Acuérdate de la leche

Para sacar el mayor rendimiento a nuestro tiempo y ser productivo de un modo divertido y sin estrés, se precisa de una actitud especial, un puñado de técnicas y un buen número de herramientas selectas.

En esta serie de artículos me gustaría compartir con vosotros cuáles son esas actitudes, técnicas (muchas de las cuales las he «inventado» yo mismo, personalizándolas a mi medida), y algunas de las herramientas que me ayudan a ser productivo.

Hoy voy a presentaros una de ellas: Remember the milk (acuérdate de la leche)…

A lo largo del camino, aprendiendo a ser más productivo, he probado de todo. He llegado incluso a suscribirme a servicios web relativamente caros con una implementación excelente de metodologías como GTD, para descubrir pronto que no me facilitaban la flexibilidad necesaria para que los adoptase.

Si una cosa puedo garantizaros que he aprendido durante todo este tiempo es que no hay mejor método que aquel que nos hace ser más productivos, por simple o complejo, común o extravagante que pueda resultar. Tened en cuenta que la productividad es algo fácilmente medible.

Pero los métodos no funcionan eternamente. Nos cansamos de ellos y eso hace decaer nuestra motivación hasta el punto de que ya no obtenemos los mismos resultados. Es en ese precisamente momento cuando debemos plantearnos cambiar de modelo.

Por eso, las mejores herramientas suelen ser las más flexibles, entendiendo por esto no sólo aquellas que mejor podemos adecuar a nuestras necesidades en un momento dado, sino también las que nos permiten transformar los modelos cuando es necesario para tratar de mantener así la motivación en un estado permanentemente alto.

Remember the milk es una herramienta web muy sencilla, pero muy flexible. Casi cualquier metodología de gestión de tareas podemos desarrollarla con ella. Es una de mis favoritas y, además, es gratuita. Hay una opción «Pro» que cuesta 25 dólares (19 euros) al año. Si, con el tiempo, descubrís que os hace ser más productivos, tal vez debáis considerar la sucripción pro. La gran ventaja que tiene hacerlo, además de contribuir a que un programa tan excelente siga siéndolo, es que, si utilizáis dispositivos móviles, podéis sincronizarlos automáticamente con la web si estáis suscritos. Salvo por ese detalle, el 100% de la funcionalidad de la aplicación está disponible en la opción gratuita.

En sucesivos artículos mostraré cómo podemos usar RTM para ser más productivos. Entre, tanto, un consejo: ¡no os olvidéis de la leche!

http://elclubdelautodidacta.es/wp/2011/09/acuerdate-de-la-leche/
Javier Montero

LaTeX – Capítulo 12: Maquetando capítulos

En el capítulo anterior comenzamos la composición de un libro partiendo del contenido del curso de mIRC que estoy publicando en el blog. Vimos cómo crear la primera página, en la que indicábamos el título, el autor y la fecha de creación.

En la sesión de hoy agregaremos los tres primeros capítulos y apreciaremos el modo tan elegante que tiene LaTeX de maquetar, liberándonos de todos los aspectos de diseño (a no ser que voluntariamente deseemos intervenir en ellos).

Observad en primer lugar el pdf con el resultado final.

Fijaos en la numeración de los capítulos y su formato, en el encabezado de la página, la numeración automática, el diseño de los párrafos, los márgenes, organizados de acuerdo a una impresión a doble cara.

¿No es sorprendente?

Para crear el primer capítulo, que tiene por título «Introducción», basta con que introduzcamos el siguiente comando:

\chapter{Introducción}

Pegamos a continuación el contenido del capítulo 1 como texto normal.

Procedemos de igual modo con los capítulos 2 y 3. Tan sólo una observación: al «compilar» el fichero .tex nos aparecerá un error localizado en el punto en el que encuentra el símbolo «#» en el segundo capítulo. Recordemos que ese es un carácter reservado para LaTeX; para poder representarlo correctamente necesitamos «escaparlo» precediéndolo con la barra inclinada: \#.

Aquí tenéis el código fuente. Resulta admirable como algo tan simple es capaz de generar un maquetación tan profesional.

Javier Montero

HTML: Seis niveles de encabezados

ECDA-HTMLObjetivo: mostrar los seis niveles de encabezados que ofrece HTML.

HTML permite seis niveles de encabezados. Para que te hagas una idea de su aspecto, comienza haciendo clic sobre el enlace que contiene el código del capítulo.

Las etiquetas que nos permiten crear encabezados son <h1>, <h2>, <h3>, <h4>, <h5> y <h6>, ordenadas por nivel decreciente de importancia.

El siguiente ejemplo muestra cómo generar un encabezado de máximo nivel:

<h1>Encabezado de nivel 1</h1>

Gracias a los encabezados podemos estructurar nuestros documentos en secciones sin preocuparnos por su aspecto. Por defecto, los navegadores los muestran escritos en negrita, con un tamaño de fuente adecuado para cada nivel de títulos y separados del texto anterior y posterior por una línea en blanco. Más adelante, cuando tratemos las hojas de estilo CSS veremos cómo personalizar su aspecto, en el caso de que no nos satisfaga el diseño por omisión.

Utiliza los seis niveles de encabezados de un modo coherente: recuerda que el de mayor importancia es H1 y el de menor H6. No queda muy estético, por ejemplo, usar un H2 para el nivel principal y un H1 para los secundarios.

<!DOCTYPE html>
<html>
<head>
<title>Seis niveles de encabezados</title>
</head>
<body>
<h1>Encabezado de nivel 1</h1>
<h2>Encabezado de nivel 2</h2>
<h3>Encabezado de nivel 3</h3>
<h4>Encabezado de nivel 4</h4>
<h5>Encabezado de nivel 5</h5>
<h6>Encabezado de nivel 6</h6>
<p>Y este es el texto normal.</p>
</body>
</html>

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 23 de diciembre de 2012


HTML: Seis niveles de encabezados


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos relacionados con HTML.

MuseScore #6: Primera escritura en el pentagrama

Ha llegado el momento de que introduzcamos las primeras notas en nuestra partitura. Empezaremos practicando técnicas muy básicas que gradualmente iremos aumentando en complejidad a medida que vayamos dominándolas.

El fichero con el que trabajaremos hoy es el que cerró el capítulo 4. Si no disponéis de él, podéis descargarlo directamente aquí.

Vamos a aprender a escribir notas utilizando el ratón. Lo primero que debemos comprobar es que la barra de introducción de notas está visible.

Si no lo está, recordad que la hacemos aparecer pulsando con el botón derecho en cualquier zona de alguna barra marcando Introducir Notas. También encontramos esa opción en el menú Mostrar — Introducir Nota. Tan sólo cambia que en un caso «nota» aparece en singular y en el otro en plural (aunque no deja de ser una insignificancia, quizás no vendría mal corregirlo en la próxima versión del programa en español).

El primer botón de la barra, que representa a una N mayúscula habilita o deshabilita el modo de introducción de notas. Debe estar pulsado para que podamos empezar a escribir notas en el pentagrama. Hacemos clic sobre él para activar la edición.

Seleccionamos, a continuación, el símbolo que representa a una redonda. Vamos a insertarla en el primer compás como nota C3 en el pentagrama en clave de Fa (estoy considerando que el Do central es el C4).

Antes de que hagáis clic en ninguna parte del pentagrama quiero que apreciéis un par de detalles importantes.

El cursor del ratón ha cambiado de forma después de activar el modo de introducción; ahora representa a una flecha apuntando hacia arriba. Observad también la presencia también de un nuevo cursor en forma de barra azul, al comienzo del compás, y que cruza el pentagrama.

Colocad ahora el cursor del ratón a la altura del C3 y desplazadlo lentamente hacia arriba y abajo. Observaréis como, junto al cursor, está la forma de la nota redonda y cómo se «encaja» adecuadamente en una línea o en un espacio conforme os movéis verticalmente.

Desplazad muy lentamente el ratón en sentido horizontal hacia el segundo compás. Observad que el símbolo de redonda no nos está siguiendo. Aparece anclado bajo el silencio del primer compás y hasta que no nos posicionamos bajo el segundo silencio no se desplaza.

Esto es importante. Las notas no se dibujan en el punto donde está el ratón exactamente, sino en aquellos en los que va quedando anclada la figura de la nota que acompaña al cursor, tanto en vertical como en horizontal.

Ahora sí, situaos sobre el primer compás en clave de Fa y «soltad» una redonda sobre el espacio del Do 3.

El segundo compás lo llenaremos con dos notas blancas. Haced clic en la barra de introducción de notas sobre el símbolo de nota blanca.

Soltad una nota blanca en el segundo compás que corresponda al Re continuación del Do anterior. Una vez hecho esto fijaos como, además, el silencio de redonda se cambia automáticamente por uno de blanca, de modo que no se altera la cuadratura del compás.

Haced caso omiso, por ahora, al cursor vertical azul que cruza el pentagrama. Hablaremos de él a su debido momento.

Antes de escribir la nota Mi, quiero que volváis a pasear el ratón a lo largo del segundo compás en sentido horizontal. Observad como ahora aparecen dos puntos de anclaje: uno en el Re ya dibujado y otro en el silencio de blanca. El primero lo utilizaríamos para dibujar un acorde, agregando notas sobre las ya existentes.

Dibujad ya la nota Mi a continuación del último Re.

El tercer compás lo llenaremos de cuatro negras. Haced clic en su símbolo en la barra de introducción de notas.

Colocad la nota Fa.

Antes de pintar el Sol, apreciad nuevamente los cambios: el silencio de redonda se ha reajustado por uno de negra más otro de blanca y ahora aparecen tres puntos de anclaje: en la nota anterior, en el silencio de negra y en el silencio de blanca. Si hiciéramos clic en el primero, crearíamos un acorde, en el segundo escribiríamos una nota a continuación de la anterior (que es lo que vamos a hacer), mientras que en el tercero respetaríamos el silencio de negra y se agregaría la nota justo a continuación de él.

Completad el compás con las notas negras Sol, La y Si.

El cuarto compás lo llenaremos completamente de corcheas, partiendo del C4 en la primera línea auxiliar de la clave de Sol, hasta el C3 en el tercer espacio.

El quinto lo completamos con 16 semicorcheas. Empezamos nuevamente repitiendo el Do en el tercer espacio, ascendiendo hasta el C2, repitiéndolo y descendiendo finalmente hasta el C3.

Si en algún momento os equivocáis de posición introduciendo alguna nota, deshaced la entrada con Ctrl-Z. En el próximo capítulo introduciremos nuevas formas de edición que permitirán subsanar los errores de un modo sencillo, pero, de momento limitaos a la función Deshacer.

Para finalizar, vamos a eliminar todos los compases restantes.

Desactivamos el modo de introducción de notas pulsando sobre la N al comienzo de la barra.

Para eliminar los compases que sobran debemos seleccionarlos, en primer lugar. Comencemos seleccionando el primer compás que borraremos. Para ello, basta con hacer clic en algún punto entre medias del compás debajo del silencio de redonda. Observemos como aparece un marco cuadrado.

Con la tecla Shift pulsada, repetimos la misma operación sobre el último compás. Se seleccionarán automáticamente también todos los que están comprendidos entre medias.

Eliminamos todos esos compases pulsando la tecla Ctrl y, sin soltarla, la tecla Suprimir.

MuseScore se percata de que el final de la partitura ha cambiado y reajusta la doble barra automáticamente tras el último.

El resultado final del trabajo de hoy está disponible en el fichero MuseScore-6.mscz.

Familiarizaos con los conceptos mostrados en este artículo. En el siguiente descubriremos nuevos recursos para la edición de las notas en el pentagrama.

Javier Montero

Calzándome las zapatillas de nuevo

Tras más de un mes sin correr a consecuencia de una lesión en el pie derecho, me he animado, al fin, a calzarme las zapatillas y a echarme a la calle.

Admito que fue una insensatez correr 21 Km cuando el cuerpo sólo estaba acostumbrado a tiradas máximas de 10 Km, pero, a pesar de todo, tengo la convicción de que estaba perfectamente preparado para superarlo sin traumas. Estoy seguro de que el detonante de todo fue una plantilla mal diseñada que, desde el primer día, me estuvo molestando.

Sea lo que fuere he vuelto a comenzar de cero con ilusión. Muy poco a poco, sin prisa alguna, muy pendiente de todas las sensaciones.

Comencé el jueves probándome 5 minutos a un ritmo muy lento. El viernes estuve algo más, hasta completar un kilómetro. El sábado descansé y hoy he corrido durante 10 minutos sin molestias.

El pie no está del todo recuperado, pero creo que ya está en condiciones suficientes para soportar pequeñas cargas que gradualmente iré incrementando.

¡Cómo lo echaba de menos!

No tengo la sensación de haber perdido fondo. No he abandonado el ejercicio físico durante este tiempo; si no podía correr, al menos contaba con la elíptica u otras máquinas similares.

Han sido sólo diez minutos, pero ¡cuánto los he disfrutado! Tras mucho tiempo sin correr, poder hacerlo, aunque fuera tan sumamente poco, es toda una bendición.

Es lo que tiene este deporte: se puede disfrutar tanto si corres mucho como si no, si lo haces rápido o lento. No hay otro igual.

La gran incógnita ahora es qué haré con la Nocturna del Guadalquivir, que se celebrará el 30 de septiembre y en la cual estoy inscrito.

Me gustaría tanto correrla. Pero no sé si debería. El plan de incremento paulatino de carga pretendía prolongarlo lo suficiente para evitar una recaída.

Veremos cómo transcurren las cosas.

Javier Montero

Python – Capítulo 19: Agregando elementos a una lista

Hasta ahora hemos trabajado con listas en las que su longitud se ha mantenido constante desde su creación. En el capítulo de hoy veremos cómo agregar dinámicamente nuevos elementos.

Arranquemos Python IDLE o el intérprete interactivo.

Vamos a crear una lista que emplearemos para gestionar la lista de espera de un vuelo de la compañía Python Airlines.

>>> lista_espera = ['Luis Luisero', 'Pedro Pedrete', 'Javier Javiercín', 'Rosa Rosae']

Si quedan vacantes, Luis será el primero con derecho a ocupar una plaza, seguido de Pedro. Rosa lo va a tener algo más difícil, pues está la última en la cola.

Llega una nueva usuaria, Marta Martínez, y se le informa que debe permanecer en lista de espera, pero que aún tiene a cuatro personas por delante.

Para inscribirla, ejecutamos el siguiente comando:

>>> lista_espera.append('Marta Martínez')

El método append agrega un elemento a una lista en última posición.

Un poco de terminología. Un método es una especie de función que actúa sobre un objeto determinado. En este caso, el método append está acuando sobre lista_espera. El nombre del objeto y el método aparecen separados por un punto.

Comprobemos que ha cumplido con su cometido:

>>> lista_espera
['Luis Luisero', 'Pedro Pedrete', 'Javier Javiercín', 'Rosa Rosae', 'Marta Martínez']

Pero lo va a tener realmente complicado. Al parecer hay rumores de que sólo habrá tres vacantes, aunque no se pierde nada por intentarlo.

De repente llega al mostrador de facturación una conocida del piloto. La meterán en lista de espera, para ser discretos, pero en una posición que asegure que cogerá el avión.

Debemos asegurarnos que esté la tercera en la cola.

Podemos agregar un elemento a una lista en la posición que deseemos aplicando el método insert, facilitando como parámetro adicional el índice en el que quedará ubicado. El elemento que estaba situado en esa posición se desplazará un puesto hacia la derecha.

Puesto que va a ser el tercer elemento, su índice es dos. Recordemos que el primer elemento de una lista tiene por índice cero.

>>> lista_espera.insert(2, 'Helen Chufada')

Veamos qué ha pasado:

>>> lista_espera
['Luis Luisero', 'Pedro Pedrete', 'Helen Chufada', 'Javier Javiercín', 'Rosa Rosae',
 'Marta Martínez']

Volar volará, pero no hay derecho…

Javier Montero

BitBite English #26: What do we call…?

What do we call a person whose profession is the care and treatment of the teeth?

A dentist.

What do we call the central or most important part of something?

The core.

What do we call…? ¿Cómo llamamos a …?

A joke:

What do you call a fish without an eye?

Answer: Fsh

(‘eye’ se pronuncia ‘ai’, igual que la letra «i»)

Javier Montero

Protegiendo la escritura de código

Los programadores que utilizamos WordPress para mostrar código nos las vemos y deseamos para que nuestras líneas de programa queden medio decentes a la hora de ser presentadas en el blog.

Un lenguaje de programación como Python utiliza las indentaciones para establecer correctamente los límites de los bloques. Si pegamos el código directamente en el editor HTML de WordPress y previsualizamos el resultado observaremos que todo el espaciado extra ha sido eliminado. Podemos recurrir a etiquetas como <pre> … </pre>, que harán su mejor esfuerzo por mantenernos el formato, pero aún así no tenemos la certeza de que WordPress o algún plugin que tengamos instalado modifique su contenido.

Publicar los artículos del curso de HTML también ha sido truculento. No podía recurrir al editor HTML porque interpretaría las etiquetas. Pegando el código en el editor visual conseguía respetarlas, pero debía ser muy cuidadoso cada vez que conmutaba editores y asegurarme de que no se obtenían resultados imprevistos después de haber enmarcado el texto en un bloque <code> para visualizarlo con una fuente de espaciado fijo.

Finalmente, opté por deshabilitar el editor visual (algo que debía haber hecho desde el primer momento) y escribir los códigos especiales HTML directamente recurriendo a su código de entidad, lo cual convertía el trabajo en una labor de chinos, pero así me aseguraba de que no iban a producirse sorpresas después.

En resumen, la presentación de código fuente en un blog era toda una odisea chapucera.

Afortunadamente existen soluciones inteligentes en forma de plugin que nos ayudan a que nuestro código aparezca inmaculado. Voy a hablaros de una que he adoptado yo y en breve activaré en el blog: el plugin Preserve Code Formatting, de Scott Reilly (alias coffee2code).

Su funcionamiento es muy sencillo: todo lo que escribamos dentro de <code> y de <pre> ( o en otras etiquetas que también podemos especificar) quedará protegido y no será transformado ni por WordPress ni por otros plugins.

El lugar perfecto para nuestros bloques de código.

Tengo el plugin instalado pendiente de activación. En cuanto lo haga, todos los trucos que he tenido que hacer para mostrar el código en series como la de Python o HTML se volverán contra mí y los programas aparecerán descabalados.

Uno a uno deberé corregir cada artículo teniendo en cuenta las nuevas normas de preservación de código. Pero es algo que debo hacer ya y cuanto más tarde en demorarlo más trabajo me supondrá después.

Javier Montero

BitBite English #25: What with one thing and another

It was a long day yesterday…

I woke up early in the morning and went to bed late at night. It was a very intense day.

What with one thing and another, I didn’t have time to write in the blog.

What with one thing and another…, Entre una cosa y otra

Such is life. I’m sorry.

Javier Montero

Localización de las notas en el mástil de la guitarra

Objetivo: aprender a identificar cualquier nota en el mástil de la guitarra.

Todo músico debe saber qué notas está tocando si pretende comprender y dominar su instrumento. Si el mástil de una guitarra aún te parece una zona misteriosa, impenetrable y oscura, ya es hora de que comiences a iluminarlo.

Como requisitos previos, para poder entender lo que aquí se dice, tienes que saber nombrar las notas en un piano y conocer los conceptos de tono y semitono. Todo esto está ya explicado en los siguientes artículos:

Las notas musicales: las teclas blancas
Las notas musicales: las teclas negras
Tonos y semitonos

Hay que pensar en una guitarra como si fueran seis pianos, uno por cada cuerda. Si la colocamos en posición horizontal, con el clavijero a nuestra izquierda y el puente a la derecha, comprenderemos mejor esta analogía.

Centremos la atención en una cuerda cualquiera de la guitarra. En el piano, cada vez que nos desplazamos una tecla a la derecha (incluyendo la totalidad de las teclas blancas y negras) obtenemos un sonido un semitono más agudo. Lo mismo sucede con la guitarra: cada vez que nos desplazamos un traste a la derecha (en esta visión horizontal), acercándonos al puente, obtenemos una nota un semitono más alta. La única diferencia es que no hay «trastes negros» ni «trastes blancos», todos son iguales (salvo por el hecho de que se van estrechando conforme nos vamos acercando al puente), por lo que, al contrario de lo que sucede en un piano, no tenemos una referencia visual e inmediata que nos diga si una nota es natural o alterada.

Para poder poner nombre a la nota que sonaría en un traste determinado hace falta conocer, previamente, qué notas son las que suenan cuando la guitarra se toca al aire, es decir, sin poner el dedo sobre ningún traste. Esto es lo que se conoce como afinación de la guitarra.

Existen muchas afinaciones que se utilizan en la guitarra. La más común, es sin lugar a dudas, aquella que al aire hace sonar las notas siguientes:

MI – LA – RE – SOL – SI – MI

o, en notación anglosajona:

E – A – D – G – B – E

Estas notas están indicadas partiendo de la sexta cuerda (la más grave). Es decir, la sexta cuerda al aire debe dar un MI, la quinta un LA, la cuarta un RE, la tercera un SOL, la segunda un SI y la primera un MI (como en la sexta). Memoriza esa secuencia y apréndete cómo suena esa melodía; cuando la tengas bien grabada en tu cabeza, un simple rasgueo lento al aire te indicará qué cuerdas están desafinadas.

La mejor forma de afinar una guitarra para obtener notas lo más precisas posibles es mediante la utilización de un afinador electrónico. Acostúmbrate a afinar siempre la guitarra antes de tocar. No sólo sonará mejor, sino que además estarás educando tu oído. Eso hará que, con la práctica, te hagas menos dependiente del afinador y puedas afinar el instrumento sin necesitarlo. No toques nunca con la guitarra desafinada.

Conociendo ya la afinación, localizar las notas en el mástil no es más que ir contando, al igual que hacíamos en el piano.

Por ejemplo, consideremos la sexta cuerda, la más grave. Sabemos que, al aire, debe dar la nota MI.

¿Que nota está, entonces, asociada al primer traste?

Cada traste que vamos acercándonos al puente, alejándonos del clavijero, estamos incrementando un semitono.

¿Qué nota hay, entonces, un semitono después de MI?

Ya sabes que la respuesta es FA. Recuerda que entre MI y FA, al igual que entre SI y DO, no hay más que un semitono (es decir, no hay una tecla negra entre medias en el piano).

Por lo tanto, la sexta cuerda, pulsada en el primer traste, nos da la nota FA.

¿Y en el segundo?

Un semitono más, es decir Fa sostenido (F#) que, como sabéis, es equivalente a Sol bemol (Gb).

Si proseguimos así:

– en el tercer traste: Sol
– en el cuarto: Sol sostenido (o La bemol)
– en el quinto: La

y así sucesivamente.

Comienza practicando la cuenta así, semitono a semitono. Cuando seas capaz de hacerlo con agilidad, podrás contar de dos en dos, es decir, tono a tono. Vuelvo a recordarte, aunque resulte pesado, que entre dos notas naturales cualesquiera hay siempre un tono, a excepción de entre MI y FA y entre SI y DO, en las que la distancia es de un semitono.

Vamos a aplicar esto al siguiente problema:

En la quinta cuerda, ¿dónde se localiza la nota SOL?

Lo primero es recordar qué nota suena al aire en la quinta cuerda: LA.

Contemos ahora de dos en dos:

Segundo traste: SI

¡Ojo ahora! Hay que contar sólo uno, porque entre SI y DO sólo hay un semitono.

Tercer traste: DO

Volvemos a contar dos:

Quinto traste: RE

Séptimo traste: MI

Contamos nuevamente uno ahora, pues entre MI y FA sólo hay un semitono.

Octavo traste: FA

Finalmente, contando dos, llegamos a la nota buscada:

Décimo traste: SOL

Otro truco al que puedes recurrir parte de la observación de que, en el traste 12, vuelven a obtenerse las mismas notas que sonaban al aire. Es decir, en el traste 12 se localizan, nuevamente, las notas MI – LA – RE – SOL – SI – MI.

Nos puede convenir, según la proximidad de la nota buscada, contar hacia atrás desde el traste 12. Es el caso del ejemplo anterior:

Quinta cuerda en el traste 12: LA

Cuento ahora dos semitonos hacia atrás:

Traste 10: SOL

Dominar la nomenclatura de las notas en todo el mástil te ayudará a progresar increiblemente como guitarrista. Cuanto antes lo hagas, mejor. Ahora empezarás contando, pero poco a poco se irán reteniendo en la memoria y de un sólo vistazo sabrás perfectamente su nombre.

Te recomiendo que la memorización la practiques gradualmente. Comienza sólo con las notas naturales (las notas alteradas estarán simplemente un semitono antes o después) y en una pequeña región de la guitarra. Por ejemplo, domina las notas naturales presentes hasta el traste tres. Cuando lo hayas logradp, amplia hasta el traste 5, y así sucesivamente.

Una última cosa: recuerda que la guitarra sigue más allá del traste 12. Conozco a mucha gente que se pierde pasada esa línea. Memoriza el mástil al completo.

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 1 de diciembre de 2012


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2011/09/localizacion-de-las-notas-en-el-mastil-de-la-guitarra/


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


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