Construcción de acordes – 20: Sexta con novena

Objetivo: presentar la fórmula del acorde de sexta con novena y aprender a deducir las notas que lo constituyen.

En los últimos artículos hemos estado entretenidos agregando novenas a algunas cuatriadas (o tétradas, según prefieras llamarlas), formando así acordes de cinco notas (péntadas). En estas formaciones la séptima siempre ha estado presente, bien como séptima mayor, originando el acorde de séptima mayor con novena, o como séptima de dominante, construyendo las variantes de séptima con novena, con novena aumentada y con novena menor.

Pero las séptimas no son las únicas cuatriadas que pueden merecer novenas. Podemos partir de un acorde de sexta (la tríada mayor, a la que le sumábamos una sexta), al cual le agregaríamos la novena, obteniendo así el acorde objeto del artículo de hoy.

Si el acorde de sexta tiene por fórmula

1 – 3 – 5 – 6

el de sexta con novena será:

1 – 3 – 5 – 6 – 9

Este acorde suele indicarse como 6/9, 6(9), o incluso 6add9.

Lo importante a comprender es que la séptima no está presente. En los casos en los que esté, veremos más adelante que nos referiremos a ellos como de 13ª, decimotercera (una octava por encima de la sexta), o trecena.

Calculemos ahora, como no, nuestros dos ejemplos típicos: C6/9 y A6/9:

Las escalas mayores respectivas son:

Do mayor: C – D – E – F – G – A – B – C – D

La mayor: A – B – C# – D – E – F# – G# – A – B

Si tomamos los grados indicados en la fórmula obtenemos los acordes buscados:

C6/9 --> C - E - G - A - D

A6/9 --> A - C# - E - F# - B

Otro acorde más para la colección. Búscalo en tu instrumento, interiorízalo y hazlo tuyo usándolo. Si eres guitarrista, al igual que sucede con el resto de las péntadas, probablemente tendrás que omitir alguna nota para poder construirlo. Ya lo sabes, la quinta es el primer grado del que podemos prescindir sin perjudicar la cualidad del acorde.

Javier Montero Gabarró


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2012/09/construccion-de-acordes-20-sexta-con-novena/


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice de todos los artículos de armonía.

XXIV Carrera Nocturna del Guadalquivir – 2012 Sevilla

Fiel a mi cita con el destino, acudí una vez más a la gran carrera multitudinaria sevillana. Más de quince mil corredores con dorsal, más un buen número incontable sin él, nos juntamos en una noche ideal.

Hay veces en las que uno hace las cosas con una especie de piloto automático, un programa que dirige nuestras acciones y que, aunque seamos consciente de él, no podemos modificar su curso.

Es lo que me sucede con esta carrera. Me daba igual que la noche amenazara lluvia o el estado físico en que me pudiera encontrar. Correría y punto.

Lo he dicho muchas veces: la Nocturna del Guadalquivir, junto a la San Silvestre vallecana en Madrid, fueron los motivantes que me empujaron a correr. Volver a estar en ellas reafirma mi compromiso.

No me gusta utilizar el coche en la ciudad, pero opté por cogerlo para desplazarme hasta el estadio olímpico, lugar en el que finalizaría la prueba. No me resultaba atractiva la idea de andar tres kilómetros de vuelta a casa después de doce corriendo. El año anterior lo hice así y me supuso una tiritera tremenda por enfriamiento.

En el camino hacia el punto de salida escuché a un veterano en estas lides transmitiendo su experiencia a otros más jóvenes que lo acompañaban. Contaba que había participado en todas las ediciones de esta carrera y que en la primera de ellas, hace ya veinticuatro años, apenas se registraron algo más de un centenar de participantes.

Al rato oí que alguien me llamaba: era José Luis «JLRodriguez», compañero de desventuras en el foro de atletismo con el que compartí el año pasado la salida en la nocturna. Le acompañaba Javier «alavejezviruelas», otro forero con el que he trabado conversación en ocasiones, pero que no tenía el placer de conocer en persona. Le pedimos a otro amable corredor que nos echara una foto para inmortalizar el momento.

Llevaba meses desconectado del foro, así que me puse al día de sus planes y progresos individuales. Mi tocayo se estaba preparando para su debut en breve en una maratón. Decía que esta sería su última participación en la nocturna, pues en un acontecimiento con tanta participación resultaba complicado calentar adecuadamente, con el consiguiente riesgo de lesión.

Decía, con razón, que no solo los músculos, tendones y articulaciones de las piernas debían calentar bien. Era importante que el corazón (otro músculo) no fuera sometido a un incremento brusco en sus pulsaciones. Un calentamiento suave era la mejor manera de prepararlo para el esfuerzo posterior.

Programé a ForeRundy, mi reloj deportivo, para que como mínimo me llevara a meta a un ritmo de 6:30 /Km. Lo había decidido así hace ya un par de semanas: quería una carrera orientada fundamentalmente al disfrute y sin grandes esfuerzos físicos. Era un ritmo más lento incluso que el que sigo habitualmente en los entrenamientos (entre 6:00 y 6:15), y bastante distante del que mantengo en competición (entre 5:10 y 5:30), pero quería terminar la carrera con muy buenas sensaciones.

A las diez de la noche, aproximadamente, dio comienzo de la carrera y me despedí de mis compañeros para que se dejaran la piel en ella (con excelente resultado, como luego pude comprobar).

Al momento supe que 6:30 iba a ser demasiado lento y rectifiqué la estrategia para correr a 6 minutos por kilómetro, lo que me situaría en meta en algo más de una hora. Solo por debajo de ese ritmo comienzo a tener sensación de sufrimiento, pero con él me parece que podría estar corriendo horas y horas sin detenerme.

Durante todo el trayecto estuve muy concentrado. En un momento dado escuché a alguien decir que ya llevábamos 7 Km. Se me había hecho tremendamente corto y la sensación era la misma que si hubiera empezado a correr. Normalmente, en competición, suele ser a partir de este punto cuando activo el modo SUFRIMIENTO ON, corriendo en agonía el resto de la prueba. Pero esta vez, a ese ritmo tranquilo, me daba la sensación de estar paseando.

El momento visual más impactante fue el paso por el túnel de la calle Arjona, completamente iluminado y mostrando una masa multicolor impresionante de corredores. Me arrepentí de no sacar el móvil y grabar un vídeo. Fue en su salida, tras la cuesta arriba, el único momento de sofoco, pero en pocos segundos logré recuperar el equilibrio mantenido hasta entonces.

Una vez cruzamos el puente de la Barqueta, el par de kilómetros restantes me resultaron cortos también; el año anterior me parecieron eternos.

Entramos en el estadio olímpico por el túnel norte y completamos una vuelta a la pista de atletismo, donde alcancé la meta en una hora y nueve minutos, para una distancia total, según mi reloj, de 11.260 metros, a los que habría que añadir otros 200 o 400 más en los que el GPS perdió la conexión dentro del túnel.

Con excelentes sensaciones físicas, pero triste. Porque todo llega y todo se acaba en la vida, como si una parte de mi quisiera aún seguir en la carrera, con el reloj detenido y atrapado para siempre en el kilómetro siete.

Javier Montero Gabarró


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2012/09/xxiv-carrera-nocturna-del-guadalquivir-2012-sevilla/


Puedes consultar el índice completo de artículos pertenecientes a la categoría running.


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

LaTeX: Generación de bibliografías con thebibliography – 2

Objetivo: aprender a generar bibliografías en LaTeX utilizando el entorno thebibliography (segunda parte).

En el artículo anterior aprendimos a generar una bibliografía en \LaTeX mediante el entorno thebibliography. Nos ocupamos de la tarea más ardua: la creación de la bibliografía en sí. Si no tienes frescos estos conceptos, permíteme recomendarte su relectura previa, te llevará solo un par de minutos.

Nuestra siguiente labor consistirá en aprender a citar la bibliografía dentro del cuerpo del documento, de modo que cuando alguien lo lea y encuentre esa referencia, pueda consultar el índice bibliográfico para localizar la entrada a la que hace mención.

Para lograr esto \LaTeX nos ofrece el comando \cite, al que facilitaremos, entre corchetes, la etiqueta que hemos empleado al generar cada entrada bibliográfica con \bibitem.

Refresquemos el entorno que utilizamos en esa generación:

\begin{thebibliography}{a}
\bibitem{pradery} \textsc{Montero, J.},
\textit{Metodos matemáticos aplicados a la ganadería.}
3ª ed. Sevilla: Ediciones de la pradera, 2007  
\bibitem{old} \textsc{Old, L.},
\textit{Confesiones de una oveja bizca}
1ª ed. Madrid: Naturalistic, 2010 
\end{thebibliography}

El parámetro que pasamos entre corchetes al comando \bibitem es, precisamente, la etiqueda que necesitamos en esta fase.

Ahora, simplemente, introducimos \cite, con esa etiqueta, en el punto justo donde queremos que se produzca la referencia. Localiza en el fichero .tex los dos \cite que he incluido:


\documentclass{article}
\usepackage[spanish]{babel}
\usepackage[utf8]{inputenc}
\begin{document}
Una de las razones por las que es conveniente enumerar las páginas 
al generar informes es por el efecto altamente hipnótico que produce 
en la mente del paciente quien, al verse privado de un soporte formal 
en el que volcar sus fantasías, recurre a mecanismos de fijación 
periféricos.\cite{pradery}

No debe sorprendernos, por lo tanto, que cada vez  se registren más casos 
de fetichismo peluchil \cite{old}, pues bien es sabida la asociación entre 
este tipo de comportamientos y la negación obsesiva de la realidad.

\begin{thebibliography}{a}
\bibitem{pradery} \textsc{Montero, J.},
\textit{Metodos matemáticos aplicados a la ganadería.}
3ª ed. Sevilla: Ediciones de la pradera, 2007.  
\bibitem{old} \textsc{Old, L.},
\textit{Confesiones de una oveja bizca.}
1ª ed. Madrid: Naturalistic, 2010. 
\end{thebibliography}
\end{document}

Va a ser necesario compilar dos veces el fichero .tex para obtener el pdf final. Durante la primera compilación se resuelven las referencias, pero no es hasta la segunda cuando aparece el resultado. Si observas con cuidado, después de procesar el fichero por primera vez, verás que en el lugar donde deberían figurar las citas aparecen interrogaciones.

Tras la segunda compilación obtenemos, finalmente, nuestras citas perfectamente insertadas:

Si hubiésemos generado la bibliografía para que presentara índices tipo texto, en lugar de los numéricos por defecto, las citas aparecerían adaptadas en consonancia automáticamente.


\documentclass{article}
\usepackage[spanish]{babel}
\usepackage[utf8]{inputenc}
\begin{document}
Una de las razones por las que es conveniente enumerar las páginas 
al generar informes es por el efecto altamente hipnótico que produce 
en la mente del paciente quien, al verse privado de un soporte formal 
en el que volcar sus fantasías, recurre a mecanismos de fijación 
periféricos.\cite{pradery}

No debe sorprendernos, por lo tanto, que cada vez  se registren más casos 
de fetichismo peluchil \cite{old}, pues bien es sabida la asociación entre 
este tipo de comportamientos y la negación obsesiva de la realidad.

\begin{thebibliography}{aaaa}
\bibitem[Old]{old} \textsc{Old, L.},
\textit{Confesiones de una oveja bizca.}
1ª ed. Madrid: Naturalistic, 2010. 
\bibitem[Prad]{pradery} \textsc{Montero, J.},
\textit{Metodos matemáticos aplicados a la ganadería.}
3ª ed. Sevilla: Ediciones de la pradera, 2007.  
\end{thebibliography}
\end{document}

Si lo deseamos, podemos facilitar información adicional en la cita, por ejemplo, para indicar el número de la página en que se localiza. Para ello, agregamos un argumento opcional (por lo tanto, entre corchetes) al comando \cite con esa información:

\cite[información adicional]{etiqueta}

Por ejemplo:


\documentclass{article}
\usepackage[spanish]{babel}
\usepackage[utf8]{inputenc}
\begin{document}
Una de las razones por las que es conveniente enumerar las páginas 
al generar informes es por el efecto altamente hipnótico que produce 
en la mente del paciente quien, al verse privado de un soporte formal 
en el que volcar sus fantasías, recurre a mecanismos de fijación 
periféricos.\cite[pág. 856]{pradery}

No debe sorprendernos, por lo tanto, que cada vez  se registren más casos 
de fetichismo peluchil \cite[pág. 32]{old}, pues bien es sabida la asociación 
entre este tipo de comportamientos y la negación obsesiva de la realidad.

\begin{thebibliography}{aaaa}
\bibitem[Old]{old} \textsc{Old, L.},
\textit{Confesiones de una oveja bizca.}
1ª ed. Madrid: Naturalistic, 2010. 
\bibitem[Prad]{pradery} \textsc{Montero, J.},
\textit{Metodos matemáticos aplicados a la ganadería.}
3ª ed. Sevilla: Ediciones de la pradera, 2007.  
\end{thebibliography}
\end{document}

Para finalizar mostraremos cómo modificar a nuestra voluntad el título de la bibliografía si no nos gusta la opción por defecto. Recuerda lo que dijimos en la primera parte: en un artículo se denomina Referencias, como puedes apreciar en los ejemplos anteriores, mientras que en un libro o informe el título es Bibliografía.

Para renombrar la bibliografía vamos a presentar un comando al que recurriremos en otras ocasiones cuando necesitemos modificar otros títulos por defecto:

\renewcommand

El comando exacto va a depender de si estamos usando la clase artículo:

\renewcommand{\refname}{nuevo título}

o la clase libro o informe:

\renewcommand{\bibname}{nuevo título}

Supongamos que, en nuestro ejemplo (artículo), deseamos cambiar el título Referencias por Bibliografía.

Basta con agregar en el cuerpo del documento (no en el preámbulo) el siguiente comando:

\renewcommand{\refname}{Bibliografía}

Observa el código completo junto al resultado final:


\documentclass{article}
\usepackage[spanish]{babel}
\usepackage[utf8]{inputenc}
\begin{document}
\renewcommand{\refname}{Bibliografía}
Una de las razones por las que es conveniente enumerar las páginas 
al generar informes es por el efecto altamente hipnótico que produce 
en la mente del paciente quien, al verse privado de un soporte formal 
en el que volcar sus fantasías, recurre a mecanismos de fijación 
periféricos.\cite[pág. 856]{pradery}

No debe sorprendernos, por lo tanto, que cada vez  se registren más casos 
de fetichismo peluchil \cite[pág. 32]{old}, pues bien es sabida la asociación 
entre este tipo de comportamientos y la negación obsesiva de la realidad.

\begin{thebibliography}{aaaa}
\bibitem[Old]{old} \textsc{Old, L.},
\textit{Confesiones de una oveja bizca.}
1ª ed. Madrid: Naturalistic, 2010. 
\bibitem[Prad]{pradery} \textsc{Montero, J.},
\textit{Metodos matemáticos aplicados a la ganadería.}
3ª ed. Sevilla: Ediciones de la pradera, 2007.  
\end{thebibliography}
\end{document}

Y eso es todo lo que quería contarte. Más adelante veremos una herramienta especialmente útil para los muy bibliógrafos, los que continuamente están insertando bibliografías y necesitan automatizar estas tareas: BibTex.

Y ahora permíteme que me despida y cierre este artículo sin incluir una bibliografía, que esta palabreja está ya martirizando mis neuronas de tanto recurrir a ella en tan corto espacio de tiempo.

Javier Montero Gabarró


LaTeX: Generación de bibliografías con thebibliography – 2


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos relacionados con \LaTeX.

Python: Te repites más que el ajo

Objetivo: aprender a contar las veces que un determinado elemento se repite dentro de una secuencia en Python.

Tarde o temprano tendrás la necesidad de saber cuántas veces ocurre una letra o palabra en determinada frase, o las veces que un elemento aparece en una lista o tupla.

Estos tres tipos, strings, listas y tuplas, pertenecen a la categoría de secuencias en Python, y como buenos amigos, comparten una serie de métodos comunes.

Uno de ellos es count(), que nos sirve para saber cuántas veces sucede un elemento dentro de una secuencia.

Imagínate la siguiente lista:

>>> lista = [3, 7, 6, 2, 1, 7, 3, 1, 1, 5]

¿Cuántas veces aparece el número 1? ¿Y el 4?

>>> lista.count(1)
3
>>> lista.count(4)
0

Con las tuplas es exactamente lo mismo.

Consideremos ahora una cadena de caracteres:

>>> frase = 'la casa de la pradera'

¿Cuántas aes hay? ¿Cuántas veces está la cadena ‘la’?

>>> frase.count('a')
6
>>> frase.count('la')
2

Voy a proponerte un problema para que lo madures. Toma la cadena s = 'lalalala'

¿Qué crees que devolverá s.count('ala')? ¿Por qué?

El método count(), aplicado a un string, tiene algunas sutilezas más respecto a su versión para listas o tuplas. Hablaremos de ellas en otro momento.

Anoche, mientras trabajaba en un programa, me encontré con una lista de 325 strings en la que sabía a ciencia cierta que deberían haber sido 324. Uno de ellos estaba duplicado y era preciso saber cuál.

Hay muchas maneras de resolver este problema sencillo, sin necesidad de ponerme a buscar a pelo de uno en uno. Una de ellas emplea el método count().

for elemento in lista:
    if lista.count(elemento) > 1:
        print(elemento)

Recorremos de principio a fin la lista con un bucle for y en cada parada hacemos una comprobación: si el número de veces que aparece ese elemento es mayor que uno, lo mostramos.

Tras lo cual apareció el polizón (que, naturalmente, se mostró dos veces) y pude deshacerme de él.

Javier Montero Gabarró


Python: Te repites más que el ajo


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Consulta el índice completo de artículos relacionados con Python.

Comienza la temporada 2012 – 2013: preparados para la lucha

El comienzo de temporada es una decisión personal de cada corredor. A mí me gusta entenderla una vez finalizan los rigores del verano, estación en la que me limito, deportivamente hablando, a poco más que sobrevivir sin perder demasiada forma física.

Ayer inaguramos el otoño y con él un nuevo ciclo de desafíos y superación personal. Una nueva ocasión de demostrarnos que, aunque seamos un año más viejos, seguimos cogiendo el pulso a la vida, dando lo mejor de nosotros mismos, con la convicción de que no hay lugar, por lejano que pueda parecer, al que nuestras piernas no puedan llevarnos, y que no hay reto que no podamos lograr, aunque eso suponga descubrir los límites de nuestra capacidad física y mental.

En Sevilla inauguramos la temporada con una clásica manifestación multitudinaria. El próximo viernes, 28 de septiembre de 2012, a las 22 horas, dará comienzo la vigésimo cuarta edición de la carrera Nocturna del Guadalquivir, prueba que suele reunir a más de 20.000 corredores.

Hoy he realizado mi penúltimo entrenamiento antes de la carrera. No he tenido pereza para levantarme un domingo a las 7.30 de la mañana, aún de noche, para echarme a correr.

A luchar se aprende luchando; no hay otro camino.

9’45 Km; 57′ 30»; 6:05 /Km

Javier Montero Gabarró


Comienza la temporada 2012 – 2013: preparados para la lucha


Puedes consultar el índice completo de artículos pertenecientes a la categoría running.


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

LaTeX: Generación de bibliografías con thebibliography – 1

Objetivo: aprender a generar bibliografías en LaTeX utilizando el entorno thebibliography.

En el artículo anterior esbozamos las opciones disponibles a la hora de citar bibliografía con \LaTeX. Hoy hablaremos sobre la más básica, lo que no significa que sea precisamente la menos interesante, pues es la que ofrece una mayor flexibilidad a la hora de crear su estructura.

Deja que te presente el entorno thebibliography, con el que aprenderemos a realizar las siguientes tareas:

  1. Insertar una bibliografía, habitualmente al final del documento.
  2. Personalizar el índice de cada entrada (¿queremos que sea numérico o un texto de nuestra elección?).
  3. Referenciar los elementos de la bibliografía desde el cuerpo del texto.
  4. Mostrar, si es preciso, información adicional en la referencia (como el número de página en que se localiza la cita en cuestión).
  5. Modificar el título de la bibliografía, en el caso de que no nos convenza el que ofrece \LaTeXpor defecto.

Nos ocuparemos de los dos primeros puntos en este artículo y dejaremos los tres restantes para el siguiente.

He preparado un texto simple que nos servirá para la realización de las prácticas (no trates de buscarle un significado):

Puedes bajarte el fichero .tex correspondiente, por si quieres cargarlo en tu editor, aunque cualquier texto te servirá.

Para incluir una bibliografía, insertamos un entorno thebibliography al final del texto del documento:

\begin{thebibliography}
% Aquí figurará la bibliografía
\end{thebibliography}

Entre medias incluiremos cada entrada bibliográfica, que luego se visualizará precedida por un índice, que por defecto será un número de orden correlativo, aunque podremos personalizarlo con el texto que deseemos (por ejemplo, con el apellido del autor). Ese índice, sea numérico o texto, será el que figurará también en el documento en el lugar donde se realice la cita.

Es necesario un parámetro obligatorio más en la definición del entorno. \LaTeXes muy pulcro y quiere hacerse una idea de antemano de la anchura máxima de índice que va a necesitar. Con esta información, indentará las entradas el espacio justo para lograr una alineación elegante.

Lo curioso es la forma de facilitar ese parámetro. Podría ser un valor numérico indicando el tamaño máximo, pero no lo es. En su lugar, sirve con introducir cualquier secuencia alfanumérica de la anchura máxima.

Por ejemplo, si vas a trabajar con índices numéricos y sabes que, como máximo, vas a necesitar una única cifra (es decir, menos de diez entradas), podrías definir el entorno del siguiente modo:

\begin{thebibliography}{x}

o también

\begin{thebibliography}{7}

Si tuvieras más de diez entradas, pero menos de 100, serviría algo así como

\begin{thebibliography}{99}

o incluso

\begin{thebibliography}{yo}

Si vas a utilizar índices de texto, tendrás que tener en cuenta el tamaño del índice más ancho, y no el número de entradas bibliográficas.

Para incluir cada referencia bibliográfica utilizaremos el comando \bibitem con el siguiente formato:

\bibitem[índice opcional]{etiqueta} texto bibliográfico

Comienza por un argumento opcional (por eso aparece entre corchetes y no entre llaves) que emplearemos para facilitar el índice tipo texto, en el caso de que no deseemos utilizar la opción numérica por defecto de \LaTeX. Le sigue otro obligatorio (entre llaves): una etiqueta que nos servirá para después poder referenciar la entrada desde un cualquier sitio en el documento. Esto es algo que, como hemos dicho, trataremos en el siguiente artículo.

Es muy importante tener en cuenta que el formato de presentación de la entrada es responsabilidad plena nuestra; \LaTeXno tomará ninguna decisión en este sentido, por lo que debes tener claro el orden en el que deseas que aparezca cada elemento, así como su apariencia. No olvides que citar bibliografía tiene su ciencia.

Veamos el código \LaTeXque genera la bibliografía en nuestro ejemplo:

\begin{thebibliography}{a}
\bibitem{pradery} \textsc{Montero, J.},
\textit{Metodos matemáticos aplicados a la ganadería.}
3ª ed. Sevilla: Ediciones de la pradera, 2007  
\bibitem{old} \textsc{Old, L.},
\textit{Confesiones de una oveja bizca}
1ª ed. Madrid: Naturalistic, 2010 
\end{thebibliography}

El fichero biblio-2.tex contiene el código completo con todo lo que hemos hecho hasta ahora.

He utilizado el comando \textsc para escribir el autor en mayusculas pequeñas (small caps) y \textit para que el título aparezca en cursiva.

Observa el índice numérico por defecto, así como el título de la bibliografía: Referencias.

Este título va a depender de la clase empleada: en un artículo es Referencias; en un libro o informe, Bibliografía.

Es más, en un artículo aparece justo después del cuerpo del documento. En un libro o en un informe se generaría una página independiente para la bibliografía.

No te preocupes si el título no te satisface, en el próximo artículo veremos lo fácil que es cambiarlo.

¿Y si no queremos índices numéricos y preferimos otros personalizados? Tan simple como facilitar entre corchetes el nuevo índice deseado:

\begin{thebibliography}{aaaa}
\bibitem[Old]{old} \textsc{Old, L.},
\textit{Confesiones de una oveja bizca.}
1ª ed. Madrid: Naturalistic, 2010. 
\bibitem[Prad]{pradery} \textsc{Montero, J.},
\textit{Metodos matemáticos aplicados a la ganadería.}
3ª ed. Sevilla: Ediciones de la pradera, 2007.  
\end{thebibliography}
\end{document}

He invertido el orden de las entradas para que el índice aparezca por orden alfabético, de modo que se facilite su consulta después. Observa también la definición del entorno, en la que he indicado que voy a utilizar un máximo de cuatro caracteres. Gracias a eso se ha logrado la alineación perfecta. Prueba tú mismo qué hubiera pasado de no haber hecho eso.

Ya hemos terminado lo más laborioso, lo que resta es sencillo. En el próximo artículo veremos cómo citar las entradas bibliográficas desde el cuerpo del documento, a la vez que aprenderemos a personalizar la apariencia de la cita y a modificar el título de la bibliografía si lo estimamos necesario.

Javier Montero Gabarró


LaTeX: Generación de bibliografías con thebibliography – 1


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos relacionados con \LaTeX.

La fórmula absoluta de los modos de la escala mayor

Objetivo: aprender a deducir con facilidad la fórmula absoluta de cada uno de los modos de la escala mayor.

Doy por asumidos una serie de conceptos necesarios antes de proceder con la lectura de este artículo:

– Sabes lo que son los modos de la escala mayor.

– Comprendes lo que defino como fórmula absoluta de una escala (en oposición a la relativa).

Conociendo cualquiera de las dos fórmulas podemos calcular fácilmente las notas que constituyen cada escala. Hay un buen número de artículos con ejercicios prácticos en el blog en los que se realizan estos cálculos; recurre a ellos en caso de necesidad.

Más adelante, cuando conectemos todos estos esquemas teóricos en nuestro propio instrumento veremos que el conocimiento de estas fórmulas nos facilitará tremendamente la tarea de deducir y retener cada escala en la práctica.

Hoy obtendremos, partiendo de lo que ya sabemos sobre los modos de la escala mayor, la fórmula relativa de cada uno de ellos.

Tomemos la fórmula absoluta de la escala mayor:

t - t - s - t - t - t - s

La he escrito expresamente en minúsculas; enseguida comprenderás por qué.

Repite, a continuación, exactamente la misma secuencia:

t - t - s - t - t - t - s - t - t - s - t - t - t - s 

Las siete primeras, correspondientes a la escala mayor (o modo jónico), las voy a resaltar ahora con letras mayúsculas:

T - T - S - T - T - T - S - t - t - s - t - t - t - s

Sabemos que el modo dórico se obtiene comenzando la escala mayor por el segundo grado. Vuelve a la secuencia de tonos y semitonos original y destaca en mayúsculas el bloque de siete construido a partir del segundo término:

t - T - S - T - T - T - S - T - t - s - t - t - t - s 

Ese bloque en mayúsculas constituye la fórmula absoluta del modo dórico:

Escala dórica: T – S – T – T – T – S – T

Razonando de igual modo, obtenemos la fórmula de los restantes modos.

Tomando un bloque de siete a partir del tercer término obtenemos la fórmula del modo frigio:

t - t - S - T - T - T - S - T - T - s - t - t - t - s

Escala frigia: S – T – T – T – S – T – T

Sobre el cuarto grado encontramos el modo lidio:

t - t - s - T - T - T - S - T - T - S - t - t - t - s

Escala lidia: T – T – T – S – T – T – S

El modo mixolidio se construye sobre el quinto grado:

t - t - s - t - T - T - S - T - T - S - T - t - t - s

Escala mixolidia: T – T – S – T – T – S – T

En el sexto está el modo eólico (o escala menor natural):

t - t - s - t - t - T - S - T - T - S - T - T - t - s

Escala eólica: T – S – T – T – S – T – T

Finalmente, a partir del séptimo grado se halla el modo locrio:

t - t - s - t - t - t - S - T - T - S - T - T - T - s

Escala locria: S – T – T – S – T – T – T

Así de sencillo; recuerda este truco cada vez que necesites recuperar alguna de estas fórmulas.

Vamos a recopilar en una tabla, para futuras referencias, toda esta información:

Escala jónica (mayor): T - T - S - T - T - T - S

Escala dórica: T - S - T - T - T - S - T

Escala frigia: S - T - T - T - S - T - T

Escala lidia: T - T - T - S - T - T - S

Escala mixolidia: T - T - S - T - T - S - T

Escala eólica (menor natural): T - S - T - T - S - T - T

Escala locria: S - T - T - S - T - T - T

Llegado el momento deberemos memorizarlas. Eso nos dará una comprensión profunda de cada escala, lo que sin duda nos ayudará en su aprendizaje sobre el instrumento.

Entendidas estas relaciones fundamentales, el siguiente paso consiste en la deducción de las fórmulas relativas. No sólo son más sencillas de retener, sino que nos sirven para un cálculo inmediato de la composición de cualquier modo, además de permitirnos situarlos en contexto.

Javier Montero Gabarró


La fórmula absoluta de los modos de la escala mayor


Fecha de la última modificación: 9 de diciembre de 2013


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos sobre armonía.

LaTeX: Aproximación a la gestión de bibliografías

Objetivo: presentar las distintas maneras que ofrece LaTeX para la inclusión de bibliografías.

\LaTeX engancha, reconócelo. Admito que su aprendizaje es duro, pero no hace falta llegar a dominarlo para poder disfrutar de sus beneficios. Con un conjunto básico de técnicas y conceptos puedes lograr resultados tipográficos de calidad profesional.

Y es que el tiempo empleado en aprenderlo es amortizado con creces después. Si eres escritor, no necesariamente científico, seguro que valoras esa capacidad única que tiene de permitir que te concentres en lo que escribes sin preocuparte por el aspecto. Limítate a indicar qué es cada elemento y deja que \LaTeX se ocupe de la presentación y la gestión de las referencias cruzadas.

Con las bibliografías, otro tanto de lo mismo. Modifica tranquilo tu lista de referencias bibliográficas, que \LaTeX actualizará adecuadamente las citas a lo largo del cuerpo del documento. Puedes olvidarte también de su formato y confiar en la coherencia de \LaTeX, o personalizarlo de acuerdo a tus necesidades y reutilizarlo más adelante.

Existen diversos modos de gestionar la bibliografía en \LaTeX y vamos a aproximarnos a ellos de un modo gradual y creciente en complejidad.

Todo surge tras tu primera necesidad: tengo que incluir una bibliografía en este artículo. ¿Cómo lo hago?

Veremos que, al igual que sucede con otras estructuras, como las listas o las tablas, \LaTeX ofrece un entorno en el que figurará la bibliografía:

\begin{thebibliography}
....
\end{thebibliography}

Entre medias, empleando un comando especial, incluiremos cada entrada bibliográfica, que luego será oportunamente referenciada en el documento.

Este procedimiento, que explicaremos con detalle en el siguiente artículo, debe ser tu primera parada en el camino. Tiene sus ventajas e inconvenientes: es muy sencillo y en cuestión de un par de minutos puedes adquirir todo el conocimiento necesario para resolver tu problema; por el contrario, como limitación (que en determinadas circunstancias puede ser hasta interesante) tú debes ocuparte del estilo de cada línea bibliográfica, decidiendo qué debe figurar en mayúsculas o en cursiva o el orden de aparición de cada campo. Te recuerdo que escribir bibliografías es toda una ciencia repleta de normas y recomendaciones de estilo.

Una vez te vas sintiendo en tu salsa, si generas muchos escritos con bibliografía, te planteas inevitablemente la siguiente cuestión: ¿no habría algún modo de poder reutilizar entradas y no tener que volver a escribirlas cada vez?

Y es entonces cuando descubres el programa BibTeX

Con BibTeX mantienes uno o varios ficheros aparte con toda tu colección de bibliografías, tu librería. Después indicas las entradas que necesites en tu documento y \LaTeX, en conjunción con BibTeX, incluirá las referencias oportunas y construirá, automáticamente, el índice bibliográfico.

Es más, selecciona simplemente el tipo y estilo de bibliografía y el resultado presentará un aspecto coherente y uniforme.

¿Dónde obtenemos este maravilloso programa? No debes preocuparte: casi con toda seguridad BibTeX estará incluido en tu propia distribución de \LaTeX.

Puede que, con el tiempo, incluso BibTeX te resulte incluso pequeño y quieras personalizar aún más tu experiencia bibliográfica. Entonces deberás recurrir al uso de paquetes que extenderán la funcionalidad de \LaTeX y BibTeX.

Todo a su momento y según su proceso natural. ¿Listo para crear tu primera bibliografía en \LaTeX?

Javier Montero Gabarró


LaTeX: Aproximación a la gestión de bibliografías


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos relacionados con \LaTeX.

Python: Cómo copiar un diccionario

Objetivo: aprender a copiar un diccionario en Python, evitando referencias al mismo objeto.

Al igual que las listas, los diccionarios, como sabes, tienen cosquillas (no son inmutables). Padecen el mismo problema que aquéllas a la hora de copiarlas: podemos obtener referencias al mismo objeto que, si no somos cuidadosos, pueden llevarnos a un buen quebradero de cabeza.

Observa el fenómeno:

>>> x = {'manzana':'verde', 'plátano':'amarillo'}
>>> y = x
>>> y
{'plátano': 'amarillo', 'manzana': 'verde'}

Aparentemente, aunque x e y tengan el mismo valor, se trataría de objetos distintos y cada uno podría vivir, desde este momento, su propia vida independiente. Al menos, eso es lo que esperaríamos en otros lenguajes de programación.

Pero no es así, uno de los grandes atractivos de Python: x e y no son más que dos collares en el mismo perro.

>>> y is x
True

De hecho, si modificamos x, los cambios también se reflejan en y:

>>> x['fresa'] = 'roja'
>>> y
{'fresa': 'roja', 'plátano': 'amarillo', 'manzana': 'verde'}

Entonces, ¿cuál es el modo correcto de obtener un duplicado independiente de un diccionario?

Los diccionarios tienen una inmesa colección de metodos que, poco a poco, conviene ir aprendiendo. Uno de ellos, copy(), soluciona nuestro problema:

>>> z = x.copy()
>>> z
{'fresa': 'roja', 'plátano': 'amarillo', 'manzana': 'verde'}

La variable z apunta a un duplicado de x, pero observa que ahora son objetos distintos:

>>> z is x
False

Si modificamos x podemos comprobar que z no se ve afectada:

>>> del x['plátano']
>>> x
{'fresa': 'roja', 'manzana': 'verde'}
>>> z
{'fresa': 'roja', 'plátano': 'amarillo', 'manzana': 'verde'}

Habríamos llegado al mismo resultado a través de la función dict(), empleada para construir diccionarios:

>>> z = dict(x)

Hablaremos de dict() con mucho más detalle más adelante. Quédate, hasta entonces, con estos dos modos de duplicar diccionarios.

Observa que la variable y, copia burda de x, se ha quedado sin su tan rico en potasio plátano.

>>> y
{'fresa': 'roja', 'manzana': 'verde'}

Se lo merece, ¡esto es Python!

Javier Montero Gabarró


Python: Cómo copiar un diccionario


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Consulta el índice completo de artículos relacionados con Python.

Descargando Knoppix 7.0.4

Desde hace dos de semanas, la última versión de Knoppix, 7.0.4, está disponible para su descarga. En los repositorios oficiales podrás encontrar tanto la versión en CD como en DVD. Siempre recomiendo hacerse con las dos: aunque la versión CD contiene las aplicaciones de uso más frecuente, por cuestiones de espacio determinadas herramientas importantes, como el antivirus ClamAV o el gestor de máquinas virtuales Virtualbox, han sido relegados a la versión DVD.

Sé cuidadoso al elegir el fichero a descargar: observa bien la versión y el idioma de la distribución (inglés o alemán, aunque en el arranque podrás optar fácilmente por un entorno en español). Dependiendo del mirror que elijas, encontrarás también ficheros precedidos por el nombre ADRIANE. Son versiones de Knoppix especializadas para personas con discapacidad visual (como es el caso de Adriane, mujer de Klaus Knopper, el creador de Knoppix).

Si ya conoces Knoppix poco te podré contar que tú no sepas; pero si eres novato te diré que, en esencia, no es más que una distribución Linux del tipo LiveCD. Esto significa que no necesitas instalarla en el ordenador para poder disfrutarla: basta con que arranques con el CD o DVD para tener a tu disposición más de 3000 herramientas (en el DVD) para casi cualquier propósito que puedas imaginar. Y todo ello sin afectar en absoluto (salvo que deliberadamente quieras hacerlo) el equipo utilizado.

Una de las características más pulidas de Knoppix en relación a otras distribuciones similares es la extraordinaria capacidad para detectar el hardware. Siempre hace su mejor esfuerzo por arrancar en las mejores condiciones posibles y, de no lograrlo, ofrece modos de personalizar el arranque que te pueden ayudar a salvar el atolladero.

Sea cuál sea tu relación con los ordenadores podrás sacarle partido a Knoppix. Los administradores de sistemas encontramos en esta distribución un compañero excelente para ayudarnos en nuestro día a día. Echa el DVD en el bolso y podrás, estés donde estés, hacer una imagen del disco de un portátil, eliminar un virus de un Windows dado por desahuciado, recuperar el Master Boot Record de un equipo que no arranca o incluso restablecer la contraseña del administrador de un servidor Windows.

Pero no hace falta que seas ningún experto para beneficiarte de Knoppix. Es más, puede servirte como fabulosa introducción al universo Linux sin el riesgo de perjudicar un ápice tu sistema actual.

¡Te animo a utilizarlo!

Javier Montero Gabarró


Descargando Knoppix 7.0.4


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies