MuseScore #15: Signos de repetición: los dos puntos

Ya conocemos las técnicas más básicas de edición: sabemos dibujar notas, escribir alteraciones sobre ellas, agruparlas en tresillos o prolongarlas con puntillos o ligaduras. Pero sólo es necesario echar un vistazo a cualquier partitura para reconocer que aún nos queda mucho camino por recorrer: hay mucho más que notas en ellas.

En el artículo de hoy comenzaremos a tratar los signos de repetición, empezando por el más básico de ellos: los dos puntos.

Supongamos que queremos escribir algo como esto:

En el primer compás tenemos los dos puntos de inicio de repetición y en el segundo los de terminación.

A diferencia de otros signos de repetición, los dos puntos debemos buscarlos en la paleta que gestiona los diferentes tipos de líneas de compás. Haz clic, en la paleta, sobre la sección líneas de compás.

Voy a explicarte dos maneras de colocar los dos puntos. Como tenemos que cambiar dos barras, podemos practicar una técnica con cada una de ellas.

Vamos a situar los dos primeros puntos de inicio de repetición. Ya sabes cómo seleccionar las notas, sólo tienes que hacer clic sobre ellas. Pero quizás no sepas que también puedes seleccionar otros elementos, como la barra de separación de compases. Haz clic sobre la pequeña barra sobre la que vamos a situar los dos puntos. Te aparecerá destacada en azul.

A continuación haz doble clic, en la paleta, sobre el símbolo de inicio de repetición. Automáticamente, la barra que hemos seleccionado se cambiará por otra con los dos puntos iniciales.

Probaremos la segunda técnica en el fin de repetición. Esta vez no necesitas seleccionar nada previamente.

Arrastra cuidadosamente el símbolo de fin de repetición hasta el segundo compás. No sueltes aún. Quiero que observes que el compás se destaca en gris. Pero fíjate que si con la punta del ratón tocas la cabeza de una nota, desaparece la selección en gris y lo que se selecciona es la nota, destacándola en rojo. Asegúrate de que, antes de soltar el ratón, está el compás seleccionado en gris, y no la nota. Una vez sueltes, el símbolo de repetición se coloca automáticamente al final del compás, como es de esperar. Si lo que hubiéramos arrastrado hubiese sido el símbolo de inicio, en vez del de fin, se habría situado automáticamente al comienzo.

Si en vez de estar el compás en gris, hubiésemos tenido una nota seleccionada en rojo, el símbolo de repetición habría aparecido precediéndola y no al final del compás. Desde luego, con un poco de puntería, también podrías haber acercado el ratón hasta la misma barra de separación hasta que se seleccionara en rojo y, entonces, soltar el ratón, pero te aseguro que tardarás más.

En ocasiones te encontrarás con dos puntos que terminan una repetición seguidos, a continuación, por otros dos que comienzan una nueva. En ese caso, puedes aplicar dos veces lo aquí explicado, una para cerrar y otra para abrir, pero existe un método más rapido. Observa, en la paleta, que además de los símbolos de inicio y fin de repetición, existe un tercero que contiene ambos en uno. Colócalo como ya sabes y habrás matado dos pájaros de un tiro.

Si quieres suprimir un signo de repetición, simplemente selecciónalo y haz doble clic, en la paleta, sobre el símbolo que representa una barra simple.

Javier Montero


MuseScore #15: Signos de repetición: los dos puntos


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MuseScore #14: Agregando intervalos

MuseScore incorpora un mecanismo que facilita la introducción rápida de armonías. Podemos agregar intervalos directamente sobre una nota determinada: la aplicación se ocupará de calcular la altura final por nosotros.

Arranca MuseScore y practica las siguientes técnicas…

Agregando intervalos ascendentes

Comenzamos seleccionando la nota sobre la que vamos a añadir el intervalo armónico, de modo que aparezca con la cabeza azul.

A continuación pulsamos la tecla Alt seguida del número que representa a la amplitud del intervalo. Por ejemplo:

Alt-2: Intervalo de segunda ascendente
Alt-3: Intervalo de tercera ascendente

Y así sucesivamente hasta el intervalo de novena con Alt-9.

Los intervalos son diatónicos

Es importante entender que los intervalos se agregarán diatónicamente. Es decir, la nota destino formará parte de la tonalidad definida en la armadura. Así pues, por ejemplo, en una armadura sin alteraciones, una tercera sobre un Do será una tercera mayor, mientras que sobre un Re será menor.

Si necesitáramos modificar la cualidad del intervalo bastaría con, una vez agregado, pulsar las teclas flecha arriba o flecha abajo para subir o disminuir la nota un semitono.

Por ejemplo, si en el ejemplo anterior, con la armadura sin alteraciones, si sobre el Do quisiéramos construir una tercera menor, habría que pulsar Alt-3 (obteniendo, en este caso, una tercera mayor) y a continuación pulsaríamos flecha abajo para que el Mi apareciese bemol.

Si sobre el Re quisiéramos una tercera mayor, en cambio, pulsaríamos Alt-3 (obteniendo una tercera menor), seguido de flecha arriba para transformar Fa en Fa#.

Agregando intervalos descendentes

Para agregar un intervalo descendente, usamos la tecla Shift seguida del número que represente al intervalo.

Shift-2: Intervalo de segunda descendente
Shift-3: Intervalo de tercera descendente

Y así sucesivamente hasta la novena descendente con Shift-9.

Agregando varios intervalos

Cuando agregamos sobre una nota un intervalo, la selección se cambia a la última nota escrita. De este modo, supongamos, por ejemplo, que deseamos construir el acorde Fa séptima mayor (Fmaj7) en la tonalidad de Do mayor. Comenzamos insertando la nota Fa (o seleccionándola si ya existía) y pulsamos Alt-3 tres veces seguidas. Agregando tres terceras iríamos obteniendo, sucesivamente, la tercera, la quinta y la septima del acorde.

Practica esta técnica hasta dominarla. Con la experiencia te irás dando cuenta de que la introducción de notas usando el teclado es bastante más ágil que con el ratón.

Javier Montero


MuseScore #14: Agregando intervalos


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MuseScore #13: Tresillos para el salón

No, no hablaremos aquí de mobiliario, descuida.

Continuando con los conceptos básicos de introducción de notas, ha llegado el momento de aprender a escribir tresillos.

Me viene a la cabeza, por ejemplo, esta melodía:

Se trata del comienzo de The fool on the hill (el tonto de la colina), el famoso tema de The Beatles, en Do mayor.

El tresillo de corcheas del primer compás es muy fácil de escribir, como verás a continuación.

Lo primero que debes preguntarte es cuál es la duración del tresillo completo. Puesto que, en el ejemplo, estamos ante un tresillo de corcheas, su duración real es dos veces este valor, es decir una negra.

A continuación, selecciona en la barra de introducción de notas esta figura, la negra (o bien, como ya sabes, pulsa la tecla 5). Asegúrate de que está activado el modo de introducción y no el de selección (la letra N de la barra debe aparecer «pulsada»).

Una vez seleccionada la figura correspondiente a la duración total del tresillo, desplegamos el menú Notas | Grupos irregulares y elegimos el Tresillo. Fíjate que aparece también el atajo de teclado para realizar esto mismo, que es Control – 3.

Esto provoca que nos aparezca ya el esqueleto del tresillo, pero en silencios. Tan sólo falta que lo sobreescribamos con las notas adecuadas. Observa que en la barra se ha seleccionado ya automáticamente la figura de corchea. Si fuera necesario, podríamos cambiar ese valor (por ejemplo, para escribir un tresillo que agrupase una negra con una corchea).

En modo selección el funcionamiento es algo diferente. En este caso, al pulsar Ctrl – 3 se creará el tresillo, pero fragmentando la nota sobre la que está la selección. Por ejemplo, si tenemos seleccionada una nota blanca, se nos creará un tresillo de negras en su lugar. La primera nota del tresillo mantendrá la misma altura; las dos restantes serán silencios que podremos sobreescribir.

Sencillo el tresillo, ¿no?

Day after day, como diría el tresillo de la canción, vamos desentrañando MuseScore. Hasta la próxima.

Javier Montero


MuseScore #13: Tresillos para el salón


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MuseScore #12: Ligaduras de valor

Ha llegado el momento de aprender a introducir ligaduras de valor, también conocidas como de unión o rítmicas. En MuseScore es una tarea muy sencilla, como veremos a continuación.

Como ejercicio, vamos a escribir el siguiente fragmento:

Las ligaduras podemos insertarlas estando en modo de selección o en modo de introducción de notas (recuerda que podemos conmutar entre ambos modos pulsando sobre el botón con una N en la barra de introducción de notas o bien pulsando la tecla N directamente en el teclado). Mostraremos cómo se hace de ambas maneras.

La forma más sencilla de proceder es comenzar introduciendo las notas como si no existieran ligaduras. Activamos el modo de introducción y generamos la siguiente entrada:

A estas alturas esto no debe suponernos ningún problema.

A continuación abandonamos el modo de introducción de notas pulsando la tecla N o haciendo clic sobre la N de la barra. De esta forma, entramos en el modo de selección.

Seleccionamos, haciendo clic sobre ella, la nota más a la izquierda de las dos que queremos ligar. Se pondrá de color azul. Pulsamos ahora sobre el icono , presente en la barra de introducción.

También podríamos haberlo hecho con el teclado pulsando la tecla + (el símbolo de la suma).

Repite la operación con las restantes hasta completar el ejercicio.

Observa como el arco de la ligadura aparece automáticamente orientado correctamente, uniendo las cabezas de las notas en el sentido contrario a las plicas.

Vamos a repetir la actividad, pero esta vez insertando las ligaduras sobre la marcha sin abandonar el modo de introducción de notas.

Introduzcamos las dos primeras notas, el Do y el Sol. Hacemos ahora clic sobre el icono de ligadura o bien pulsamos la tecla +. Aparece automáticamente la ligadura creada, sin necesidad de introducir la siguiente nota. Sin embargo, esto no no nos sirve del todo, pues debemos ligar sobre una corchea, y la nueva nota aparecida es una negra.

Vamos a aprovechar esta circunstancia para aprender a cambiar el valor de una nota existente desde el modo de introducción. Disponemos de dos teclas mágicas: la W sustituye la nota por otra del doble de duración; la Q por otra de mitad de valor.

Puesto que queremos una corchea, pulsamos una vez la tecla Q. La ligadura aparecerá ya correctamente, uniendo el sol en negra con otro sol en corchea.

Seguimos introduciendo notas: Mi y Do. Pulsamos la tecla + para crear la nueva ligadura. Comprobamos que automáticamente, aparece un nuevo Do, ligado al anterior, en el primer tiempo del segundo compás. Puesto que la duración es la correcta no es necesario ningún reajuste adicional.

Prosigamos introduciendo notas hasta el final. La última ligadura une una negra con una redonda, con lo que habrá que pulsar, una vez creada, la tecla W dos veces para transformar la figura de negra en redonda.

Para cerrar este tema, vamos a aprender cómo eliminar las ligaduras: estando en modo selección, hacemos clic sobre el arco que une las notas ligadas, resaltándolas en azul, y pulsamos la tecla Supr. La ligadura desaparecerá y, con ella, este artículo…

Javier Montero


MuseScore #12: Ligaduras de valor


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MuseScore #11: Armonizando con el ratón y el teclado

En el ejercicio del artículo anterior escribimos la melodía de «Cumpleaños feliz» para practicar la entrada en anacrusa y un compás y armadura distintos de los que se establecen por defecto. Vamos ahora a ilustrar sobre ella las técnicas básicas de armonización empleando ratón y el teclado.

Nuestro trabajo parte del fichero musescore-10.mscz.

No vamos a complicarnos la vida armonizando: introduciremos, en el pentagrama inferior, los acordes I, IV y V, según correspondan, en su forma de triada básica.

Podemos ver el resultado que pretendemos en el archivo musescore-11.mscz. Abridlo para que os sirva de guía para la práctica.

Vamos a practicar la armonización con el ratón en los cuatro primeros compases. Los cuatro últimos los terminaremos utilizando el teclado.

En el primer compás (el siguiente a la anacrusa) vamos a escribir un acorde de Fa mayor en los tiempos 1 y 3. Para ello, activamos la introducción de notas pulsando sobre la N en la barra de introducción de notas y elegimos la figura correspondiente a una blanca.

Hacemos clic sobre el pentagrama inferior a la altura de la nota Fa sobre la cuarta línea, con lo cual introducimos la fundamental del acorde.

Para agregar más notas por encima o por debajo de una existente basta con hacer clic en la nota deseada manteniendo la misma vertical. Hacemos clic una tercera más arriba para introducir la nota La y otra tercera más para escribir un Do.

Repetid la maniobra en el tercer tiempo, esta vez eligiendo una figura de negra.

El segundo compás lo armonizaremos con la triada de Do mayor abarcando todo el compás. Puesto que estamos en un 3×4, su duración será una blanca con puntillo.

Es muy sencilla la escritura del puntillo: en la barra de introducción de notas, además de pulsar sobre la figura de la blanca, pulsamos también sobre el puntillo que hay más a la derecha.

Observad cómo, en el gráfico, aparecen hundidos los botones de la blanca y el puntillo simultáneamente.

Elegida la figura correctamente, procedemos tal como explicamos en el compás primero.

Proseguid hasta completar los cuatro primeros compases. A partir del quinto cambiaremos de técnica y haremos lo mismo usando el teclado.

Lo primero que debéis aprender es a manejar la barra de introducción de notas.

Pulsad la tecla N varias veces y comprobad cómo ese gesto activa y desactiva la introducción de notas. Además, cuando está activado podéis ver que nos aparece un cursor de inserción azul sobre el pentagrama. Si no estuviera ubicado en el sitio adecuado, podéis desplazarlo hacia la izquierda o derecha empleando las flechas del teclado.

A continuación, probad a pulsar los números del 1 al 9 y fijaos como cada uno está asociado a una figura en la barra de introducción de notas. El número 1 corresponde a la que está más a la izquierda (semifusa) y el nueve a la última (longa).

La duración de las notas, por lo tanto, es mayor cuanto mayor es el número del teclado. Memorizad que la negra, figura más común, es el número 5. Si deseamos una blanca hemos de pulsar, por lo tanto, el 6. Si queremos una corchea, el 4.

Ahora pulsad sobre el punto (.) del teclado y observad cómo se selecciona el puntillo. Si volvéis a pulsarlo se deselecciona.

Para el quinto compás necesitamos, nuevamente, un Fa mayor en blanca con puntillo.

Con el cursor y la figura seleccionados, pulsamos sobre la tecla F para introducir la nota Fa. Recordemos que sabemos qué tecla pulsar utilizando la notación anglosajona.

Si el Fa introducido de este modo no está en la octava adecuada, con la tecla Control pulsada, pulsamos sobre la flecha hacia arriba o hacia abajo para modificar la ubicación de la nota en saltos de una octava.

Ahora debemos escribir sobre ella dos terceras: las notas La (A) y Do (C). No nos sirve pulsar directamente las teclas A y C, pues eso escribiría en el siguiente tiempo y las notas han de estar en la vertical formando un acorde.

Pulsamos la tecla Shift y, sin soltarla, tecleamos la A y la C. Nuestro Fa mayor habrá quedado perfectamente ubicado.

Completad lo que resta de partitura usando el teclado. Al principio cuesta un poco habituarse hasta que se coge soltura, pero una vez dominada la técnica suele ser un método más rápido que con el ratón.

En el penúltimo compás he escrito el acorde de séptima (C7) para enfatizar la resolución a Fa mayor en el octavo.

Para poner la guinda a nuestra partitura escribiremos un calderón sobre el Re del sexto compás, donde la canción pronuncia la sílaba -DOS en la frase «te deseamos to-dos», para indicar que dejamos en suspenso la música hasta que deseemos continuar cantando.

A la izquierda de la pantalla disponemos de una flamante colección de símbolos organizados en paletas. Hacemos clic sobre Articulaciones y ornamentos para que se despliegue la paleta que contiene nuestro calderón.

Voy a enseñaros dos formas de introducirlo:

Seleccionamos la nota Re sobre la que queremos ubicar el calderón. Para ello, aseguraos primero de que el modo de introducción de notas esté desactivado (la N de la barra no aparezca hundida) y pulsad a continuación sobre la cabeza de la nota. Se destacará pintándose en azul.

Haced ahora doble clic sobre el símbolo del calderón para que aparezca en la partitura justo sobre la nota seleccionada.

La otra forma de operar es muy sencilla también. No es necesario seleccionar ninguna nota; funciona incluso aunque el modo de introducción de notas esté activo. Basta con arrastrar el símbolo del calderón desde la paleta, sin levantar el ratón y soltarlo justo en la cabeza de la nota objetivo, que aparecerá destacada en rojo cuando el ratón esté sobre ella.

Practicad todas las técnicas descritas aquí para familiarizaros con ellas. Teniéndolas en la punta de los dedos la edición de cualquier partitura será una tarea ágil.

Javier Montero


MuseScore #11: Armonizando con el ratón y el teclado


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MuseScore #10: Armadura, indicación de compás y anacrusa

En el capítulo de hoy crearemos una partitura desde el asistente con parámetros diferentes a los que se configuran por defecto. Estos son:

– Armadura sin alteraciones
– Compás de 4 x 4
– Comienzo sin anacrusa

Para ilustrar esta práctica desarrollaremos la melodía de Cumpleaños feliz en la tonalidad de Fa Mayor, que presenta un ritmo de 3 x 4 y una entrada en anacrusa, encajando perfectamente en lo que buscamos.

Comencemos creando, desde el asistente, una partitura de piano. Si ya disponéis de una plantilla para ese instrumento ahora es el momento de utilizarla.

Aunque vamos a escribir una línea melódica unicamente sobre el pentagrama de Sol, necesitaremos también el de Fa para armonizar con acordes la melodía en el próximo artículo de esta serie.

Fijémonos en el acento inicial del tema:

cum-ple-A-ños-

Claramente, la sílaba destacada marca el inicio fuerte. Las dos sílabas primeras suceden en un compás anterior. Esto, en principio, podríamos tratarlo así:

No obstante, existe una recomendación de estilo que nos dice que los silencios del primer compás no se deben representar si tienen una duración superior a las notas. Por lo tanto, debemos tratar el comienzo en anacrusa adecuadamente.

Pero vayamos por partes. Una vez elegido el instrumento en el asistente o mediante la plantilla, nos aparece la ventana de elección de armadura:

Vamos a trabajar en la tonalidad de Fa mayor, así que elegimos la armadura que contiene un bemol en la tercera línea. Pulsamos Next y entramos en la ventana que nos permite modificar el compás y configurar la anacrusa.

El primer cambio concierne al tipo de compás. Establecemos un tres por cuatro.

Fijémonos ahora en la anacrusa. ¿Cuánto duran las sílabas cum-ple-? Una negra en total.

Marcamos la casilla de verificación Compás de anacrusa y establecemos los valores numéricos en 1 y 4 para simbolizar una negra total de duración.

Terminamos y ya podemos introducir las notas. Esto es lo que pretendemos conseguir:

Haced clic sobre la imagen para ampliarla.

Como novedad nos encontramos el puntillo junto a la primera corchea. Para representarlo, en la barra de introducción de notas elegimos tanto la figura de la corchea como el puntillo (observadlo más a la derecha), tal como se aprecia en esta figura:

No olvidéis borrar los compases sobrantes. Recordad que para eliminarlos primero debemos seleccionarlos marcando el primero y el último con la tecla Shift pulsada y pulsando, a continuación, Control – Supr.

Adjunto aquí el fichero con el resultado final de este ejercicio.

En el próximo capítulo agregaremos una armonía muy básica a esta partitura que nos ilustrará el modo de introducir acordes en MuseScore.

Javier Montero


MuseScore #10: Armadura, indicación de compás y anacrusa


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MuseScore #9: Utilización de plantillas

Vamos a hacer un breve paréntesis en la introducción de notas en el pentagrama para hablar sobre las plantillas.

Cada vez que creamos un nuevo documento en MuseScore desde cero, se nos pregunta por una serie de elementos que definirán el diseño inicial de la partitura, como son:

– La leyenda (título, subtítulo, compositor, letrista e información de copyright)
– Los instrumentos que configurarán la partitura y su orden de colocación
– La armadura
– El tipo y cantidad de compases iniciales.

Probablemente trabajemos con frecuencia con configuraciones idénticas y puede resultar engorroso tener que volver a introducir toda la información cada vez que quiera trabajar con una nueva partitura.

Por ejemplo, si escribo arreglos para una banda compuesta por batería, bajo, piano, guitarra y voz, a excepción de la tonalidad y el compás y cierta parte de la leyenda, que suelen variar de pieza a pieza, la configuración instrumental será la misma siempre. ¿No podría saltarme el paso de tener que elegir y ordenar cada vez los mismos instrumentos?

Las plantillas surgen para atender esa necesidad. Una plantilla (template, en inglés) no es más que una partitura con cierto esqueleto preconfigurado que podemos utilizar como base de nuestro trabajo ahorrándonos procesos repetitivos.

Una forma rudimentaria de gestionar nuestras plantillas sería tenerlas almacenadas en alguna carpeta de nuestra elección. En mi caso, crearía un esqueleto de partitura en la que configuraría los instrumentos de mi banda. A continuación, guardaría el trabajo con un nombre que me indicase con claridad su configuración (por ejemplo: banda-completa.mscz).

Ahora, cada vez que fuera a generar una nueva partitura con esa configuración, en vez de repetir cada paso del asistente, me bastaría con abrir ese documento y empezar a trabajar con él directamente.

Esto tiene algunos inconvenientes y requiere de algunas precauciones elementales.

Para empezar, es importante cambiarle el nombre inmediatamente con «Guardar como». No queremos sobreescribir nuestra plantilla, pues se supone que deseamos utilizarla en más ocasiones. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, por defecto, MuseScore guardará automáticamente el documento cada dos minutos.

Además, ¿qué hacemos si la tonalidad de la pieza o el compás son diferentes a los que figuran en la plantilla? Hay herramientas que, con pocas pulsaciones de ratón, nos permiten modificar esto (como veremos en otros artículos). Esto supone otro trabajo extra (además de que hay que saber cómo hacerlo).

MuseScore ofrece un modo más serio de trabajar con las plantillas.

Comenzamos, al igual que antes, creando los ficheros que contendrán los esqueletos que queremos utilizar como modelos, pero en vez de almacenarlos en cualquier carpeta lo hacemos en una particular que la aplicación utiliza para localizar las plantillas: la carpeta templates dentro del directorio de instalación de la aplicación.

En Windows, esta ubicación es, por defecto:

C:\Archivos de Programa\MuseScore\Templates\

Una vez instalada nuestra plantilla en esa carpeta, la forma de utilizarla es muy sencilla.

Comenzamos creando, como siempre, un archivo nuevo con «Archivo – Nuevo», pulsando Ctrl-N, o haciendo clic con el ratón sobre el icono representando una hoja en blanco. Nos aparecerá el asistente.

Observad la parte inferior. En vez de la opción por defecto, seleccionamos Crear nueva partitura desde una plantilla. Antes de que pulséis «Next», observad que podemos indicar aquí toda la leyenda que deseemos. Puede que ciertas partes ya las hayamos rellenado en la propia plantilla (como el copyright o el autor). Lo que nos falte lo podemos indicar ahora.

Una observación: si algún campo de la leyenda ya estaba cumplimentado en la plantilla y aquí volvemos a rellenarlo, nos encontraremos con un error de presentación en la que ambos estarán superpuestos. La solución sería sencilla, bastaría con seleccionar el incorrecto en la partitura y eliminarlo.

Pulsamos «Next» y nos aparece un nuevo cuadro en el que se despliegan todas las plantillas que posee la aplicación (las que trae por defecto más las que hemos agregado nosotros).

Elegimos la plantilla que deseemos utilizar y pulsamos «Next».

Observemos como el asistente se ha saltado la parte más tediosa de tener que seleccionar cada instrumento y directamente nos muestra el cuadro de elección de la armadura. La que indiquemos aquí tendrá prioridad ante la que haya configurada en la plantilla.

Finalmente, si pulsamos «Next», aparece, como era de esperar, el cuadro que nos permite configurar las indicaciones de compás de la pieza.

Pulsamos «Terminar» y listos: aparece en pantalla la partitura con el esqueleto que le habíamos configurado, más toda la información adicional que hemos facilitado. No es necesario modificar la armadura ni tocar el compás, pues ya lo hicimos en el asistente. Y no hay peligro de que se sobreescriba la plantilla, pues el nuevo documento aparece «Sin título» hasta que le asignemos el nombre que deseemos.

Practicad con las plantillas y crearos las que vayáis a necesitar. No estaría mal, tampoco, que preparaseis alguna para prácticas sobre la que ejercitar las técnicas de edición que ilustraremos en las siguientes entregas.

Javier Montero


MuseScore #9: Utilización de plantillas


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MuseScore #8: Introducción rápida de notas con el teclado del ordenador

Se puede llegar a ser muy rápido editando una partitura simplemente valiéndonos del ratón y reajustando los pequeños errores con las flechas del teclado. Pero existen técnicas que, cuando se dominan, nos permiten más agilidad aún. En el capítulo de hoy mostraremos una de ellas, basada en el uso completo del teclado para la introducción de notas.

Comencemos abriendo el fichero MuseScore-6.mscz. Lo guardamos (Archivo | Guardar como) con el nombre MuseScore-8.mscz, de modo que, por accidente, no afectemos al documento anterior.

Preparemos previamente el terreno agregando cuatro nuevos compases al final.

Para ello, en el menú Crear elegimos la opción Compases | Añadir Compases…, o bien pulsamos la combinación de teclas Ctrl-Shift-B.

Se nos abre el cuadro de diálogo Añadir Compases. Subimos el valor a cuatro y pulsamos el botón Ejecutar.

Esto provoca que se agreguen cuatro nuevos compases a continuación de los últimos.

Hacemos clic sobre el primero de ellos, en la parte correspondiente a la clave de Sol. Se rodeará de un marco azul, indicando que el compás está seleccionado. Esto nos permitirá agregar notas a partir de ese punto.

Pulsad ahora, sucesivamente, las teclas del 1 al 9 y prestad atención a lo que sucede en la barra de introducción de notas. En función del número que pulsamos seleccionamos una figura u otra, desde el 1, correspondiente a una semifusa, hasta el 7, una redonda. En el 8 y el 9 tenemos incluso las figuras obsoletas, cuadrada y longa, respectivamente.

Activemos el modo de introducción de notas pulsando la tecla N en el teclado. Podemos comprobar que el efecto de esto es el mismo que si hubiéramos pulsado con el ratón sobre el botón N de la barra de introducción de notas. El recuadro de selección azul cambia ahora por una barra del mismo color, el cursor que representa el punto donde se insertarán las notas.

Seleccionemos como figura la corchea pulsando la tecla 4.

Una vez elegido el punto donde escribiremos y la figura que emplearemos, estamos en condiciones de empezar a pintar en el pentagrama. Elegimos la altura de la nota pulsando la tecla cuya letra corresponde a la nota en notación anglosajona. Es decir:

La – A
Si – B
Do – C
Re – D
Mi – E
Fa – F
Sol – G

Pulsad la letra C para insertar un Do. Aparece una corchea sobre el tercer espacio.

Queremos que ese Do sea el central, por lo que hay que bajarlo una octava. Observad que la nota está seleccionada (siempre se selecciona la última nota que se introduce). Pulsamos Ctrl – Flecha abajo para hacerla descender una octava, tal como aprendimos en el capítulo anterior.

Vamos a hacer una melodía basada en terceras. Pulsad la tecla E para escribir un Mi. Observad como se representa el Mi más cercano a la nota anterior. Si quisiéramos un Mi diferente a ese, ajustaríamos la octava adecuada de modo semejante a como hicimos con la nota Do.

Pulsad las teclas DF para producir el siguiente par de terceras en Re y Fa. Completad, a continuación, todo el compás con EGFA.

Si en algún momento nos equivocamos en alguna entrada, podríamos pulsar Ctrl-Z para deshacer o, simplemente, pulsar las teclas flecha arriba o flecha abajo para reajustar la altura de la nota semitono a semitono.

El compás septimo lo llenaremos con un contratiempo, con dos silencios de negra en los tiempos 1 y 3, y dos negras, en intervalo de cuarta descendente, Do – Sol, en los tiempos 2 y 4.

Puesto que vamos a trabajar con una duración de negras, pulsamos la tecla 5 para que se seleccione la figura adecuada. Esto lo hacemos tanto si queremos introducir una nota como si vamos a escribir un silencio. Queremos introducir un silencio de negra en el tiempo 1 del compás.

Para escribir un silencio de la duración previamente seleccionada, pulsamos el número 0.

En el tiempo 2 queremos un Do. Como la duración es la correcta, basta con que pulsemos la tecla C. Queremos el Do sobre el tercer espacio, por lo que no es necesario reajustar la octava.

Volvemos a pulsar otra vez el número 0 para escribir un nuevo silencio de negra.

En el cuarto tiempo deseamos un Sol, por lo que pulsamos la tecla G. Pero, antes de hacerlo, ¿dónde creéis que aparecerá? ¿Por encima o por debajo del Do anterior?

El Sol más cercano está por debajo (a una cuarta). El Sol superior estaría a una distancia mayor (una quinta).

Las notas siempre aparecen de modo que el intervalo máximo sea de una cuarta, lo que garantiza que se representará siempre la nota más próxima. Para intervalos mayores será necesario reajustar la octava.

El octavo compás lo comenzamos con otro Sol idéntico al anterior. Para ello, podemos pulsar la tecla G, de nuevo, pero también podemos pulsar la tecla R, lo que provoca que se repita la última escritura anterior.

Continuamos con otra negra sobre el Do central. Observemos que se trata de un intervalo de quinta descendente, por lo que será necesario reajustar la octava. Pulsamos C y a continuación Ctrl – Flecha abajo.

Cerramos el compás con el resto de las notas del arpegio de Do mayor. Pulsamos EG.

Finalmente, en el último compás, cerramos con una redonda en Do.

Pulsamos la tecla 7 para elegir la duración de redonda. A continuación pulsamos C.

Y con eso terminamos el ejercicio de hoy. Salvad el trabajo. El resultado final debe ser semejante a este.

¿Tenéis curiosidad por oir lo hasta aquí escrito? Haced clic sobre el primer compás, para que se seleccione. Pulsad ahora la barra espaciadora. Nuestra escala mayor comenzará a reproducirse desde el comienzo.

Javier Montero


MuseScore #8: Introducción rápida de notas con el teclado del ordenador


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MuseScore #7: Uso de las flechas del teclado en la edición de notas

Uno de los mejores trucos que puedo recomendaros a la hora de aprender una materia nueva es fraccionar la información en pequeñas unidades que presenten un número reducido de conceptos simultáneamente. Parece ser que hay un límite en el número de objetos que pueden ser procesados a la vez en nuestro cerebro, así que no lo dudéis: menos implica más rendimiento.

Esta es la metodología que estamos siguiendo en el curso: pocos conceptos y relacionados, piezas que gradualmente van configurando el puzzle sin apenas esfuerzo consciente.

Vamos a abrir el fichero del capítulo anterior y vamos a probar en él algunas técnicas de edición basadas en las flechas del teclado.

Haced clic con el ratón sobre el Do del primer compás. Observaréis que se destaca en color azul. Decimos que esa nota está seleccionada.

Pulsad a continuación la flecha derecha del teclado y observad como la selección se desplaza, paso a paso, en ese mismo sentido. Fijamos como, después de haber alcanzado el Si del tercer compás, la selección continúa por el silencio del cuarto, en vez de desplazarse al Do del pentagrama de la clave de Sol. Es decir, todo el movimiento sucede en el mismo pentagrama.

Probad ahora la flecha izquierda para desplazarnos en ese sentido.

Vamos a experimentar, a continuación, con las flechas de movimiento vertical, arriba y abajo. Dejad seleccionado, por ejemplo, el Re del segundo compás.

Pulsad una vez la flecha hacia arriba: el Re se convierte en Re sostenido.

Pulsadla de nuevo: El Re# se convierte en Mi, trasladándose la figura al tercer espacio, tal como le corresponde.

Pulsad otra vez: Mi se convierte en Fa.

Vamos a descender, ahora. Pulsamos la flecha hacia abajo: Fa se convierte en Mi.

Volvemos a pulsar: Mi se convierte en Mi bemol. Observad como el programa actúa correctamente y automáticamente pinta un becuadro en el otro Mi del compás.

En resumidas cuentas: las flechas horizontales desplazan la selección en sentido horizontal, mientras que las verticales alteran, semitono a semitono, la nota seleccionada.

Ahora aprenderemos a dar pasos de gigante:

Seleccionad el Do del primer compás. A continuación, con la tecla Control pulsada, presionad la flecha a la derecha. La selección, en vez de cambiar a la nota próxima, cambia a la primera nota del compás siguiente. Con una sola pulsación hemos saltado todo un compás. Probad esos pasos de gigante hasta el final y luego en sentido contrario con Control – Flecha Izquierda.

Y ahora experimentemos qué sucede con las flechas verticales.

Volved a seleccionad el Do del primer compás y pulsad, esta vez, con la tecla Control presionada, la flecha hacia arriba. El Do se convierte, automáticamente, en un Do una octava más alto (dentro del mismo pentagrama, naturalmente). Y a la inversa: si mantenemos presionada la tecla Control y pulsamos la flecha hacia abajo, la nota se convierte una octava más grave. Experimentad esto subiendo y bajando octavas en ambos sentidos.

Para concluir, dos truquitos…

Atención con las notas seleccionadas. Muchas acciones afectan a la selección y, por accidente, podríais provocar algo no deseado. Si no vais a trabajar más con la nota, lo propio es deseleccionarla. Para ello, es suficiente con pulsar la tecla Esc.

Tampoco hubiera sucedido nada grave. Sabéis que si cometéis un error, basta con pulsar Ctrl-Z para deshacer el entuerto. Pero, ¿y si he cometido muchos errores y quiero restaurar la partitura al estado inicial?

La solución rudimentaria es simple. Cerramos el documento y, cuando nos pregunte si deseamos salvar los cambios, le indicamos que no. A continuación, volvemos a cargarlo.

Pero hay una forma más elegante: en el menú Archivo tenéis la opción Recargar. Nos preguntará si deseamos guardar los cambios en la partitura. Pulsamos sobre Descartar, con lo cual el documento volverá inmediatamente a su estado inicial.

Javier Montero


MuseScore #7: Uso de las flechas del teclado en la edición de notas


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MuseScore #6: Primera escritura en el pentagrama

Ha llegado el momento de que introduzcamos las primeras notas en nuestra partitura. Empezaremos practicando técnicas muy básicas que gradualmente iremos aumentando en complejidad a medida que vayamos dominándolas.

El fichero con el que trabajaremos hoy es el que cerró el capítulo 4. Si no disponéis de él, podéis descargarlo directamente aquí.

Vamos a aprender a escribir notas utilizando el ratón. Lo primero que debemos comprobar es que la barra de introducción de notas está visible.

Si no lo está, recordad que la hacemos aparecer pulsando con el botón derecho en cualquier zona de alguna barra marcando Introducir Notas. También encontramos esa opción en el menú Mostrar — Introducir Nota. Tan sólo cambia que en un caso «nota» aparece en singular y en el otro en plural (aunque no deja de ser una insignificancia, quizás no vendría mal corregirlo en la próxima versión del programa en español).

El primer botón de la barra, que representa a una N mayúscula habilita o deshabilita el modo de introducción de notas. Debe estar pulsado para que podamos empezar a escribir notas en el pentagrama. Hacemos clic sobre él para activar la edición.

Seleccionamos, a continuación, el símbolo que representa a una redonda. Vamos a insertarla en el primer compás como nota C3 en el pentagrama en clave de Fa (estoy considerando que el Do central es el C4).

Antes de que hagáis clic en ninguna parte del pentagrama quiero que apreciéis un par de detalles importantes.

El cursor del ratón ha cambiado de forma después de activar el modo de introducción; ahora representa a una flecha apuntando hacia arriba. Observad también la presencia también de un nuevo cursor en forma de barra azul, al comienzo del compás, y que cruza el pentagrama.

Colocad ahora el cursor del ratón a la altura del C3 y desplazadlo lentamente hacia arriba y abajo. Observaréis como, junto al cursor, está la forma de la nota redonda y cómo se «encaja» adecuadamente en una línea o en un espacio conforme os movéis verticalmente.

Desplazad muy lentamente el ratón en sentido horizontal hacia el segundo compás. Observad que el símbolo de redonda no nos está siguiendo. Aparece anclado bajo el silencio del primer compás y hasta que no nos posicionamos bajo el segundo silencio no se desplaza.

Esto es importante. Las notas no se dibujan en el punto donde está el ratón exactamente, sino en aquellos en los que va quedando anclada la figura de la nota que acompaña al cursor, tanto en vertical como en horizontal.

Ahora sí, situaos sobre el primer compás en clave de Fa y «soltad» una redonda sobre el espacio del Do 3.

El segundo compás lo llenaremos con dos notas blancas. Haced clic en la barra de introducción de notas sobre el símbolo de nota blanca.

Soltad una nota blanca en el segundo compás que corresponda al Re continuación del Do anterior. Una vez hecho esto fijaos como, además, el silencio de redonda se cambia automáticamente por uno de blanca, de modo que no se altera la cuadratura del compás.

Haced caso omiso, por ahora, al cursor vertical azul que cruza el pentagrama. Hablaremos de él a su debido momento.

Antes de escribir la nota Mi, quiero que volváis a pasear el ratón a lo largo del segundo compás en sentido horizontal. Observad como ahora aparecen dos puntos de anclaje: uno en el Re ya dibujado y otro en el silencio de blanca. El primero lo utilizaríamos para dibujar un acorde, agregando notas sobre las ya existentes.

Dibujad ya la nota Mi a continuación del último Re.

El tercer compás lo llenaremos de cuatro negras. Haced clic en su símbolo en la barra de introducción de notas.

Colocad la nota Fa.

Antes de pintar el Sol, apreciad nuevamente los cambios: el silencio de redonda se ha reajustado por uno de negra más otro de blanca y ahora aparecen tres puntos de anclaje: en la nota anterior, en el silencio de negra y en el silencio de blanca. Si hiciéramos clic en el primero, crearíamos un acorde, en el segundo escribiríamos una nota a continuación de la anterior (que es lo que vamos a hacer), mientras que en el tercero respetaríamos el silencio de negra y se agregaría la nota justo a continuación de él.

Completad el compás con las notas negras Sol, La y Si.

El cuarto compás lo llenaremos completamente de corcheas, partiendo del C4 en la primera línea auxiliar de la clave de Sol, hasta el C3 en el tercer espacio.

El quinto lo completamos con 16 semicorcheas. Empezamos nuevamente repitiendo el Do en el tercer espacio, ascendiendo hasta el C2, repitiéndolo y descendiendo finalmente hasta el C3.

Si en algún momento os equivocáis de posición introduciendo alguna nota, deshaced la entrada con Ctrl-Z. En el próximo capítulo introduciremos nuevas formas de edición que permitirán subsanar los errores de un modo sencillo, pero, de momento limitaos a la función Deshacer.

Para finalizar, vamos a eliminar todos los compases restantes.

Desactivamos el modo de introducción de notas pulsando sobre la N al comienzo de la barra.

Para eliminar los compases que sobran debemos seleccionarlos, en primer lugar. Comencemos seleccionando el primer compás que borraremos. Para ello, basta con hacer clic en algún punto entre medias del compás debajo del silencio de redonda. Observemos como aparece un marco cuadrado.

Con la tecla Shift pulsada, repetimos la misma operación sobre el último compás. Se seleccionarán automáticamente también todos los que están comprendidos entre medias.

Eliminamos todos esos compases pulsando la tecla Ctrl y, sin soltarla, la tecla Suprimir.

MuseScore se percata de que el final de la partitura ha cambiado y reajusta la doble barra automáticamente tras el último.

El resultado final del trabajo de hoy está disponible en el fichero MuseScore-6.mscz.

Familiarizaos con los conceptos mostrados en este artículo. En el siguiente descubriremos nuevos recursos para la edición de las notas en el pentagrama.

Javier Montero

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