Listas no ordenadas en HTML

En Creación de listas ordenadas en HTML explicamos el modo de generar listas cuyos elementos aparecían ordenados automáticamente en una secuencia numérica creciente. El segundo tipo de listas lo constituyen aquellas en las que los items no reflejan una ordenación particular más que la que refleja su escritura. Cada elemento aparece precedido de un bolo o viñeta, un punto, y no por un número.

Observad el aspecto de una lista no ordenada haciendo clic sobre el enlace.

La única diferencia, en lo que se refiere a su creación, respecto a las listas ordenadas, está en la etiqueta que indica el tipo de lista.

En inglés, lista no ordenada se dice unordered list. Si nos quedamos con las iniciales de estas palabras tenemos la etiqueta empleada en su definición: <ul>

La lista no ordenada del ejemplo anterior se crearía, entonces, del siguiente modo:

<ul>
  <li>Listas ordenadas</li>
  <li>Listas no ordenadas (esta que estáis viendo)</li>
  <li>Listas de definición</li>
</ul>

Observad cómo los distintos elementos se siguen referenciando con la etiqueta <li>.

Javier Montero


Listas no ordenadas en HTML


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

MuseScore #10: Armadura, indicación de compás y anacrusa

En el capítulo de hoy crearemos una partitura desde el asistente con parámetros diferentes a los que se configuran por defecto. Estos son:

– Armadura sin alteraciones
– Compás de 4 x 4
– Comienzo sin anacrusa

Para ilustrar esta práctica desarrollaremos la melodía de Cumpleaños feliz en la tonalidad de Fa Mayor, que presenta un ritmo de 3 x 4 y una entrada en anacrusa, encajando perfectamente en lo que buscamos.

Comencemos creando, desde el asistente, una partitura de piano. Si ya disponéis de una plantilla para ese instrumento ahora es el momento de utilizarla.

Aunque vamos a escribir una línea melódica unicamente sobre el pentagrama de Sol, necesitaremos también el de Fa para armonizar con acordes la melodía en el próximo artículo de esta serie.

Fijémonos en el acento inicial del tema:

cum-ple-A-ños-

Claramente, la sílaba destacada marca el inicio fuerte. Las dos sílabas primeras suceden en un compás anterior. Esto, en principio, podríamos tratarlo así:

No obstante, existe una recomendación de estilo que nos dice que los silencios del primer compás no se deben representar si tienen una duración superior a las notas. Por lo tanto, debemos tratar el comienzo en anacrusa adecuadamente.

Pero vayamos por partes. Una vez elegido el instrumento en el asistente o mediante la plantilla, nos aparece la ventana de elección de armadura:

Vamos a trabajar en la tonalidad de Fa mayor, así que elegimos la armadura que contiene un bemol en la tercera línea. Pulsamos Next y entramos en la ventana que nos permite modificar el compás y configurar la anacrusa.

El primer cambio concierne al tipo de compás. Establecemos un tres por cuatro.

Fijémonos ahora en la anacrusa. ¿Cuánto duran las sílabas cum-ple-? Una negra en total.

Marcamos la casilla de verificación Compás de anacrusa y establecemos los valores numéricos en 1 y 4 para simbolizar una negra total de duración.

Terminamos y ya podemos introducir las notas. Esto es lo que pretendemos conseguir:

Haced clic sobre la imagen para ampliarla.

Como novedad nos encontramos el puntillo junto a la primera corchea. Para representarlo, en la barra de introducción de notas elegimos tanto la figura de la corchea como el puntillo (observadlo más a la derecha), tal como se aprecia en esta figura:

No olvidéis borrar los compases sobrantes. Recordad que para eliminarlos primero debemos seleccionarlos marcando el primero y el último con la tecla Shift pulsada y pulsando, a continuación, Control – Supr.

Adjunto aquí el fichero con el resultado final de este ejercicio.

En el próximo capítulo agregaremos una armonía muy básica a esta partitura que nos ilustrará el modo de introducir acordes en MuseScore.

Javier Montero


MuseScore #10: Armadura, indicación de compás y anacrusa


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mIRC – Capítulo 12: El comando AWAY: disculpadme, pero no estoy disponible

No siempre que estamos conectados al IRC estamos disponibles en todo momento. Cuando un usuario trate de establecer contacto con nosotros y vea que no contestamos en un tiempo prudencial, imaginará que estamos ocupados y no podemos atender la conversación.

Podemos informar al sistema que no estamos disponibles a través de un sencillo comando:

/away Friéndome unas croquetas

Como parámetro, indicamos a continuación del nombre del comando el motivo por el que estamos ausentes.

En nuestra ventana de estado, el mensaje You have been marked as being away nos confirma que el sistema sabe que ya no estamos disponibles.

Esto no significa que no podamos seguir chateando. Aunque estemos marcados como AWAY eso no nos impide operar con normalidad si ese es nuestro deseo, aunque lo propio sería retirar la marca.

Si ahora otro usuario nos lanza un /whois, además de la información habitual (véase el capítulo 11, en caso de dudas), aparecerá una línea adicional reflejando esta situación:

Cuando deseemos retirar la marca AWAY e informar al sistema de que ya estamos disponibles nuevamente, basta con ejecutar el comando sin parámetro adicional:

/away

En la ventana Status aparecerá el siguiente mensaje confirmando nuestra acción: You are no longer marked as being away.

Para finalizar quiero comunicaros que, en el momento de escribir este artículo, está disponible para descarga la versión 7.22 de mIRC. ¡No perdáis tiempo y actualizad cuanto antes!

Javier Montero


mIRC – Capítulo 12: El comando AWAY: disculpadme, pero no estoy disponible


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LaTeX – Capítulo 13: Primeros pasos enfatizando texto

Enfatizar texto, modificando alguno de sus atributos como el tipo de letra, su aspecto o tamaño, es una labor muy sencilla en \LaTeX. En este artículo aprenderemos los comandos necesarios para destacar texto en cursiva o en negrita.

Existen diversas aproximaciones para lograr esto. Mostraremos ahora la más básica, consistente en utilizar un comando específico al que, como parámetro entre llaves, se le pasa el texto que se verá afectado.

Para hacer que el texto aparezca en negrita, disponemos del comando:

\textbf{texto afectado}

Las letras «bf» del comando responden a bold face, negrita.

Para escribir en cursiva (también conocida como itálica o bastardilla), existe el comando:

\textit{texto afectado}

Las letras «it» del comando, como es fácil de adivinar, corresponden a italic, itálica.

\LaTeX dispone, además, del tipo oblícuo, muy semejante a la cursiva, pero que se diferencia de esta en que el glifo está simplemente ladeado, sin más modificación en su diseño. Para ello nos ofrece el comando:

\textsl{texto afectado}

Las letras «sl» son de slanted, ladeado, oblícuo.

Una forma muy interesante de destacar texto es empleando mayúsculas de menor tamaño con el comando:

\textsc{texto afectado}

Las letras «sc» corresponden a small caps, mayúsculas pequeñas.

Podemos combinar estos comandos entre ellos. Por ejemplo, para escribir en negrita y cursiva a la vez, anidaríamos los comandos del siguiente modo:

\textbf{\textit{negrita y cursiva}}

Antes de que os liéis a enfatizar a diestra y siniestra hay algo que debéis saber: existen recomendaciones de estilo sobre cuándo y cómo enfatizar. Si pretendéis generar documentos profesionales, no estaría mal conocerlas.

\LaTeX dispone de un comando «inteligente» para enfatizar:

\emph{texto afectado}

Enfatizar se dice, en inglés, emphasize, de ahí las letras «emph» del comando.

En la mayoría de las ocasiones simplemente escribirá en cursiva, que es, con mucho, el modo más recomendado de enfatización.

Es un comando «inteligente» porque elegirá cómo enfatizar dependiendo del contexto. Por ejemplo, si estamos en una frase escrita en itálica y dentro de ella enfatizamos una palabra, el modo de hacerla destacar será simplemente mostrándola como texto normal.

Decimos que \emph es un comando «semántico» o «lógico», en oposición a los «físicos» como \textbf y \textit, pues no decimos cómo hacer las cosas, sino simplemente lo que queremos hacer. Confiemos en el buen hacer de \LaTeX, que tomará una buena decisión por nosotros.

Observad esto en acción en el pdf del capítulo. Echadle luego un vistazo al código fuente.

Javier Montero


LaTeX – Capítulo 13: Primeros pasos enfatizando texto


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El buzón de entrada de Remember the milk

En Bandejas de entrada antiestrés hablamos de la conveniencia de utilizar «almacenes» temporales en los que almacenar en tiempo real los diversos inputs que recibimos diariamente y que son susceptibles de generarnos una tarea pendiente. De este modo liberábamos nuestra mente de la improductiva y estresante labor de tener que memorizar la tarea hasta que llegase el momento de afrontarla. Y eso en el supuesto de que no se nos olvidara en el camino y nos encontraramos con problemas por no haber podido realizarla a tiempo.

Las bandejas de entrada no son otra cosa sino la antesala a nuestro sistema de productividad. Sea cual sea este, la primera fase será siempre el procesamiento sistemático de esas bandejas. Hablaremos de esto en los próximos artículos.

Vimos también que existían diversos tipos de bandeja de entrada y que podían utilizarse simultáneamente dependiendo del contexto en particular: un simple cuaderno de notas, la carpeta de entrada del correo electrónico, aplicaciones software, etc…

En Acuérdate de la leche presentamos Remember the milk, un sistema integral de productividad basado en web.

Lo que diferencia a RTM de otros sistemas similares, además del precio (se trata de una aplicación gratuita), es la flexibilidad que ofrece para ser adaptado a casi cualquier necesidad o metodología de trabajo a través de una potente gestión de etiquetas y la posibilidad de crear «listas inteligentes».

Pero todo a su momento. Hoy quiero que nos fijemos en una lista que aparece por defecto siempre que entramos en RTM: el buzón de entrada.

El buzón de entrada es un depósito excelente para atrapar al vuelo las tareas tal como se cruzan en nuestra vida si disponemos de un ordenador con conexión a Internet.

Agregamos elementos a la lista simplemente rellenando el cuadro con la leyenda «Agregue una tarea nueva» y pulsando la tecla Enter. Aunque, desde este mismo momento, podríamos definir información adicional, como por ejemplo la fecha límite, por lo general es preferible dejar esto hasta haber procesado la bandeja de entrada y la tarea se haya convertido verdaderamente en tal.

La gran ventaja de sea un sistema web es que vamos a poder acceder a esa misma información desde cualquier otro ordenador o dispositivo conectado a la red. No necesitamos cargar con ficheros de un lado a otro para que nuestro sistema de productividad personal nos acompañe.

La introducción de tareas desde la página web es la principal, pero no la única.

Existen desarrollos específicos de RTM para Android, iOS o Blackberry que nos permiten tener nuestro sistema de gestión de tareas en el propio móvil o tableta. Para poder hacer un uso pleno de la sincronización en la web necesitamos tener acceso pro, suscribiéndonos por una cantidad de 25$ al año (unos 19 euros). Disponiendo de la aplicación no necesitamos acceder a la página y autentificarnos cada vez. En cuestión de segundos introducimos tareas sin el menor esfuerzo.

También podemos alimentar al sistema desde Twitter. Para ello comenzamos siguiendo al usuario RTM. A continuación, en la página de Remember the milk, indicamos cuál es nuestro perfil de Twitter. Desde ese momento, cada vez que enviemos un mensaje directo al usuario RTM, nos aparecerá una tarea en nuestra lista por defecto (que, si no se cambia, es el buzón de entrada) con el texto escrito en el mensaje.

Desde el correo electrónico también podemos interactuar con RTM. En el momento de crear nuestra cuenta de usuario se nos configura una dirección de correo especial que podemos encontrar en Preferencias | Información. Cada vez que enviemos un correo a esa dirección, se nos generará una nueva tarea cuyo contenido será lo especificado en el campo «Asunto». Si deseamos agregar una nota a la tarea podemos hacerlo escribiendo en el cuerpo normal del mensaje.

Aunque tanto desde Twitter como desde el correo existe una sintaxis que nos permite modificar los parámetros de la tarea (fecha límite, etiquetas, etc…), mi recomendación es no hacerlo aún y esperar, como ya he dicho antes, al momento en el que se procese el buzón de entrada para su «reducción a cero».

Las bandejas de entrada son artilugios para descargar nuestra mente y para lograr que no nos despistemos de lo que estemos haciendo si estamos recibiendo inputs constantemente. Por eso insisto en no tomar decisiones sobre los parámetros de las tareas. Simplemente se trata de «anotarlas», ya habrá tiempo de reflexionar sobre cada una de ellas. Una de las claves de la productividad es disponer de una buena capacidad de concentración, algo muy difícil cuando estamos sometidos permanentemente a entradas de diversas índoles. Por eso es esencial un buen sistema que consuma el mínimo de nuestros recursos y despeje nuestra mente de perturbaciones que puedan romper esa concentración.

Habituaos a utilizar las bandejas de entrada; seguro que vuestro rendimiento aumentará drásticamente.

Javier Montero


El buzón de entrada de Remember the milk


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Creación de listas ordenadas en HTML

Una de las primeras técnicas que uno aprende cuando estudia HTML y que da lugar a un resultado vistoso es la creación de listas.

Existen tres tipos básicos de listas en HTML: ordenadas, no ordenadas y de definición. En el artículo de hoy explicaremos el modo de crear las primeras.

Una lista ordenada no es más que una en la que los distintos elementos (items) aparecen numerados secuencialmente.

Observad el siguiente ejemplo de lista ordenada para comprender exactamente de qué estamos hablando.

Su creación es sencilla, como veréis a continuación.

Lista ordenada se dice, en inglés, ordered list. Si memorizáis las iniciales de estas dos palabras tendréis la etiqueta HTML responsable de su creación: <ol>.

Con la correspondiente etiqueta de cierre, toda nuestra lista queda entre los pares de etiquetas:

<ol> ... </ol>

Escribimos los distintos elementos incluyéndolos también en un par de etiquetas características. En inglés, elemento de lista se dice list item. Volved a coger las iniciales de estas dos palabras y tendréis la etiqueta que envolverá cada item de la lista: <li>.

No debéis preocuparos por la numeración de cada elemento, aparecerá de modo automático.

Ya tenemos todo lo necesario para confeccionar la lista del ejemplo:

<ol>
  <li>Listas ordenadas (esta que estáis viendo)</li>
  <li>Listas no ordenadas</li>
  <li>Listas de definición</li>
</ol>

La indentación no es necesaria, pero ayuda a ver el esquema con claridad.

Practicadlo un par de veces y esta técnica será definitivamente vuestra.

Javier Montero


Creación de listas ordenadas en HTML


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MuseScore #9: Utilización de plantillas

Vamos a hacer un breve paréntesis en la introducción de notas en el pentagrama para hablar sobre las plantillas.

Cada vez que creamos un nuevo documento en MuseScore desde cero, se nos pregunta por una serie de elementos que definirán el diseño inicial de la partitura, como son:

– La leyenda (título, subtítulo, compositor, letrista e información de copyright)
– Los instrumentos que configurarán la partitura y su orden de colocación
– La armadura
– El tipo y cantidad de compases iniciales.

Probablemente trabajemos con frecuencia con configuraciones idénticas y puede resultar engorroso tener que volver a introducir toda la información cada vez que quiera trabajar con una nueva partitura.

Por ejemplo, si escribo arreglos para una banda compuesta por batería, bajo, piano, guitarra y voz, a excepción de la tonalidad y el compás y cierta parte de la leyenda, que suelen variar de pieza a pieza, la configuración instrumental será la misma siempre. ¿No podría saltarme el paso de tener que elegir y ordenar cada vez los mismos instrumentos?

Las plantillas surgen para atender esa necesidad. Una plantilla (template, en inglés) no es más que una partitura con cierto esqueleto preconfigurado que podemos utilizar como base de nuestro trabajo ahorrándonos procesos repetitivos.

Una forma rudimentaria de gestionar nuestras plantillas sería tenerlas almacenadas en alguna carpeta de nuestra elección. En mi caso, crearía un esqueleto de partitura en la que configuraría los instrumentos de mi banda. A continuación, guardaría el trabajo con un nombre que me indicase con claridad su configuración (por ejemplo: banda-completa.mscz).

Ahora, cada vez que fuera a generar una nueva partitura con esa configuración, en vez de repetir cada paso del asistente, me bastaría con abrir ese documento y empezar a trabajar con él directamente.

Esto tiene algunos inconvenientes y requiere de algunas precauciones elementales.

Para empezar, es importante cambiarle el nombre inmediatamente con «Guardar como». No queremos sobreescribir nuestra plantilla, pues se supone que deseamos utilizarla en más ocasiones. Por otro lado, hay que tener en cuenta que, por defecto, MuseScore guardará automáticamente el documento cada dos minutos.

Además, ¿qué hacemos si la tonalidad de la pieza o el compás son diferentes a los que figuran en la plantilla? Hay herramientas que, con pocas pulsaciones de ratón, nos permiten modificar esto (como veremos en otros artículos). Esto supone otro trabajo extra (además de que hay que saber cómo hacerlo).

MuseScore ofrece un modo más serio de trabajar con las plantillas.

Comenzamos, al igual que antes, creando los ficheros que contendrán los esqueletos que queremos utilizar como modelos, pero en vez de almacenarlos en cualquier carpeta lo hacemos en una particular que la aplicación utiliza para localizar las plantillas: la carpeta templates dentro del directorio de instalación de la aplicación.

En Windows, esta ubicación es, por defecto:

C:\Archivos de Programa\MuseScore\Templates\

Una vez instalada nuestra plantilla en esa carpeta, la forma de utilizarla es muy sencilla.

Comenzamos creando, como siempre, un archivo nuevo con «Archivo – Nuevo», pulsando Ctrl-N, o haciendo clic con el ratón sobre el icono representando una hoja en blanco. Nos aparecerá el asistente.

Observad la parte inferior. En vez de la opción por defecto, seleccionamos Crear nueva partitura desde una plantilla. Antes de que pulséis «Next», observad que podemos indicar aquí toda la leyenda que deseemos. Puede que ciertas partes ya las hayamos rellenado en la propia plantilla (como el copyright o el autor). Lo que nos falte lo podemos indicar ahora.

Una observación: si algún campo de la leyenda ya estaba cumplimentado en la plantilla y aquí volvemos a rellenarlo, nos encontraremos con un error de presentación en la que ambos estarán superpuestos. La solución sería sencilla, bastaría con seleccionar el incorrecto en la partitura y eliminarlo.

Pulsamos «Next» y nos aparece un nuevo cuadro en el que se despliegan todas las plantillas que posee la aplicación (las que trae por defecto más las que hemos agregado nosotros).

Elegimos la plantilla que deseemos utilizar y pulsamos «Next».

Observemos como el asistente se ha saltado la parte más tediosa de tener que seleccionar cada instrumento y directamente nos muestra el cuadro de elección de la armadura. La que indiquemos aquí tendrá prioridad ante la que haya configurada en la plantilla.

Finalmente, si pulsamos «Next», aparece, como era de esperar, el cuadro que nos permite configurar las indicaciones de compás de la pieza.

Pulsamos «Terminar» y listos: aparece en pantalla la partitura con el esqueleto que le habíamos configurado, más toda la información adicional que hemos facilitado. No es necesario modificar la armadura ni tocar el compás, pues ya lo hicimos en el asistente. Y no hay peligro de que se sobreescriba la plantilla, pues el nuevo documento aparece «Sin título» hasta que le asignemos el nombre que deseemos.

Practicad con las plantillas y crearos las que vayáis a necesitar. No estaría mal, tampoco, que preparaseis alguna para prácticas sobre la que ejercitar las técnicas de edición que ilustraremos en las siguientes entregas.

Javier Montero


MuseScore #9: Utilización de plantillas


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta

Nivel de los contenidos

Cada vez que decido escribir un nuevo artículo me pregunto por el tipo de lector al que será destinado.

Cuando comencé con el blog pretendía escribir material básico que gradualmente fuera aumentando de complejidad, de modo que cualquiera que leyera las series desde el comienzo pudiera estar siempre subido al carro.

Voy a mantener algunas de las series actuales que surgieron de esa idea, como la dedicada al programa de notación musical MuseScore, pero voy a darle un enfoque distinto al blog.

Muchas veces me encuentro con temáticas sobre las que me gustaría escribir, pero me abstengo de hacerlo porque aún hay contenidos previos que no han sido tratados.

La «chispa» que me empuja a escribir puede ser una idea, un pensamiento, o algo que me ha sucedido a lo largo del día. Contener ese deseo daña mi creatividad y motivación.

Voy a introducir, a partir de ahora, contenidos de diverso nivel, alternando materias básicas con otras más avanzadas, sin necesidad de que respondan a una evolución temática.

Invito a todo el mundo a hacerme llegar dudas, lagunas conceptuales, que dificulten el seguimiento de algún artículo. Las tendré en cuenta a la hora de escribir futuros contenidos.

Javier Montero

Extendiendo acordes a través de triadas simples

Voy a hablaros de una técnica interesante que puede ayudaros cuando necesitéis acompañar en una banda armonías que empleen acordes extendidos más allá de la quinta. Hoy describiremos una forma elegante de generar cuatriadas empleando triadas básicas.

El concepto es sencillo y se ilustra con un simple ejemplo:

Supongamos que el bajista nos deja sobreentendida la nota Do y la guitarra dibuja una triada de Mi menor. ¿Qué acorde está flotando en realidad?

Veámoslo:

Nuestro Mi menor se compone de las notas MI – SOL – SI. Si a esto le superponemos un DO como fundamental, obtenemos:

DO – MI – SOL – SI, notas que conforman el acorde Do séptima mayor, C7M, o Cmaj7.

Con una sencilla triada estoy acompañado sobre un acorde complejo de cuatro notas.

Vamos a estudiar esto sistemáticamente. Sobreentendamos, para mayor sencillez, un DO como fundamental y observemos que acordes se forman al construir los cuatro tipos de triadas básicas desde la tercera mayor y la tercera menor.

Comencemos por la tercera mayor, Mi, y construyamos sobre esa nota las triadas mayor, menor, disminuida y aumentada.

La triada mayor sobre Mi, Mi mayor, está constituida por una tercera mayor y, sobre ella, otra menor. Es decir:

E – G# – B (voy a emplear la notación anglosajona por comodidad)

con lo cual nuestro acorde es:

C – E – G# – B

que, descrito por sus grados es:

1 – 3 – #5 – 7

Es decir, Do séptima mayor con la quinta aumentada: C7M(#5).

La triada menor de Mi, Mi menor, se compone de una tercera menor sobre la que se apoya otra mayor, es decir, de las notas:

E – G – B

que, añadiendo la fundamental, definen el acorde

C – E – G – B, es decir, 1 – 3 – 5 – 7

y el acorde es un Do séptima mayor: C7M

La triada disminuida se crea a partir de dos terceras menores. Sobre Mi: E – G – Bb

Y el acorde resulta: C – E – G – Bb; 1 – 3 – 5 – b7, el acorde de Do séptima: C7.

Finalmente, la triada aumentada se compone de dos terceras mayores superpuestas. Sobre Mi: E – G# – B# (enarmónica de Do).

C – E – G# – C, 1 – 3 – 5 – 1, que no es más que C+, la triada aumentada de Do. Nótese que C+ tiene las mismas notas que E+ y G#+, pues se trata de acordes cíclicos (tres terceras mayores conforman una octava). No obtenemos ninguna cuatriada, por lo tanto, con esta última opción.

Repitamos el proceso completo, pero esta vez sobre la tercera menor, y descubramos qué acordes nos aparecen.

Una triada mayor sobre Mi bemol es: Eb – G – Bb.

C – Eb – G – Bb; 1 – b3 – 5 – b7: Do menor séptima: Cm7

Una triada menor sobre Mi bemol es: Eb – Gb – Bb

C – Eb – Gb – Bb: 1 – b3 – b5 – b7: Do menor séptima con quinta disminuida, Cm7(b5), también conocido como Do semidisminuido.

Una triada disminuida sobre Mi bemol es: Eb – Gb – Bbb (enarmónico de La)

C – Eb – Gb – Bbb: 1 – b3 – b5 – bb7=6: Do séptima disminuido, o simplemente, Do disminuido: Cdim7, .

Nótese que es un acorde cíclico (cuatro terceras menores hacen una octava): , Ebº, Gbº y se componen de las mismas notas.

Finalmente, una triada aumentada sobre Mi bemol es: Eb – G – B

C – Eb – G – B; 1 – b3 – 5 – 7: Do menor con séptima mayor: Cm(7M).

Vamos a resumir todo lo descubierto:

Podemos generar cuatriadas superponiendo triadas a la tercera mayor o tercera menor sobre la fundamental sobreentendida:

Sobre la tercera mayor:

  • Triada mayor: 7M(#5)
  • Triada menor: 7M
  • Triada disminuida: 7

Sobre la tercera menor:

  • Triada mayor: m7
  • Triada menor: m7(b5)
  • Triada disminuida: º
  • Triada aumentada: m(7M)

¡Tenemos las siete cuatriadas al alcance de tres notas!

El modo de aplicación es sencillo. Supongamos que tenemos que tocar el acorde Sol séptima mayor, G7M. ¿Qué triada elegiríamos?

Es un acorde mayor, luego se construye sobre la tercera mayor, que está a dos tonos de Sol. Es decir, Si.

Mirando la tabla, al acorde 7M le corresponde una triada menor.

Por lo tanto, si el bajista nos da la nota Sol, si hacemos la triada menor sobre Si, es decir, Si menor (Bm) completaríamos el acorde buscado.

Otro ejemplo. Necesito el acorde Em(7M). ¿Qué triada elegiría?

La tercera menor de E es G. Mirando la tabla, el acorde buscado es la triada aumentada de G, G+.

Dominar esto requiere un poco de práctica para hacer las transformaciones con agilidad. Merece la pena: es una forma sencilla, pero muy elegante de acompañar.

Javier Montero


Extendiendo acordes a través de triadas simples


¿Has comprendido perfectamente lo explicado aquí? ¿Tienes alguna laguna conceptual que te impida entenderlo? Plantea tu duda; quizás sea la base de un nuevo artículo.

Python – Capítulo 21: Concatenación de listas

En ocasiones necesitaremos combinar varias listas en una única, proceso que denominamos concatenación. La forma de realizar esto en Python es muy simple: podemos concatenar usando el operador de adición o a través del metodo extend().

Abrimos IDLE o el intérprete interactivo y comenzamos creando un par de listas de ejemplo:

>>> lista1 = ['casa', 5, 'manzana']
>>> lista2 = ['lunes', 'martes']

He elegido lista1 a propósito para recordaros que una lista puede estar compuesta por elementos de diferentes tipos.

Podemos sumar ambas listas para obtener una nueva con el contenido de ambas:

>>> lista3 = lista1 + lista2

>>> lista3
['casa', 5, 'manzana', 'lunes', 'martes']

Esta es la forma más básica de proceder. Si hubiésemos querido que lista1 se hubiese extendido con el contenido de lista2, podríamos haber ejecutado esto:

>>> lista1 = lista1 + lista2
>>> lista1
['casa', 5, 'manzana', 'lunes', 'martes']

Esto último lo podríamos haber logrado aplicando el método extend() sobre lista1.

Comencemos restableciendo lista1 a su valor inicial:

>>> lista1 = ['casa', 5, 'manzana']

Extendámosla ahora con el contenido de lista2:

>>> lista1.extend(lista2)
>>> lista1
['casa', 5, 'manzana', 'lunes', 'martes']

obteniendo el mismo resultado que con la suma anterior.

La lista del método extend() la podemos facilitar implícita o explícitamente. Volvamos a extender lista1:

>>> lista1.extend(['parchís', 'oca'])
>>> lista1
['casa', 5, 'manzana', 'lunes', 'martes', 'parchís', 'oca']

Observad como, en vez de facilitar el nombre de la lista al método, indico directamente su definición.

Para concluir la sesión, quiero que prestéis atención a la diferencia entre el método append(), que tratamos en el capítulo 19, y el método extend().

Restablezcamos lista1 a su valor inicial:

>>> lista1 = ['casa', 5, 'manzana']
>>> lista1.append(lista2)

Veamos qué ha sucedido:

>>> lista1
['casa', 5, 'manzana', ['lunes', 'martes']]

El resultado es completamente diferente: las listas no se han concatenado, sino que se ha añadido un nuevo elemento al final de lista1. Ese elemento es lista2.

Esto ilustra algo muy importante: no sólo los elementos de una lista pueden ser de tipos diferentes, sino que, además, pueden tratarse de listas en sí mismas. Es decir, es legítimo tener listas cuyos elementos individuales sean listas.

Listas dentro de listas… Se me ocurren decenas de aplicaciones interesantes.

Javier Montero


http://elclubdelautodidacta.es/wp/2011/10/python-capitulo-21-concatenacion-de-listas/


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