Correr para asimilar emociones

Ayer fue, definitivamente, un día largo e intenso.

Macedonia de emociones variopintas repartidas a lo largo del día. Regresé a casa, tarde en la noche, completamente agotado.

Lo normal, en esos casos, hubiera sido cenar algo ligero y acostarme a dormir. Todo lo que tenía que hacer estaba ya hecho, aunque no hubiera cumplido con el entrenamiento que tenía previsto para hoy.

Creo importante no ser esclavos del running. Lo «sano» es que esto se adapte a nuestra forma de vida, y no al revés.

Me acaba de venir a la cabeza una duda que planteó alguien del público a Fran Torralba el día del Adidas Running Day.

«La semana que viene estaré unos días de vacaciones en Tenerife con mi familia y voy a tener muy complicado entrenar. Estoy preparando una maratón y mi entrenador me dice que no me salte los entrenamientos planificados y que trate de …bla bla bla. ¿Qué me recomiendas?»

Y Fran le contestó: «Pues te recomiendo que cambies de entrenador».

En uno de los blogs de running encontré una cita sobre la que conviene reflexionar:

«La diferencia entre alguien que practica jogging y el que hace running es que el primero aún mantiene el control sobre su vida».

A pesar de todo, cansado como me encontraba, opté por echarme a correr.

No podía ni pensar irme a la cama así, con ese carga emocional tan tremenda en mi cabeza.

Apenas una hora antes las emociones placenteras del triunfo y de las felicitaciones recibidas. Pero en el cóctel de mi cabeza también había una amarga sensación de lobo estepario y una profunda tristeza.

Y esa melodía obsesiva, una y otra vez sonando en mi cabeza negándose a abandonarla…

A las once de la noche me puse la ropa de deporte y salí a correr por el centro de Sevilla.

Fue duro, muy duro, pero cada paso con cada paso que daba mi mente se calmaba.

Una temperatura muy agradable. Sobre las once y media me crucé con un termómetro marcando 24 grados. Sin necesidad de esquivar gente. Terracitas llenas, como es habitual por aquí.

Cerca del final el pulsómetro llegó a marcar tan solo 138 ppm. Creo que el corazón estaba tan cansado que no tenía fuerzas para latir más rápido.

Regresé a casa completamente extenuado. Me duché, tomé un petit-suisse y caí rendido en la cama.

Denominación: 60 minutos FC media sub 147 ppm (OK–> 143 ppm)
Exigencia: 4
Hora de inicio: 23:07
Distancia recorrida: 8’55 Km
Tiempo empleado: 60′
Ritmo medio: 7:01 /Km
FC media: 143 ppm

Próximo entrenamiento: el jueves, junto a Santi y Sprinter, que se ocupará de dirigir el entrenamiento. Según parece nos tiene preparado un cambio de ritmo y ejercicios de técnica de carrera.

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