Sufro, luego existo

Hoy sabía que iba a sufrir. Noche mala, algo resfriado tras la última sesión, en la que corrí con muy poca ropa y pasé frío, nariz taponada y, para colmo, nueva vuelta de tuerca a ForeRundy que, por primera vez, ha sido programado a 5:55 /Km.

Además, hay días en los que uno tiene que luchar contra el monstruo de uno mismo, que está siempre al acecho, esperando a devorarnos en cuanto bajemos la guardia.

Parece que al correr, a ese monstruo, que rueda más lento que nosotros, lo vamos dejando atrás. Pero no detiene su avance, ni cuando dormimos.

Quizás, en estas ocasiones, tenga razón quien dice que correr es de cobardes.

Así que tenía, inexcusablemente, una labor que cumplir. Simple supervivencia. Con tiempo incierto, amenazando lluvia, cojo la bicicleta y me desplazo hasta la Cartuja.

Caliento, estiro durante unos minutos, y programo a ForeRundy para una carrera de 50 minutos en la que él correrá a 5:55 /Km. Mi objetivo, como siempre en estos casos, es llegar a meta por delante de él.

Desde el primer momento, sin proponérmelo, le voy sacando una ventaja que se estabiliza en torno a los 20 metros de diferencia.

Estoy sufriendo, y aún me quedan muchos kilómetros por delante.

La ventaja oscila entre 30 y 7 metros, pero la mayor parte del recorrido se mantiene estable alrededor de los 20 metros.

Comienza a llover. La lluvia me acompaña durante varios kilómetros, pero estoy adecuadamente equipado y casi agradezco su presencia. Y después, mucho calor.

Sufro y no logro despegarme de ForeRundy. Pero sé que lograré el objetivo, porque me he puesto en MODE SUFRIMIENTO ON y, cuando uno se configura así, lo único que le separa de la meta es mucho sufrimiento, pero nada más.

Última vuelta al parque del Alamillo y suena el pitido del FR indicando que han acabado los 50 minutos del ejercicio.

Le he sacado, a mi rival virtual, 30 metros. Al monstruo de mí mismo, de mis miedos e inseguridades no lo sé, pero al menos sé que hoy me dejará tranquilo.

Denominación: 50 minutos con ritmo medio sub 5:55 /Km
Exigencia: 5
Hora de inicio: 11:04
Distancia total: 8’48 Km
Tiempo: 50′
Ritmo medio: 5:54 /Km
Velocidad media: 10’2 Km/h
Consumo energético: 691 Kcal
FC media: 163 ppm
FC máxima: 169 ppm

Ya sé que puedo rodar a velocidades sub 6, lo he verificado en los últimos entrenamientos y en la última carrera, pero también me doy cuenta de que estos ritmos están aún hilvanados.

Por eso la importancia de ejercicios como el del jueves pasado (1h sub 150ppm), donde se asientan los cimientos que soportarán los futuros trabajos de calidad.

Próxima sesión: el lunes, 14 de marzo de 2011, «60′ con FC media sub 150ppm» (exigencia 4).

Javier Montero Gabarró


Sufro, luego existo


Puedes consultar el índice completo de artículos pertenecientes a la categoría running.


Fecha de la última revisión: 20 de septiembre de 2012


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

Creación del blog de Viciosfera

Acabo de instalar WordPress en el servidor que aloja el dominio viciosfera.es

Queda inaugurado, oficialmente, el blog de Viciosfera en http://blog.viciosfera.es

El blog de Viciosfera

Tengo el placer de presentaros el blog de la banda de rock más ecléctica de todos los tiempo, Viciosfera. En él hablaremos de cualquier tema relacionado con el grupo musical: cómo son nuestros ensayos, los futuros conciertos, las músicas, sus letras…

Muchas canciones por crear, mucha música por sonar aún, muchas ilusiones.

Que este blog sea testigo de todo este proceso.

JM

El día más largo

Tenía previsto, tanto para la sesión del martes pasado, como para la de hoy, dos entrenamientos de nivel 3 para asimilar todo el trabajo duro de los últimos días. Pero, dado que el martes el mal tiempo me tuvo confinado en interiores y tuve que utilizar la cinta en un nivel 2, me parecía justo realizar hoy uno de nivel 4 para compensar.

Por otra parte, quería abundar en la línea de trabajo que describí el martes, esto es, fijar un tiempo máximo de 45 minutos y rodar a la velocidad máxima que me permitiera mantener la frecuencia cardíaca media por debajo de 150 ppm.

Para convertirlo en nivel 4, he decidido que, en lugar de 45 minutos, correré una hora. Esto supone el mayor tiempo corriendo sin detenerme hasta ahora. Por debajo están los 57’38» de la popular del día 20/2 y los 56’44» de la popular del 6/3. Por supuesto que ha sido a un ritmo mucho más lento, pero ¡ahí queda!

Denominación: «60 minutos con FC media sub 150 ppm»
Exigencia: 4
Distancia recorrida: 8’85 Km
Tiempo empleado: 60 minutos
Ritmo medio: 6:45
Velocidad media: 8’9 Km/h
Consumo energético: 735 Kcal
FC media: 148 ppm
FC máxima: 153 ppm

Estaba temiendo no poder salir a correr. Después de toda una mañana buena, el cielo comenzó a oscurecerse anticipando lluvia. Ha sido justo terminar de estirar, tras el entrenamiento, y empezar a llover.

Con excepción de unas molestias en una uña del pie izquierdo (al final tendré que ir al podólogo, lo estoy viendo), ha sido una experiencia fascinante. Sin cansarme lo más mínimo y oxigenándome más que nunca. Durante los cuarenta primeros minutos estuvo acompañándome un compañero del curro y fui capaz de mantener una conversación exactamente igual que si estuviera parado.

Sería alucinante poder rodar así, con bajas pulsaciones, y hacerlo a un ritmo de 5’30» /Km…

De cuando en cuando meteré entrenamientos como este. Resultará interesante fijarse en cómo progresa el ritmo.

Próxima sesión: 50 minutos sub 5:55, el sábado próximo, SLCCLP.

Colapsamiento de anclas

Ayer me preguntaron por algún tipo de técnica que permitiera anular un «anclaje» que es capaz de provocarnos una respuesta negativa y que desearíamos corregir. Hace tiempo respondí a esta cuestión en un foro de Facebook. Reproduzco lo que indiqué entonces.

Hay muchas técnicas en función de la intensidad del estado negativo que queramos desanclar.

Una muy buena es lo que se conoce en PNL como colapsamiento de anclas. Muy resumidamente:

Debes identificar con claridad primero el ancla que deseas eliminar y establecer cual sería tu respuesta deseada.

A continuación establecemos un nuevo ancla que provoque ese nuevo estado positivo y, por turnos, disparamos los dos anclas, el antiguo y el nuevo, repetidas veces.

Una vez hecho esto disparas los dos anclas juntos, lo cual provocará una contradicción en la fisiología al tratar de conseguir un estado positivo y otro negativo simultáneamente.

Esto deberá reducir o neutralizar completamente el anclaje negativo, lo cual deberás contrastar disparando el antiguo ancla.

Si aún ha quedado efecto negativo puedes repetir de nuevo el proceso agregando a la caldera nuevas emociones positivas o apilando anclas.

Va a ser una cuestión de balanza. Si quieres eliminar algo muy negativo tendrás que añadir algo muy positivo en su lugar.

El nivel de exigencia en perspectiva

4-4-5-4-5-2-5

Esta secuencia indica el nivel de exigencia de mis últimos entrenamientos, desde el 22 de febrero hasta el 6 de marzo, día de la segunda carrera popular. No he representado el día de descanso escrupuloso entre medias de cada sesión (que suelo indicar con un cero).

Si calculamos la media de estos valores y redondeamos al entero más próximo obtenemos un nivel de exigencia 4 como promedio.

Esto representa una secuencia de entrenos intensa que culmina con el éxito en la carrera popular, en la que logré una media sub 6′ /Km, objetivo al que estuvo orientado todo este trabajo.

Pero esta progresión es insostenible a corto plazo para mí. Desde mi punto de vista, debo orientar la dureza de las sesiones de modo que descansen en un promedio de exigencia 3.

Menos significaría que estoy haciendo jogging en vez de running, con más orientación a la salud y mantenimiento de la forma física que a la superación deportiva.

Cuanto mas exceda de tres nos encontramos con una actividad altamente exigente en la que priman los resultados con mayor riesgo de lesión física conforme esa media se acerque a cinco.

Considero el nivel 3 adecuado para alguien con espíritu de superación personal pero que no quiere correr excesivos riesgos. Deseo disfrutar de esta actividad el mayor de años posible. No querría forzar tanto que me viera obligado a abandonarla.

Realizamos entrenamientos de nivel 5 y 4 que nos permiten avanzar en la búsqueda de nuestros límites, pero no nos olvidamos de que la consolidación y asimilación la conseguimos trabajando en los niveles 3 y 2.

Hoy tenía prevista una sesión muy interesante, de nivel 3, inspirada en la que tuvo RafaYG anteayer. Es un tipo de entrenamiento que proporciona, además de una buena regeneración, mucho conocimiento sobre nosotros mismos.

El ejercicio iba a consistir en rodar durante 45 minutos al ritmo máximo que me permitiera sostener una frecuencia cardíaca media inferior a 150 ppm. Se trataba de ir alterando la velocidad, adecuándonos a la información que nos facilitara el pulsómetro sobre nuestro ritmo cardíaco.

La lluvia intensa que ha caído en Sevilla durante la tarde me ha obligado a modificar algo los planes. He optado por correr en cinta, algo que no había vuelto a hacer desde que «pisé» el asfalto por primera vez. En vez de 45 minutos lo dejaría en 30 y jugaría con el control de velocidad conforme a la realimentación que obtuviera del pulsómetro.

Denominación: 30′ en cinta FC media sub 150ppm
Exigencia: 2
Hora de inicio: 16:40
Tiempo: 30′

Terminé empapado de sudor, lo que nunca me había sucedido corriendo en exteriores. No me sentía en absoluto cansado. Tanta sudoración no se correspondía con el esfuerzo realizado.

Debo indicar que el corazón debe aumentar su ritmo cardíaco para poder atender las demandas energéticas del sistema de refrigeración corporal a través de la piel mediante el sudor, con lo cual, con toda probabilidad, mi ritmo de rodaje ha sido peor que el que habría logrado en la calle.

Definitivamente, no me gusta la cinta de correr.

El jueves, si las circunstancias climatológicas no son muy adversas, intentaré el entrenamiento en los términos que tenía previstos para hoy.

XXV Carrera Popular Este

Esta es la crónica de la «XXV Carrera Popular Este», inscrita en el marco de carreras populares que organiza el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla, tal y como Rundy la publicó en el Foro de Atletismo (www.forodeatletismo.com) el mismo día de la prueba.

———————————

Domingo, 6 de marzo de 2011

Por fin llegó el día esperado. Santidecai y yo tenemos una cita con el destino en forma de carrera popular, la segunda de la temporada.

A diferencia de la vez anterior, en la carrera popular Macarena, hace dos semanas, ayer no me atiborré a palomitas ni a coca cola. Me recogí en casa y sólo estuve fuera un par de horas durante la mañana para hacer algo de deporte en el gimnasio.

A última hora del día, preparo todo: camiseta, mallas, gps, pañuelos de papel, pulsómetro, calcetines, visera, DNI, móvil, dinero, etc…, de modo que no deje nada olvidado y pueda salir sin prisas de casa.

A las 23:30 estaba ya en la cama, con el despertador programado a las 6:30 de la mañana.

En esta ocasión no me pasé la noche entera corriendo, al menos, pero fue mucho peor…

Estuve la noche entera buscando un aparcamiento para el coche lo más cerca posible del lugar de la carrera y di vueltas y vueltas y me fue absolutamente imposible aparcar. La carrera iba a comenzar y yo sin lograr desembarazarme del coche.

En eso me desperté: tres y cuarto de la madrugada y los ojos como platos.

No sé cuánto tardé en dormirme de nuevo, pero estimo que, al menos, fue hora y media.

La cuestión es que, a las seis y media en punto suena, sin compasión alguna, el despertador. Horror.

Me planto bajo la ducha caliente hasta que, más o menos, consigo despertarme y darle algo de ánimo al cuerpo.

Mucho mejor.

Me preparo un zumo de naranja, una tostada con jamón york y un vaso de leche. Me pongo mi ropa de carreras ultrasónica y me lanzo a la calle.

Naturalmente, después de la pesadilla de anoche, ni me planteo coger el coche. Tomo un taxi que me deja en el parque Amate.

Busco el guardarropa y deposito el cortavientos y me quedo solo con una camiseta fina.

Doy un par de vueltas a un campo de fútbol y me pongo a calentar.

Entonces me encuentro a Santi. Temía no encontrármelo si se colocaba pronto en la fila de salida.

Más de 3000 participantes. Nos situamos cerca del final, no tenemos necesidad de pelearnos por las marcas.

Programo a ForeRundy para que tire de nosotros a 6′ /Km, que es el objetivo previsto. Nuestra estrategia es muy sencilla: bastará con llegar a meta un metro antes que ForeRundy para haber logrado el objetivo. Somos conscientes de que, mientras el pelotón se dispersa, no podremos rodar a nuestro ritmo y nos sacará mucha ventaja. La clave consistirá en no agobiarse y no tener prisa en alcanzarlo, son muchos kilómetros los que hay por delante. Una vez alcanzado, aumentaremos la distancia que nos separa de él a un ritmo cómodo para, finalmente, si llegara el caso, devolvérsela controladamente si nos viéramos escasos de energía.

Comienza el show.

Tapón, naturalmente. Imagino que esto debe de ser la tónica general en este tipo de eventos. Como era previsible, ForeRundy nos saca una ventaja del copón.

Pero no tenemos prisa, ya caerá… Aprovechamos para ir calentando con cuidado.

Encontramos, al fin, un ritmo cómodo, ya sub 6. Es cuestión de tiempo que pillemos a nuestra liebre virtual. Las matemáticas no fallan.

Pasamos por el primer puesto de avituallamiento. No necesito agua, pues llevo una en mi mano desde el mismo comienzo de la carrera y voy bebiendo a buches con periodicidad.

Primera cuesta. Santi me da consejos de como superarla con éxito, manteniendo el ritmo de piernas pero acortando la zancada.

Lo malo es que perdemos parte de la distancia que ya habíamos recuperado a nuestra liebre.

Al fin llega el gran momento. Próximos ya al kilómetro 4, alcanzamos a ForeRundy, lo que significa que, en ese preciso momento, nuestra media ya es 6’/Km, contando con eso todo el tiempo perdido en el tapón. Le damos una colleja al pasar.

El pelotón se va diluyendo y nos es más fácil realizar los adelantamientos, uno tras otro. Apenas nos adelanta gente.

Y seguimos aumentando la distancia de separación. Esto va viento en popa.

Como a ForeRundy lo llevamos detrás de nosotros ya, para no tener que estar cada dos por tres girando la cabeza para ver por dónde anda, optamos por seguir a una liebre «curvilínea», de carne y hueso, que va delante de nosotros, justo a nuestro ritmo.

Segunda cuesta. No nos supone apenas esfuerzo y apenas nos vemos obligados a reducir el ritmo.

Entramos en el parque dispuestos a acometer los kilómetros finales en su interior. Nuestra sugerente liebre se ha quedado atrás ya, que se le va a hacer.

Más o menos, a un kilómetro de la meta, me pregunta Santi si no me importa si aprieta dejándose el resto. Le contesto que por supuesto que no, que faltaría más, que le pegue fuerte. Yo prefiero mantener el ritmo. El objetivo está ya prácticamente logrado y no siento necesidad de esprintar.

Así que, ahí va Santi adelantando gente sin compasión alguna. Yo me mantengo y sigo incrementando la separación con ForeRundy.

Entro en meta en 57′ 16″. Le he sacado a la liebre virtual más de doscientos metros (in crescendo, no ha habido necesidad de «devolver» ni un solo metro).

Termino pletórico y sin sensación de cansancio alguno. Todo un triunfo y el fruto de muchos días de esfuerzo.

Recogemos las bolsas de regalo y nos tomamos la cerveza isotónica que nos ofrecen.

Denominación: XXV Carrera Popular Este
Exigencia: 5
Hora de inicio: 9:29
Distancia recorrida: 9,76 Km
Tiempo empleado: 56′ 42 » (tiempo oficial)
Ritmo medio: 5:52 /Km
Velocidad media: 10’2 Km/h
Consumo energético: 788 Kcal
FC Media: 162
FC Máxima: 169

———————————-

Un gran progreso teniendo en cuenta que no hace dos meses aún desde que me calcé las zapatillas por primera vez para lanzarme a correr sobre el asfalto.

Próxima prueba: la carrera popular Nervión, el 20 de marzo.

Clasificación de los entrenamientos atendiendo al nivel de exigencia

Me gusta clasificar los entrenamientos en función del nivel de exigencia que me suponen:

Nivel 1: Prácticamente ningún esfuerzo.
Nivel 2: Poca exigencia, por debajo de un nivel de trabajo que ya dominamos. Útiles para recuperarnos de sesiones de trabajo duras.
Nivel 3: Entrenamientos de consolidación, de exigencia moderada. Son sesiones en las que se consolida un nivel determinado de trabajo al que ya estamos habituados.
Nivel 4: Entrenamientos de adaptación; son sesiones exigentes en los que el cuerpo está adaptándose a un tipo de práctica que ya ha sido capaz de realizar en algunas ocasiones.
Nivel 5: Exigencia alta; son aquellos en los que aumentamos algún parámetro como la distancia, el tiempo o el ritmo y nos suponen someter al organismo a esfuerzos a los que no está aún acostumbrado.

Una forma prudente de trabajar, por ejemplo, sería esta: si ya estamos realizando entrenamientos en el nivel 3 que ya están consolidados, introducimos eventualmente una nueva vuelta de tuerca aumentando distancia, tiempo o ritmo (nivel 5) a la que tendremos que ir adaptándonos (nivel 4) para finalmente consolidar el entrenamiento (nivel 3). Mientras sucede esto, podemos estar consolidando, a la vez, prácticas que ya tenemos más dominadas.

El nivel 5 implica mayor probabilidad de lesión que los anteriores y debe usarse con mucha precaución. Trabajar sólo en él y someter continuamente al cuerpo a nuevos esfuerzos sin habernos adaptado a ellos y sin haberlos asentado adecuadamente es, con toda certeza, garantía de lesión.

XXVIII Carrera Popular Macarena

Acabo de perder la virginidad. Me he metido p’al cuerpo mi primera carrera popular.

Retrocedamos hasta la tarde del sábado…

Para relajarme, me voy al cine a ver «El cisne negro», me pongo hasta el culo de palomitas (con la de sal que tiene eso) y me trinco una coca cola de esas enormes que te ponen con ellas. Me parece que no es lo más adecuado si uno tiene que patearse 10 km al día siguiente, pero en fin…

En casa me ceno unos macarrones y a las once y algo ya estoy en el catre.

Una noche horrible, apenas he pegado ojo. No sé si serían los nervios de la prueba, la coca cola o qué, pero a las dos me he desvelado. He tardado varias horas en dormirme de nuevo. Y ahora la pesadilla:

He soñado que estaba corriendo en una competición.

El sueño no tiene desperdicio: cuando llevo varios kilómetros me encuentro que hay que hacer una serie de test mentales y problemas. Me parece extraño, pero empiezo a resolverlos. Al rato, alguien me dice: «oye, que esto no es obligatorio, puedes seguir corriendo». Cielo santo, pienso, me habrán pasado todos. Me pongo a correr de nuevo, pero esta vez en dirección contraria, pues quiero comprobar por dónde va el coche escoba. Cuando al fin lo veo, me pongo contento, doy la vuelta y sigo corriendo ya en el sentido de la marcha.

En un momento dado, llego a una avenida que cruza perpendicular y le pregunto a uno que dirección tomar, si a la izquierda o la derecha. Me dice que a la izquierda, pero otro se acerca y me dice que no, que han tirado por la derecha. No hay ni Dios en la calle… No sé cómo siguió.

A las 7 en punto de la mañana suena el despertador. Con un aspecto horrible de no haber descansado me meto bajo la ducha a despejarme. Desayuno un zumo de naranja, una tostada y un vaso de leche y me pongo la indumentaria para el asunto: 100% Kalenji del De_cartón, salvo las Mizuno a los pies. Aderezo con un gorro blanco y una braga para el cuello.

Cojo el coche y aparco como puedo en un polígono industrial que está pegado al parque.

La marabunta de gente estirando y trotando como si ya hubiera empezado la carrera. ¡Qué ambientazo!

Me encuentro con un colega del curro que también se ha apuntado.

Caliento dando saltos y estiro un poco. Hace una mañana preciosa que promete ser calurosa.

Colocado ya para el pistoletazo de salida, que estaba previsto a las 9:30.

No sé cuántos miles de personas estábamos allí. Pobre del que pudiera tropezar y caer.

Con algo de retraso comenzamos a arrancar. Un embudo horrible a la salida del parque, la organización ya podría haber sido más hábil en esto.

¡¡¡No pude empezar a correr hasta que no hubieron pasado 4 minutos 20 segundos!!!

Al fin comenzamos a trotar en manada. Poco a poco voy adelantando gente. Estoy rodando entre 5:30 y 5:45 y me noto fantástico, muy suelto de piernas. Será el efecto dorsal famoso o el hecho de estar acompañado por tanta gente, pero la verdad es que uno da más de sí.

Temo no poder sostener esa velocidad y me planteo si debería bajarla, no sea que no pueda cumplir el objetivo de llegar por un mal planteamiento de la carrera. Pero se está tan bien entre la gente que decido mantenerlo.

Cojo una botella de agua en el primero de los puestos de avituallamiento. Echo un trago de mala manera y la sostengo conmigo para el resto de la carrera. Mi corazón está de lleno en zona anaeróbica y se me hace difícil beber así sin aliento que me sobre.

Y sigo adelantando gente. Veo a muchos abandonar, algunos lesionados.

Comenzamos el ascenso a la carretera de Carmona y aparece el indicador de kilómetro 6 poco más adelante. Sigo manteniendo un ritmo intenso (para mí) inferior a los 6 por kilómetro, no doy crédito.

Entramos en el parque de nuevo, donde nos esperan varios kilómetros más de recorrido. Se me empieza a hacer eterno, pero sigo manteniendo mi ritmo.

Una cuesta arriba de nuevo sobre el kilómetro ocho y empieza a venirme el bajón. En un momento dado temo desmayarme si no aflojo. A la vez una sensación de náuseas y unas ganas tremendas de giñar. Es como si el cuerpo decidiera desprenderse de todo como medida extrema.

Me quito la braga del cuello (el gorro me lo quité sobre el kilómetro siete para oxigenarme mejor a través de la cabeza recién rapada), bajo un poco la marcha y las sensaciones agónicas desaparecen, pero soy consciente de que no podré aguantar mucho más así. Afortunadamente, ya veo a lo lejos la línea de meta.

Entro en 57 minutos 37 segundos. Es que ni me lo creo. Unos segundos más y me acerco a uno de los pasillos de entrada donde me leen el código de barras que lleva mi dorsal y dará el tiempo definitivo que se publique en la web.

Me coloco en otro pasillo donde me dan una bolsa con cosas.

¡¡¡Qué subidón!!! Me siento el rey del mambo, la vida es preciosa…

Mal estiro, comparto el triunfo con otros compis del curro que he visto y, visto que no nos dan tickets con nuestra marca (al parecer, otros años lo han hecho), regreso a casa.

Conclusiones:

La organización marcaba una distancia de 9’9 Km. Mi GPS indicaba 9,46 Km.

Salvo los minutos perdidos iniciales, he estado rodando a un ritmo por debajo de los 6′ /Km. Siempre estuve rodando por debajo de 6. El kilómetro del bajón estuve corriendo a 6:02.

Las pulsaciones peor que nunca, completamente anaeróbico, pero más feliz que unas castañuelas. Frecuencia cardiaca media: 161 ppm y frecuencia cardíaca máxima: 175 ppm justo cuando pensé que podría desmayarme y bajé el ritmo.

Y eso es todo!!!!!! Ahora voy a llamar a mi madre y se lo cuento.

Por cierto, hace un día precioso de sol en Sevilla. Me voy a poner hasta el culo de cervezas pero YA!!!!

Probabilidad de que un día en concreto se celebren tres cumpleaños

Hoy es el cumpleaños de tres amigos que tengo en Facebook. Felicidades a Ruth, Victoria y Rafa.

Qué coincidencia, tres cumpleaños en el mismo día… ¿Mucha casualidad? ¿Cuál es la probabilidad de que esto suceda? Sobre un total de 80 amigos, ¿cuál es la probabilidad de que, un día determinado, tres de ellos cumplan años?

Vamos a calcularlo. Partiremos de unos supuestos básicos que harán el cálculo más manejable:

1) Ignoraremos la existencia de años bisiestos, esto es, supondremos años de 365 días.

2) Supondremos que una persona puede nacer con igual probabilidad en cualquier día del año (algo que, interesantemente, no es cierto). Es decir, supondremos sucesos equiprobables.

Se puede resolver de manera inmediata aplicando las fórmulas de la distribución binomial o, dado que es un conjunto suficientemente amplio, de la distribución de Poisson. Pero aquí voy a describir una solución instructiva empleando técnicas de conteo básicas.

Los problemas de combinatoria resultan más sencillos recurriendo a abstracciones visuales. Supongamos mis ochenta amigos de Facebook sentados (por orden alfabético, por ejemplo) en una larga hilera de ochenta puestos. Cada uno dispone de una pizarra en la que va a apuntar su fecha de nacimiento (día y mes). ¿Cuántos arreglos posibles podrían darse?

Un ejemplo de arreglo sería el siguiente:

4 Enero – 24 Diciembre – 2 Abril – 31 Julio – 4 Agosto – 31 Julio – 5 Marzo………..- 3 Septiembre

Es decir, una lista con ochenta fechas, las cuales podrían repetirse cualquier número de veces.

Estamos colocando 365 fechas posibles en 80 sitios. Para saber si se trata de variaciones o combinaciones tenemos que determinar si el orden en que se muestre esta lista tiene significado o no. En este caso es obvio que es importante. No es el mismo arreglo el de arriba que este otro:

24 Diciembre – 4 Enero – 2 Abril – 3 Septiembre – 4 Agosto – 31 Julio – 5 Marzo………..- 31 Julio

Son los mismos valores que arriba, pero colocados de otra forma. El significado es diferente, pues recordemos que en cada puesto hay una persona en concreto, y no es lo mismo que cumpla años el 4 de enero que el 24 de diciembre.

Con todos los datos expuestos, concluimos que se trata de variaciones con repetición. El número total de arreglos posibles es:

Ahora viene la parte más complicada: deseamos saber cuántos de esos arreglos contienen exactamente tres pizarras con la fecha “2 Abril”.

De ese total, comencemos contabilizando aquellos en los que la fecha “2 Abril” esté en las tres primeras posiciones. Es decir:

2 Abril – 2 Abril – 2Abril – ___ – ___ – ___- ___ – …………….- ___

Nos quedan 77 sitios, puesto que los tres primeros ya los tenemos ocupados. ¿De cuántas formas podemos rellenar esos 77 puestos? Fijémonos que ahora no tenemos 365 fechas disponibles, sino 364, porque el 2 de abril no podemos volver a utilizarlo (si lo hiciéramos el total de fechas “2 Abril” ya no sería tres).

Se trata, entonces de:

Eso sólo son aquellas en las que “2 Abril” está en las tres primeras posiciones. Pero si ahora esos “2 Abril” los colocamos en otro lugar distinto volverán a aparecer otras tantas.

Entonces, debemos preguntarnos de cuántas maneras podemos colocar esa fecha dentro de los 80 sitios que tenemos.

Para responder a esta cuestión nos es útil cambiar nuestra representación visual.

Ahora supongamos que tenemos tres casillas (una por cada “2 Abril”) y sobre ella escribimos qué posición dentro de la fila ocuparía.

Por ejemplo, los tres colocados al comienzo, como en el ejemplo de arriba, sería:

1 – 2 – 3

Este otro,

79 – 5 – 13

Significaría que hay un “2 Abril” en la posición 79, otro en la 5 y otro en la 13.

Determinemos ahora de qué tipo de cuenta se trata:

¿Cuántos sitios tengo para colocar elementos? 3

¿Cuántos elementos pueden colocarse en esos sitios? 80

¿Puedo repetir esos elementos? No, no tendría sentido un arreglo 5 – 5 – 27, cada persona tiene una y sola una fecha.

¿El orden importa? Veamos, ¿es lo mismo o diferente 20 – 1 – 7 que 1 – 20 – 7?

Dar un 2 Abril a la persona 20, a la 1 y a la 7 es lo mismo que dárselo a la persona 1, a la 20 y a la 7. Se trata, entonces, de combinaciones en vez de variaciones:

Por lo tanto, el total de arreglos que contienen tres “2 Abril” es

La probabilidad buscada será ese número dividido entre el total de posibilidades que calculamos al principio, es decir:

¡Sumamente pequeña, ni siquiera un uno y medio por mil!

Javier Montero

Creación de imágenes de discos duros

Nota importante: este artículo fue actualizado el 6/4/2012 para ser compatible con la versión de Knoppix existente en ese momento (6.7.1). Tras la lectura de este texto, asegúrate de echar un vistazo al artículo más moderno, que refleja los comandos actuales.


Quizás nos hayamos preguntado en alguna ocasión cómo podríamos hacer una copia exacta de nuestro sistema que pudiera permitir una cómoda recuperación en el caso de que sucediera un «accidente» en el disco duro.

La mayor parte de las veces no desearíamos simplemente reinstalar el sistema operativo. Probablemente hayamos empleado muchas horas configurando nuestro entorno, drivers, parches de seguridad, aplicaciones, etc. Una fallo en el disco duro, sin duda el elemento más frágil del sistema, podría suponer una verdadera catástrofe.

Voy a aprovechar que tengo que hacerlo en uno de mis equipos para describir aquí el proceso. Se trata de un portátil de 60 GB corriendo bajo Windows XP. El sistema operativo no es algo relevante; vamos a sacar una instantánea del sistema, haya lo que haya dentro.

En mi caso, volcaré la imagen del disco en un fichero llamado portatil.img que almacenaré en un disco duro externo USB. El espacio disponible en el disco destino debe ser superior o igual al tamaño completo del disco que queremos copiar.

Usaremos como herramienta un Live CD de algún sistema Linux. Yo recomiendo Knoppix, que podéis descargar gratuitamente en http://www.knoppix.net.

Knoppix, como todos los Live CD, permite arrancar un entorno Linux completo sin tocar en absoluto los discos duros de la máquina. Nada se instala. Una vez reiniciemos el ordenador sin el CD en la bandeja volvemos a encontrarnos nuestro antiguo sistema operativo como si nada hubiera sucedido.

Siempre llevo encima un CD de Knoppix. Su capacidad para detectar hardware es asombrosa y el paquete de aplicaciones que trae ya instaladas está muy cuidado.

Recurro con frecuencia a Knoppix cuando viajo y alguien me presta su ordenador y no deseo interferir en lo más mínimo en nada de lo que tiene en él. Sólo tengo que arrancar con el CD y tengo a mi disposición todo tipo de aplicaciones ofimáticas, herramientas de comunicaciones, de seguridad, etc…

Por ejemplo, entre las delicias que ya se incluyen de serie está el VirtualBox. Acostumbro a llevar encima un disco duro de 2’5″ repleto de máquinas virtuales que tengo especializadas en diversas tareas. Si en algún momento necesito utilizar una en un sistema que no tiene VirtualBox y no deseo instalarlo, me basta con utilizar el Live CD y lanzarlo desde allí.

Utilizo también Knoppix para recuperar ordenadores que no arrancan, ficheros perdidos, o limpiar máquinas de virus en sistemas demasiado contaminados para ser saneados desde dentro de ellos.

Pero vayamos al asunto, la utilización de Knoppix para crear una imagen del disco duro…

Insertamos el CD de Knoppix, pinchamos el disco USB externo y arrancamos el equipo. Si nada ocurre y continúa lanzándose el sistema operativo de siempre revisemos el setup de la máquina y establezcamos el orden de arranque adecuado.

En pocos segundos comenzará a arrancar Knoppix y nos aparecerá un prompt que nos permitirá definir algunas opciones de inicio. Si no indicamos nada el proceso seguirá con las opciones por defecto y tratará de lanzar el entorno gráfico. Puesto que no lo vamos a necesitar en esta ocasión, cuando aparezca el prompt,

boot:

escribimos

knoppix 2 lang=es

De este modo se iniciará en modo texto (run level 2) con el teclado configurado en español.

Inspeccionemos que discos ha detectado con

fdisk -l

En mi caso aparecen el disco interno del portátil /dev/sda (60 GB), con una única partición NTFS en /dev/sda1 y el disco externo en /dev/sdb (750 GB) también con una única partición NTFS /dev/sdb1.

Puesto que queremos escribir la imagen en el disco duro externo, necesitaremos montarlo previamente para poder acceder a él. Knoppix ya crea puntos de montaje por defecto para cada disco que detecta. En este caso, hay uno preparado en /mnt/sdb1. En esa ubicación montaremos la partición /dev/sdb1.

sudo mount /dev/sdb1 /mnt/sdb1

Y ahora ya estamos en condiciones de lanzar el siguiente comando para crear la imagen:

dd if=/dev/sda of=/mnt/sdb1/portatil.img bs=4k conv=noerror

El parámetro if nos permite especificar el fichero de origen. En este caso, el disco duro completo interno del portátil (/dev/sda). El disco será copiado completamente y se mantendrán todas las particiones que pudieran existir en él.

Con el parámetro of indicamos el fichero de destino. En este caso, portatil.img, que se creará en el path especificado.

El parámetro bs hace referencia al tamaño de bloque que tomará en cada lectura y escritura. Por defecto es de 512 bytes. Yo prefiero especificar 4 Kbytes en particiones NTFS. La opción por defecto sirve, pero esta es sensiblemente más rápida, al tener que efectuar menos operaciones de lectura/escritura.

El especificador de conversión noerror hace que la copia no se interrumpa en el caso de que se detecte un fallo físico del disco de origen.

Mucho cuidado, por lo general, a la hora de utilizar dd. Es importante no confundir if con of, el fichero de origen con el de destino. Un sistema de ficheros puede quedar completamente borrado si realizamos la operación equivocada.

Y eso es todo… Esperamos unos 45 minutos (para mi disco de 60 GB) y ya tenemos una copia exacta, byte a byte, del disco duro del portátil en el fichero portatil.img.

En alguna ocasión me ha tardado varias horas para discos duros más pequeños incluso, pero era debido a que los puertos USB de la máquina no eran 2.0.

Si algún día necesitamos reconstruir esa imagen porque se ha dañado nuestro sistema, bastaría con efectuar la operación inversa. Llegado al punto de lanzar el comando dd efectuaríamos, esta vez:

dd if=/mnt/sdb1/portatil.img of=/dev/sda bs=4k conv=noerror

y tendríamos el equipo reconstruido nuevamente.

Las labores aquí descritas son para un usuario intermedio y no se necesita poseer grandes conocimientos sobre sistemas informáticos para llevarlas a la práctica.

Espero haber despertado en alguno la curiosidad por el fascinante mundo Linux y sus centenares de excelentes aplicaciones que tenemos a nuestra disposición gratuitas. Un Live CD, como Knoppix, puede permitirnos pequeñas inmersiones graduales en ese mundo sin necesidad de modificar los sistemas que ya tenemos funcionando.

Javier Montero

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies