Temperatura y frecuencia cardíaca

Con temperaturas, apenas iniciada la primavera, rozando los 30 grados, empieza a ser «delicado» correr en Sevilla a las cuatro de la tarde, hora de mis entrenamientos habituales entre semana.

Desde luego que no son aún los 45 grados que nos depara el verano, donde correr a esas horas es una absoluta temeridad, pero considero que ya ha llegado el momento de modificar el horario de mi rutina.

Desde el punto de vista del trabajo cardíaco, tema que nos ocupa estos días, conviene conocer el modo en que el calor afecta a las pulsaciones dificultándonos su control.

El cuerpo humano está diseñado para funcionar a una temperatura constante. Al aumentar la temperatura la piel absorbe calor. Los mecanismos de regulación de la temperatura, con base de operaciones en el hipotálamo, se ocupan de que aumente el flujo sanguíneo hacia la piel para enfriarla.

Si estamos corriendo y aumenta la temperatura, el corazón necesitará latir más rápido para compensar el extra de oxígeno que tiene que desplazar hacia la periferia.

¿Cuánto?

En términos generales, a una temperatura entre 16 y 24 grados, se puede producir un incremento del ritmo cardíaco entre 2 y 4 pulsaciones.

Para una temperatura entre 25 y 32 grados, ese incremento puede ser de hasta 10 pulsaciones por minuto.

Una tarde muy calurosa. En el minuto 30, mitad de mi ejercicio, me he visto obligado a quitarme la camiseta para poder refrescarme mejor. El agua de la botella, con la que corro siempre, estaba pocha y asquerosa.

Muchas dificultades para lograr el sub 149. A la primera de cambio, en cuanto me desconcentraba lo más mínimo, ya estaba posicionado en 150 o 151 de modo natural. Me he visto obligado a reducir bastante el ritmo para no comprometer el objetivo numérico del ejercicio.

Denominación: 60 minutos sub 149 ppm (OK–> 148 ppm)
Exigencia: 3
Distancia: 8,41 Km
Tiempo: 60 minutos
Ritmo medio: 7:08/Km
Velocidad media: 8’4 Km/h
Consumo energético: 664 Kcal
FC media: 148 ppm

Para la próxima sesión, el sábado que viene, tenía prevista una novedad interesante, pero quizás la posponga y la sustituya por otro trabajo aeróbico más, ya que el lunes hay planificado un entrenamiento especial con Sprinter y Santidecai en el parque de María Luisa.

Acotando las pulsaciones

Tras la carrera intensa y excitante del domingo, que me dejó como una moto hasta bien avanzado el lunes, hoy era oportuno un entrenamiento suave y regenerativo.

Era ante todo una necesidad más que un simple ejercicio aeróbico a bajas revoluciones. Mientras más conozco este tipo de entrenamientos más tengo claro no sólo su tremenda valía en nuestro desarrollo como corredores, sino el efecto tan beneficioso sobre el estado de ánimo que tienen.

Desde luego, cada uno lo vivirá a su manera, pero esa sensación de serenidad tan especial hacía tiempo que no me visitaba de una manera tan profunda.

El ejercicio de hoy ha estado planteado como un sub 149 ppm. ¿Por qué 149 y no 150?

La metodología es sencilla y viene de perlas para todos los que miráis de reojo este tipo de ejercicios porque os resistís a poneros a andar, llegado el caso. Voy a contarla:

Se comienza haciendo una estimación aproximada del rango aeróbico de cada uno. Eso, de un modo más o menos grosero, ya sabemos hacerlo.

Buscamos una frecuencia cardíaca lo más baja posible pero que nos permita desarrollar un ritmo con el que no nos sentamos excesivamente incómodos. En mi caso, parto inicialmente de un techo de 150 ppm, con la que obtengo una frecuencia media de 148 ppm en la práctica, asociada a un ritmo alrededor de 6:45 /Km en tiradas de una hora.

Con ese techo establecido, debemos ser precavidos y hacer todo lo posible por no superarlo. Esto requiere un poco de control, pero no es complicado. Debemos ser cuidadosos en evitar los ascensos bruscos. Una vez alcanzamos el valor máximo, actuamos inmediatamente para restablecer las pulsaciones a un valor inferior al máximo. De este modo, lograremos medias sensiblemente inferiores al máximo establecido.

Si continuáramos realizando ejercicios así observaríamos como, con la misma media de pulsaciones, seríamos capaz de lograr desarrollos más rápidos.

Es tentador, pero no vamos a dar ocasión a que esto suceda aún.

Una vez hemos asentado el trabajo contra un techo de pulsaciones determinado, procedemos a acotarlo haciéndolo más bajo. Por ejemplo, si lo teníamos establecido en 150 podemos realizar nuevos ejercicios similares a 149 ppm.

Con esto, lo que lograremos será que los mecanismos de recuperación de pulsaciones comiencen antes, obteniendo una media cardíaca inferior a la que conseguíamos antes de la acotación.

Sabremos que el ejercicio habrá logrado sus frutos cuando el ritmo medio que obtengamos sea equivalente (o incluso mejor) que el que lográbamos inicialmente.

Continuamos acotando sucesivamente hasta que, eventualmente, nos situemos ya en una frecuencia objetivo que consideremos óptima, bien distante del extremo superior de la banda aeróbica.

En ese momento no desearemos seguir acotando ya, y será una frecuencia perfecta para sucesivos entrenamientos aeróbicos que deberán proporcionarnos, gradualmente, ritmos medios más rápidos manteniendo constante las pulsaciones.

Denominación: 60′ sub 149 ppm (OK–> 145 ppm)
Exigencia: 3
Distancia: 8’82 Km
Tiempo: 60′
Ritmo medio: 6:48/Km
Velocidad media: 8’8 Km/h
Consumo energético: 730 Kcal
FC media: 145 ppm
FC máxima: 152 ppm

Lo mejor, repito, el tremendo bienestar mental y sensación de serenidad al terminar.

Próximo entrenamiento: el jueves; será similar a este.

XXII Carrera Popular Nervión – San Pablo MEMORIAL Luis Cobacho

Tercera popular desde que me lancé al mundillo de la competición hace justo hoy un mes. Pertenece a la serie de carreras populares que organiza el IMD en Sevilla.

Mirando un poco retrospectivamente, no mucho, me cuesta creer que la persona que ahora está escribiendo esto sea yo.

Es indudable que ya no soy el mismo. Después de la carrera lo comentaba con Santi, compañero del foro: este deporte nos está cambiando, para bien, en muchos sentidos.

Y, sin duda, lo mejor está aún por llegar.

Y ahora, vamos al asunto en cuestión.

Del día anterior, nada interesante que destacar. Es una lástima que uno se vaya haciendo más veterano en estas cosas y pierda las emociones de las primeras veces. Comí y cené pasta, eso sí. Preparé mis cosas, ya algo rutinariamente y me fui a acostar relativamente tarde, permitiéndome incluso leer durante un buen rato antes de pegar ojo.

Ni siquiera hubo pesadillas. Sé que dormí de un tirón y no recuerdo nada de lo que soñé.

Qué lástima, de verdad. ¡Qué lastima!

Me desperté más tarde que en las otras ocasiones y, sin prisa alguna, me duché, vestí y desayuné.

Cogí la bicicleta y la amarré a la entrada del parque de la Buhaira, lugar donde daría inicio y fin la prueba…

Llego temprano, voy sobrado de tiempo, pero me gusta disfrutar del ambientillo inicial pre-carrera, cuando la organización aún está ultimando la preparación del evento.

Al rato me encuentro con Ismael, un compañero del curro que también está participando en esta serie de carreras. Sus objetivos distan aún bastante de los míos, pues pretende hacer el recorrido en menos de 50 minutos, así que sé que en cuanto comencemos dejaré de verlo.

Voy calentando y estirando con suavidad. No es gran cosa, pero suficiente.

Poco a poco se va llenando de gente. Me encuentro a un grupo de tres africanos que tienen pinta de que van a partir la pana en la carrera.

Siguiendo los consejos que Linense indicó en el foro al comentar mi carrera anterior, decido ponerme más adelante en la salida.

Pero no es que me pusiera más adelante sólo. Es que me coloqué en la mismísima línea de salida.

Recibo un mensaje de Santi diciéndome que está aparcando y que en cinco minutos estará allí. Le indico que me busque en la línea de salida, donde se posicionan los campeones.

No tarda en aparecer. Quedan pocos minutos para que comience el show. En cabecera de salida, miro hacia atrás y me temo, por un momento, ser aplastado por la peña que saldrá rodando sub 5′.

Fore programado a 6’/Km, ritmo que, como dije, es el mínimo que se despacha ya tras varias populares a nuestras espaldas.

Y comenzamos…

A Ismael, mi colega del curro, no vuelvo a verlo, como era de esperar.

Santi y yo, que no estamos atrapados en ningún tapón, comenzamos corriendo desde el primer momento ampliamente sub 6′, con lo cual ForeRundy se queda atrás desde el inicio mismo de la carrera.

Quiero recordar que, en la anterior, no fue hasta el kilómetro 4 cuando alcanzamos a nuestra liebre virtual.

Nuestro ritmo es duro. El pelotón que va con nosotros está rodando muy fuerte y eso también nos contagia. Pero nos adelantan muchísimos, todo hay que decirlo.

Me cuestiono si seremos capaces de sostener el ritmo y no nos quedaremos sin fuerzas antes de tiempo.

Para evitar problemas, activo el MODE SUFRIMIENTO ON, con lo que sé que completaré la prueba, aún a costa de dejarme el alma en el intento.

La distancia que le sacamos a ForeRundy aumenta a un ritmo impresionante.

Primera cuesta cruzando el puente sobre las vías del tren. Es durilla, pero hago caso a Santi y mantenemos la cadencia de piernas, pero con zancada más corta. Noto como las pulsaciones suben. En el descenso, lejos de apretar, aprovecho para restablecer el ritmo cardíaco para poder tirar con fuerza de nuevo.

La concentración es clave en estos momentos. No pensar en lo que te queda, sólo estar ahí. Me concentro en mi 4×4 respiratorio, el mismo que empleo en los entrenamientos.

Superamos el kilómetro 5 y entramos en lo que para mí ya es el final de la carrera. Una vez se supera la mitad, el resto está ya hecho. Es sólo cuestión de ir descontando kilómetros con paciencia.

Pero el MODE Sufrimiento ON sigue activado y afrontamos la cuesta de El Greco. Una vez concluida, lo peor ya habrá pasado: los kilómetros finales serán en llano o descenso.

Decido modificar el ritmo respiratorio a 2×2, que ya no abandonaré hasta entrar en meta.

Aproximadamente sobre el kilómetro 8 damos alcance a uno de los africanos que se suponía debería estar partiendo la pana en la meta ya… Se le notaba bastante asfixiado. Parece que calculó mal y se pasó de rosca.

Nos sentimos triunfales tras adelantar al africano. No podía ser menos, nuestro ritmo gaLÁCTICO se lo merecía.

A un kilómetro de la meta Santi decide despegarse, como hizo ya la vez anterior, para dejarse la piel al final.

Yo voy en modo sufrimiento, pero bien. No tanto como para ponerme a esprintar. Eso sí, no tengo la menor intención de devolver ni un mísero metro de la distancia que le saco a ForeRundy, así que mantengo el ritmo duro.

Entro en meta en 53′ 57″ . Toda una absoluta PASADA!!!!!

Recogida de camisetas, cervecita isotónica de rigor y a estirar…

Denominación: XXII Carrera Popular Nervión – San Pablo MEMORIAL Luis Cobacho
Exigencia: 5
Hora de inicio: 9:30
Distancia: 10 Kmps = 9’51 Km (1 Kmp, kilómetro popular, equivale a 0’95 Km)
Tiempo: 53:57 (a falta de confirmar el tiempo oficial)
Ritmo medio: 5:40
Velocidad media: 10’6 Km/h
Consumo energético: 768 Kcal
FC media: 164 ppm
FC máxima: 172 ppm

Todo un éxito. ¡Qué sensación tan gratificante!

Próxima carrera: popular de Triana, el 3 de abril.

147 ppm, os echo de menos!

Último entrenamiento antes de la carrera del domingo. Tal como tenía previsto, tocaba un rodaje corto, pero intenso, sin llegar a ser muy agotador.

Como siempre, se trata de que el cuerpo pille el evento con ganas.

Carrerita de 5 Km con ForeRundy programado a 5:55 /Km. He arrancado con caña para distanciarme: primer tramo de 500 metros a 5:23 y el siguiente a 5:16. Después me he limitado a vivir de las rentas.

Denominación: 5 Km sub 5:55 /Km
Exigencia: 4
Hora de inicio: 16:13 Calor intratatable
Distancia total: 5 Km
Tiempo: 29:33
Ritmo medio: 5:53
Velocidad media: 10’2 Km/h
Consumo energético: 408 Kcal
FC media: 159 ppm
FC máxima: 165 ppm

¡Cómo he echado de menos los entrenamientos anteriores! Con toda certeza son los mejores que he hecho hasta ahora.

He observado lo siguiente: entrenamientos como el de hoy, o el del sábado pasado, que son intensos, me excitan.

Los hechos a fuego lento y largos, como estos últimos, me relajan tremendamente. La sensación de paz y bienestar que he logrado con estos no la he conseguido con los «rápidos».

Todo listo para el domingo, que Dios reparta suerte.

Por cierto, ForeRundy correrá a 6′ /Km, que es lo mínimo que se despacha ya.

Semana de las pulsaciones en la 5ª planta del Corte Inglés

Cuando uno piensa en una nueva vuelta de tuerca se imagina un incremento en el esfuerzo para lograr una mejora en algún parámetro.

Lo que no suele ser común es cuando estas vueltas se realizan en el otro sentido, disminuyendo la intensidad del esfuerzo.

Desde hace poco estoy orientado más hacia el trabajo aeróbico que al mixto aeróbico-anaeróbico. En la última y antepenúltima sesiones realicé entrenamientos de 1 hora cuyo objetivo era permanecer en un régimen medio de pulsaciones inferior a 150 ppm.

Ayer Sisjag sugería reducir eventualmente hasta un máximo de 140 ppm.

Tal como planifiqué la semana hoy tenía previsto inicialmente un trabajo fuerte de cara a la preparación de la carrera del domingo. Descarté finalmente esa opción para insistir más en un ejercicio aeróbico, pues llegué a la conclusión de que estaba más centrado en entrenamientos mixtos (debido, fundamentalmente, al calendario tan intenso de populares) y que eso me estaba resultando contraproducente.

No he querido probar a hacer un sub 140 sin haberme detenido antes en el sub 145 intermedio. He aquí los resultados:

Denominación: 60′ FC media sub 145
Exigencia: 3
Distancia: 8’09 Km
Tiempo: 60′
Ritmo medio: 7:25 /Km
Velocidad media: 8’1 Km/h
Consumo energético: 634 Kcal
FC media: 142 ppm
FC máxima: 146 ppm

No he tenido necesidad de dejar de correr para ponerme a andar. Aunque he rodado extremadamente lento, aún era un ritmo defendible trotando.

Esta ha sido la vez que más lento he rodado desde que empecé con esto. De pulmón y corazón me he sentido muy sobrado, lo cual era de esperar dado el régimen cardíaco planteado.

Lo que no era en absoluto de esperar era el tremendo cansancio de piernas con el que he terminado. He tenido que esmerarme con los estiramientos y los ejercicios posteriores para poder dejar unas piernas en condiciones.

¡Curioso contraste! Corro más lento y me canso más que si lo hubiera hecho rápido.

Próxima sesión: el viernes. Será un entrenamiento de corta duración, pero intenso. Hay que hacer recordar al cuerpo, antes de la carrera del domingo, que puede rodar bastante más rápido de lo que ha hecho hoy.

LLuvia que limpia las almas

Hoy he estado tentado de alterar, por primera vez tras mucho tiempo sin fallar, la regularidad de mis entrenamientos, separados siempre por un único día de descanso. La lluvia en Sevilla y el pronóstico para mañana de un día sin ella, invitaban a aplazar al martes la sesión de esta tarde.

Pero, tras esta meteorológica ilusión, sé que se hallaba el caballo malo y desbocado, al que mis tobillos pronadores están sujetos por cuerdas, dispuesto a arrastrarme y hundirme en el fango de mis miserias.

No he tenido otra opción que calzarme las zapatillas y huir de nuevo.

Tras el entrenamiento duro del sábado, tocaba un ejercicio revitalizante hoy: una hora trotando a un ritmo cardíaco medio inferior a 150 ppm.

Estas sesiones, además de ser excelentes para trabajar la base, son ideales para autodescubrirnos si estamos atentos a lo que nos dicen.

Poco importa si 150 representa el 75%, el 70% o el 80% de mi capacidad cardíaca. Creo que resulta interesante ensayar con valores diferentes de cuando en cuando y prestar atención a lo que va sucediendo.

Por ejemplo, sé que algo interesante me sucede cuando estoy rodando a 147 ppm, ni una más ni una menos. Estando a ese ritmo tengo la sensación de que, si las piernas fueran capaces de soportarlo, podría estar corriendo el día entero.

Experimentemos. Este deporte es fabuloso para conocernos a nosotros mismos.

Lluvia intensa durante prácticamente todo el trayecto. Todo mi cuerpo completamente empapado, desde la cabeza hasta los pies.

¿Un infierno? No. Con toda certeza hoy ha sido uno de los días más gratificantes y placenteros desde que practico esto, si no el que más. Como un niño saltando sobre los charcos, ¡qué sensación tan poderosa de bienestar!.

Chorreando como nunca, me he sentido limpio y vivo corriendo bajo la lluvia.

Denominación: 60′ con FC media sub 150 ppm
Exigencia: 3
Distancia recorrida: 8’94 Km
Tiempo empleado: 60 minutos
Ritmo medio: 6:43 /Km
Velocidad media: 8’9 Km/h
Consumo energético: 743 Kcal
FC media: 148 ppm
FC máxima: 153 ppm

Ahora toca tratar una ampolla que se me ha producido consecuencia de haber estado corriendo con los pies completamente encharcados. Ná, gajes del oficio…

Por cierto, he decidido que el domingo, durante la popular de Nervión, ForeRundy no va a correr programado a 5:55 sino a 6′ /Km. Sesiones como la de hoy me invitan a no tener prisa alguna.

Próxima sesión: el miércoles.

Sufro, luego existo

Hoy sabía que iba a sufrir. Noche mala, algo resfriado tras la última sesión, en la que corrí con muy poca ropa y pasé frío, nariz taponada y, para colmo, nueva vuelta de tuerca a ForeRundy que, por primera vez, ha sido programado a 5:55 /Km.

Además, hay días en los que uno tiene que luchar contra el monstruo de uno mismo, que está siempre al acecho, esperando a devorarnos en cuanto bajemos la guardia.

Parece que al correr, a ese monstruo, que rueda más lento que nosotros, lo vamos dejando atrás. Pero no detiene su avance, ni cuando dormimos.

Quizás, en estas ocasiones, tenga razón quien dice que correr es de cobardes.

Así que tenía, inexcusablemente, una labor que cumplir. Simple supervivencia. Con tiempo incierto, amenazando lluvia, cojo la bicicleta y me desplazo hasta la Cartuja.

Caliento, estiro durante unos minutos, y programo a ForeRundy para una carrera de 50 minutos en la que él correrá a 5:55 /Km. Mi objetivo, como siempre en estos casos, es llegar a meta por delante de él.

Desde el primer momento, sin proponérmelo, le voy sacando una ventaja que se estabiliza en torno a los 20 metros de diferencia.

Estoy sufriendo, y aún me quedan muchos kilómetros por delante.

La ventaja oscila entre 30 y 7 metros, pero la mayor parte del recorrido se mantiene estable alrededor de los 20 metros.

Comienza a llover. La lluvia me acompaña durante varios kilómetros, pero estoy adecuadamente equipado y casi agradezco su presencia. Y después, mucho calor.

Sufro y no logro despegarme de ForeRundy. Pero sé que lograré el objetivo, porque me he puesto en MODE SUFRIMIENTO ON y, cuando uno se configura así, lo único que le separa de la meta es mucho sufrimiento, pero nada más.

Última vuelta al parque del Alamillo y suena el pitido del FR indicando que han acabado los 50 minutos del ejercicio.

Le he sacado, a mi rival virtual, 30 metros. Al monstruo de mí mismo, de mis miedos e inseguridades no lo sé, pero al menos sé que hoy me dejará tranquilo.

Denominación: 50 minutos con ritmo medio sub 5:55 /Km
Exigencia: 5
Hora de inicio: 11:04
Distancia total: 8’48 Km
Tiempo: 50′
Ritmo medio: 5:54 /Km
Velocidad media: 10’2 Km/h
Consumo energético: 691 Kcal
FC media: 163 ppm
FC máxima: 169 ppm

Ya sé que puedo rodar a velocidades sub 6, lo he verificado en los últimos entrenamientos y en la última carrera, pero también me doy cuenta de que estos ritmos están aún hilvanados.

Por eso la importancia de ejercicios como el del jueves pasado (1h sub 150ppm), donde se asientan los cimientos que soportarán los futuros trabajos de calidad.

Próxima sesión: el lunes, 14 de marzo de 2011, «60′ con FC media sub 150ppm» (exigencia 4).

Javier Montero Gabarró


Sufro, luego existo


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Fecha de la última revisión: 20 de septiembre de 2012


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El Club del Autodidacta

El día más largo

Tenía previsto, tanto para la sesión del martes pasado, como para la de hoy, dos entrenamientos de nivel 3 para asimilar todo el trabajo duro de los últimos días. Pero, dado que el martes el mal tiempo me tuvo confinado en interiores y tuve que utilizar la cinta en un nivel 2, me parecía justo realizar hoy uno de nivel 4 para compensar.

Por otra parte, quería abundar en la línea de trabajo que describí el martes, esto es, fijar un tiempo máximo de 45 minutos y rodar a la velocidad máxima que me permitiera mantener la frecuencia cardíaca media por debajo de 150 ppm.

Para convertirlo en nivel 4, he decidido que, en lugar de 45 minutos, correré una hora. Esto supone el mayor tiempo corriendo sin detenerme hasta ahora. Por debajo están los 57’38» de la popular del día 20/2 y los 56’44» de la popular del 6/3. Por supuesto que ha sido a un ritmo mucho más lento, pero ¡ahí queda!

Denominación: «60 minutos con FC media sub 150 ppm»
Exigencia: 4
Distancia recorrida: 8’85 Km
Tiempo empleado: 60 minutos
Ritmo medio: 6:45
Velocidad media: 8’9 Km/h
Consumo energético: 735 Kcal
FC media: 148 ppm
FC máxima: 153 ppm

Estaba temiendo no poder salir a correr. Después de toda una mañana buena, el cielo comenzó a oscurecerse anticipando lluvia. Ha sido justo terminar de estirar, tras el entrenamiento, y empezar a llover.

Con excepción de unas molestias en una uña del pie izquierdo (al final tendré que ir al podólogo, lo estoy viendo), ha sido una experiencia fascinante. Sin cansarme lo más mínimo y oxigenándome más que nunca. Durante los cuarenta primeros minutos estuvo acompañándome un compañero del curro y fui capaz de mantener una conversación exactamente igual que si estuviera parado.

Sería alucinante poder rodar así, con bajas pulsaciones, y hacerlo a un ritmo de 5’30» /Km…

De cuando en cuando meteré entrenamientos como este. Resultará interesante fijarse en cómo progresa el ritmo.

Próxima sesión: 50 minutos sub 5:55, el sábado próximo, SLCCLP.

El nivel de exigencia en perspectiva

4-4-5-4-5-2-5

Esta secuencia indica el nivel de exigencia de mis últimos entrenamientos, desde el 22 de febrero hasta el 6 de marzo, día de la segunda carrera popular. No he representado el día de descanso escrupuloso entre medias de cada sesión (que suelo indicar con un cero).

Si calculamos la media de estos valores y redondeamos al entero más próximo obtenemos un nivel de exigencia 4 como promedio.

Esto representa una secuencia de entrenos intensa que culmina con el éxito en la carrera popular, en la que logré una media sub 6′ /Km, objetivo al que estuvo orientado todo este trabajo.

Pero esta progresión es insostenible a corto plazo para mí. Desde mi punto de vista, debo orientar la dureza de las sesiones de modo que descansen en un promedio de exigencia 3.

Menos significaría que estoy haciendo jogging en vez de running, con más orientación a la salud y mantenimiento de la forma física que a la superación deportiva.

Cuanto mas exceda de tres nos encontramos con una actividad altamente exigente en la que priman los resultados con mayor riesgo de lesión física conforme esa media se acerque a cinco.

Considero el nivel 3 adecuado para alguien con espíritu de superación personal pero que no quiere correr excesivos riesgos. Deseo disfrutar de esta actividad el mayor de años posible. No querría forzar tanto que me viera obligado a abandonarla.

Realizamos entrenamientos de nivel 5 y 4 que nos permiten avanzar en la búsqueda de nuestros límites, pero no nos olvidamos de que la consolidación y asimilación la conseguimos trabajando en los niveles 3 y 2.

Hoy tenía prevista una sesión muy interesante, de nivel 3, inspirada en la que tuvo RafaYG anteayer. Es un tipo de entrenamiento que proporciona, además de una buena regeneración, mucho conocimiento sobre nosotros mismos.

El ejercicio iba a consistir en rodar durante 45 minutos al ritmo máximo que me permitiera sostener una frecuencia cardíaca media inferior a 150 ppm. Se trataba de ir alterando la velocidad, adecuándonos a la información que nos facilitara el pulsómetro sobre nuestro ritmo cardíaco.

La lluvia intensa que ha caído en Sevilla durante la tarde me ha obligado a modificar algo los planes. He optado por correr en cinta, algo que no había vuelto a hacer desde que «pisé» el asfalto por primera vez. En vez de 45 minutos lo dejaría en 30 y jugaría con el control de velocidad conforme a la realimentación que obtuviera del pulsómetro.

Denominación: 30′ en cinta FC media sub 150ppm
Exigencia: 2
Hora de inicio: 16:40
Tiempo: 30′

Terminé empapado de sudor, lo que nunca me había sucedido corriendo en exteriores. No me sentía en absoluto cansado. Tanta sudoración no se correspondía con el esfuerzo realizado.

Debo indicar que el corazón debe aumentar su ritmo cardíaco para poder atender las demandas energéticas del sistema de refrigeración corporal a través de la piel mediante el sudor, con lo cual, con toda probabilidad, mi ritmo de rodaje ha sido peor que el que habría logrado en la calle.

Definitivamente, no me gusta la cinta de correr.

El jueves, si las circunstancias climatológicas no son muy adversas, intentaré el entrenamiento en los términos que tenía previstos para hoy.

XXV Carrera Popular Este

Esta es la crónica de la «XXV Carrera Popular Este», inscrita en el marco de carreras populares que organiza el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla, tal y como Rundy la publicó en el Foro de Atletismo (www.forodeatletismo.com) el mismo día de la prueba.

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Domingo, 6 de marzo de 2011

Por fin llegó el día esperado. Santidecai y yo tenemos una cita con el destino en forma de carrera popular, la segunda de la temporada.

A diferencia de la vez anterior, en la carrera popular Macarena, hace dos semanas, ayer no me atiborré a palomitas ni a coca cola. Me recogí en casa y sólo estuve fuera un par de horas durante la mañana para hacer algo de deporte en el gimnasio.

A última hora del día, preparo todo: camiseta, mallas, gps, pañuelos de papel, pulsómetro, calcetines, visera, DNI, móvil, dinero, etc…, de modo que no deje nada olvidado y pueda salir sin prisas de casa.

A las 23:30 estaba ya en la cama, con el despertador programado a las 6:30 de la mañana.

En esta ocasión no me pasé la noche entera corriendo, al menos, pero fue mucho peor…

Estuve la noche entera buscando un aparcamiento para el coche lo más cerca posible del lugar de la carrera y di vueltas y vueltas y me fue absolutamente imposible aparcar. La carrera iba a comenzar y yo sin lograr desembarazarme del coche.

En eso me desperté: tres y cuarto de la madrugada y los ojos como platos.

No sé cuánto tardé en dormirme de nuevo, pero estimo que, al menos, fue hora y media.

La cuestión es que, a las seis y media en punto suena, sin compasión alguna, el despertador. Horror.

Me planto bajo la ducha caliente hasta que, más o menos, consigo despertarme y darle algo de ánimo al cuerpo.

Mucho mejor.

Me preparo un zumo de naranja, una tostada con jamón york y un vaso de leche. Me pongo mi ropa de carreras ultrasónica y me lanzo a la calle.

Naturalmente, después de la pesadilla de anoche, ni me planteo coger el coche. Tomo un taxi que me deja en el parque Amate.

Busco el guardarropa y deposito el cortavientos y me quedo solo con una camiseta fina.

Doy un par de vueltas a un campo de fútbol y me pongo a calentar.

Entonces me encuentro a Santi. Temía no encontrármelo si se colocaba pronto en la fila de salida.

Más de 3000 participantes. Nos situamos cerca del final, no tenemos necesidad de pelearnos por las marcas.

Programo a ForeRundy para que tire de nosotros a 6′ /Km, que es el objetivo previsto. Nuestra estrategia es muy sencilla: bastará con llegar a meta un metro antes que ForeRundy para haber logrado el objetivo. Somos conscientes de que, mientras el pelotón se dispersa, no podremos rodar a nuestro ritmo y nos sacará mucha ventaja. La clave consistirá en no agobiarse y no tener prisa en alcanzarlo, son muchos kilómetros los que hay por delante. Una vez alcanzado, aumentaremos la distancia que nos separa de él a un ritmo cómodo para, finalmente, si llegara el caso, devolvérsela controladamente si nos viéramos escasos de energía.

Comienza el show.

Tapón, naturalmente. Imagino que esto debe de ser la tónica general en este tipo de eventos. Como era previsible, ForeRundy nos saca una ventaja del copón.

Pero no tenemos prisa, ya caerá… Aprovechamos para ir calentando con cuidado.

Encontramos, al fin, un ritmo cómodo, ya sub 6. Es cuestión de tiempo que pillemos a nuestra liebre virtual. Las matemáticas no fallan.

Pasamos por el primer puesto de avituallamiento. No necesito agua, pues llevo una en mi mano desde el mismo comienzo de la carrera y voy bebiendo a buches con periodicidad.

Primera cuesta. Santi me da consejos de como superarla con éxito, manteniendo el ritmo de piernas pero acortando la zancada.

Lo malo es que perdemos parte de la distancia que ya habíamos recuperado a nuestra liebre.

Al fin llega el gran momento. Próximos ya al kilómetro 4, alcanzamos a ForeRundy, lo que significa que, en ese preciso momento, nuestra media ya es 6’/Km, contando con eso todo el tiempo perdido en el tapón. Le damos una colleja al pasar.

El pelotón se va diluyendo y nos es más fácil realizar los adelantamientos, uno tras otro. Apenas nos adelanta gente.

Y seguimos aumentando la distancia de separación. Esto va viento en popa.

Como a ForeRundy lo llevamos detrás de nosotros ya, para no tener que estar cada dos por tres girando la cabeza para ver por dónde anda, optamos por seguir a una liebre «curvilínea», de carne y hueso, que va delante de nosotros, justo a nuestro ritmo.

Segunda cuesta. No nos supone apenas esfuerzo y apenas nos vemos obligados a reducir el ritmo.

Entramos en el parque dispuestos a acometer los kilómetros finales en su interior. Nuestra sugerente liebre se ha quedado atrás ya, que se le va a hacer.

Más o menos, a un kilómetro de la meta, me pregunta Santi si no me importa si aprieta dejándose el resto. Le contesto que por supuesto que no, que faltaría más, que le pegue fuerte. Yo prefiero mantener el ritmo. El objetivo está ya prácticamente logrado y no siento necesidad de esprintar.

Así que, ahí va Santi adelantando gente sin compasión alguna. Yo me mantengo y sigo incrementando la separación con ForeRundy.

Entro en meta en 57′ 16″. Le he sacado a la liebre virtual más de doscientos metros (in crescendo, no ha habido necesidad de «devolver» ni un solo metro).

Termino pletórico y sin sensación de cansancio alguno. Todo un triunfo y el fruto de muchos días de esfuerzo.

Recogemos las bolsas de regalo y nos tomamos la cerveza isotónica que nos ofrecen.

Denominación: XXV Carrera Popular Este
Exigencia: 5
Hora de inicio: 9:29
Distancia recorrida: 9,76 Km
Tiempo empleado: 56′ 42 » (tiempo oficial)
Ritmo medio: 5:52 /Km
Velocidad media: 10’2 Km/h
Consumo energético: 788 Kcal
FC Media: 162
FC Máxima: 169

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Un gran progreso teniendo en cuenta que no hace dos meses aún desde que me calcé las zapatillas por primera vez para lanzarme a correr sobre el asfalto.

Próxima prueba: la carrera popular Nervión, el 20 de marzo.

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