterior a la prueba). Este año hemos contado con la participación estelar, además de Fermín, de Marta Domínguez, que justo ayer pulverizaba su marca de 10K en Laredo.

Llego 45 minutos antes de la salida al parque de María Luisa, desde donde comenzará y concluirá la carrera. Aparco la bicicleta y dejo mi ropa en el guardarropa. Es una mañana fresquita perfecta para correr.

Mi gran duda es a qué ritmo configuraré la liebre virtual del Forerunner para que tire de mí. Barajo tres posibilidades:

– 6’/Km, ritmo típico de mis entrenamientos.
– 5:45/Km, ritmo de los entrenamientos más exigentes
– 5:20, ritmo para intentar batir mi mejor marca personal

No termino de decidirme, por lo que aplazo la decisión hasta después del calentamiento en forma de unas cuantas vueltas alrededor de la Plaza de España.

Opto, finalmente, por configurar a ForeRundy a 5:45/Km, con lo que llegaría a meta en un máximo de 57 minutos y medio. Mi objetivo sería el de siempre, dejar atrás a FR tanto como me sea posible, pero con un compromiso adicional: no devolvería ni un solo metro de los ganados, es decir, mi ritmo instantáneo, en el peor de los casos, sería de 5:45/Km. En otras ocasiones me he permitido devolver metros con tal de no comprometer el objetivo final, pero esta vez no lo haría.

Arranco fuerte pero con excelentes sensaciones. He preferido dejar la cinta del pulsómetro en casa para no tener referencia de pulso cardíaco. Tampoco sé a qué ritmo ruedo: sólo utilizo una pantalla en la que se ve a mi compañero virtual y la distancia que nos separa en cada momento.

Se suceden los kilómetros y la distancia que le saco a ForeRundy se va contando en centenares de metros. Tan sólo en un momento me cuestiono si tal vez estoy rodando demasiado fuerte, pues hay un instante, antes de la mitad del recorrido, en el que me siento desfallecer y me veo obligado a disminuir algo la velocidad. Pero en poco segundos vuelvo a sentirme fuerte, recupero la concentración y aprieto otra vez.

Entro en meta en 52′ 23″, según el tiempo oficial. A mi compañero virtual le he sacado 900 metros y he pulverizado mi mejor marca personal en casi dos minutos.

He rodado 10 kilómetros a una media de 5:14/Km, algo que jamás habría imaginado ni en mis mejores pronósticos.

Contento y entero, ¿qué más se puede pedir?

Ahora, mientras llega la siguiente, retomar mis entrenamientos pacientes y lentos que tanto placer me dan.

Javier Montero Gabarró


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Intervalos sin secretos: Tabla de Referencia y el Modelo del Muelle

En los dos artículos anteriores (primera parte y segunda parte) expliqué la teoría subyacente a la denominación de intervalos musicales. De cara a la resolución de los ejercicios prácticos, es conveniente reorganizar toda esta información agrupando los intervalos por la distancia entre sus grados (primera, segunda, tercera…).

Concluiremos con lo que denomino el modelo del muelle, que nos ayudará a afianzar todos estos conceptos con facilidad.

Tabla de referencia de intervalos

Primera
Justa o Perfecta: 0 semitonos
Aumentada: 1 semitono

Segunda
Disminuida: 0 semitonos
Menor: 1 semitono
Mayor: 2 semitonos
Aumentada: 3 semitonos

Tercera
Disminuida: 2 semitonos
Menor: 3 semitonos
Mayor: 4 semitonos
Aumentada: 5 semitonos

Cuarta
Disminuida: 4 semitonos
Justa o Perfecta: 5 semitonos
Aumentada: 6 semitonos

Quinta:
Disminuida: 6 semitonos
Justa o Perfecta: 7 semitonos
Aumentada: 8 semitonos

Sexta:
Disminuida: 7 semitonos
Menor: 8 semitonos
Mayor: 9 semitonos
Aumentada: 10 semitonos

Séptima:
Disminuida: 9 semitonos
Menor: 10 semitonos
Mayor: 11 semitonos
Aumentada: 12 semitonos

Octava:
Disminuida: 11 semitonos
Justa o Perfecta: 12 semitonos
Aumentada: 13 semitonos

Con esta sencilla tabla nos será muy sencillo resolver los ejercicios prácticos: comenzamos determinando la distancia entre las notas naturales para saber si se trata de una tercera, cuarta, etc., y contamos después el total de semitonos para aplicar la cualidad correspondiente.

El modelo del muelle

Visualiza un muelle normal. Puedes realizar dos tipos de acciones con él: estirarlo o comprimirlo.

Recuerda los intervalos que aparecían en la escala mayor desde la tónica hasta el resto: eran todos o bien justos o bien mayores. Tan sólo dos tipos.

Esos dos tipos de intervalos, justos y mayores, pueden ser representados por dos muelles. El hecho de estirar el muelle tendría el efecto de agregarle un semitono al intervalo; comprimirlo le restaría uno.

Comencemos por los muelles justos: si los estiramos los convertimos en aumentados; si los comprimimos en disminuidos.

Cojamos ahora el muelle mayor: si lo estiramos lo convertimos en aumentado, pero si lo comprimimos se convierte en menor. Esto nos permite tener la posibilidad de seguir comprimiéndolo todavía más: si lo aprieto un poco más (es decir, le quito otro semitono) se convierte ya en disminuido.

Los intervalos son como esos muelles: aumentar un semitono un intervalo justo o mayor los convierte en intervalos aumentados. Restar un semitono a un intervalo justo lo transforma en disminuido. Restar un semitono a un intervalo mayor lo hace menor y si a este, a su vez, le quitamos otro semitono lo convertimos finalmente en disminuido.

De este modo, no te hará falta memorizar la tabla entera. Por ejemplo, si te aprendes que una quinta justa son siete semitonos, sin necesidad de memorizar más sabrás ya que la quinta aumentada son ocho y la disminuida seis. Si sabes que una séptima mayor son once semitonos, tienes inmediatamente que la aumentada son doce, la menor diez y la disminuida nueve.

Javier Montero Gabarró


Intervalos sin secretos: Tabla de Referencia y el Modelo del Muelle


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Intervalos sin secretos – 2 de 2

No voy a hacerme de rogar más y voy a continuar con la segunda parte del artículo que comencé el lunes sobre los intervalos musicales. Aprendimos que el nombre de un intervalo, como tercera menor, se componía de dos partes: distancia (tercera) y cualidad (menor). La distancia no era más que el total de notas que comprendía el intervalo, límites incluidos. Veremos ahora cómo determinar su cualidad.

La cualidad de un intervalo puede tomar uno de los siguientes valores: perfecto (también conocido como justo), mayor, menor, aumentado o disminuido.

Vamos a aproximarnos a ellos partiendo de la escala mayor. La visión del teclado de un piano puede ayudarnos a la hora de contar tonos y semitonos. Si tienes dudas básicas respecto a cómo se nombran las teclas blancas y las negras de un piano, te recomiendo que te leas los artículos a los que hacen referencia los enlaces.

Para facilitar el conteo, elegiremos la escala de Do mayor, qué sólo emplea notas blancas.

DO – RE – MI – FA – SOL – LA – SI – DO

Voy a nombrarte (distancia y cualidad), uno a uno, todos los intervalos que se generan comparando cada nota de la escala con la nota de partida, DO, la tónica.

Comenzamos con el intervalo que forma DO con sí mismo:

DO – DO –> Primera justa o perfecta (recuerda que al intervalo de primera también se lo conoce como unísono).

El siguiente paso, una vez nombrado el intervalo, es contar todos los semitonos que hace falta subir desde la nota origen para llegar a la nota destino. En este caso, es bien simple, pues se trata de la misma nota: cero semitonos.

Pasamos ahora a la distancia que hay entre DO y RE:

DO – RE –> Segunda mayor

Valiéndonos del gráfico del piano, contamos cuántos semitonos debemos subir desde Do hasta llegar a Re: 2 semitonos o, lo que es lo mismo, un tono.

Pasamos a la distancia entre DO y MI:

DO – MI –> Tercera mayor

Realizamos la cuenta y vemos que el salto es de cuatro semitonos, o dos tonos.

Prosigamos con FA:

DO – FA –> Cuarta justa o perfecta

Y si contamos tenemos 5 semitonos (dos tonos y medio). Date cuenta del detalle de que entre MI y FA sólo hay un semitono.

Seguimos con SOL:

DO – SOL –> Quinta justa o perfecta

Si teníamos 5 semitonos hasta FA, hasta SOL nos salen dos semitonos más: 7 semitonos (tres tonos y medio).

El turno de la distancia entre DO y LA:

DO – LA –> Sexta mayor

A los siete semitonos hasta SOL le sumamos otros dos hasta LA y resultan 9 semitonos (4 tonos y medio).

Séptimo grado, SI:

DO – SI –> Séptima mayor

Nueve semitonos hasta LA, otros dos más hasta SI, nos dan: 11 semitonos (5 tonos y medio).

Y como dice la canción: y otra vez ya viene el DO.

DO – DO: Octava justa o perfecta

Totalizando 12 semitonos entre ambas (6 tonos).

Quiero que te des cuenta de un detalle importante: todos los intervalos de la escala mayor, en relación a la tónica, son, o bien justos o bien mayores, por definición.

Toma aire y asegúrate de asimilar esto que te he dicho. Naturalmente, es aplicable a cualquier escala mayor, pues todas se caracterizan por la misma distancia entre sus notas. Si no eres capaz de nombrar las notas de la escala mayor en cualquier tonalidad, léete el artículo referenciado.

En breve voy a explicarte esa cualidad que tienen los intervalos justos que los hace tan perfectos, pero antes déjame que recopile los intervalos aparecidos junto a su distancia tonal:

– Primera justa: 0 semitonos
– Segunda mayor: 2 semitonos
– Tercera mayor: 4 semitonos
– Cuarta justa: 5 semitonos
– Quinta justa: 7 semitonos
– Sexta mayor: 9 semitonos
– Septima mayor: 11 semitonos
– Octava justa: 12 semitonos

Los intervalos justos (o perfectos, como más te guste llamarlos) presentan una característica que los hace especiales: si los invertimos, el intervalo resultante continúa siendo justo.

Veamos qué signfica esto.

Hemos dicho que entre DO y SOL hay una quinta justa. El intervalo invertido, SOL – DO es una cuarta (SOL – LA -SI – DO). Cuenta en el piano cuantos semitonos hay entre ambas y te saldrán 5. Por lo tanto, se trata de una cuarta justa.

Esto NO sucede con los intervalos mayores. Veamos un ejemplo:

La distancia entre DO y LA es una sexta mayor. Su inversión, LA – DO, es una tercera (recuerda el truco que te conté que decía que la suma de un intervalo más su inversión era nueve). Cuenta ahora los semitonos entre LA y DO y te salen tres, no los cuatro, según la tabla, que le corresponderían a una tercera mayor.

Entonces, ¿cómo se llama este nuevo intervalo?

¿Estás preparado para los intervalos menores?

Apréndete la primera ley: si a un intervalo mayor lo bajamos un semitono obtenemos un intervalo menor.

Es decir, una tercera menor no es más que una tercera mayor a la que hemos quitado un semitono. La distancia entre LA y DO del ejemplo es una tercera, pero una tercera menor (3 semitonos).

Ampliemos nuestra tabla de intervalos tomando los mayores y restando un semitono para obtener los menores:

– Segunda menor: 1 semitono
– Tercera menor: 3 semitonos
– Sexta menor: 8 semitonos
– Séptima menor: 10 semitonos

Respira… No te agobies con tanta información y asegúrate de tener todo esto perfectamente asimilado. Para tu tranquilidad, te diré que voy a dedicar un artículo extra con numerosos ejemplos prácticos para ilustrar toda esta teoría.

¿Listo para los intervalos aumentados?

Segunda ley: si a cualquier intervalo justo o mayor lo aumentas un semitono, obtienes un intervalo aumentado.

Busquemos en nuestra tabla de intervalos los justos y los mayores para sumarles un semitono:

– Primera aumentada: 1 semitono
– Segunda aumentada: 3 semitonos
– Tercera aumentada: 5 semitonos
– Cuarta aumentada: 6 semitonos
– Quinta aumentada: 8 semitonos
– Sexta aumentada: 10 semitonos
– Séptima aumentada: 12 semitonos
– Octava aumentada: 13 semitonos

Finalmente, nos quedan los intervalos disminuidos:

Tercera ley: si a cualquier intervalo justo o menor le quitas un semitono obtienes un intervalo disminuido.

Recopilemos los intervalos justos y los intervalos menores que tenemos y restémosles un semitono:

– Primera disminuida: -1 semitono, intervalo descendente, podemos pasar de él.
– Segunda disminuida: 0 semitonos
– Tercera disminuida: 2 semitonos
– Cuarta disminuida: 4 semitonos
– Quinta disminuida: 6 semitonos
– Sexta disminuida: 7 semitonos
– Séptima disminuida: 9 semitonos
– Octava disminuida: 11 semitonos.

Ya te habrás dado cuenta de que muchos intervalos coinciden en semitonos. Por ejemplo, una cuarta aumentada es equivalente en distancia a una quinta disminuida (6 semitonos). Sin embargo, no son la misma nota, como verás a continuación:

Calculemos, por ejemplo, qué nota está a una cuarta aumentada por encima de DO. Ya sabemos que FA es una cuarta justa; si ahora sumo un semitono obtengo la cuarta aumentada: FA sostenido.

¿Y la quinta disminuida por encima de DO? Si la quinta justa es SOL, la quinta disminuida es la misma pero bajando un semitono: SOL bemol.

Fa# y Solb son, obviamente, el mismo sonido, pero no la misma nota. Recuerda que a este tipo de notas se las conoce como enarmónicas.

Sería un error decir que una cuarta aumentada por encima de DO es SOL bemol, aunque sea el mismo sonido que FA sostenido. SOL es una quinta y FA una cuarta, por lo tanto su nombre correcto es FA sostenido.

A los intervalos que coinciden en distancia en semitonos pero presentan un nombre diferente se los conoce como enarmónicos.

Para finalizar, voy a explicarte las reglas de inversión de intervalos:

1) La inversión de un intervalo justo es otro intervalo justo. Ya te lo he explicado hace un rato.

2) La inversión de un intervalo mayor es un intervalo menor.

3) La inversión de un intervalo menor es un intervalo mayor.

4) La inversión de un intervalo aumentado es un intervalo disminuido.

5) La inversión de un intervalo disminuido es un intervalo aumentado.

No te resultará difícil comprobar estas cinco reglas. Te propongo que lo hagas.

Una vez conocidas, ya puedes decir con toda confianza que la inversión de una sexta mayor es una tercera menor (es una tercera porque debe sumar nueve, y es menor porque se trata de la inversión de uno mayor). O que la inversión de una cuarta aumentada es una quinta disminuida, o que una segunda mayor se invierte en una séptima menor. Todas esas afirmaciones cobran sentido ahora.

En los próximos artículos sintetizaremos toda esta información en una tabla de referencia y realizaremos juntos muchos ejercicios prácticos para ilustrar todos estos conceptos. Dominar los intervalos es fundamental para cualquier músico: te aseguro que merece la pena el esfuerzo de aprender esto.

Javier Montero Gabarró


Intervalos sin secretos – 2 de 2


Fecha de última modificación del artículo original: 22 de marzo de 2012


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LaTeX – Capítulo 21: Impresión a una o dos caras

Otra de las opciones que puedes configurar en la declaración de clase del documento es si deseas un formato de hoja con una o dos caras. La impresión a dos caras es típica de los libros; toma uno cualquiera y comprobarás como, por lo general, el uso de los márgenes es diferente en las páginas pares en relación a las impares. La impresión a una cara, en cambio, implica una página por hoja de papel, y todas las páginas presentan el mismo formato.

Tú puedes decidir a tu elección qué formato se adapta mejor a tus necesidades en función del tipo de documento que desees generar.

Lo primero que debes saber es que LaTeX lo elige por defecto por ti dependiendo de la clase que emplees en la definición de documento. A excepción de la clase book, en la que el formato por defecto es a dos caras, tanto la clase article como la clase report generan documentos a una cara.

Si la opción que te ofrece LaTeX te sirve no tienes nada más que hacer, pero si deseas lo contrario tendrás que indicárselo.

Por ejemplo, suponte que quieres generar un PDF para uso fundamentalmente electrónico: un formato a dos caras resultaría incluso incómodo a la hora de su lectura.

Si recuerdas el artículo Las clases por defecto y sus opciones, el parámetro que controlaba el formato de impresión era oneside para una cara y twoside para dos.

Para indicarlo, basta con que lo agregues entre corchetes en la misma declaración de la clase (te vuelvo a recordar que los corchetes los empleamos para la introducción de parámetros opcionales, mientras que las llaves contienen parámetros obligatorios).

\documentclass[oneside]{book}

Con este comando estaríamos modificando el comportamiento por defecto de la clase book, que implica una escritura a dos caras, de modo que se generaría un documento en formato de una sola cara. Con las clases article o report no habría hecho falta indicar nada, pues es su comportamiento por defecto. Sólo si quisiéramos utilizar ambos lados del papel sería necesario especificar el parámetro twoside.

He colgado dos PDFs que ilustran un mismo documento de la clase book tanto en formato a dos caras como en una sola, por si quieres comprobar el efecto del parámetro.

Javier Montero Gabarró


LaTeX – Capítulo 21: Impresión a una o dos caras


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


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Intervalos sin secretos – 1 de 2

¿Te suena a chino cuando escuchas hablar de terceras mayores, séptimas menores, cuartas aumentadas o quintas perfectas? Léete este artículo y despejarás tus dudas de una vez por todas.

Un intervalo, en teoría musical, no es más que una indicación de la distancia relativa que existe entre dos notas cualquiera. Un intervalo es armónico cuando esas dos notas suenan simultáneamente, como en un acorde. Cuando las notas están separadas temporalmente decimos que el intervalo es melódico. Si la primera nota es más grave que la segunda, el intervalo es ascendente, descendente en el caso contrario.

Estos conceptos son básicos, pero lo que quiero explicarte es cómo se nombran.

El nombre de un intervalo se compone de dos partes: distancia y cualidad. Por ejemplo, en un intervalo de quinta disminuida, la distancia es quinta y la cualidad es disminuida. En la primera parte de este artículo nos ocuparemos de la distancia, dejando la cualidad para el siguiente.

Para determinar la amplitud o distancia de un intervalo basta con contar cuántas notas hay en él, desde la más baja a la más alta, ambas incluidas.

Por ejemplo, ¿qué intervalo existe entre MI y SOL?

Consideremos que la nota más grave es MI; repetiremos después el cálculo partiendo desde SOL.

Enumeremos, una a una, todas las notas que existen entre ambas. En esta fase del cálculo no hay que tomar en cuenta ni sostenidos ni bemoles, sólo los nombres de las notas naturales.

MI – FA – SOL

Contabilizamos tres notas. Decimos que la distancia entre MI y SOL es una TERCERA.

Si la nota más grave fuera SOL, la enumeración sería la siguiente:

SOL – LA – SI – DO – RE – MI

con lo que la distancia entre SOL y MI es una SEXTA.

Otro ejemplo: calculemos la distancia entre SI y DO y el de su inversión, DO y SI.

SI – DO –> SEGUNDA

DO – RE – MI – FA – SOL – LA – SI –> SÉPTIMA

¿Y entre REb y SOL#?

Descartamos los bemoles y sostenidos, con lo que contamos las siguientes notas:

RE – MI – FA – SOL –> CUARTA

La distancia entre SOL# y REb, inversión del intervalo anterior es:

SOL – LA – SI – DO – RE –> QUINTA

Un último ejemplo: ¿cuál es la distancia entre DO y DO?

Si ambos son de la misma altura: DO –> PRIMERA, también conocido como UNÍSONO.

Si el segundo DO es el inmediatamente más agudo:

DO – RE – MI – FA – SOL – LA – SI – DO –> OCTAVA

Voy a contarte un pequeño truco: la suma de un intervalo más el de su inversión es siempre nueve.

Compruébalo en los ejemplos: tercera y sexta; segunda y séptima, cuarta y quinta; primera y octava.

Los intervalos siguen ampliándose más allá de la octava. Después de la octava existe la novena:

DO – RE – MI – FA – SOL – LA – SI – DO – RE –> NOVENA

DO – RE – MI – FA – SOL – LA – SI – DO – RE – MI –> DÉCIMA

y así sucesivamente.

Ya te habrás dado cuenta de una NOVENA es como una SEGUNDA (Do – Re), pero una octava más arriba; una DÉCIMA como una TERCERA

Y ahí tienes un segundo truco: la diferencia en amplitud entre un intervalo en la segunda octava y el básico es siete: 9-2=7; 10-3=7; etc…

Esto será particularmente útil cuando hablemos de acordes extendidos. Por ejemplo, si te digo DO séptima con novena, sabes que la novena es la misma nota que la segunda (9-7=2), es decir un RE para ese acorde en concreto, pero una octava más alto.

En la segunda parte aclararemos el misterio de la cualidad del intervalo. Asegúrate de comprender lo explicado aquí primero; el resto es igual de sencillo.

Javier Montero Gabarró


Intervalos sin secretos – 1 de 2


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