Calzándome las zapatillas de nuevo

Tras más de un mes sin correr a consecuencia de una lesión en el pie derecho, me he animado, al fin, a calzarme las zapatillas y a echarme a la calle.

Admito que fue una insensatez correr 21 Km cuando el cuerpo sólo estaba acostumbrado a tiradas máximas de 10 Km, pero, a pesar de todo, tengo la convicción de que estaba perfectamente preparado para superarlo sin traumas. Estoy seguro de que el detonante de todo fue una plantilla mal diseñada que, desde el primer día, me estuvo molestando.

Sea lo que fuere he vuelto a comenzar de cero con ilusión. Muy poco a poco, sin prisa alguna, muy pendiente de todas las sensaciones.

Comencé el jueves probándome 5 minutos a un ritmo muy lento. El viernes estuve algo más, hasta completar un kilómetro. El sábado descansé y hoy he corrido durante 10 minutos sin molestias.

El pie no está del todo recuperado, pero creo que ya está en condiciones suficientes para soportar pequeñas cargas que gradualmente iré incrementando.

¡Cómo lo echaba de menos!

No tengo la sensación de haber perdido fondo. No he abandonado el ejercicio físico durante este tiempo; si no podía correr, al menos contaba con la elíptica u otras máquinas similares.

Han sido sólo diez minutos, pero ¡cuánto los he disfrutado! Tras mucho tiempo sin correr, poder hacerlo, aunque fuera tan sumamente poco, es toda una bendición.

Es lo que tiene este deporte: se puede disfrutar tanto si corres mucho como si no, si lo haces rápido o lento. No hay otro igual.

La gran incógnita ahora es qué haré con la Nocturna del Guadalquivir, que se celebrará el 30 de septiembre y en la cual estoy inscrito.

Me gustaría tanto correrla. Pero no sé si debería. El plan de incremento paulatino de carga pretendía prolongarlo lo suficiente para evitar una recaída.

Veremos cómo transcurren las cosas.

Javier Montero

6 opiniones en “Calzándome las zapatillas de nuevo”

  1. No sabes como me alegra tenerte de nuevo gastando suela, echaba de menos esa forma tan peculiar tuya de vivir el running, con sus contrastes entre metódico hasta decir basta y la locura existencialista de tu cumpleaños (ejemplo más contundente) que te acarreó la lesión. Probablemente no fue buena idea, pero has perdido un mes y ese día ganaste mucho, no me cabe la menor duda.
    Nunca empiezas de cero, el cuerpo «recuerda» y cuando te pones a ello parece que dice «ah, es esto lo que quieres, pues espera que tengo el archivo aquí guardadito…»
    En cuanto a la nocturna, me encantaría, pero no sé como voy a acabar después de las breñas., joer y me da rabia

    1. Gracias, compi! 🙂
      Por aquí «andamos» de nuevo. Es cierto que no es de cero: el fondo no lo he perdido, y los músculos es cierto que recuerdan. Pero mentalmente me gusta comenzar de cero, volver a disfrutar de todo el proceso como si no lo hubiera vivido antes. 🙂

      La nocturna no te va a hacer sufrir, tranquila. Sobre todo porque media carrera la vas a hacer parada. Si no terminas excesivamente perjudicada después de las Breñas, déjate caer por aquí. Corra o no corra yo, unas cervezas caerían después. 🙂

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