Introducción a la armonización de la escala menor

Objetivo: presentar la serie de artículos que dedicaremos a armonizar los diferentes tipos de escalas menores.

Llegados a este punto, doy por supuesto que ya sabes armonizar la escala mayor en cualquier tonalidad, tanto para generar acordes de tres notas como de cuatro. Si no es así, puedes echar un vistazo al conjunto de siete entradas que hay escritas sobre el tema en este blog.

Es importante que tengas claro el procedimiento que seguimos para deducir los acordes propios de la escala mayor, pues volveremos a aplicarlo ahora, sólo que sobre otras distintas.

Antes que nada, hay una cuestión que conviene matizar. Queremos armonizar la escala menor; pero, ¿cuál es la escala menor? Hay un puñado de escalas menores, ¿a cuál nos referimos?

El enfoque que seguiremos será ante todo práctico. Vamos a partir de las cuatro escalas menores principales (natural, dórica, armónica y melódica), construyendo a continuación, para cada una de ellas, sus acordes propios.

Las cuatro escalas menores indicadas se diferencian en el uso que hacen de los grados sexto y séptimo:

Natural: b6 y b7
Dórica: 6 y b7
Armónica: b6 y 7
Melódica: 6 y 7

A la hora de escribir una canción en tono menor tienes diferentes posibilidades: puedes ceñirte estrictamente a las notas y acordes propios de la escala que te decidas usar o puedes considerar que todas esas notas forman parte de una especie de superescala menor en la que se permite un uso más flexible del b6-6-b7-7 y, a su vez, de los acordes derivados al usar esas notas.

Ambas aproximaciones son perfectamente válidas. A la hora de crear música, debe ser siempre el compositor quien decida qué licencias se toma y los límites que impone a su creación, más que cualquier norma rígida. No lo olvides.

De hecho, hay un grado en particular, disponible en la escala mayor, que se echa mucho de menos al escribir usando las notas estrictas de la escala menor natural: el 7 (en lugar del b7). Y es que, al estar a un semitono de la tónica, invita marcadamente a resolver sobre esta, ayudando a definir con claridad la tonalidad. A este grado se le conoce como sensible y, aunque no está presente ni en las escalas menor natural ni dórica, la armónica y la melódica sí que disponen de él.

Es más, desde el punto de vista armónico, como veremos, la utilización de la sensible permite la aparición del acorde de séptima de dominante sobre el quinto grado de la escala menor, un acorde decisivo para la resolución tonal.

De modo que armonizaremos todas estas escalas menores, agrupando en el mismo saco el conjunto de acordes resultantes, que tendremos a nuestra disposición para poder utilizarlos según nuestros gustos, apetencias y necesidades.

Comenzaremos en el próximo artículo armonizando la escala menor natural. Al igual que sucederá con la dórica, los acordes resultantes serán fáciles de deducir y memorizar, ya que ambas escalas no son sino modos de la escala mayor (la escala menor natural es el modo eólico). Sabemos que los modos comparten las mismas notas, pero comenzando en puntos diferentes. Como consecuencia, de igual forma, los modos comparten también exactamente los mismos acordes y sabiendo los que armonizan la escala mayor sabremos también los que armonizan cualquiera de sus modos.

No será hasta que armonicemos las escalas menor armónica y melódica cuando aparezcan nuevos y suculentos acordes.

Javier Montero Gabarró


Introducción a la armonización de la escala menor


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos sobre armonía.

Running – Fartlek de variable doble

Correr en cinta no es comparable a la experiencia de hacerlo en libertad al aire libre, creo que en eso estamos todos de acuerdo. No obstante, el trabajo en interiores ofrece una serie de ventajas que hace que sea un complemento perfecto a nuestros entrenamientos en la calle.

El principal atractivo, para mí, reside en la facilidad con que se configuran entrenamientos tipo fartlek, como los cambios de ritmo. En escalera, piramidales, alternancia de ritmos fuerte/recuperación…; no hay límite al tipo de entrenamientos imaginativos que podemos realizar.

Pero, además, las cintas de correr permiten jugar con un segundo parámetro, aparte de la velocidad: la inclinación.

Sevilla es una ciudad muy llana; no resulta fácil encontrar escenarios en los que trabajar las cuestas del modo debido. Y claro, así me pasa como en la última San Silvestre vallecana de hace apenas dos semanas: llega la cuesta de los cadáveres, la temida entrada en Vallecas por la Avenida de la Albufera y me encuentro con que me he quedado sin combustible y con unas piernas cargadas que convierten ese último tramo en una auténtica agonía.

Las cuestas cuestan y hay que entrenarlas.

Puedes trabajarlas en la cinta, donde la propia máquina te modifica el perfil en función del programa elegido. O puedes diseñar tus propios fartleks, manteniendo la velocidad constante y configurando la inclinación según tu criterio.

Si, además de jugar con la inclinación, incluyes también la velocidad, las posibilidades son aún mucho mayores.

Eso fue lo que hice en el entrenamiento de ayer sobre una cinta de correr. El esquema básico era el mismo que en los últimos cambios de ritmo: 30 minutos en los que, de cada bloque de 5 minutos, los cuatro primeros los corrí a 10 Km/h (6 minutos el kilómetro) y el quinto a 12 Km/h (5 minutos el kilómetro).

La novedad fue incluir la inclinación. Dentro de cada grupo de cuatro minutos dedicados a correr a 10 Km/h, los dos centrales (los minutos 2 y 3) subí la inclinación de la máquina a 1. No es una fuerte pendiente, desde luego, pero era perfectamente apreciable y sirve como primera aproximación gradual a futuros ejercicios más exigentes. Durante el último minuto, preparativo del siguiente a 12 Km/h, la maquina recuperaba la horizontalidad.

Podríamos anotar el ejercicio del siguiente modo:

[(10, 0, 1), (10, 1, 2), (10, 0, 1), (12, 0, 1)] x 6

En esta notación, el primer valor de cada terna representa la velocidad, el segundo la inclinación y el tercero el tiempo en minutos. El conjunto se multiplica por seis para alcanzar un total de entrenamiento de media hora.

¿Quién dijo que correr en cinta no era divertido?

Javier Montero Gabarró


Running – Fartlek de variable doble


Puedes consultar el índice completo de artículos pertenecientes a la categoría running.


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

Running 2014 – Diario de entrenamiento

Sean cuales sean tus objetivos, escribir un diario registrándolos e indicando los pasos que das para conseguirlos es algo que te ayudará sin duda a permanecer enfocado y motivado. Si, además, haces ese diario público, el nivel de compromiso será mayor aún.

Es lo que me he propuesto hacer con una práctica deportiva que se ha convertido para mí en una pieza fundamental para mantener el equilibrio físico y mental. Desde que lo descubrí hace apenas tres años, me fascina correr. Si tú eres corredor sabes perfectamente de qué estoy hablando. Ojalá pueda seguir disfrutando de esa maravillosa experiencia muchos años más.

Soy un corredor lento, sin grandes pretensiones. Me gustan los entrenamientos suaves y el ambiente sano de las carreras populares, en las que corredores de toda índole y condición compiten con valor contra sí mismos, dejando siempre atrás sus miedos.

Descubrí el poder de los diarios de entrenamiento en el excelente foro de la web foroatletismo.com, en el que, durante algo más de un año, mantuve mi propia bitácora (bajo el nombre El pronador de Sevilla). Allí conocí a buenos amigos, compañeros de afición y rigurosamente compartíamos cada entrenamiento escribiendo en nuestros diarios.

Mis objetivos running para el 2014 son sencillos e implícito en ellos siempre está disfrutar de cada salida y de la sensación de bienestar de después: por un lado, ser más constante que lo que he sido durante el 2013. Así, mi intención es aproximarme lo más posible al entrenamiento alterno, un día sí y otro no, esquema que el año pasado descuidé bastante.

Por otra parte, mejorar mi marca de 10K, actualmente en 52′ 23″ (Divina Pastora 2012 – Sevilla). ¿Por qué no intentar correrlos en menos de cincuenta minutos? La velocidad nunca me ha obsesionado y siempre la he supeditado a la salud y a la minimización del riesgo de lesión, pero fijarme un reto me ayuda a diseñar entrenamientos más ricos.

Voy a registrar aquí, agrupados por meses, cada entreno que realice durante el 2014, compartiendo el tipo de ejercicio y las sensaciones durante la práctica. Veremos al final del año qué resulta de todo esto.

4 de enero de 2014

Los cambios de ritmo ayudan a ser un corredor más rápido y tengo intención de recurrir a ellos con frecuencia aprovechando la facilidad con que se pueden configurar en una cinta.

Diseño el siguiente esquema bastante suave: 30 minutos en cinta, repartiendo cada 5 minutos del siguiente modo: 4 minutos a 10 Km/h (6:00/Km) y 1 minuto a 12 Km/h (5:00/Km). Hay que tener en cuenta que 5:00/Km es el ritmo a batir (10K en 50 minutos), de modo que poco a poco hay que ir apuntando al objetivo.

6 de enero de 2014

Vuelta al casco histórico de Sevilla: 7 Km, 38:47, 5:33/Km.

Dado que la distancia era relativamente corta he querido apretar algo mas de lo habitual.

9 de enero de 2014

De vuelta a la cinta y exactamente el mismo entrenamiento que el día 4.

11 de enero de 2014

Mañana cálida (19 grados) y entrenamiento suave a la orilla del río: 9.05 Km, 52:20, 5:47/Km.

13 de enero de 2014

Fartlek de variable doble (velocidad e inclinación) en cinta:

[(10, 0, 1), (10, 1, 2), (10, 0, 1), (12, 0, 1)] x 6

(En el enlace se detalla su significado)

Entrenamiento cómodo y con cancha suficiente para ir exigiendo más.

16 de enero de 2014

He estado debatiéndome entre salir a la calle o acudir al gimnasio y así matar dos pájaros de un tiro. He optado por la segunda opción, de modo que he vuelto a subir a mi querida cinta de correr con ganas de experimentar alguna tortura nueva.

Entre las opciones de configuración de entrenamientos que trae la máquina una ha captado mi atención: AL AZAR. Soy un fanático de la aleatoriedad, así que, ¿por qué no introducirla en el deporte también?

Me ha preguntado mi peso (para el cálculo de calorías), el nivel, que he establecido con cierta prudencia en 5 (a elegir entre 1 y 20), el tiempo, 30 minutos, y la velocidad, que he fijado en 10 Km/h (6min/Km), lo mínimo que debe despacharse a estas alturas incluso en situaciones adversas.

Duro. Me ha hecho sudar la gota gorda, con la máquina modificando su pendiente al azar cada treinta segundos. Muchos tramos han llegado a alcanzar casi los 5 puntos de inclinación.

El nivel de exigencia percibida ha sido superior al de los últimos fartleks, pero me siento satisfecho de comprobar que incluso en las pendientes relativamente pronunciadas he sido capaz de mantener el ritmo constante configurado.

19 de enero de 2014

Las mañanas de los fines de semana son, para mí, los mejores momentos para correr. Día soleado, aunque bastante ventoso, que he aprovechado para darme una escapada por el parque de Miraflores, algo embarrado por la copiosa lluvia de anoche.

10 Km; 59:59; 6:00/Km.

23 de enero de 2014

Tres días sin correr. Podría alegar que ha sido debido a la lluvia, los ensayos… Excusas baratas.

Si algo tiene este deporte es que ofrece la suficiente flexibilidad para acomodarse a cualquier estilo de vida. Y si se dispone de poco tiempo, con veinte minutos corriendo al menos se cumple el expediente. Salvo si se está lesionado o enfermo, intentar justificar por qué no se corre no es más que engañarse uno mismo.

Sesión de cinta para rematar un trabajo con pesas en el gimnasio. Cambio de ritmo como los primeros, introduciendo pinceladas a 12 Km/h y descansando a 10 Km/h.

[(10, 0, 4), (12, 0, 1)] x 6

25 de enero de 2014

En el gimnasio de nuevo. Tras completar un trabajo de hombros me he subido a la cinta a dar una nueva vuelta de tuerca a los cambios de ritmo. La idea a medio plazo es simple: reducir gradualmente el tiempo de descanso a 10 Km/h e ir incrementando el dedicado a correr a 12 Km/h (los 5’/Km ansiados).

Un pequeño incremento de 15 segundos en cada bloque. Aparentemente poco, pero se ha sentido el cambio.

[(10, 0, 3:45), (12, 0, 1:15)] x 6

30 minutos que me han permitido alcanzar una distancia de 5’26 Km, un paso más hacia un subobjetivo intermedio: correr 5 Km en menos de 25 minutos.

28 de enero de 2014

Tras de un día largo y agotador cuesta arrancar a correr pero, si lo haces, te sientes después doblemente victorioso.

Repito la fórmula anterior: [(10, 0, 3:45), (12, 0, 1:15)] x 6

Duro. Los últimos tramos me ha costado recuperar más de lo habitual.

Nos vemos en febrero

Javier Montero Gabarró


Running 2014 – Diario de entrenamiento


Puedes consultar el índice completo de artículos pertenecientes a la categoría running.


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

Python, un lenguaje excepcional

Objetivo: Introducción al manejo de excepciones en Python.

Admítelo: los errores en tiempo de ejecución suceden. Tanto si intentas abrir un fichero inexistente como si tratas de utilizar un índice fuera del rango de una lista o string, por poner dos ejemplos comunes, la respuesta de Python siempre es desagradable. Si tienes suerte y estás trabajando desde el intérprete interactivo sólo recibirás el temido mensaje de error y podrás continuar. Pero si estás ejecutando un programa éste abortará inmediatamente.

Esto casi nunca es deseable. Imagina, por ejemplo, que tu aplicación facilita un servicio importante que requiere una disponibilidad de 24 horas. El daño ocasionado por tener tu programa parado podría ser importante (económico, reputación, imagen, etc.).

Puedes intentar aprender de los errores y modificar tu programa introduciendo líneas y líneas de código hasta hacerlo inexpugnable. Puede incluso que descubras que tienes más código escrito para tratar errores que código efectivo, lo que, en cierto modo sonaría un tanto ridículo.

Pero no hace falta que tu proyecto sea de envergadura para que te preocupes por gestionar adecuadamente los eventuales errores en tiempo de ejecución. Después de todo, si has elegido Python es porque eres una persona preocupada por la elegancia programando, de modo que tienes un compromiso contigo mismo.

Para lidiar con los errores en tiempo de ejecución Python dispone de mecanismos de gestión de excepciones.

Una excepción, en el mundo de la programación, no es más que una señal que lanza el programa advirtiendo que ha sucedido algo excepcional. Lo típico es un error en tiempo de ejecución pero, como descubriremos a lo largo de estos artículos, hasta tú mismo podrías lanzar tu propia señal de excepción de un modo creativo.

Ya conoces la respuesta de Python ante una excepción provocada por un error en tiempo de ejecución: pantallazo de error y el programa aborta. Pero, ¿y si pudiéramos modificar ese comportamiento por defecto a nuestro antojo, evitando así que el programa caiga?

Es lo que se conoce como capturar la excepción. Un ejemplo sencillo aclarará esto.

El error en tiempo de ejecución de libro típico es el intento de división entre cero, una cosa muy, muy mala, que puede hacer reventar tu sistema…

El siguiente programita pide, en un bucle infinito, que introduzcas dos números para dividirlos a continuación.

while True:
    dividendo = int(input('Introduce el dividendo: '))
    divisor = int(input('Introduce el divisor: '))
    print('El cociente de la división de ambos números es', dividendo//divisor)

Vamos a jugar un poco con él:

Introduce el dividendo: 23
Introduce el divisor: 5
El cociente de la división de ambos números es 4
Introduce el dividendo: 12
Introduce el divisor: 7
El cociente de la división de ambos números es 1
Introduce el dividendo: 

Todo bien, hasta ahora. Pero, ¿qué sucede si por divisor introducimos un cero?

Introduce el dividendo: 12
Introduce el divisor: 0
Traceback (most recent call last):
  File "C:/Users/Javier/Desktop/borrable.py", line 4, in <module>
    print('El cociente de la división de ambos números es', dividendo//divisor)
ZeroDivisionError: integer division or modulo by zero

Se acabó el programa abruptamente. Se ha producido un error en tiempo de ejecución ocasionado por intentar dividir entre cero, lo que ha ocasionado que se lanzara la excepción ZeroDivisionError, como nos muestra el texto del error.

Podríamos haber hecho daño al programa de más maneras. Observa cómo introducimos los valores con la función input(), que ya sabes que devuelve un string. Por eso recurrimos después a int() para convertir ese valor en un verdadero número entero con el que poder realizar operaciones aritméticas. Pero, ¿y si no podemos convertir lo introducido a entero porque no hemos facilitado un número?

Introduce el dividendo: casa
Traceback (most recent call last):
  File "C:/Users/Javier/Desktop/borrable.py", line 2, in <module>
    dividendo = int(input('Introduce el dividendo: '))
ValueError: invalid literal for int() with base 10: 'casa'

El programa aborta también, pero está vez devuelve un error diferente. Se ha producido una excepción del tipo ValueError.

Este comportamiento no es reprochable en Python, que desconoce el efecto que podría tener mantener el programa activo pese al error sucedido. Lo más prudente es informar de lo sucedido y abortar inmediatamente la ejecución, dejando al programador (tú), si lo desea, la captura de las excepciones.

Para capturar una excepción Python dispone de la estructura try/except. En la parte try incluimos el bloque de instrucciones que queremos proteger y en el except lo que queremos que se ejecute si sucede una excepción.

Vamos a proteger el código ante los dos eventuales errores que hemos descubierto que podrían sucedernos. Por un lado hay que proteger los input y por otro la línea con el resultado de la división, de modo que en bloque try incluimos las tres líneas críticas:

while True:
    try:
        dividendo = int(input('Introduce el dividendo: '))
        divisor = int(input('Introduce el divisor: '))
        print('El cociente de la división de ambos números es', dividendo//divisor)
    except:
        print('Eso no ha estado bien, pero no pasa nada')
        print('Vuelve a intentarlo')

Presta mucha atención a la indentación, pues delimita, como siempre, la amplitud de los bloques en Python y permite saber a que try corresponde cada except.

Observa cómo, en la sección except, incluiremos código especial que sólo se ejecutará si se produce una excepción dentro del bloque protegido con try.

Vamos a verlo en acción:

Introduce el dividendo: 14
Introduce el divisor: 5
El cociente de la división de ambos números es 2
Introduce el dividendo: 35
Introduce el divisor: 0
Eso no ha estado bien, pero no pasa nada
Vuelve a intentarlo
Introduce el dividendo: 46
Introduce el divisor: casa
Eso no ha estado bien, pero no pasa nada
Vuelve a intentarlo
Introduce el dividendo: 12
Introduce el divisor: 5
El cociente de la división de ambos números es 2
Introduce el dividendo: 

Ahora sí, a prueba de bombas. ¡Está protegido incluso ante un intento de interrupción con Ctrl-C! (excepción KeyboardInterrupt).

Esto ha sido sólo un aperitivo. En los sucesivos artículos sobre excepciones iremos refinando y ampliando estos conceptos, esperando los más sofisticados a que estemos en posesión previamente de ciertos conocimientos necesarios sobre las clases y la programación orientada a objetos. Todo a su momento.

Javier Montero Gabarró


Python, un lenguaje excepcional


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Consulta el índice completo de artículos relacionados con Python.

MuseScore – Transposición de sonido sin modificar la partitura

Objetivo: Aprender a transponer el sonido reproducido por MuseScore sin modificar la partitura.

Hace un rato un lector del blog me planteaba la siguiente cuestión como comentario al artículo dedicado a la transposición de una pieza musical escrita con MuseScore: ¿cómo transportar el sonido generado por la aplicación sin que se modifiquen las notas escritas en el pentagrama? Esto es: si, por ejemplo, tenemos un Sol sobre la segunda línea, Sol 4 ( o Sol 3, según el sistema empleado), suene una octava más abajo, Sol 3 (o Sol 2), pero manteniendo el dibujo en el mismo sitio.

La técnica de transposición descrita en el artículo es la convencional: transportamos la pieza el intervalo deseado, lo que origina también un cambio en la reproducción. Para lograr nuestro objetivo necesitaremos nuevos recursos.

Resolveremos el problema en dos fases: en la primera transportaremos lo escrito sin afectar el sonido, como si se tratase de un instrumento transpositor (nueva técnica); en la segunda realizaremos una transposición tradicional que devolverá lo escrito a su lugar de origen y, al modificar también el sonido, logrará el resultado buscado.

Observémoslo con detalle. Escribamos una sencilla melodía de ejemplo (estoy usando MuseScore 1.3):

musescore-6-1-2014-1

Reprodúcela varias veces hasta que te familiarices con su sonido. Pretendemos hacer que suene una octava justa más baja sin modificar la posición de las notas.

Comenzamos haciendo clic con el botón derecho sobre el nombre del instrumento (Voice, en nuestro ejemplo), eligiendo la opción Propiedades de pentagrama…

musescore-6-1-2014-2

Lo que nos conduce a este cuadro de diálogo repleto de suculentas opciones:

musescore-6-1-2014-3

Configúralo del siguiente modo:

musescore-6-1-2014-4

En Reproducir transposición he marcado Octava justa y he seleccionado Bajar para que el resultado visual sea justo el contrario: toda la notación ha sido transportada una octava hacia arriba.

musescore-6-1-2014-5

Sin embargo, la frecuencia de las notas no ha sido afectada. ¡Compruébalo!

Finalmente, realizaremos una transposición convencional descendente de una octava para devolver las notas a su posición original y, a su vez, disminuir su frecuencia en la misma medida.

Elegimos en el menú Notas | Transportar… Se nos preguntará, al no tener ningún compás seleccionado, si deseamos transponer la pieza completa. Respondemos afirmativamente, lo que nos llevará al siguiente cuadro de diálogo:

musescore-6-1-2014-6

Marcamos Transportar al intervalo y seleccionamos una octava justa descendente:

musescore-6-1-2014-7

Las notas vuelven a aparecer en su sitio:

musescore-6-1-2014-1

Pero, si pulsas el botón de reproducción comprobarás que todo el conjunto suena una octava más abajo, tal como pretendíamos.

Mediante esta doble técnica puedes transportar la frecuencia de las notas sin modificar su apariencia visual el intervalo que desees, no sólo una octava. Otra cuestión diferente es, desde luego, la razón por la que puedas querer hacerlo.

Javier Montero Gabarró


MuseScore – Transposición de sonido sin modificar la partitura


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Este es el índice completo de artículos sobre MuseScore.

Los modos de la escala menor melódica – 3

Objetivo: presentar la fórmula relativa de los modos de la escala menor melódica.

Una vez hemos razonado la fórmula absoluta de cada modo de la escala menor melódica, estamos en condiciones de deducir su fórmula relativa, esencial no sólo para calcularlas con agilidad, sino para poder situarlas en contexto.

El procedimiento que seguiremos es sencillo: aplicando la fórmula absoluta construiremos cada modo partiendo de la nota DO, lo que nos permitirá comparar la escala obtenida con Do mayor (que carece de alteraciones). Son exactamente los mismos pasos con los que dedujimos las fórmulas relativas de los modos de la escala mayor. Tener bien memorizadas estas últimas, como veremos, nos facilitará la retención de las fórmulas que nos conciernen hoy.

Comencemos por el segundo modo (entendiendo por primero la propia escala menor melódica), Dórica b2:

Dórica b2: S – T – T – T – T – S – T

Empezamos por la nota DO.

Si a DO le agregamos un semitono obtenemos RE bemol.

Si a REb le sumamos un tono alcanzamos MI bemol.

MIb más otro tono nos lleva a FA.

Si a FA le agregamos un tono obtenemos SOL.

SOL más otro tono nos lleva a LA.

LA más un semitono nos conduce a SI bemol.

Finalmente, SIb más un tono nos devuelve al hogar: DO.

De modo que ya tenemos la escala Do dórica b2:

Do dórica b2: C – Db – Eb – F – G – A – Bb

Si la comparamos con Do mayor:

Do mayor: C – D – E – F – G – A – B

Vemos que los grados 2, 3 y 7 de la dórica b2 están disminuidos un semitono en relación a la escala mayor.

Ya tenemos, por lo tanto, la fórmula buscada:

Dórica b2: 1 – b2 – b3 – 4 – 5 – 6 – b7

¿Puedes intuir de dónde procede el nombre Dórica b2?

Recordemos la escala dórica:

Dórica: 1 – 2 – b3 – 4 – 5 – 6 – b7

Observa que la dórica b2 es la misma que la dórica, con la salvedad de que el grado segundo ha sido rebajado un semitono (b2). De ahí el nombre de dórica b2.

Repitamos el mismo proceso para el tercer modo, lidia #5:

Lidia #5: T – T – T – T – S – T – S

Construímos Do Lidia #5:

DO + T = RE
RE + T = MI
MI + T = FA#
FA# + T = SOL#
SOL# + S = LA
LA + T = SI
SI + S = DO

Do Lidia #5: C – D – E – F# – G# – A – B

Y así, la fórmula relativa de nuestra escala es:

Lidia #5: 1 – 2 – 3 – #4 – #5 – 6 – 7

El nombre debe resultarte obvio si recuerdas la fórmula de la escala lidia:

Lidia: 1 – 2 – 3 – #4 – 5 – 6 – 7

La escala lidia #5 no es más que una escala Lidia en la que hemos aumentado en un semitono el quinto grado (#5).

Cuarto modo: lidia b7

Lidia b7: T – T – T – S – T – S – T

DO + T = RE
RE + T = MI
MI + T = FA#
FA# + S = SOL
SOL + T = LA
LA + S = SIb
SIb + T = DO

DO lidia b7: C – D – E – F# – G – A – Bb

Lidia b7: 1 – 2 – 3 – #4 – 5 – 6 – b7

Habríamos obtenido el mismo resultado a partir de la escala de la cual deriva su nombre. Volvamos a escribir la escala lidia:

Lidia: 1 – 2 – 3 – #4 – 5 – 6 – 7

De modo que la Lidia b7 es idéntica, pero rebajando un semitono el séptimo grado (b7):

Lidia b7: 1 – 2 – 3 – #4 – 5 – 6 – b7

Quinto modo: Mixolidia b13

Mixolidia b13: T – T – S – T – S – T – T

DO + T = RE
RE + T = MI
MI + S = FA
FA + T = SOL
SOL + S = LAb
LAb + T = SIb
SIb + T = DO

Do mixolidia b13: C – D – E – F – G – Ab – Bb

Mixolidia b13: 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – b6 – b7

Lograríamos el mismo resultado recordando la fórmula de la escala mixolidia:

Mixolidia: 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – b7

El grado b13 es equivalente al b6 (13 menos 7 es igual a 6), de modo que la mixolidia b13 es en esencia una mixolidia en la que el sexto grado ha sido disminuido un semitono (b6):

Mixolidia b13: 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – b6 – b7

Es una cuestión puramente terminológica y, naturalmente, podríamos haberla denominado mixolidia b6, pero es más habitual el uso del b13 atendiendo a consideraciones armónicas: la escala mixolidia es la base de los acordes de séptima, siendo habitual en ellos referirse a todas sus extensiones a partir de la octava, es decir, novena en lugar de segunda, oncena por cuarta o trecena en vez de sexta.

Sexto modo: locria #2

Locria #2: T – S – T – S – T – T – T

DO + T = RE
RE + S = MIb
MIb + T = FA
FA + S = SOLb
SOLb + T = LAb
LAb + T = SIb
SIb + T = DO

DO locria #2: C – D – Eb – F – Gb – Ab – Bb

Locria #2: 1 – 2 – b3 – 4 – b5 – b6 – b7

Como puedes ver, esta escala es como la locria (1 – b2 – b3 – 4 – b5 – b6 – b7), pero subiendo el segundo grado un semitono, pasando de b2 a 2, por lo tanto.

Finalmente, el séptimo modo, escala superlocria, es como la locria, pero super vitaminada y mineralizada. No parece que el nombre nos dé demasiadas pistas, de modo que vamos a calcularla a mano a partir de la fórmula absoluta:

Superlocria: S – T – S – T – T – T – T

DO + S = REb
REb + T = MIb
MIb + S = MI = FAb (observa que MI y FAb son enarmónicos)
FAb + T = SOLb
SOLb + T = LAb
LAb + T = SIb
SIb + T = DO

Do superlocria: C – Db – Eb – Fb – Gb – Ab – Bb

Superlocria: 1 – b2 – b3 – b4 – b5 – b6 – b7

Y ahora sí, la escala superlocria es como la locria (1 – b2 – b3 – 4 – b5 – b6 – b7) en la que no se salva ni el apuntador de ser bemolizado. El cuarto grado aparece ahora disminuido un semitono también.

Recopilemos los modos de la escala menor melódica:

1 - Menor melódica: 1 - 2 - b3 - 4 - 5 - 6 - 7

2 - Dórica b2: 1 - b2 - b3 - 4 - 5 - 6 - b7

3 - Lidia #5: 1 - 2 - 3 - #4 - #5 - 6 - 7

4 - Lidia b7: 1 - 2 - 3 - #4 - 5 - 6 - b7

5 - Mixolidia b13: 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - b6 - b7

6 - Locria #2: 1 - 2 - b3 - 4 - b5 - b6 - b7

7 - Superlocria: 1 - b2 - b3 - b4 - b5 - b6 - b7

Nuevas fórmulas para tu colección. No te costará retenerlas si ya tienes memorizados los modos de la escala mayor. Al igual que te recomendé con estos, céntrate en principio en las fórmulas relativas, más sencillas de recordar, pero no olvides que a su debido momento será conveniente también tener bien interiorizadas las absolutas.

Más adelante dedicaremos un artículo completamente práctico para asentar todo lo aprendido en esta trilogía modal. Entre tanto, asimila bien el material teórico y permítete experimentar en tu instrumento la nueva gama de escalas aprendidas, recursos que sin duda podrás usar creativamente en tu vida musical.

Javier Montero Gabarró


Los modos de la escala menor melódica – 3


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos sobre armonía.

La fórmula relativa de los modos de la escala mayor

Objetivo: deducir y recopilar la fórmula relativa de los modos de la escala mayor.

En el artículo de hoy, partiendo de las fórmulas absolutas de los modos de la escala mayor, que ya dedujimos, estableceremos sus fórmulas relativas, esto es, aquellas que relacionan cada grado de la escala con los respectivos de la escala mayor.

El procedimiento ya lo hemos ilustrado anteriormente: utilizando la composición absoluta, calcularemos la escala partiendo de la nota Do, lo que nos permitirá comparar a simple vista las notas obtenidas con Do mayor (aprovechando el hecho de que Do mayor no contiene notas alteradas).

Manos a la obra; empecemos por el segundo modo, el dórico (el primero, o modo jónico, es la propia escala mayor).

Dórica: T – S – T – T – T – S – T

Calculemos las notas de la escala Do dórica:

Si a la nota DO le agregamos un tono, obtenemos RE.

RE más un semitono nos lleva a MI bemol.

Un tono por encima de MIb nos conduce a FA.

Si a FA lo subimos un tono obtenemos SOL.

SOL más un tono desemboca en LA.

Si subimos un semitono LA alcanzamos SI bemol.

SIb más un tono nos devuelve a DO. Esta última operación es siempre de comprobación; si no hubiéramos obtenido DO sería señal de que nos habríamos equivocado en el camino.

Pongamos todas juntas las notas obtenidas:

Do dórica: C – D – Eb – F – G – A – Bb

y comparémosla con Do mayor:

Do mayor: C – D – E – F – G – A – B

Todo coincidencias a excepción del tercer grado y el séptimo, ambos a un semitono por debajo, en la dórica, respecto a los mismos grados de la escala mayor.

Si la escala mayor tiene por fórmula:

Mayor: 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7

La comparación anterior nos lleva a la siguiente fórmula para la escala dórica:

Dórica: 1 – 2 – b3 – 4 – 5 – 6 – b7

El siguiente modo, el frigio, se caracteriza por la siguiente composición absoluta:

Frigia: S – T – T – T – S – T – T

Calculemos, entonces, Do frigia:

DO + S = REb
REb + T = MIb
MIb + T = FA
FA + T = SOL
SOL + S = LAb
LAb + T = SIb
SIb + T = DO

Do frigia: C – Db – Eb – F – G – Ab – Bb

Frigia: 1 – b2 – b3 – 4 – 5 – b6 – b7

Como ves, esto no tiene ningún misterio; es una cuestión, simplemente, de no equivocarse en los cálculos.

Voy a seguir con el resto, aunque sería interesante que tú mismo hicieras las operaciones y comprobaras tu resultados con los míos.

Cuarto modo, la escala lidia:

Lidia: T – T – T – S – T – T – S

DO + T = RE
RE + T = MI
MI + T = FA#
FA# + S = SOL
SOL + T = LA
LA + T = SI
SI + S = DO

Do lidia: C – D – E – F# – G – A – B

Lidia: 1 – 2 – 3 – #4 – 5 – 6 – 7

Quinto modo, la escala mixolidia:

Mixolidia: T – T – S – T – T – S – T

DO + T = RE
RE + T = MI
MI + S = FA
FA + T = SOL
SOL + T = LA
LA + S = SIb
SIb + T = DO

Do mixolidia: C – D – E – F – G – A – Bb

Mixolidia: 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – b7

Sexto modo, la escala eólica o menor natural:

Eólica: T – S – T – T – S – T – T

DO + T = RE
RE + S = MIb
MIb + T = FA
FA + T = SOL
SOL + S = LAb
LAb + T = SIb
SIb + T = DO

Do eólica: C – D – Eb – F – G – Ab – Bb

Eólica: 1 – 2 – b3 – 4 – 5 – b6 – b7

Finalmente, el modo locrio:

Locria: S – T – T – S – T – T – T

DO + S = REb
REb + T = MIb
MIb + T = FA
FA + S = SOLb
SOLb + T = LAb
LAb + T = SIb
SIb + T = DO

Do locria: C – Db – Eb – F – Gb – Ab – Bb

Locria: 1 – b2 – b3 – 4 – b5 – b6 – b7

A modo de síntesis, recopilemos estas fórmulas en una tabla:

Jónica ( o mayor): 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - 7

Dórica: 1 - 2 - b3 - 4 - 5 - 6 - b7

Frigia: 1 - b2 - b3 - 4 - 5 - b6 - b7

Lidia: 1 - 2 - 3 - #4 - 5 - 6 - 7

Mixolidia: 1 - 2 - 3 - 4 - 5 - 6 - b7

Eólica ( o menor natural): 1 - 2 - b3 - 4 - 5 - b6 - b7

Locria: 1 - b2 - b3 - 4 - b5 - b6 - b7

Memoriza estas relaciones cuanto antes; no te llevará demasiado esfuerzo.

He aquí unas cantinelas típicas que te ayudarán a hacerlo:

– La escala dórica es como la menor natural (el modo eólico), pero con el sexto grado un semitono más alto (6 en lugar de b6).

– La escala frigia es como la menor natural, pero además tiene el b2.

– La escala lidia es como la mayor, pero con el cuarto grado aumentado un semitono (#4 en lugar de 4).

– La escala mixolidia es como la mayor, pero con el séptimo grado disminuido un semitono (b7 en lugar de 7).

– La escala eólica es la menor natural.

– La escala locria tiene todos los grados reducidos un semitono a excepción del cuarto (y la tónica, naturalmente).

Y nada más por hoy. Be modal!

Javier Montero Gabarró


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2013/12/la-formula-relativa-de-los-modos-de-la-escala-mayor/


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos sobre armonía.

Un pequeño inciso

Estaba terminando de maquetar la tercera entrega dedicada a los modos de la escala menor melódica, en la que describo su fórmula relativa, y me disponía a agregar un enlace a la fórmula relativa de los modos de la escala mayor, artículo clave para entender lo que hoy nos concierne, cuando me he dado cuenta de que tal artículo no existía.

En su día, cuando traté los modos griegos, me limité a explicar su fórmula absoluta (entendiendo por tal la que describe la distancia de cada grado con el anterior) y opté por demorar la fórmula relativa (la que la relaciona con la escala mayor) hasta la aparición de artículos monográficos dedicados a cada uno de los modos.

Así, escribí entradas dedicadas a la dórica, la mixolidia, la eólica, pero quedaron en el tintero otras por tratar.

Con el paso del tiempo olvidé el asunto y realmente pensaba que existía un artículo sintetizando la fórmula relativa de los modos de la escala mayor.

Mañana, por lo tanto, escribiré un artículo especial que cubra esa laguna y aplazaremos la tercera entrega de los modos de la escala menor melódica hasta pasado mañana.

Javier

Los modos de la escala menor melódica – 2

Objetivo: deducir la fórmula absoluta de todos los modos de la escala menor melódica.

En el artículo anterior presentamos los siete modos de la escala menor melódica, aprendimos a construirlos y les pusimos nombre. Vamos a profundizar hoy en su estudio teórico deduciendo su fórmula absoluta, es decir, aquella que describe los intervalos existentes entre notas sucesivas. A partir de esta, ya en la siguiente entrega, razonaremos las fórmulas relativas (las que relacionan cada escala con la escala mayor).

Utilizando cualquiera de las dos fórmulas podremos construir los modos en cualquier tonalidad. Por lo general, siempre será más rápido utilizar la fórmula relativa; no obstante, mi recomendación es que realices el esfuerzo de memorizar también las absolutas, pues te ayudará a comprender mejor la constitución de cada escala. Así, por ejemplo, la serie de artículos de guitarra que estoy dedicando a las escalas libres se fundamenta en un conocimiento profundo de las fórmulas absolutas.

El punto de partida de nuestro trabajo es la fórmula absoluta de la escala menor melódica, que ya presentamos en el primer artículo:

Menor melódica: T – S – T – T – T – T – S

Para deducir la fórmula de cada modo vamos a proceder del mismo modo que los obtuvimos: comenzando la escala en puntos distintos.

Esto es equivalente a efectuar una rotación hacia la izquierda. Vamos a desplazar cada elemento de la fórmula un puesto hacia la izquierda. El primero, sin sitio donde desplazarse, lo colocaremos al final de la serie.

Rotando hacia la izquierda la fórmula de la escala menor melódica (primer modo) obtenemos la fórmula del segundo modo que, como sabemos ya, se denomina dórica b2 (recuerda que en la tercera entrega explicaremos con más detalle el porqué de esta denominación).

Dórica b2: S – T – T – T – T – S – T

Observa cómo hemos desplazado cada elemento un lugar hacia la izquierda. El T que estaba al principio ahora lo hemos situado en cola.

Una nueva rotación nos permitirá lograr el tercer modo, escala lidia #5:

Lidia #5: T – T – T – T – S – T – S

Nuevamente, el primer elemento, que era un S, ha sido colocado al final, desplazando los restantes un lugar hacia la izquierda.

Continuamos con el cuarto modo, o lidia b7:

Lidia b7: T – T – T – S – T – S – T

Y así sucesivamente con los restantes:

Mixolidia b13: T – T – S – T – S – T – T

Locria #2: T – S – T – S – T – T – T

y, finalmente,

Superlocria: S – T – S – T – T – T – T

Observa que, si rotáramos otra vez, regresaríamos nuevamente a la escala menor melódica:

T – S – T – T – T – T – S

Mala cosa si hubiera aparecido algo distinto…

Vamos a ilustrar un ejemplo sencillo de aplicación de estas fórmulas. No obstante, cuando finalicemos la exposición teórica, dedicaremos algún que otro artículo más sólo a la realización de ejercicios.

Calculemos, por ejemplo, las notas de la escala Sol lidia b7.

Tomamos como referencia la fórmula obtenida de la lidia b7 (T – T – T – S – T – S – T) y la aplicamos partiendo de la tónica Sol:

Si a SOL le agregamos un tono, obtenemos LA.

Si a LA le sumamos un tono llegamos a SI.

Otro tono por encima de SI está DO#.

Un semitono arriba de DO# es RE.

Un tono arriba de RE nos da MI.

Un semitono por encima de MI nos lleva a FA.

Finalmente, un tono sobre FA nos da SOL, la tónica de nuevo. Mala cosa, también, si hubiera aparecido otra nota distinta.

Esta es, entonces, la escala buscada:

Sol lidia b7: G – A – B – C# – D – E – F – G

Vamos a cerrar el artículo con una recopilación de las fórmulas obtenidas para tenerlas bien a mano de referencia:

1) Menor melódica: T – S – T – T – T – T – S

2) Dórica b2: S - T - T - T - T - S - T

3) Lidia #5: T - T - T - T - S - T - S

4) Lidia b7: T - T - T - S - T - S - T

5) Mixolidia b13: T - T - S - T - S - T - T

6) Locria #2: T - S - T - S - T - T - T

7) Superlocria: S - T - S - T - T - T - T

Recuerda: en el próximo artículo utilizaremos estas fórmulas absolutas para la obtención de las relativas, primera opción siempre a memorizar, pues permitirán un cálculo inmediato de la composición de los modos en cualquier tonalidad.

Javier Montero Gabarró


Los modos de la escala menor melódica – 2


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos sobre armonía.

Los modos de la escala menor melódica – 1

Objetivo: introducir los modos de la escala menor melódica.

Hace unos días me planteaban una cuestión en el blog referente a la formación de modos. Me preguntaban si, además de en escalas mayores, podíamos hablar de modos generados a partir de una escala menor.

La respuesta es afirmativa: podemos construir modos a partir de cualquier escala.

No obstante, debo matizar que hay escalas en las que no resulta práctica la generación de modos. Por ejemplo, no tiene mucho sentido que construyamos los modos de la escala menor natural, pues ella misma es ya un modo de la escala mayor. Recuerda que la escala menor natural es el modo eólico de la escala mayor. Construir los modos de la escala menor natural no haría más que aparecerieran los mismos modos que ya conocíamos derivados de la escala mayor. Lo mismo podríamos decir de la escala dórica, otro ejemplo de escala menor.

Sin embargo, hay otras escalas menores, como la melódica o la armónica, que no aparecen al formar los modos de la escala mayor. En la serie de artículos que iniciamos hoy estudiaremos la primera de ellas, los modos de la escala menor melódica.

Comencemos recordando cómo se construía una escala menor melódica:

Fórmula absoluta: T – S – T – T – T – T – S

Fórmula relativa: 1 – 2 – b3 – 4 – 5 – 6 – 7

Por la segunda de ellas observamos directamente que la escala menor melódica es prácticamente idéntica a la mayor, con la única diferencia del tercer grado, que en aquella es menor.

Así pues:

Do menor melódica: C – D – Eb – F – G – A – B – C

Por lo general, es más rápido construir cualquier escala a partir de su fórmula relativa cuando se conoce la escala mayor con la que se compara. Por eso insisto siempre en la importancia de recordar de memoria la composición de las escalas mayores en todas las tonalidades, pues con esto lograremos deducir inmediatamente cualquier otra escala de la que conozcamos su fórmula relativa sin necesidad de ir contando tonos y semitonos.

Para obtener los modos de la escala menor melódica vamos a proceder exactamente como hicimos con los modos de la escala mayor, es decir, costruiremos las escalas que se forman usando las mismas notas comenzando en una distinta cada vez.

Si en vez de empezar en Do lo hacemos en Re, usando las mismas notas y rotando, obtenemos:

D – Eb – F – G – A – B – C – D

Esta escala recibe el nombre de Re Dórica b2 (bemol 2). Aunque ya puedas quizás intuir el porqué de ese nombre, la respuesta aparecerá de forma clara en el tercer artículo de esta serie, en el que deduciremos la fórmula relativa de cada modo. Ten un poco de paciencia hasta entonces.

Proseguimos, pero esta vez comenzando por la siguiente nota: Mi bemol.

Eb – F – G – A – B – C – D – Eb

Escala que recibe el nombre de Mi bemol Lidia #5. De nuevo, quédate por ahora solamente con el nombre del modo; a su debido momento comprenderás su origen.

La siguiente rotación de notas es sobre Fa:

F – G – A – B – C – D – Eb – F

Este modo se denomina Fa Lidia b7.

Análogamente, construyamos y bauticemos los siguientes modos:

G – A – B – C – D – Eb – F – G : Sol Mixolidia b13

A – B – C – D – Eb – F – G – A: La Locria #2

B – C – D – Eb – F – G – A – B: Si Superlocria

¿Con qué quiero que te quedes, de momento, de todo esto?

1) El procedimiento general de creación de modos, rotando las notas en el mismo orden comenzando cada vez por una distinta.

2) El nombre de cada modo. Repitámoslo a modo de recopilación:

1) Menor melódica

2) Dórica b2

3) Lidia #5

4) Lidia b7

5) Mixolidia b13

6) Locria #2

7) Superlocria

En la segunda parte de este artículo deduciremos la fórmula absoluta de cada modo, que ya podremos emplear para construir las escalas a partir de cualquier tónica. Esto es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. En la tercera parte deduciremos la fórmula relativa, que será la que memorizaremos para la construcción práctica de cualquier modo en lo sucesivo.

Javier Montero Gabarró


Los modos de la escala menor melódica – 1


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos sobre armonía.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies