Pasión enfermiza

No articles yesterday, no BitBite, no nothing…

Tengo establecido el compromiso personal de publicar, al menos, un artículo diario en el blog. Salvo raras excepciones, eso es algo que hasta ahora he podido llevar adelante sin excesiva dificultad. El tiempo se vive de otra manera cuando uno está inmerso en lo que le gusta y escribir me parece una de esas actividades extraordinarias.

El calendario de publicaciones presente en la barra lateral delata que ayer no cumplí ese compromiso. ¿Pereza? ¿Cansancio? ¿Falta de tiempo?

¿Pereza de hacer las cosas que a uno le llenan y con las que disfruta? Menuda incongruencia, ¡desde luego que no!

¿Cansancio? Todos necesitamos descansar para recuperar fuerzas, desde luego. Pero para mí descansar forma parte de la propia dinámica del trabajo, al igual que hacer ejercicio físico. Son tres pilares que procuro mantener sólidos y bien equilibrados. Cuando se combinan inteligentemente nos es más fácil mantener el control de nuestras vidas.

Tan pronto acabó mi jornada laboral me dediqué una hora a hacer deporte. Continué después trabajando, hasta el momento en que me acosté, con una breve pausa para cenar, volcado en cuerpo y alma a la reconstrucción de la página web de Viciosfera, grupo musical del que soy miembro.

¿Falta de tiempo, entonces? En absoluto. No había urgencia por terminar la página. Podía perfectamente haber hecho un hueco, como tantas otras veces, para escribir en el blog y luego seguir trabajando en la web. Pero no lo hice.

Deliberadamente decidí concentrar en una única actividad un recurso valiosísimo a la hora de lograr objetivos: la pasión.

Esa pasión, que desde fuera podría tacharse de exacerbada y enfermiza, es la que estimula la creatividad y la que es capaz de sacar energías de donde no las hay cuando hace falta. Es la pócima mágica con la que nada nos parece imposible. Sin ella el mundo se ve en blanco y negro.

Por supuesto, dentro de un marco de equilibrio personal: es muy fácil traspasar la línea a partir de la cual esa misma pócima se torna venenosa si se olvida el precepto de mens sana in corpore sano.

Generalmente no suelo tener problemas a la hora de trasladar mi pasión de una actividad a otra, es algo que llevo practicando toda mi vida. Pero ayer, las tareas que me proponía iban a requerir mi máxima concentración, sin la mínima fisura de dispersión.

Durante el proceso, muchas actividades sabrosas: trasladar de ubicación en el servidor WordPress y que todo siguiera funcionando después, subir las canciones de Viciosfera a SoundCloud y conseguir acceder a ellas desde la página, remodelar completamente el site, e incluso como aprendiz de diseñador gráfico preparando adecuadamente las fotografías para su visualización.

Sólo durante el trabajo de ayer se me ocurrió un buen número de artículos posibles para el blog. Me rondó por la cabeza hasta la posibilidad pasarme al video-blog para poder dar más abasto…

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 10 de septiembre de 2012


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2011/09/pasion-enfermiza/


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de los artículos de la categoría Productividad.

BitBite English #22: it’s hot

Thermometers have reached 40 degrees Celsius today.

It’s almost midnight and it’s still very hot here.

it’s hot; hace calor

This is Sevilla; what did you expect, my friend?

Javier Montero

MuseScore #5: Familiarizándonos con las barras de herramientas

Antes de empezar con la introducción de notas propiamente dicha, me gustaría que tomáramos un par de minutos familiarizándonos con las distintas barras de herramientas y las distintas posibilidades que tenemos de personalizarlas.

Comencemos haciendo clic con el botón derecho sobre cualquier lugar en las barras superiores.

Esos cinco conjuntos de herramientas son visibles actualmente, tal como nos indica la marca de verificación de la izquierda. Tomaos la libertad de marcarlas y desmarcarlas para comprobar cuál es cada una.

Las paletas, la barra de transporte y la de introducción de notas también pueden ser seleccionadas en el menú Mostrar.

Las paletas las utilizaremos para trabajar sobre la partitura en todo lo que no sea la mera introducción de las notas: articulaciones, claves, compases, etc.

La barra de herramientas Operaciones con archivo contiene los accesos rápidos típicos para la gestión de documentos, los botones de Deshacer y Rehacer y el control de zoom.

Entre las herramientas de transporte están los iconos para controlar la reproducción y la introducción de notas mediante un teclado MIDI.

La mini barra Afinación de concierto, con un único botón, nos será muy útil cuando estemos trabajando con instrumentos transpositores.

Finalmente, la barra de introducción de notas la emplearemos para el trabajo más importante de todos: escribir las notas en el pentagrama.

Todas estas herramientas las iremos tratando a su momento. Por ahora, me basta con que os familiaricéis visualmente con ellas.

Fijémonos ahora en cualquiera de las cuatro barras superiores. Justo a la izquierda de cada una de ellas vemos que hay una especie de línea vertical punteada. Si situamos el puntero del ratón junto a esa línea, observamos que el cursor cambia a una cruz. Haciendo clic, y sin levantar el ratón, podemos arrastrar la barra a cualquier otra posición, no sólo en la parte superior, sino también en la inferior, a la izquierda y a la derecha de la pantalla (en estos dos últimos casos, las herramientas nos aparecen en disposición vertical). Es interesante que lo probéis.

También podemos trastear con las paletas. Haced clic en su barra de título (donde está escrito «Paletas») y arrastrad el conjunto para liberarlo de su ubicación actual y dejarlo flotante en cualquier lugar de la pantalla. Probad también a hacer doble clic sobre la barra de título como modo rápido para encastrar y desencastrar la paleta.

Experimentad a voluntad y dejad el entorno como más cómodo os resulte. En la próxima sesión comenzaremos a trabajar ya con la barra de introducción de notas.

Javier Montero

BitBite English #21: goose bumps

What songs do you like most?

I like all kind of music, but when I hear some special songs I get goose bumps.

goose bumps; piel de gallina

You can also say:

goose pimples, goose flesh or chicken skin.

Let me ask you a question:

What makes you get goose bumps?

Masterclass con Scott Henderson

Hace tres años tuve la oportunidad de compartir un par de días con Scott Henderson durante una masterclass que impartió en el marco del Festival de Guitarra de Córdoba. Hoy, revisando viejos archivos históricos, me he encontrado, por casualidad, con unos apuntes que registré del evento y que he creído que pueden ser de utilidad para otros guitarristas interesados en mejorar.

Lo que figura de aquí al final del artículo es una transcripción exacta de las notas que tomé en su momento…

Córdoba, 5 y 6 de julio de 2008

Indico a continuación algunos puntos que he seleccionado entre lo mucho que se habló en la masterclass.

Comencé rompiendo el hielo preguntándole sobre la importancia o no de disponer de un buen bagaje de licks a la hora de improvisar. Contestó que era algo esencial, y muy particularmente cuando se está empezando. La mayoría de lo que él toca son licks, o bien “prestados” de otros o creados por él mismo. Distinguía entre dos tipos: aquellos licks que ya tenía bien asimilados y aquellos que aún estaban en período de maduración hasta que estuvieran listos para ser utilizados. Particularmente, cuando se toca rápido es muy difícil crear cosas nuevas y es necesario tener los recursos propios bien organizados.

Destacó la importancia de no nutrirse excesivamente de un solo músico, bajo el riesgo de sonar como él y recomendó ampliar nuestras miras hacia trompetistas, saxofonistas, etc…

El tema de la transcripción fue recurrente en toda la jornada. Más adelante, cuando se le preguntó por un consejo para sacar el máximo provecho a nuestro tiempo de aprendizaje, volvió a insistir en la transcripción. Sugirió que trabajásemos una nueva forma de escuchar música pensando en qué podíamos “robar” de ella para ponernos a transcribir a continuación.

Otro punto sobre el que incidió en especial fue la importancia de conocer nuestro instrumento. Comentó que era inaceptable para un músico no saber cómo suenan las notas de su instrumento y que era algo que se evidenciaba particularmente en los guitarristas, tan acostumbrados a patrones visuales. Recomendó pensar en la guitarra como quien tiene seis pianos ante sí.

También fue muy claro sobre la necesidad de comprender muy bien la relación que mantiene la melodía con la armonía, y sugirió varios ejercicios para trabajar esto:

– Eligiendo una cuerda y una nota de partida alguien sugiría un acorde de una especie determinada. El objetivo era buscar la nota más próxima perteneciente a ese acorde y moverse a ella. No se debían dar saltos de más de un tono de amplitud. Luego se elegía otro acorde de la misma especie y se procedía del mismo modo, indicando siempre el intervalo de la nota elegida referente a la fundamental del acorde.

– Definió este ejercicio como “¿Me quedo o me voy?”. Con una nota de partida sobre la primera cuerda, por ejemplo, alguien hacía sonar una progresión armónica y el tenía que cuestionarse sobre cada acorde si mantenerse en esa nota o saltar hacia una nota próxima de no más de un tono de amplitud y que guardase relación con el acorde en cuestión. Recorría el mástil ascendente y descendentemente, destacando las melodías interesantes que se formaban en su recorrido.

– El “cumpleaños feliz”: se trataba de utilizar una melodía conocida y colocarla sobre una armonía determinada, como la de un estándar de jazz, por ejemplo. La regla era que había que mantener siempre el “contorno” de la melodía. Naturalmente, algunas notas debían variar mínimamente para poder adaptarse a esa armonía, pero siempre respetando el contorno. Realizó el ejemplo, además de con el cumpleaños feliz, con el tema de Beatles “Yesterday” sobre la armonía de “Blue in green”.

Sobre escalas favoritas incidió mucho en la escala menor melódica y sus distintos modos, ilustrándola con numerosos ejemplos. A la pregunta sobre el modo de utilizarla en un blues indicó que, dada la naturaleza de los acordes que constituían un blues, las dos únicos modos recomendados eran el lidio dominante y la alterada de jazz.

La escala disminuida también mereció especial atención con numerosos ejemplos.

Relacionado con estas dos escalas, mostró un ejemplo de resolución de un acorde alterado. Imaginemos un G7alt resolviendo a Cm. En este caso sugiría Ab menor melódica. Si la resolución se producía sobre C mayor, empleaba G disminuida.

A la pregunta de si podían utilizarse escalas pentatónicas para improvisar en jazz respondió afirmativamente y realizó el siguiente ejemplo: sobre la progresión II – V – I – VI en la tonalidad de Do mayor empleó, sobre cada acorde las escalas Am, Bbm, Bm y Cm pentatónicas, respectivamente. Matizó que la clave era localizar buenas notas de paso y desarrollar un buen fraseo.

Hizo mucho hincapié a lo largo de la sesión sobre este concepto, la importancia de un buen fraseo. Ilustró un ejemplo tocando un semitono por encima de la escala esperada mostrando como con un fraseo adecuado se obtenía un resultado interesante.

A propósito de todo esto se le preguntó cuándo se debía “tocar dentro” y cuando se podía “tocar fuera”. No había respuestas generales e indicó que dependía mucho del tema en cuestión, de lo que quisiéramos hacer con él y del efecto que pretendiésemos provocar en la audiencia.

Me pareció interesante su sistema teórico de acordes basado en los modos de la escala menor melódica. La idea que subyace es que un mismo “voicing” puede referirse a acordes de distintos tipos en función de la nota fundamental con que se relacione.

Por ejemplo, supongamos la siguiente voicing sobre el séptimo traste:

x x 10 9 7 7

Dependiendo de cuál consideremos que sea la fundamental, este acorde puede ser concebido como Cmaj7(#11), Am6(9), D13, Ab7(alt) o F#m7(b5).

Nos invitó a que investigáramos con nuestras propias voicings.

Sobre su método de composición particular, indicó que prefería partir con una base rítmica de batería que el mismo desarrollaba y dejaba sonar mientras se le iban sugiriendo distintas melodías. Nada de acordes en este momento, pues le restaban libertad. Sólo después de haber escrito un primer borrador de la melodía metía la armonía que, a su vez, provocaba nuevos ajustes en la melodía. Todo interacciona con todo.

Dio algunos consejos también encaminados a ayudar a perder el miedo escénico en las actuaciones. Si vemos una chica guapa en la primera fila o localizamos a alguien que se ve que está disfrutando del concierto, es preferible que centremos nuestra atención allí y toquemos como si tocáramos sólo para ellos en vez de mirar a los de gesto dudoso. Reconoció que en los comienzos de su trayectoria se mostraba bastante nervioso, pero que los nervios fueron desapareciendo conforme vio claro que no tenía nada que demostrar a nadie.

Si tuviera que resumir la masterclass en una única idea me quedaría indudablemente con la siguiente palabra: TRANSCRIBIR

En definitiva, compartir unas cuantas horas con alguien de la talla de Scott Henderson, mostrándonos de una manera tan cercana como detrás de un músico de talento hay una enorme cantidad de trabajo y estudio, ha sido una experiencia reveladora, impactante y altamente motivante.

Javier Montero

BitBite English #20: Neither … nor

En el último BitBite tratamos la conjunción either A or B, para referirnos a dos acciones o hechos de los cuales sólo uno de ellos es cierto, pero no ambos.

Hoy veremos el caso en que ninguno de los dos se cumple: ni el uno ni el otro.

neither A nor B; ni A ni B

Juan y Luis son unos peligros al volante. Neither Juan nor Luis drive well.

Neither you nor I will be here forever, my friend. Live every day as if it were your last.

Javier Montero

Tiempo para filtrar y tiempo para leer con Instapaper

Internet es un mundo fascinante para los que nos encanta leer. Es una fuente inagotable de información y podríamos pasarnos la vida entera leyendo sin parar y, aún así, no cubriríamos más que un infinitésimo de todo el material que podría interesarnos.

Por otro lado, no toda la información es de calidad y una de nuestras principales habilidades para no perdernos en esta maraña de lecturas debe ser saber establecer los filtros adecuados de acuerdo a nuestros intereses y circunstancias personales.

Quiero compartir con vosotros una técnica que aplico junto a una herramienta que me ayuda a conseguirlo.

Por lo general, salvo que esté leyendo simplemente como ocio, procuro separar los procesos de filtrado y de lectura.

Hay determinados momentos del día que dedico a la caza de material importante. A veces esos momentos no están planificados y surgen espontáneamente durante mi propia actividad cotidiana: un correo electrónico, una página con la que nos cruzamos; en cualquier instante podemos encontrarnos un texto cuya lectura nos podría resultar interesante.

A no ser que la lectura requiera mi atención profunda inmediata, me limito a echar un vistazo superficial al texto para juzgar su calidad, la importancia y el valor que me puede ofrecer. En ese instante tomo la decisión de si lo voy a leer o no.

Pero no lo leo en ese momento, pues probablemente con eso no haría más que olvidarme de lo que hasta entonces tenía entre manos para, descontroladamente, cambiar el rumbo de mis acciones. Es uno de los problemas de asomarse a Internet, uno sabe dónde empieza pero no dónde termina.

Reservo el documento para una lectura posterior y eso hago con todos los que me interesan y me voy encontrando en mi camino. Llegado el instante adecuado, concentro mis energías en la lectura del material pendiente.

El concepto es muy sencillo: tiempo para filtrar la información y tiempo diferente para leerla.

Para lograr esto, desde luego, se precisa de buenas herramientas. Voy a mostraros una que yo utilizo: Instapaper.

Instapaper nos permite recopilar todas esas páginas o artículos que nos interesan y cuya lectura deseamos aplazar.

Su uso es muy sencillo: en la web, de un modo absolutamente gratuito, creamos una cuenta de usuario. Una vez hecho esto, agregamos al navegador el botón Read Later. Instalarlo es tan fácil como arrastrarlo desde la propia página de Instapaper a la barra de herramientas, tal como se nos indica en la web.

Desde ese momento, cada vez que paremos en una página o artículo que nos interese, bastará con hacer clic sobre ese botón para que, automáticamente, se almacene su enlace en nuestra cuenta Instapaper.

Llegada la hora de leer material, entramos en la página de Instapaper, donde nos encontraremos con todo el contenido pendiente para que lo procesemos a conveniencia.

Esto no sólo nos facilita la lectura del contenido filtrado en el momento temporal que deseemos, sino que disponemos de un único repositorio en el que encontrar toda la información sin necesidad de ir saltando de una web a otra.

Pero ahí no acaba todo…

Los usuarios de iPhone o iPad tienen la aplicación Instapaper, disponible en la App Store. Una vez la configuramos con la misma cuenta que creamos en la web, el dispositivo descargará todo el contenido pendiente, con lo cual podríamos leerlo cómodamente offline cuando estuviésemos sin conexión a Internet. Nosotros decidimos cuántos artículos se almacenarán en el dispositivo.

Podemos agregar también el botón Read Later a Safari desde el propio programa del iPhone/iPad. Gran número de aplicaciones, como los lectores de feeds también tienen mecanismos para enviar los enlaces a Instapaper.

La funcionalidad de Instapaper se extiende también al mundo del correo electrónico. En el momento en el que creamos nuestra cuenta se nos asigna una dirección de correo «especial». Guardamos esa dirección como nuevo contacto en nuestro correo. Ahora, cada vez que nos llegue un mensaje extenso que juzguemos interesante, podemos reenviarlo a esa dirección de correo, de modo que su contenido se agregará a nuestra lista de material pendiente.

Desde la web también podemos exportar nuestros artículos pendientes a un único fichero .epub o .mobi para su lectura cómoda en un ebook. O incluso podemos generar una salida de impresión adecuada por si queremos leerlo en papel, aunque esto es algo que desaconsejo completamente por cuestiones medio-ambientales.

Espero que lo explicado en este artículo os ayude a tener control sobre la información, y no al revés.

Javier Montero

Permalinks de WordPress que no funcionan sobre WampServer

Uno de los usos que le doy a WampServer es como plataforma de pruebas local antes de hacer cambios en el hosting.

Particularmente, tengo instalado WordPress con una réplica idéntica al entorno real. Me gusta experimentar con los plugins antes de utilizarlos en el site. Sólo cuando estoy convencido de su utilidad, y después de haber comprobado que no provocan ningún efecto nocivo en el sistema, los subo a producción.

En el site real utilizo permalinks del tipo año/mes/título_del_artículo. Sin embargo, si en el entorno de pruebas intento replicar esa configuración, todos mis artículos se vuelven inalcanzables.

WordPress no me devuelve ningún mensaje de error al configurar el estilo de permalinks, y la escritura de las normas en el fichero .htaccess son correctas. ¿Qué está sucediendo entonces?

La solución pasa por hurgar en las entrañas del servidor Apache y activar el módulo mod_rewrite.

El módulo mod_rewrite es el encargado de hacer todas estas transformaciones dinámicas en tiempo real. Gracias a él podemos acceder a todas esas direcciones «ficticias» de nuestros permalinks.

Su activación es muy sencilla, basta con indicárselo en el fichero de configuración de Apache, httpd.conf.

En WampServer 2 podemos acceder a este fichero en la ruta c:\wamp\bin\apache\apache2.2.17\conf\httpd.conf (en el supuesto de que hayamos instalado WampServer en ese path). Para editarlo basta con utilizar el bloc de notas y realizar los cambios directamente, pues se trata de un fichero de texto plano.

Pero más sencillo aún es recurrir al menu que nos ofrece WampServer al pulsar con el botón izquierdo del ratón sobre su icono en la barra del sistema. Desde ahí podemos acceder a todos los ficheros y herramientas de configuración del servidor.

Al hacer clic en httpd.conf se cargará automáticamente el bloc de notas con su contenido.

Buscamos la siguiente línea:

#LoadModule rewrite_module modules/mod_rewrite.so

Observamos que nos aparece comentada, por lo que el módulo no se está cargando al arrancar Apache. Eliminamos el símbolo # para que deje de ser un comentario y rearrancamos WampServer.

Hay un tercer modo: en el mismo menú nos encontramos con la carpeta «Módulos de Apache». Entre todos los módulos localizamos rewrite_module y lo activamos. Este gesto eliminará el comentario por nosotros y reiniciará el servidor automáticamente.

Ya podemos configurar tranquilamente el estilo de permalinks que más nos guste en WordPress, que mod_rewrite se ocupará de que nuestros enlaces estén visibles al público con el nuevo esquema.

Javier Montero

HTML: Saltos de línea y párrafos

Objetivo: aprender a generar saltos de línea y párrafos en HTML.

En el artículo anterior vimos que todo intento de agregar más espacios en blanco o tabuladores para separar las palabras resultaba infructuoso, pues era considerado como un único espacio. Tampoco conseguíamos saltar de línea por mucho que pulsáramos Enter. Hoy explicaremos el modo de hacer esto último.

Existen dos formas básicas para separar los bloques de texto: los saltos de línea y los párrafos.

Para insertar un salto de línea disponemos de la etiqueta <br>. Es un tanto peculiar, pues no encierra texto entre medias.

Si no alberga texto entre medias, ¿cómo la cerramos?

Sobre esto hay que contar algo…

En HTML este tipo de etiquetas no se cierran. Pero, cuando el mundo del HTML apuntaba decididamente hacia XHTML, con las reglas estrictas XML, estas etiquetas debían cerrarse. Ahora que parece que XHTML ha tocado techo y que vamos destinados a HTML5, estas etiquetas pueden dejarse perfectamente sin cerrar. Lo mismo ha sucedido con otras normas estrictas, como la del código rigurosamente en minúsculas. HTML5 es «case insensitive», no le preocupa lo más mínimo si lo escribes en mayúsculas, minúsculas, o una combinación de ambos.

Si tu página está en HTML5, escribe:

<br>

Si está en XHTML:

<br />

Hay un espacio en blanco separando br de la barra inclinada.

Puedes insertar tantas etiquetas <br> como saltos de línea necesites.

El concepto de párrafo es muy distinto. Debes pensar en él como en un contenedor.

Englobamos un párrafo dentro de las etiquetas <p> ... </p>. Los navegadores se ocupan de que cada párrafo quede separado entre sí mediante una línea en blanco entre medias.

Este ejemplo básico ilustra el uso de saltos de línea y párrafos. Haz clic sobre el enlace para visualizarlo en el navegador:

<!DOCTYPE html>
<html>
<head>
<title></title>
</head>
<body>
Entre esta frase y la siguiente hay un salto de línea.
<br>
Entre esta frase y la anterior hay un salto de línea.
<p>Esto es un párrafo. Los párrafos son contenedores. Se abren al comienzo del texto 
que engloban y se cierran al final.</p>
<p>Esto es otro párrafo. Un párrafo determina un punto y aparte. 
Fíjate también como los párrafos aparecen separados entre sí automáticamente mediante 
una línea en blanco.</p>
</body>
</html>

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 8 de diciembre de 2012


HTML: Saltos de línea y párrafos


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Índice completo de artículos relacionados con HTML.

Tonos y semitonos

En los dos últimos artículos de «Teoría musical» dimos nombre a todas las notas de nuestro sistema musical. Repasadlo si tenéis alguna duda antes de proseguir.

Ilustramos el concepto observando el teclado de un piano, pues de un modo visual permite comprender que hay, por decirlo de algún modo, dos tipos de notas: las correspondientes a las teclas blancas, con una nomenclatura sencilla, y las asociadas a teclas negras, a las que añadimos los términos «sostenido» o «bemol». En la guitarra esto no se puede observar directamente: no hay ninguna indicación visual que nos permita saber si una nota tiene sostenidos o bemoles o no.

De ahora en adelante, denominaremos a las notas que son sostenidas o bemoles, notas alteradas, en contraposición a las que no lo son, las notas naturales.

Observemos que nuestro sistema musical se compone de 12 notas, 7 de las cuales son naturales y 5 alteradas.

Vuelvo a recordar que entre dos notas naturales siempre hay una alterada, salvo entre Mi y Fa y entre Si y Do.

Entre dos notas consecutivas cualesquiera decimos que hay una distancia de un semitono.

Pensemos por ejemplo en la nota Do, que ya sabéis localizar en el piano. ¿Cuál es la nota consecutiva que sigue a ese Do?

Está en la tecla negra. Es la nota alterada que está entre Do y Re, es decir, Do♯ (o Re♭).

Por lo tanto, la distancia entre Do y Do♯ es un semitono.

Lo mismo ocurre hacia el otro lado. ¿Qué nota es la que está inmediatamente antes de Do?

La respuesta es Si (fijaos en que no hay una tecla negra). Por lo tanto, la distancia entre Si y Do es un semitono, también.

Calculad esto: ¿cuántos semitonos hay entre Do y Fa?

No es más que contar teclas: Do♯, Re, Re♯, Mi y Fa. La respuesta, por lo tanto, es 5 semitonos.

El concepto de tono es sencillo: uno tono equivale a dos semitonos (algo obvio, por otra parte).

Decir que la distancia entre Do y Fa es de 5 semitonos equivale a decir que es de dos tonos y medio. Sencillo, ¿verdad?

En el mástil de la guitarra también se reconoce fácilmente el semitono. Cada vez que subimos o bajamos un traste estamos recorriendo un semitono.

Por ejemplo, supongamos que tenemos situado un dedo en el quinto traste de la primera cuerda y lo hacemos sonar. Si colocamos el dedo ahora en el sexto traste obtendríamos un sonido que está a una distancia de un semitono del anterior.

En la siguiente lección de la categoría «Guitarra» explicaré toda la nomenclatura de notas aplicadas a ese intrumento.

Con los conceptos de tono y semitono claros, la siguiente sentencia debe comprenderse perfectamente:

La distancia entre dos notas naturales consecutivas es de un tono, a excepción de Mi y Fa y de Si y Do, en las que la distancia es de un semitono.

Y ahora un sencillo ejercicio que espero que resolváis:

¿Cuál es la distancia entre Re y el La más agudo siguiente (es decir, a la derecha del Re)?

¿Cuál es la distancia entre el Re y el La más grave anterior (a la izquierda del Re)?

¿Cuánto suman esas dos distancias?

Javier Montero

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