Vuelta a la calma tras la tempestad

Tras el cúmulo de experiencias y emociones del fin de semana, en el que tuve la suerte y honor de entrenar y competir con grandes figuras del atletismo español de ayer y hoy como Fermín Cacho, Maite Zúñiga y Pentinel, ha llegado el momento de devolver las aguas a su cauce en forma de un entrenamiento a bajas pulsaciones, de los que me gustan a mí.

He tenido la suerte de poder hacerme un hueco en la tarde con el que en principio no contaba. Ni corto ni perezoso, me he vestido para el disfrute y me he echado a correr.

Desde la puerta de casa hasta el parque del Alamillo, que he surcado por todos sus recovecos hasta finalizar la hora que tenía programada a fuego lento.

El trabajo de hoy consistía en perseguir una FC media sub 145 ppm lo más separada posible de este valor, pero sin comprometer un ritmo con el que me sintiera cómodo de piernas.

Como me suele suceder en este tipo de ejercicios, la primera mitad del recorrido las pulsaciones van bastante ajustadas al techo máximo y no es hasta la segunda mitad cuando se manifiesta el efecto mágico aeróbico en el que las pulsaciones empiezan a descender.

Minuto 45: las pulsaciones descienden hasta 140. Este último cuarto de hora es la gran recompensa del resto del trabajo. Cierro los ojos con frecuencia y me dejo llevar por las sensaciones placenteras del aire secando el sudor de mi cara, de los pulmones llenándose con suavidad, sintiendo como esa respiración pausada atiende de sobra las necesidades de oxígeno del organismo.

139…

Y continúan bajando. El último entrenamiento aeróbico también tuve la ocasión de verme por debajo de 140. Es un premio a la constancia en este tipo de ejercicios.

138…

Esto ya es sobresaliente. Las pulsaciones siguen descendiendo conforme el sol se va poniendo en la tarde sevillana.

Y 137… Sigo corriendo, embriagándome en una respiración cada vez más profunda y lenta.

No puedo describir la enorme sensación de bienestar en ese preciso instante.

A un par de minutos de la hora, ya cerca del gimnasio, escucho «Correr es de cobardes». Es Jesús Palacios, gran atleta sevillano, más volcado en estos momentos en la preparación de sus pupilos que en la competición en sí.

Denominación: FC media sub 147 (OK–> 143)
Exigencia: 3
Distancia recorrida: 8’36 Km
Tiempo empleado: 60′
Ritmo medio: 7:11/Km
FC media: 143 ppm

Una vez concluida la hora de entrenamiento continúo caminando a ritmo rápido hasta el gimnasio en la Cartuja, donde pretendo realizar unas sesiones de trabajo de piernas y unos ejercicios abdominales.

Cuando concluyo, me echo a correr de nuevo para regresar a casa: son otros 2’69 Km que realizo a un ritmo semejante a la hora anterior.

Llego agotado a casa y empapado en sudor, pero más feliz que unas pascuas.

Me ducho y disfruto de un delicioño aliño de papas que me estaba esperando como premio.

Carrera Divina Pastora – Sevilla – 2011

Llegó por fin el gran día, una semana después de la última carrera popular por Triana.

El circuito «Divina Pastora» se compone de cuatro pruebas de 10K que se realizan en varias ciudades de España durante la temporada. La primera fue en Palma de Mallorca hace dos semanas. Las dos restantes, en Oviedo y Madrid, están planificadas para octubre.

Tenía mucho interés en participar en esta prueba. Por un lado, poder estar al lado de grandes ídolos del atletismo español como Fermín Cacho, Penti y Maite Zúñiga (por partida doble: entrenamiento ayer con ellos y competición hoy). Por otra parte, esta carrera está homologada por la RFEA. El tiempo que consiguiera hoy sería mi primera marca estrictamente oficial.

Me levanto temprano, me ducho tranquilamente y desayuno un vaso de leche y media tostada con aceite. Me permito hasta postear algo por el foro.

Camiseta técnica del Decathlon, pantalones cortos y, como calzado, me pongo las ASICS para pronación leve-moderada a las que agrego mis plantillas ultrapronadoras. Ya he ensayado en otras ocasiones esta combinación que perfectamente mi pronación severa proporcionándome los beneficios de una buena amortiguación.

Me coloco el dorsal, que incorpora, en su parte posterior, dos bandas con el chip de usar y tirar que dará buena fe de nuestra presencia y nuestras marcas durante la prueba.

Riñonera con lo típico y, a las ocho y veinte, cojo mi bici para desplazarme a la Plaza de España. La «aparco» en un árbol y me pongo a pasear por los alrededores, pues tengo casi una hora por delante aún.

Al rato me encuentro con Santi y, poco después, con Ismael, compi del curro.

Llega la hora de calentar, como ya están haciendo todos. Por ahí observo a Pinty calentando también.

Al rato nos posicionamos en la pista de despegue, relativamente cerca del arco de salida.

Y de repente, me dicen: «Oye, tú eres Rundy?»

Me quedo alucinado. Es un forero que se lee los diarios pero no participa. Al parecer me ha reconocido por la foto que colgué ayer.

Me ha hecho mucha ilusión.

Se llama José Luis, le he dicho que luego pase por aquí, salude y nos cuente sus impresiones.

El objetivo de la carrera va a ser terminar antes de 55 minutos, lo que supone un ritmo medio mejor que 5:30 /Km, estableciendo mi mejor marca personal.

La cuestión era a qué velocidad habría que configurar a ForeRundy. Plantarle directamente a 5:30 iba a ser demasiado estresante psicológicamente. Decido dejarlo como está, a 5:55 /Km, pues me resulta muy estimulante ver cómo le voy sacando ventaja rápidamente segundo tras segundo.

Para no comprometer el objetivo, tengo a mano una presentación del Forerunner que me irá mostrando el ritmo medio durante toda la carrera.

La metodología será la de otras veces: empujar fuerte por encima del objetivo propuesto, tratar de mantener el mayor tiempo posible sin comprometer el resultado final para, si es preciso, devolver la ventaja.

Y arrancamos con mucha fuerza, una vez superado el tapón inicial.

A mi colega Ismael lo pierdo desde el primer momento. José Luis anda algo detrás mía y no lo vuelvo a ver hasta poco después de alcanzar la meta.

Santi va reportando los ritmos kilómetro a kilómetro. Yo tengo puesta la pantalla de ForeRundy y por lo rápido que le sacamos ventaja sé que estamos rodando bastante por debajo de 5:30/Km.

Rodamos a 5:10 /Km y entorno. Es la fase de acumulación de ritmo, pero no demasiado rápido para no quemarse.

Una carrera preciosa bordeando todo el centro de Sevilla. La más bonita hasta ahora.

Y proseguimos con dureza.

Hasta el kilómetro 5 no aparece el primer avituallamiento, donde aprovecho para renovar la botella de agua que llevaba en mi mano. Hace mucho calor.

No sé en qué momento pasamos el control de paso de chip.

La cuestión es que el kilómetro 5 para mí es decisivo. Una vez lo alcanzo es como si la carrera hubiese terminado ya con el objetivo cumplido. Me digo a mi mismo que es ya una simple «cuestión de técnica».

Santi sigue fuerte y dejo que se despegue a hacer el carrerón de su vida. Yo conmuto a la pantalla de ritmo medio, que será la que me guíe ya hasta el final de la carrera.

Comienzo a devolver ritmo muy gradualmente mientras se suceden los kilómetros uno tras uno. Recuerdo que con lograr 5:29 habría triunfado.

El final se hace bastante largo. Parece ser que ha habido un cambio de ruta al final que nos confunde un poco haciéndonos creer que la meta estaba más cerca de lo que parecía.

Último kilómetro. Voy sosteniendo 5:25 /Km desde hace un rato. La cuenta atrás ya, metro tras metro.

Entro en meta alzando los brazos y mostrando el gesto de la victoria. Hay que lograr una buena pose, que mañana nos esperan los videos de la entrada en corriendovoy.

54 minutos, 10 segundos, TIEMPO REAL confirmado por la organización. Ritmo medio de 5:25 /Km, objetivo logrado con creces y mejor marca personal!

En meta me encuentro con Santi y, al momento, Ismael. Algo después nos juntamos con José Luis, que también ha hecho una carrera tremenda, y eso que empezó con esto a mediados de enero. A ver si se asoma por aquí y nos cuenta algo.

Ahora la gran incógnita es saber si Santi ha ganado a Fermín Cacho, o no. En un principio parece que sí, pero lo que nos dijo Maite Zúñiga después nos hizo dudar.

Voy ahora con eso, paciencia…

Estiramos como mandan los cánones. En un momento de la euforia, anunciamos oficialmente que vamos a correr nuestra primera media en noviembre, en Dos Hermanas.

En la zona de llegada me encuentro con Gala y María, dos amigas que conocí ayer en el entrenamiento y también están disfrutando del buen sabor que da llegar a meta.

Hablando con ellas aparece Maite Zúñiga. Le hacemos un gesto para que se acerque. María está protestando porque la organización prometió unas bolsas de regalo después y una desgustación que aparentemente sólo estaba preparada para los VIPS. Maite se defiende diciendo que ella no es organización.

Le preguntamos si ha corrido o no, pues parecía muy entera. Nos contesta que no, pues ayer se lesionó en el cuádriceps ayer durante la exhibición corredores contra caballos.

Lo paradójico es que no se lesionó durante la carrera (en la que ganaron los corredores, representados por ella, Fermín Cacho y Penti), sino que después tratando de subirse a uno.

Estaba afectada porque tenía un pique personal con Fermín Cacho y la cuestión era cuál iba a hacer mejor tiempo de los dos. Fermín corrió la anterior carrera en 54 minutos y pico (más que yo esta!!!), pero se ha estado preparando y hoy la ha hecho en 46 minutos, rebajando mucho de la anterior. Para ella era hoy o nunca. Dice que ya no podrá pillarlo en las siguientes del circuito.

Ahí está la duda. Si de verdad son 46 minutos, Fermín habría entrado bastante antes que Santi, lo cual no cuadra, pues él asegura que lo adelantó llegando a meta.

Cuando estén los datos definitivos disiparemos las dudas.

Nos despedimos de Maite y, delante, vemos a Penti. Nos acercamos y le pregunto qué tal le ha ido.

«Bien, he ganado», me contesta. ¿En cuánto, le digo? «En 29 minutos, contesta».

¿Sabéis lo que significa eso? Que se ha papeado los diez kilómetros a un ritmo de dos y pico minutos por kilómetro. Espeluznante, sobrehumano.

Alguien dice que ya han colgado los resultados. Nos acercamos y me busco, pero no encuentro mi nombre. Me localizo por el dorsal, pero en la columna nombre aparece «Dorsal sin datos». Observo que hay muchos en ese estado.

Los tiempos figuran en dos columnas. Por un lado hay una que es «Tiempo oficial», y otra, al lado «Tiempo real». El primero es desde que se produce el disparo de salida y el segundo desde que se activa tu salida real gracias al paso del chip bajo el arco.

El primero no lo recuerdo, unos pocos segundos más que el segundo, que es con el que me quedo, el etiquetado como «Tiempo real».

Me indican que me acerque a la caseta de Incidencias para solucionar lo del nombre.

Lo hago. Facilito mis datos y solucionan el entuerto.

Bici de vuelta a casa y a disfrutar de la victoria…

Denominación: Carrera «Divina Pastora – Sevilla», 2011, 10K homologados RFEA
Exigencia: 5
Distancia: 10 kilómetros
Tiempo empleado: 54′ 10″ – Mejor marca personal
Ritmo medio: 5:25 /Km
FC media: 164 ppm

Entrenando con Fermín Cacho y con "Penti"

Tal como estaba previsto en el programa de actividades previas de los 10K Divina Pastora, hoy tocaba un entrenamiento junto a Fermín Cacho y Penti, dos leyendas del atletismo español, que correrán mañana también la carrera.

Me encuentro la Plaza de España parcialmente inhabilitada al público por los preparativos de la carrera. Ya está empezando el montaje y se están colocando las vallas.

Nunca llueve a gusto de todos. Los cocheros que suelen hacer el agosto desplazando turistas en sus coches de caballos están que trinan contra el ayuntamiento. «Ya podrían haber organizado esto en el parque del alamillo, que mira que hay sitio y no aquí perjudicando a unas criaturas que no hacen más que ganarse la vida», dice uno.

Me siento junto al stand a esperar que vaya llegando más gente. Al rato llega Fermín Cacho junto a su familia y poco más tarde veo a Penti, el flamante atleta sevillano, y a la tantas veces campeonísima de España, Maite Zúñiga (aunque quizás más de uno la conozca por haber ganado «Supervivientes» hace dos años.

«Qué frío hace aquí, no?», dice Cacho, y se pone la sudadera.

La verdad es que está nublado y sí, hace algo de rasquilla a estas horas de la mañana.

Cuando nos disponemos a salir a trotar aparece Ismael, colega que también está corriendo esta odisea de populares.

Sesión de entrenamiento correteando por el Parque de María Luisa. Es Penti el que se pone a empujar de la peña, el mamón… Ya podía haberle dejado el honor a Cacho, que seguro que rodaríamos algo más lentos.

No sé al ritmo que rodamos, pero está claro: lo que para unos es un simple trotecillo para otros es nuestro ritmo de carrera.

Unos tres kilometritos más o menos. Yo me apeo en el último tramo cuando pasamos junto a la caseta, pues no quiero agotar mis cartuchos para mañana. Pero al momento aparecen, lo cual me parece muy sensato.

Estiramos en la Plaza de España siguiendo las indicaciones que marca Penti, que aprovecha para explicar detalles de cada estiramiento en particular.

Y aquí una de las foticos que me saqué junto a uno de mis ídolos del atletismo español:

El de la izquierda es el menda pronador, le siguen Cacho, mi colega Ismael y Maite Zúñiga a la derecha.

Entrenando con Sprinter

Hoy he tenido el lujazo de conocer a Sprinter y entrenar con él. Teníamos prevista una sesión en la que combinaríamos un ejercicio de cambio de ritmo con trabajo específico de técnica de carrera.

El encuentro sería a las 19 horas en el parque de María Luisa, junto al museo arqueológico. Yo me ocuparía de la parte de cambio de ritmo y él de conducir el resto de actividades.

Había preparado un cambio de ritmo especial para la ocasión. No voy a indicar los detalles concretos ahora, pero se trataba de una actividad intensa de 40 minutos de duración en la que llegaríamos a correr a 5′ /Km en algunas ocasiones.

En circunstancias normales creo que no me hubiera puesto un ejercicio como el de hoy aún, pero por otro lado trataba de encontrar un ejercicio que no le pareciera excesivamente aburrido y lento a Sprinter.

Me equivoqué en los dos sentidos: en primer lugar, yo no estoy preparado aún para sostener ritmos 5’/Km y próximos por mucho tiempo. Y segundo, creo que a Sprinter le habría dado igual rodar a 5, a 5:30 o a 6:00. La verdad es que lo pasamos muy bien y no creo que se aburriese.

Llego en bicicleta al lugar del entrenamiento y lo reconozco fácilmente con los datos de su indumentaria que me había indicado durante la mañana.

Amarro la bici a un árbol y comenzamos a calentar. Miro el termómetro y veo 35 grados.

Horror, 35 grados a las siete de la tarde. Va a ser duro me temo (al menos para mí).

Tras casi cinco minutos de calentamiento comenzamos con el cambio de ritmo.

Una burrada para mí… En algunos momentos descubro que estamos rodando ampliamente sub 5′ /Km.

Sufro tela. En uno de los tramos de 2 minutos de los que consta el ejercicio obtengo medias de pulsaciones de 173 ppm.

A la mitad justa del ejercicio le digo a Sprinter que voy a tirar la toalla. Prefiero retirarme con algo de entereza y dignidad antes que finalizar arrastrándome.

Once minutos de enfriamiento a ritmo suave y completamos la primera parte del plan previsto para hoy. Casi 36 minutos en total corriendo, incluyendo los minutos de calentamiento y enfriamiento.

Y ahora le cedo el turno a Sprinter. Llegó el momento de aprender de su amplia experiencia.

Buscamos un árbol adecuado y Sprinter dirige una sesión de estiramientos. Muchos son diferentes a los que yo realizo habitualmente, pero me resultan muy interesantes y tomo muy buena nota de ellos.

Y ahora ejercicios de fortalecimiento de tobillos.

A unos 10 metros hay un segundo árbol que nos viene al pelo para realizar los ejercicios, pues se trata de desplazarse de uno a otro y volver de puntillas, talones, y algunas combinaciones más que aquí me resultaría complicado describir.

Proseguimos con los ejercicios de técnica de carrera.

¡Qué cosa más curiosa, nunca había practicado nada semejante!

Sprinter, magistralmente, despliega todo un repertorio de ejercicios en los que se exageran determinados movimientos de las piernas.

¡Interesantísimo! (aunque reconozco que para observadores ajenos a este deporte les podría resultar algo cómico). A uno en concreto, le hubiese sentado de perlas una música folclórica rusa de fondo.

Reserva los más avanzados para otra ocasión, para darme tiempo a asimilar tanto material.

Mi compromiso es practicar estas actividades con regularidad varias veces a la semana.

En definitiva, me lo he pasado bomba en este entrenamiento tan genial.

¡Gracias, Sprinter, eres un pedazo maestro!

Y eso es todo por hoy. Próximo entrenamiento, el sábado, que está previsto un breakfast-run previo a los 10k del domingo.

Por cierto, anticipo que Fermín Cacho y Antonio Jiménez Pentinel, «Penti», están inscritos también.

¿Si me los pillo de liebres no quedaré del todo mal, no? :DD

Correr para asimilar emociones

Ayer fue, definitivamente, un día largo e intenso.

Macedonia de emociones variopintas repartidas a lo largo del día. Regresé a casa, tarde en la noche, completamente agotado.

Lo normal, en esos casos, hubiera sido cenar algo ligero y acostarme a dormir. Todo lo que tenía que hacer estaba ya hecho, aunque no hubiera cumplido con el entrenamiento que tenía previsto para hoy.

Creo importante no ser esclavos del running. Lo «sano» es que esto se adapte a nuestra forma de vida, y no al revés.

Me acaba de venir a la cabeza una duda que planteó alguien del público a Fran Torralba el día del Adidas Running Day.

«La semana que viene estaré unos días de vacaciones en Tenerife con mi familia y voy a tener muy complicado entrenar. Estoy preparando una maratón y mi entrenador me dice que no me salte los entrenamientos planificados y que trate de …bla bla bla. ¿Qué me recomiendas?»

Y Fran le contestó: «Pues te recomiendo que cambies de entrenador».

En uno de los blogs de running encontré una cita sobre la que conviene reflexionar:

«La diferencia entre alguien que practica jogging y el que hace running es que el primero aún mantiene el control sobre su vida».

A pesar de todo, cansado como me encontraba, opté por echarme a correr.

No podía ni pensar irme a la cama así, con ese carga emocional tan tremenda en mi cabeza.

Apenas una hora antes las emociones placenteras del triunfo y de las felicitaciones recibidas. Pero en el cóctel de mi cabeza también había una amarga sensación de lobo estepario y una profunda tristeza.

Y esa melodía obsesiva, una y otra vez sonando en mi cabeza negándose a abandonarla…

A las once de la noche me puse la ropa de deporte y salí a correr por el centro de Sevilla.

Fue duro, muy duro, pero cada paso con cada paso que daba mi mente se calmaba.

Una temperatura muy agradable. Sobre las once y media me crucé con un termómetro marcando 24 grados. Sin necesidad de esquivar gente. Terracitas llenas, como es habitual por aquí.

Cerca del final el pulsómetro llegó a marcar tan solo 138 ppm. Creo que el corazón estaba tan cansado que no tenía fuerzas para latir más rápido.

Regresé a casa completamente extenuado. Me duché, tomé un petit-suisse y caí rendido en la cama.

Denominación: 60 minutos FC media sub 147 ppm (OK–> 143 ppm)
Exigencia: 4
Hora de inicio: 23:07
Distancia recorrida: 8’55 Km
Tiempo empleado: 60′
Ritmo medio: 7:01 /Km
FC media: 143 ppm

Próximo entrenamiento: el jueves, junto a Santi y Sprinter, que se ocupará de dirigir el entrenamiento. Según parece nos tiene preparado un cambio de ritmo y ejercicios de técnica de carrera.

XX Carrera Popular Triana – Los Remedios

Domingo, 3 de abril de 2011

Cuarta carrera popular de la serie intensiva que organiza el IMD en Sevilla y que comenzó a finales de febrero, esta vez por el emblemático barrio de Triana.

Uno, siendo aún muy principiante, va ganando veteranía y hoy ya puedo decir que no quedaba nada de esos nervios de las carreras primeras. Va convirtiénse en rutina eso de madrugar los domingos para salir a correr una popular.

El día de antes, mucha pasta y buena cantidad de agua para mantener la despensa llena para la carrera.

Me acosté relativamente tarde y no me preocupé ni de dejar la ropa preparada, como hasta ahora había hecho siempre la noche antes.

Debo dejar clara una cosa: aunque ya vaya más relajado a las carreras, no significa que no acude a ellas rebosante de ilusión. ¡Eso no ha cambiado en absoluto!

Suena el despertador a las siete menos diez. Me ducho, me visto sin prisas y desayuno tranquilamente un zumo de naranja, una tostada con ajo y aceite y un vaso de leche.

Algo después de las ocho de la mañana salgo a la calle y tomo el circular C1, que pasa delante del Parque de los Príncipes, donde se celebrará la prueba.

Ya entrando en el parque, recibo una llamada de Santi diciéndome que Marcos y él están en el guardarropa.

Santi me presenta a Marcos (Marc Tracker), que va a hacer su debut en una popular tras apenas un mes dedicándose a entrenar en serio. Si habéis leído sus entrenamientos veréis que sus marcas son sorprendentes para el poco tiempo que lleva en esto, algo que confirmó con creces en la carrera de hoy.

Al rato llega Ismael, mi colega del curro, que también ha corrido en las demás populares.

Dejamos a Santi, que ha acudido sólo a presentar a Marcos en sociedad, reconcomiéndose por no correr hoy. Menos mal que no se ha traído equipación, que si no era capaz de lanzarse aún estando lesionado.

Ismael, Marcos y yo comenzamos a correr con suavidad alrededor del parque para calentar. Habrá sido algo así como un kilometrito.

Despedimos a Santi y nos posicionamos en la salida, bastante adelante en el pelotón, aunque no tanto como la vez pasada.

Arranco el 305 y lo configuro para la ocasión: Auto Lap on cada 500 metros, para ir recibiendo reportes frecuentes por tramos. A la hora de configurar a ForeRundy a 6’/Km me sale un mensaje diciéndome que eso está descatalogado ya… Consigo que me vendan un 5:55/Km.

Espero derrotar esa media con creces, pero, si las cosas se pusieran chungas, ese resultado me seguiría pareciendo excelente.

Comenzamos la carrera. A Ismael lo pierdo desde el primer momento, Marcos permanece (de momento) a mi lado.

No tardamos en pillar a ForeRundy y activamos un ritmo astronómico…

Cuando sobrepasamos el kilómetro 2 y vemos que estamos rodando a una media de 5:10 el kilómetro, llega el momento de empezar a tomar decisiones.

A Marcos lo veo muy fuerte, a unos dos metros por delante de mí. Tengo la sensación de que lo voy frenando y él de que me va aprentando demasiado a mí.

No puedo arriesgarme a ir a ese ritmo en la carrera y decidimos que lo mejor es separarnos.

Mi estrategia no va ser simplemente intentar ganar a ForeRundy, sino rodar siempre a un ritmo más rápido que él, no devolverle ni un solo metro. Me siento muy bien, he descendido el ritmo para ir situándome alrededor de 5:30. Si las cosas se complican espero poder recuperar a 5:45 lo más lento.

Muy concentrado en la carrera, ahora que voy solo. Voy tan a mi rollo que si tuviera que volver a recorrer el camino otra vez no sabría por donde tirar.

Un conductor guasón pregunta cómo hacer para llegar a la Avenida de la República Argentina. «Anda que vamos a sacar un mapa ahora», les digo a los de un grupo que me acompaña en ese momento. «Es de broma», me contesta uno, «República Argentina es la paralela a esta calle». Sólo en ese momento tomo conciencia de dónde estoy. Curioso lo perdido que voy.

Alguna que otra cuestecita para darle sabor al asunto y van pasando los kilómetros sin prisa. Estamos teniendo suerte y no llueve, de momento. La previsión era de lluvia, pero parece que está aguantando.

Mucho calor y mucha humedad, eso sí. Voy sudando la gota gorda. Trinqué una botella en el kilómetro tres y ya voy por la segunda.

Alcanzo al fin el kilómetro nueve. Ya sólo queda un kilómetro (esta carrera sí que apura los 10K, las otras fueron varios centenares de metros menos). Me siento muy bien para mantener lo que me queda a un ritmo bueno.

Y entro en meta triunfalmente! Subidón instantáneo. Lectura del código de barras. Despistado, detengo el Garmin algunos segundos después.

Recojo la bolsa con los regalitos y me encuentro con Marcos, que ha terminado con una «marca» brutal. Ahora nos contará él en su crónica.

Estiramos un poco y paladeamos nuestros respectivos triunfos.

La sensación tan particular después de una carrera es indescriptible y sólo lo puede comprender quien participa en una.

A la salida del parque nos encontramos con Jesús Palacios, un colega mío compañero del curro, y que es delegado provincial de la Federación Andaluza de Atletismo. Es el que iba en el coche con el cronómetro delante. Jesús es uno de los que se papean los 10k en menos de 35 minutos. Últimamente no tiene mucho tiempo para correr y se dedica a entrenar a sus atletas, como él los llama, en La Cartuja.

Me despido de Marcos hasta dentro de un rato en el foro.

Cojo el autobús de vuelta a casa, me tomo la barrita energética que venía entre los regalos y doy por terminado este relato.

Y ahora a las cifras, que estamos todos ansiosos…

En una primera consulta al ForeRunner me salía un ritmo medio de 5:43. No está mal, pensé… NOOOOO

Ese era el ritmo de la última vuelta! El ritmo medio de toda la carrera ha sido de 5:36 /Km (en realidad, incluso mejor, pues no estoy descontando los segundos que estuve parado tras la lectura de barras).

Mi mejor marca personal hasta el momento. La carrera anterior la rodé a 5:40.

Voy, poco a poco, aproximándome a los 5:30 en las carreras de 10 kilómetros.

Denominación: XX Popular Triana – Los Remedios
Exigencia: 5
Distancia: 9’93 Km
Tiempo: 55′ 40″ (realmente, algo inferior, por tardar en apagar el GPS)–> 55′ 22″ Resultado oficial
Ritmo medio: 5:36 /Km (mejor marca personal)
Frecuencia cardíaca media: 165 ppm

Próxima carrera: 10K Divina Pastora – Sevilla, el domingo que viene.

Comenzando con los cambios de ritmo

Ha llegado el momento de introducir variedad a mis entrenamientos con cambios de ritmo.

El grueso de mis ejercicios seguirá recayendo en el trabajo aeróbico, pero los cambios de ritmo irán encontrando su espacio de modo gradual.

Presentando CR tipo I …

No es un monstruo de Mazinger Z, es la nomenclatura con la que iré clasificando estos ejercicios.

La estructura de este primer tipo es:

CR-I (ritmo inicial, ritmo final, incremento, tiempo, veces)

La filosofía de este primer ejercicio es sencilla: iniciamos la marcha al ritmo inicial durante el tiempo especificado. Transcurrido ese tiempo reducimos el ritmo el valor especificado en «incremento» y corremos durante el mismo período de tiempo que el tramo anterior. Así sucesivamente hasta que alcanzamos el ritmo final, momento en el que comenzamos a decrementar hasta llegar otra vez, gradualmente, al ritmo inicial. El parámetro «veces» hace referencia al número de veces que repetiremos la secuencia completa.

Por ejemplo, la actividad de hoy ha sido:

CR-I (6:30, 5:30, 10», 2′, 1)

Es decir, he comenzado corriendo a 6:30 durante 2 minutos. Después me he plantado en 6:20 durante otros dos minutos. Así sucesivamente hasta que he rodado a 5:30 durante dos minutos, momento en el cual he recorrido el camino inverso hasta terminar rodando a 6:30 durante dos minutos.

Por tanto, los tramos de ritmo han sido los siguientes:

6:30, 6:20, 6:10, 6:00, 5:50, 5:40, 5:30, 5:40, 5:50, 6:00, 6:10, 6:20 y 6:30.

Esta secuencia completa la he ejecutado una única vez.

Mi propósito, durante el ejercicio, ha sido tratar de hacer todo lo posible para que el ritmo medio durante cada tramo se ajustase lo más posible al valor deseado. Me he permitido un margen de error de más menos la mitad del incremento, es de cir, de más menos 5″.

Me refiero a esto: si, por ejemplo, el tramo objetivo era a un promedio de 5:10, el resultado debería estar entre 5:15 y 5:05.

Al comienzo me ha sido difícil ajustarlo con precisión. Aunque siempre he logrado un ritmo más rápido que el planteado, mi propósito era controlar la velocidad a la que deseaba rodar.

Conforme iban avanzando los tramos me ha resultado más fácil. Es simplemente una cuestión de práctica.

Día de calor brutal en Sevilla, con termómetros que han alcanzado los 36 grados. Hubiese sido una insensatez correr en mi horario habitual, así que decidí hacerlo al atardecer.

El escenario del entrenamiento ha sido a lo largo de un paseo de varios kilómetros que hay pegado al río. Una preciosidad de ruta repleta de corredores.

He comenzado la actividad con un rodaje muy suave desde mi casa hasta el río, controlando el ritmo cardíaco intentando que permaneciera lo más bajo posible que me permitiera rodar con cierta comodidad.

Pre-entrenamiento
Distancia: 864 m
Tiempo: 5′ 44″

Y comienza el entrenamiento. Estos han sido los tramos con sus resultados:

Denominación: CR-I (6:30, 5:30, 10», 2′, 1)
Exigencia: 4

6:30 –> 6:05, 138 (ritmo y pulsaciones medias conseguidos durante el tramo. No he tenido narices de lograr empezar lento, la falta de práctica).
6:20 –> 6:08, 151
6:10 –> 6:06, 155
6:00 –> 5:56, 157 (Ole, por primera vez lo meto en el intervalo más menos cinco segundos)
5:50 –> 5:50, 158
5:40 –> 5:34, 159 (¡casi!, debería haber aflojado un pelín el ritmo)
5:30 –> 5:28, 162
5:40 –> 5:41, 163
5:50 –> 5:47, 160
6:00 –> 5:53, 161
6:10 –> 6:06, 160
6:20 –> 6:14, 160
6:30 –> 6:26, 159

Finalizo el ejercicio de hoy con otro trote suave de regreso a casa, tratando de minimizar pulsaciones:

Post-entrenamiento
Distancia: 1’18 Km
Tiempo: 9′ 04″

Resumen final del ejercicio, incluyendo pre y post entrenamientos:

Distancia: 6’52 Km
Tiempo: 41′ 27″

Próxima sesión: el domingo, carrera popular de Triana.

Sinergia en la Playa de las Canteras

Las Palmas de Gran Canaria, 30 de marzo de 2011

Viajo a Las Palmas para resolver unos asuntos que tengo programados para el jueves. Zapatillas en la maleta con la intención de no perderme un entrenamiento que promete ser excitante.Como siempre que viajo a esta encantadora ciudad, me hospedo en un hotel situado en la Playa de las Canteras, un lugar especial en Las Palmas donde me siento como en casa.

Tengo el día libre; mi único compromiso es cenar con unos colegas por la noche.

Almuerzo en una terraza en la playita y me echo una siesta en el hotel. A punto de anochecer me calzo las ASICS, me coloco el Fore y me lanzo a correr por el paseo marítimo, a redescubrir con ojos distintos una vía muy familiar.

Tengo previsto un sub 147. Sigo insistiendo con ahínco en el trabaj
o aeróbico. Además, quiero disfrutar de la sinergia de emparejar las buenas sensaciones de este entorno tan especial con el binestar físico que me da este tipo de entrenamientos.

Qué gran placer recorrer de un extremo a otro las Canteras. Hacerlo por primera vez es una sensación muy particular; ¡como cambia la dimensión percibida de la distancia!

Mucho viento, mucha gente, alguna cuestecita.

En un momento del entrenamiento, ya de noche, me cruzoñ con los colegas. Sin detenerme, les indico que vayan tomando unas cervecitas sin mí, que los buscaré en cuanto termine y me duche.

Denominación: 60′ FC media sub 147 –> OK (144)
Exigencia: 3
Distancia: 8,24 Km
Tiempo: 60′
Ritmo medio: 7:17/Km
FC media: 144 ppm

Maravilla…

Duchita y a disfrutar de la gastronomía local y a coger media cogorza con un vino blanco de Lanzarote, «El grifo», que no veáis lo bien que entraba, tan fresquito y con lo deshidratado que yo estaba tras el entrenamiento.

Adidas Running Day – Sevilla

Hoy se ha celebrado el «Adidas Running Day» en la Plaza de España, un evento del que me enteré hace unos días por una info que publicó Santi aquí en el foro. No lo dudé dos veces, accedí a la web, solté los tres euros y pico que costaba la inscripción y me apunté. Tuve suerte, pues poco después cerraron el cupo.

Una sesión muy instructiva, repleta de información útil, en la que entrenadores de primer nivel han ido mostrando sus experiencias y respondiendo a cuantas dudas planteaba la gente.

El primer bloque del evento estuvo centrado en torno al acondicionamiento físico, el aliado «invisible» que nos ayudará a ser más rápidos y a tener menos lesiones.

Después se trató el tema de la equipación en la que se habló de las pruebas de pisada, los tipos de zapatilla y la ropa más adecuada.

Tras varias horas de charla llegó la sesión práctica. Salimos todos al parque a, según indicación de Fran Torralba, realizar «un rodaje de capacitación aeróbica, muy lento». Quiero, dijo, «que todo el mundo hable con los demás y mantenga una conversación fluida».

Y un carajo ejercicio aeróbico!

Tal como se reconocío después, la cabeza del grupo empezó a apretar y se rodó a un ritmo rápido.

Una vez concluido el entrenamiento, Rafa Villarroel dirigió una sesión de estiramientos y mostró cómo realizar rutinas de fortalecimiento con las gomas.

Momento de ruegos y preguntas nuevamente en el interior de la carpa y, para concluir, nos entregan una bolsa repleta de cositas:

– Unas gomas cilíndricas de 3 metros de longitud.
– Un DVD repleto de vídeos con ejercicios de acondicionamiento físico, con gomas y sin ellas.
– Un ejemplar de la revista «Runners world» de diciembre.
– Un bote de desodorante Adidas.
– Un sobre de «Iso Energy», de Weider, que son unos polvitos que no sé para qué sirven.
– El diario de entrenamiento Adidas Inside Running, para que la gente deje constancia de sus trabajos día a día.
-Muchos folletos y revistillas de equipamiento deportivo.

Una mañana intensa y placentera, en definitiva. Los 3’60 euros que costaba la inscripción irán, por cierto, destinados a ONGs.

Ya iré contando cosas por aquí sobre lo que se ha hablado durante la mañana, pero quiero destacar dos palabras sobre las que se ha centrado todo: DISFRUTE y SALUD.

Cuando dejamos de disfrutar tenemos la mejor evidencia de que estamos haciendo las cosas mal.

Esta actividad debe ser planteada de por vida, con mucho hincapié en la salud. Lamentablemente, decía Torralba, conoce infinidad de casos de corredores populares que duran menos de tres años y deben abandonarlo por haber hecho las cosas sin sensatez.

Y como ha habido entrenamiento, aquí van los datos de rigor:

Denominación: Rodaje de capacitación aeróbica Adidas Running Day –> Falso, no fue tal
Exigencia: 3
Tiempo: 25 minutos, aproximadamente
Distancia, ritmo y pulsaciones: desconocidas, no me llevé el Garmin.

Próximo entrenamiento: mañana lunes, en el Parque de María Luisa, junto a Sprinter como anfitrión y Santidecai. En principio, se tratará de 45′ sub 6′ /Km

Experimentos pronadores

Cuando, a finales de diciembre, decidí que quería ser corredor, mi primer paso firme se inició con la compra de unas zapatillas en condiciones que hicieran menos probable que me rompiera en el camino.

El domingo 2 de enero, en Madrid, tras confirmar mi pronación severa, adquirí unas Mizuno con control del movimiento y unas plantillas correctoras que podría utilizar con calzado alternativo.

Varias semanas después compré unas ASICS, más ligeras y con más amortiguación con idea de emplearlas durante la competición. El lado negativo es que se trataba de zapatillas sin control de movimiento, adecuadas para pronaciones leves o moderadas.

Tenía dos pruebas que realizar: correr tal cual con ellas, pronando como un cabrón y, la otra, usarlas con las plantillas para pronadores galácticos.

La primera prueba la realicé hace un mes, más o menos. Se trató de una distancia larga a un ritmo duro, tratando de emular mi marcha en una competición. El resultado fue una disminución considerable de las molestias tibiales tras el entrenamiento (por aquel entonces, terminaba siempre con fuertes dolores en el periosteo tibial que remitían en el día de descanso), pero un aumento de las molestias en la rodilla derecha debida a la pronación no controlada.

El resultado no me pareció lo suficientemente apto para ponerlo en prueba en competición.

Hoy tocaba el segundo ensayo, esta vez con las plantillas correctoras. También tenía previsto introducir otra novedad en mis entrenamientos, pero decidí aplazarla por dos motivos: no estaba seguro del efecto de las plantillas sobre las ASICS y, por otro lado, la programación para el lunes de un entreno con Santi y Sprinter que, aunque aún no hayamos concretado nada, implicaría con certeza un régimen cardíaco en zona mixta, de exigencia 4 o incluso 5 en mi escala.

Por lo tanto, el trabajo de hoy consistiría nuevamente en una nueva tirada de fortalecimiento aeróbico de nivel 3.

Para que las plantillas fueran asentando bien a las ASICS, de las que retiré su plantilla inicial, ayer viernes me di un paseo largo por Macarena y Triana aprovechando una tarde y noche muy apetecibles. Por supuesto, acabó con un pescaíto frito y unas cuantas cervezas en una terracita junto al río en la calle Betis.

No sentí ningún tipo de molestias pronadoras, así que todo estaba listo para su rodaje hoy.

Parque del Alamillo, como suele ser habitual en mis entrenamientos los fines de semana. Estreno una malla de media pierna que me compré hace no mucho en el Decathlon.

Decido que mi entrenamiento será un sub 148 ppm, lo que supone acotar 1 punto más el extremo superior. Estoy realizando ritmos con los que me siento muy cómodo, no hay razón alguna para no ir acotando.

Avanzo cual va a ser mi frecuencia objetivo, la que espero obtener en unas semanas o meses: 139 ppm. Seguiré acotando hasta alcanzar ese valor mientras mis ritmos me permitan rodar con comodidad.

La primera media hora el pulsómetro estuvo mucho tiempo en 148, llegando a saltar incluso a 151. Pero no hubo problema en contener la media. El truco, como siempre: mucha concentración. A veces me concentraba en cómo entraba y salía el aire en mis pulmones, o en cómo se sucedían las líneas discontínuas del centro de la calzada, o en el rollo que iba a contar luego con la crónica. Y claro está, en cuanto me percataba que superaba lo más mínimo el techo establecido, las 148 ppm, aflojaba muy sutilmente el ritmo hasta mantener el pulso bajo control nuevamente.

En el minuto 35 sucedió el primer momento mágico: mis pulsaciones se estabilizaron en 145 con muy leves oscilaciones.

Alrededor del minuto 45 ocurrió el segundo «salto cuántico». Las pulsaciones se enclavaron en 142 con apenas variación. Me sentía surcar la carretera como si estuviera flotando. Era un fluir armonioso, una sensación indescriptible.

Pasó por la cabeza la posibilidad de aumentar el ritmo. Si el objetivo era hacer una media sub 148, por qué no apretar más con lo que consiguiría subir el ritmo medio.

Inmediatamente, esta idea absurda se me quitó de la cabeza. El objetivo NO era ese. Hay que esforzarse en rodar a las mínimas pulsaciones a un ritmo en el que nos sintamos cómodos. A 142 ya voy a un ritmo fantástico (¡sensaciones!) y mi objetivo es que eso suceda a 139 ppm. Cuando logre eso, y sólo en ese momento, aceleraré el paso mientras mis pulsaciones sigan controladas.

La prueba de pronación fue un éxito concluyente. No sentí el mínimo problema y, por el contrario, disfruté de la amortiguación extra. Mi uña negra estaba tan negra como siempre y no había ampollas nuevas en los pies, señal de que no habían sufrido durante el ejercicio.

¿No hablamos de correr por sensaciones? Afirmo rotundamente que las mejores «sensaciones» durante mis entrenamientos, durante y después de ellos, suceden en este tipo de ejercitamiento aéróbico.

Denominación: 60 minutos sub 148 ppm –> OK: 146 ppm
Exigencia: 3
Distancia: 8’98 Km
Tiempo: 60′
Ritmo medio: 6:41 /Km
FC media: 146 ppm

Próximo entrenamiento: el lunes, a las 19 horas en el parque de Mª Luisa, con los compis Sprinter y Santidecai.

Para mañana domingo tengo previsto a asistir al «Adidas Running Day», un evento de cuatro horas de duración que organiza Adidas. Tiene pinta de ser muy útil para los que empezamos en esto. Si pillo ideas interesantes, ya os las contaré después por aquí.

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