mIRC – Capítulo 9: Chateando en tercera persona

Con todo lo explicado hasta el momento estáis ya en condiciones de utilizar el mIRC perfectamente como programa de chat básico.

En concreto, ya sabéis:

  • – Configurar un nick
  • – Elegir una red IRC y conectaros a ella.
  • – Desplegar un listado con todos los canales actuales.
  • – Entrar en un canal existente.
  • – Crear un canal propio.
  • – Chatear dentro del canal con todos los usuarios que estén dentro de él

además de otras tareas directamente relacionadas con todas estas funciones.

Pero mIRC es mucho más que esto, y conforme vayamos avanzando descubriremos la magia de la que hablamos al principio.

Hoy vamos a presentar algo de ella. Es un comando muy simple, pero tremendamente efectivo. Rompe la dinámica normal de una conversación y le aporta un toque de originalidad, gracia y colorido (esto último en sentido literal).

Observemos con detalle la siguiente conversación:

En el canal vemos a dos usuarios, «jazzjust» y «sostenido», chateando. Son sólo dos en el canal, pero podría haber un centenar más de participantes (ya explicaremos más adelante como realizar charlas privadas, «bis a bis», como las del messenger).

Fijaos en la línea rosa que comienza con un asterisco. Es como si una tercera persona, un narrador, estuviera observando o leyendo la mente a «sostenido» y compartiera esa información con el resto de los usuarios del canal.

Esa es la función del comando /me. Esto es lo que ha escrito «sostenido» para generar esa respuesta:

/me se está pensando la respuesta...

con lo que, de un modo muy sutil, está respondiendo a la pregunta planteada por «jazzjust».

Con el comando /me podemos describir, en tercera persona, nuestro estado o indicar una acción.

Por ejemplo:

/me está triste

* sostenido está triste

/me escucha música de la buena

* sostenido escucha música de la buena

Empleadlo con creatividad y no abuséis de él.

* javier dice: la clase se ha acabado

Javier Montero

BitBite English #15: miss

Este artículo está dedicado a todos aquellos que en este preciso momento echan de menos a un ser querido.

miss; echar de menos, echar en falta (a algo o alguien)

Who are you missing now?

A friend?

Your family?

Maybe a lover?

Javier Montero

Python – Capítulo 17: Más días festivos a la semana

Objetivo: Ilustrar la modificación de elementos de una lista.

Las listas de Python son estructuras dinámicas y pueden ser modificadas. Hasta ahora hemos accedido a los elementos de una lista simplemente para consultar su valor. En la sesión de hoy modificaremos su contenido.

Empleando el intérprete interactivo de Python, introduzcamos una lista que nos es ya familiar y asignémosla a la variable semana:

>>> semana = ['lunes', 'martes', 'miércoles', 'jueves', 'viernes', 'sábado', 'domingo']

El intérprete se la traga y no devuelve nada, ya que se trata de una asignación. No obstante, verifiquemos que está en memoria:

>>> semana

['lunes', 'martes', 'miércoles', 'jueves', 'viernes', 'sábado', 'domingo']

Lo cantaba Bob Geldof y la mayoría lo suscribimos. ¿A quién le gusta un lunes?

Python es tan poderoso que puede hacer cambiar tu valoración sobre el primer día de la semana. Vamos a transformarlo en un festivo.

Los elementos individuales que constituyen una lista pueden ser modificados in situ accediendo a ellos a través de su índice. Decimos que las listas son estructuras de datos mutables. Más adelante, cuando hablemos de las tuplas, conoceremos otra estructura similar, inmutable, que no permite esta modificación in situ.

>>> semana[0]='fiesta'

Así de simple. Accedemos a los elementos de una lista a través de su índice como si de variables individuales se tratara, asignándoles el valor que deseemos. Recuerda que el primer elemento de una lista tiene por índice cero.

Revisemos nuestra semana tras esta sencilla operación:

>>> semana

['fiesta', 'martes', 'miércoles', 'jueves', 'viernes', 'sábado', 'domingo']

Esto, sin duda, tiene ya otro color, aunque presenta un serio problema: el martes pasa a ser el nuevo día negro, más oscuro aún, si cabe, por el hecho de estar precedido por tres días de ocio.

Nada que no podamos solucionar:

>>> semana[1]='fiesta'

>>> semana

['fiesta', 'fiesta', 'miércoles', 'jueves', 'viernes', 'sábado', 'domingo']

Y ya puestos, presta mucha atención a esta asignación múltiple:

>>>semana[2]=semana[3]=semana[4]=semana[5]='fiesta'

>>> semana

['fiesta', 'fiesta', 'fiesta', 'fiesta', 'fiesta', 'fiesta', 'domingo']

¿Quién dijo eso de que no todos los días eran fiesta?

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 20 de febrero de 2013


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BitBite English #14: put off

Hoy voy a enseñaros un verbo del que conviene que no abuséis…

Pero he estado a punto de no hacerlo, me sentía tan cansado que he estado tentado de aplazarlo hasta mañana.

I almost put off writing this article!

put off; aplazar, posponer

Procastinadores, no olvidéis nunca el dicho:

Never put off till tomorrow what you can do today…

Javier Montero

MuseScore #3: El asistente para la creación de una nueva partitura

Si en las Preferencias (véase artículo anterior) habéis configurado la opción «comenzar sin cargar ningún documento», cuando MuseScore arranque no se os mostrará ninguna partitura. En la lección de hoy aprenderemos a crear el esqueleto de una desde cero.

Para invocar al asistente de creación de nuevas partituras tenemos diferentes posibilidades:

  • En el menú de la aplicacion elegimos Archivo | Nuevo...
  • Hacemos clic sobre el primer icono de la barra de herramientas, que simboliza un documento en blanco.
  • Presionamos la combinación de teclas Ctrl-N.

En la primera ventana del asistente configuramos la leyenda de la página. La mejor forma de entender cómo se posiciona cada campo en la presentación final es rellenar por ahora la totalidad con algún texto arbitrario, como en la imagen:


Mantenemos la marca en «Crear nueva partitura desde el principio» y pulsamos sobre el botón «Next». Nos aparecerá la siguiente ventana, en la que podremos seleccionar los instrumentos que queremos que figuren en la partitura.


Desplegamos la familia «Keyboards». y hacemos doble clic sobre Piano. Esto es equivalente a seleccionarlo y a pulsar en el botón «Añadir». A la derecha nos aparece el instrumento seleccionado junto a un despliegue de los pentagramas necesarios para representarlo. En el ejemplo, dada la tesitura amplia del piano, se nos muestran automáticamente dos pentagramas, uno en clave de Sol y otro en clave de Fa.


Pulsamos Next y nos aparece una ventana que nos permite elegir la armadura adecuada de la partitura. Voy a trabajar en Do mayor, así que dejo todo como está.


Finalmente, en la última ventana podemos ajustar el compás de la pieza, si el inicio será en anacrusa y el número de compases totales aproximados. No debe preocuparnos si nos quedamos cortos o nos pasamos, resulta sumamente sencillo agregar o quitar compases después sobre la marcha.


A su debido momento regresaremos al asistente. Por ahora, dejamos los valores tal como están y pulsamos en «Terminar». Nos aparece nuestra incipiente creación.

Comencemos fijándonos en los cinco campos de texto que rellenamos en la primera pantalla. En la parte superior de la partitura se ven, en un cuadro, los cuatro primeros (título, subtítulo, compositor y letrista).

Para ver el quinto campo, el de Copyright debemos desplazarnos hasta el final de la página. Para hacer eso hacemos clic en cualquier parte de la partitura y, sin soltar, arrastramos la hoja de papel a nuestra conveniencia (observad que el cursor habrá cambiado de forma).

El uso que les déis no ha de ser necesariamente el indicado en el asistente. Tenéis cinco campos y por defecto aparecerán en ese estilo y posición. Ajustadlos a vuestra necesidad real y poned el texto que más os convenga en ellos.

Observad ahora los pentagramas dobles. Como en cualquier edición profesional, en la primera línea figura el nombre del instrumento completo y en las sucesivas hay una abreviación. El compás de la pieza está establecido en 4 por 4 y tenemos un total de 32, tal como indicamos, esperando a que los editemos y, entre tanto, rellenos con silencios de redonda.

Vamos a guardar nuestro trabajo. En el menú Archivo, elegimos «Guardar», con lo que se nos abre el cuadro de diálogo «Guardar la partitura». Otro modo de acceder a él es pulsando la combinación Control – S o haciendo clic, en la barra de herramientas, en el icono que representa a un disquete.


Por defecto se posiciona en la carpeta que configuramos en la pantalla de Preferencias. Poned un nombre al documento y pulsad sobre el botón «Guardar».

Eso es todo por hoy. En la próxima sesión trabajaremos sobre el fichero que hemos creado hoy.

Javier Montero

Knoppix a la velocidad de la luz

Llevar siempre con nosotros un CD de Knoppix es casi como ir cargados con una super máquina Linux repleta de utilidades, pero con la ventaja de que no ocupa ni pesa nada.

Al igual que un alma en pena  necesita un cuerpo material para cobrar vida, Knoppix requiere un ordenador que le “ceda” temporalmente sus recursos. Pero se trata de un fantasma bondadoso y, si no se le provoca, una vez abandone el cuerpo no habrá dañado en absoluto a su amable anfitrión.

El punto débil de Knoppix es precisamente aquello que lo hace tan atractivo: todo su arsenal de aplicaciones descansa en el CD. Esto trae consigo dos importantes limitaciones:

  1. El tiempo de acceso a la unidad de CD es muy alto. Bastante más lento que un disco duro (que, a su vez, es bastante más lento que la memoria RAM).
  2. El CD de Knoppix deberá estar en la unidad hasta que hayamos apagado el sistema, con lo cual el lector no estará disponible para otros usos.

Existe un truco mágico que soluciona estos dos inconvenientes.

El modificador de arranque toram provoca que se vuelque el contenido completo del CD en memoria RAM. De este modo mataremos dos pájaros de un tiro:

  1. La velocidad de acceso es tremenda: no hay que ir al CD a buscar nada más. Se supera con creces incluso a los tiempos de acceso al disco duro.
  2. Al estar todo el CD volcado en RAM, no necesitamos más el disco de Knoppix. Podemos retirarlo de la unidad y así tendríamos el lector o grabador disponible para cualquier otro uso.

Si esto es tan maravilloso, ¿por qué no lo hacemos siempre?

Estamos hablando de cargar el contenido del CD completamente en memoria. El disco de Knoppix viene repletísimo hasta las trancas (700 MB). Si además tenemos en cuenta la memoria que el sistema necesitaría para sus labores básicas, resulta que deberéis contar con un mínimo de 1 GB de RAM para hacer esta realidad posible.

Si la memoria no es el problema, nada nos impide poner esto en práctica. Cuando nos aparece el prompt boot: , al inicio, escribimos:

knoppix toram

O, mucho mejor, como ya nos sabemos unos cuantos trucos (ver entradas anteriores del blog):

knoppix lang=es no3d toram

Lo que provocará que el sistema arranque en español, desactive los efectos gráficos (muy bonitos, pero consumidores de recursos) y se vuelque completamente en RAM, liberando la unidad de CD.

Durante el proceso de arranque veremos un nuevo mensaje:

Copying data, press space to skip

Está copiando un CD completo a memoria y esto toma su tiempo. Estimad que el arranque se demorará en torno a los cinco minutos más. Pero merecerá la pena la espera, os lo aseguro ( a no ser que necesitéis Knoppix para resolver alguna tarea rápida que requiera menos de ese tiempo).

Si nos arrepentimos, podemos pulsar, como nos indica el mensaje, la barra espaciadora. En ese caso, regresaremos a Live-mode y aparecerá en pantalla el mensaje:

>>> Please do not remove medium until shutdown!

Es decir, que ni se os ocurra sacar el CD del sitio.

Si tenéis máquinas con al menos 1 GB de RAM, probad lo explicado hoy. Sólo una advertencia: ¡abrochaos bien los cinturones de seguridad!

Javier Montero

MuseScore #2: Los preparativos iniciales

Comenzamos el viaje invirtiendo un minuto en repasar el estado del entorno y en efectuar unos ajustes iniciales.

Arrancamos la aplicación y nos aparece, majestuosamente, un fragmento de la partitura de Cuadros de una exposición, de Mussorgsky. Se trata del «Paseo», melodía que enlaza la visita a cada cuadro.

La partitura limita, al norte, con diversas barras de herramientas; al oeste con las paletas de edición; al este con la ventana «MuseScore Connect», desde la cual podremos acceder al site de MuseScore en Internet y, entre otras cosas, a toda una colección de partituras compartidas por los usuarios. Al sur nos encontramos con el navegador, una herramienta que agradeceremos a la hora de desplazarnos ágilmente por las distintas áreas del documento.

Comencemos revisando el idioma. ¿Os aparece la aplicación en español? Si no es así (o si lo es, pero deseamos usar otro diferente) deberemos acceder a las preferencias y cambiarlo:

En el menú, nos vamos a Editar | Preferencias.

y se nos muestra el cuadro siguiente (haced clic para ampliarlo):

A la derecha, arriba, en la lista «Lenguaje» podemos elegir el idioma entre las distintas opciones posibles. Será necesario reiniciar la aplicación si efectuamos algún cambio.

Volvamos a la partitura. ¿Tenemos configurado el audio correctamente?

Haced clic sobre el botón «Play», en la barra de transporte, en la parte superior. Aseguraos de tener los altavoces encendidos o los cascos puestos y el volumen de reproducción a un nivel adecuado.

¿Suena la partitura? Si no es así, deberemos revisar la configuración del audio.

Volvemos a la ventana de Preferencias y nos movemos a la pestaña E/S (Entrada/Salida). Se nos muestra la siguiente ventana (hacer clic para ampliarla):

Comprobad que el puerto de audio (Api y Dispositivo) es el correcto. Si modificáis algún parámetro habrá que reiniciar la aplicación para que el cambio surta efecto.

¿Reconocéis la pieza musical? Si no es así, os recomiendo que vayáís a vuestra tienda de discos favorita y os agenciéis los Cuadros de una exposición. Si queréis escucharla en versión rockera, buscad también el disco de Emerson, Lake & Palmer del mismo nombre.

Preparemos ahora el entorno un poco a la medida de nuestros gustos. Volvamos a la la pestaña General, en las preferencias.

En el bloque Inicio del programa, podemos elegir si queremos que se cargue un documento determinado al comenzar, el último utilizado, uno en blanco, o ninguno. A gusto de cada uno.

Ya que nos permite hacerlo, retiramos, a nuestra conveniencia, la marca en «Mostrar ventana de bienvenida». La ventana de bienvenida aparece durante medio segundo al arrancar el progrema, mostrando el nombre de la aplicación, la versión y la dirección del sitio web.

En la sección Rutas fijáos en el directorio de trabajo, que es donde se almacenarán por defecto los documentos que creemos. Estableced el que prefiráis.

En Ventanas, desmarcamos «Mostrar MuseScore Connect» y «Mostrar Navegador», de modo que no se carguen por defecto al iniciar la aplicación. Ya habrá tiempo de mostrarlos a su debido momento.

Listos para comenzar a trabajar…

Javier Montero

HTML: Estructura básica de una página web

Objetivo: presentar la estructura de una página web.

Revisemos el código del artículo anterior:

<!DOCTYPE html>
<html>
<head>
<title>Mi primerísima página web</title>
</head>
<body>
Entre esto y un sitio web completo, no media más que trabajo...
</body>
</html>

En la primera línea nos encontramos la definición de tipo de documento (DTD).

<!DOCTYPE html>

Quédate con la idea de que sirve para informar al navegador de que el código contenido en la página se rige bajo los estándares del recientemente aparecido HTML5. Muy simple y fácil de recordar, pero hasta hace nada era compleja, larga e imposible de retener en la cabeza. Cuando hablemos de la evolución de la web lo entenderás mejor.

A continuación podemos localizar un bloque delimitado por etiquetas.

<html>
...
...
</html>

El alma del lenguaje HTML son las etiquetas.

Las etiquetas, rodeadas entre los símbolos < y > poseen cada una una significación particular que iremos mostrando en las sucesivas entregas. Arriba vemos, destacada, la etiqueta <html>.

Por lo general, siempre que aparece una etiqueta tiene que existir otra igual más adelante, de modo que entre las dos determinan el bloque sobre el que ejercen su función. Por ejemplo, existe una etiqueta que provoca que el texto se escriba en negrita. Todo el texto que esté comprendido entre la etiqueta de apertura y la de cierre se verá afectado por la etiqueta y, en consecuencia, se mostrará en negrita.

Una etiqueta de cierre presenta una diferencia respecto a la de apertura, y es que después del símbolo < inicial figura una barra inclinada / (la que está sobre el número 7, el slash). Fíjate, en el código de arriba, que la etiqueta <html> se cierra, abajo del todo, con </html>.

Las etiquetas pueden escribirse indistintamente en mayúsculas o minúsculas. No obstante, te recomiendo que lo hagas siempre del segundo modo, como en el ejemplo. Aunque la última especificación de HTML permite el uso de ambas, indistintamente, deberás ser riguroso en el uso de minúsculas si optas por versiones basadas en XML.

La función de la etiqueta <html> es delimitar el principio y el final de todo el código HTML. La abrimos justo al comienzo (después del DTD) y la cerramos al final.

<html>
<head>
...
</head>
<body>
...
</body>
</html>

Dentro del bloque formado por una etiqueta de apertura y otra de cierre pueden existir otros bloques de etiquetas. Observa cómo, dentro de <html></html>, figuran dos bloques independientes, uno determinado por el par de etiquetas <head></head> y otro por el par <body></body>: la cabeza y el cuerpo, respectivamente, de nuestra página HTML.

<head>
<title>Mi primerísima página web</title>
</head>

Una de las funciones de la cabeza es indicar el título de la página. Para hacerlo, insertamos dentro de <head> </head> el par de etiquetas <title></title>. El texto que escribamos entre estas será el título de la página.

<body>
Entre esto y un sitio web completo, no media más que trabajo...
</body>

Dentro del cuerpo de la página aparece el contenido en sí de la misma, como puedes observar.

Hemos presentado la estructura básica de una página web. Fíjate que han sido relativamente muchas líneas para una única que devolverá el navegador. Por eso te dije, en la entrega anterior, que guardases una copia como plantilla. Las páginas que creemos tendrán esa misma estructura básica, y así nos ahorraremos tener que repetir todo el código común.

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 19 de octubre de 2012


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2011/08/html-estructura-basica-de-una-pagina-web/


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Índice completo de artículos relacionados con HTML.

BitBite English #13: by the skin of my teeth

¿Tienen piel los dientes?

Infinitesimalmente poca, por decir algo y no asignarle un cero patatero… Más fina aún que el calibre de un pelo.

by the skin of my teeth; por los pelos

He was lucky, after all, and managed to escape by the skin of his teeth.

Javier Montero

MuseScore #1: Software de notación musical gratuito

Objetivo: presentar MuseScore, excelente editor de partituras de código abierto.

Soy un apasionado del software de calidad y barato. Prácticamente todas las herramientas que utilizo o son gratuitas o cuestan muy poco dinero. En este blog tengo la intención de compartir algunas de ellas que considero pilares de mi productividad y gestión personal.

Si te dedicas seriamente a la música, con mucha probabilidad trabajarás habitualmente con partituras. En el caso de que seas compositor se trata de una absoluta necesidad si quieres proteger tu obra. Mis partituras han tenido que visitar en varias ocasiones las oficinas del registro de la propiedad intelectual; su entrega era requerimiento necesario para poder registrarlas. (*)

El mundo del software de la notación musical siempre ha estado dominado por grandes desarrollos como Finale o Sibelius. Son dos programas excelentes, pero muy caros.

Afortunadamente para los que andamos justos de recursos económicos, existen soluciones brillantes a nuestro alcance.

MuseScore es un software de notación musical bajo licencia GNU/GPL. Esto significa, entre otras cosas, que no tienes que pagar nada para utilizarlo. Pero, además, es de código abierto: detrás hay toda una comunidad de programadores de todo el mundo que con su talento han logrado construir un producto de extraordinaria calidad.

Si eres programador tú también podrías ser uno de ellos y aportar tu granito de arena, del mismo modo que podrías modificar el código fuente para adaptarlo a tus propias necesidades.

Es una aplicación multiplataforma, puedes descargarte versiones para Windows, Linux o Mac. Te invito a que la conozcas.

En las sucesivas entregas iremos desentrañando algunos de los secretos de esta fabulosa herramienta.

Javier Montero Gabarró

(*) Existen plataformas de registro de la propiedad intelectual a través de internet, como Safe Creative, que permiten proteger tu obra musical a partir de una grabación, sin necesidad de trascribirla en una partitura.


MuseScore #1: Software de notación musical gratuito


Fecha de la última revisión: 24 de noviembre de 2012


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