Arrancando Knoppix en modo texto

Knoppix 6.4.4
Nivel: Intermedio

Los grandes gurús del Linux trabajan en modo texto.

Las aplicaciones más suculentas se lanzan en modo texto. Están programadas para cumplir exclusivamente con su función, sin la sobrecarga que implica su diseño para trabajar en un entorno gráfico.

Por mucho que la interfaz gráfica se esfuerce en facilitar las cosas al usuario, no se puede «entender» ningún sistema Linux si no se conocen sus entrañas a nivel de comandos y ficheros de configuración.

Knoppix, como cualquier otra distribución, está repleto de herramientas poderosas a nuestro alcance desde el modo texto.

Y, si vamos a hacer uso de ellas, ¿por qué molestarnos tan siquiera en lanzar el entorno gráfico?

¿Y si la máquina sobre la que queremos lanzar Knoppix está escasa de recursos y es incapaz de cargar el escritorio en condiciones?

Arrancar Knoppix en modo texto es muy sencillo, basta llevar la máquina a nivel de ejecución 2. Para ello, cuando nos aparece el prompt (boot:), durante el proceso de arranque, escribimos, antes de que continúe,

knoppix 2

o bien, si además deseamos que el teclado esté en español:

knoppix 2 lang=es

Así de simple.

Si cuando nos cansemos de trabajar con comanditos queremos lanzar desde ahí el entorno gráfico, nos basta con llevar la máquina al nivel de ejecución 5 con:

init 5

Y recuperaremos nuestro escritorio y sus ventanas.

¿Queremos desmontar el entorno gráfico y regresar al modo texto?

Abrimos una ventana con un terminal y escribimos:

init 2

para así devolver la máquina al runlevel 2.

Javier Montero

Configuración de la red en Knoppix

Knoppix 6.4.4
Nivel: básico

Hemos localizado un ordenador «víctima» del que queremos «tomar prestados» sus recursos para lanzar Knoppix y tener a nuestro alcance su fabuloso kit de herramientas. Tal vez deseemos acceder a nuestro correo electrónico, transferir un fichero mediante ftp, analizar el tráfico en la red o, simplemente, leer un periódico en la web.

Para poder realizar cualquiera de estas tareas, nuestra máquina Knoppix ha de estar conectada a la red.

Configurar la red en Knoppix suele ser una tarea bastante sencilla. Mostraremos aquí cómo hacerlo en las situaciones más típicas:

a) estamos conectados a una red cableada en la que existe un servidor DHCP que nos facilitará automáticamente todos los datos de conexión.

b) tenemos al alcance una red Wi-Fi que está protegida por contraseña.

Insertamos el CD de Knoppix y arrancamos con él la máquina que generosamente nos presta su hardware. Cuando aparece el prompt, escribimos los parámetros adecuados para cargar el sistema en español, tal como explicamos en el anterior post. Esperamos a que el sistema esté disponible tras la carga del entorno gráfico.

La configuración de red de Knoppix se realiza a través de NetworkManager y su plugin para el entorno gráfico. NetworkManager se ha ganado su hueco en muchas distribuciones Linux por la facilidad con la que lleva a cabo la configuración de la red, con poca o incluso nula participación del usuario.

Esto último sucede, precisamente, si estamos conectados por cable a una red con DHCP. No necesitamos hacer nada. Observamos como el icono de conexión de red, el que muestra dos ordenadores, justo al lado del icono de volumen, abajo a la derecha, cambia para mostrarnos que está en la fase de «descubrimiento» de la red. A los pocos segundos nos indica que ya estamos conectados.

En el caso que deseemos conectarnos a una red inalámbrica próxima protegida por contraseña, el procedimiento es bastante simple:

Hacemos clic en el icono de conexión de red con el botón izquierdo. Se nos muestra una lista de las principales redes inalámbricas que han sido detectadas. Hacemos clic en aquella a la que queremos engancharnos.

Si la red está protegida por contraseña, se nos muestra una ventana que nos permite introducir la clave.

Una vez aceptada, nos aparece una última ventana referente a la creación de un depósito de claves para poder guardar encriptada esta contraseña para futuros usos.

Puesto que todo lo que hagamos dentro de Knoppix, cualquier fichero que modifiquemos (salvo que expresamente montemos como escritura el disco duro o dispositivo USB y accedamos a él) se va a perder en cuanto apaguemos la máquina, no tiene sentido normalmente usar el depósito de claves. Ignoramos el mensaje pulsando el botón Cancelar.

Ya tenemos nuestra máquina en la red. Probemos si somos capaces de navegar haciendo clic en el icono del navegador, localizado en el bloque de iconos de la izquierda.

Cuando nos cansemos de jugar, hacemos clic en el icono de Knoppix, el de la izquierda del todo, y abandonamos el sistema.

Retiramos el CD en cuanto nos lo pide.

Aquí no ha pasado nada.

Javier Monntero

Comenzamos la visita a Knoppix

En la sesión anterior descargamos las imágenes ISO en CD y DVD de Knoppix 6.4.4 y las reconstruimos en sus respectivos soportes. Hoy nos pondremos manos a la obra y arrancaremos el sistema por primera vez.

Arrancar Knoppix es tan simple como insertar el CD o DVD y encender el ordenador con él dentro.

Si, una vez hecho esto, el ordenador continúa cargando el sistema operativo habitual, es que, probablemente, el orden de arranque de la máquina, configurado en el setup, prioriza al disco duro antes que al CD. Asegurémonos también de que hemos reconstruido la imagen bien. Generar la imagen NO SIGNIFICA copiar el fichero ISO en el CD.

Debemos estar atentos durante la carga. Si no hacemos nada Knoppix arrancará en el idioma propio de la versión que descargamos (recordemos que sólo se nos ofrecía en alemán o inglés), lo cual puede resultar engorroso, muy especialmente a la hora de tener que utilizar el teclado.

Pero, en un instante dado, veremos que aparece, en la parte inferior:

boot:

Durante unos segundos tendremos la opción de introducir modificadores que afectarán al inicio del sistema. Escribamos, a continuación de boot:

knoppix lang=es

El teclado, en este momento, aún no está en español y el signo ‘=’ no se halla en su ubicación habitual en la tecla ‘0’. Lo encontraremos a la derecha del todo, arriba, en la tecla que contiene la apertura de exclamación e interrogación.

Pulsemos ENTER y el sistema continuará con el proceso de arranque, pero esta vez se ocupará de realizar los cambios oportunos para ofrecernos un entorno en español.

Observemos el mensaje que aparece:

«Please do not remove medium until shutdown».

Recordemos que Knoppix no va a buscar nada al disco duro, todos sus ficheros están en el CD y los irá cargando en memoria a medida que los vaya necesitando. Por eso, es importante que el CD esté dentro durante toda la sesión.

Si todo va bien Knoppix concluirá el arranque mostrándonos un completo entorno gráfico de escritorio desde donde podremos acceder a la mayor parte de las aplicaciones que incorpora.

En función de la tarjeta gráfica detectada, se permitirá incluso el lujo de mostrarnos animaciones y efectos durante el uso de las ventanas. Efectos que, aunque inútiles, dan buena cuenta de la fabulosa detección de hardware presente en Knoppix.

El entorno de escritorio que monta Knoppix es LXDE (Lightweight X11 Desktop Environmment) sobre el gestor de ventanas Openbox.

LXDE no es tan rico en posibilidades como lo es GNOME o KDE (dos de los más populares), pero destaca por ser extremadamente ligero, con un apreciable menor consumo de CPU y de RAM que los anteriores. Eso lo hace ideal en un sistema como Knoppix, que podremos lanzar incluso en máquinas con muy pocos recursos. Por otro lado, recordemos que todos los ficheros están en el DVD y no en el disco duro, con la importante diferencia en cuanto a tiempo de acceso. Mientras menos parafernalia tenga que cargar, más ágil resultará el proceso.

Tiempo libre para que cada uno visite con libertad los distintos menús y opciones. No hay nada que temer, nada afectará al disco duro (salvo que tengamos conocimiento de cómo hacerlo y deliberadamente lo hagamos) y cuando terminemos nuestro sistema Windows, Linux, o lo que sea que corra en el PC, seguirá haciéndolo del modo habitual.

En la parte inferior izquierda de la pantalla encontraremos el icono característico de LXDE, simbolizando un pájaro, ligero y veloz. Desde ahí tendremos acceso a buen número de las aplicaciones incluidas en Knoppix. Naturalmente, este conjunto de programas será diferente si hemos arrancado con el CD o el DVD.

Enredemos sin miedo durante un rato…

Hora de volver al autobús y dar por finalizado el recorrido turístico de hoy. En el menú de LXDE se halla también la opción «Salir». Hagamos clic sobre ella y elijamos «Apagar» en el cuadro que aparece.

En un momento dado se nos pedirá que retiremos el CD y pulsemos Enter para finalizar el apagado.

Experimentemos Knoppix en diversos equipos, tanto de sobremesa como portátiles. La mayor parte de las veces se cargará sin problemas. Sólo en algunas ocasiones puede que esto no suceda. En entregas posteriores veremos qué podemos hacer en estos casos.

Javier Montero

Knoppix: centenares de herramientas gratuitas en nuestro bolso

Voy a comenzar una serie de artículos basada en la distribución de GNU/Linux llamada Knoppix, en la que pretendo mostrar una introducción al amplio conjunto de herramientas gratuitas que incluye. También ilustraré algunos usos que pueden resultar particularmente atractivos a usuarios más avanzados, como administradores de sistemas, programadores, expertos en seguridad, etc., y que sin duda hallarán en Knoppix una herramienta imprescindible para llevar siempre consigo.

En este blog ya publiqué hace un año un artículo en el que explicaba cómo crear imágenes de discos duros y poder disponer así de copias exactas, byte a byte, de ellos. No es más que un ejemplo de lo que podemos hacer con Knoppix.

Todas estas herramientas gratuitas, tanto las básicas como las avanzadas, están disponibles (o pueden estarlo fácilmente) en cualquier distribución GNU/Linux. ¿Por qué utilizar Knoppix en particular?

Knoppix es un tipo de distribución «Live», que nos permite arrancar un sistema operativo Linux desde un CD o DVD sin tocar en absoluto el contenido del disco duro. Esto significa que, en cualquier equipo, colocamos el CD, arrancamos la máquina y obtenemos un entorno completo de trabajo Linux, repleto de herramientas, y que desaparecerá de una manera limpia en cuanto apaguemos el ordenador, sin haber modificado el sistema existente en él.

Además, es sorprendente la detección de hardware tan buena que realiza. Knoppix arrancará sin problemas casi en cualquier PC y nos permitirá acceder a sus recursos inmediatamente o con muy poca preparación.

Existen numerosas distribuciones Live hoy día, y Knoppix tampoco fue la primera en surgir. Pero el mérito del gran éxito que tuvieron los Live CD debemos atribuírselo claramente a Knoppix.

Su creador, Klaus Knopper, mantiene la distribución desde su página web, desde donde podemos descargarla. Esto también es posible en la página oficial de Knoppix.

La versión actual, a fecha de hoy, es la 6.4.4, que vio la luz el 30 de enero de 2011.

Lo primero que debemos hacer es descargarla desde uno de los numerosos mirrors que la alojan.

Debemos tener en cuenta varias cosas. En primer lugar, ¿qué versión descargar, en CD o DVD?

La versión en CD, que ocupa unos 700 Mb, almacena en su interior un contenido efectivo de unos 2 GB. Esto es posible gracias a una tecnología de compresión dinámica que optimiza el almacenamiento en el CD.

La versión DVD, de 3 GB, es bastante más generosa aún en herramientas instaladas, con un contenido efectivo de alrededor de 8 GB.

Mi recomendación es descargar y tostar las dos versiones y utilizar una u otra en función de las circunstancias.

Por otro lado, se puede apreciar que, además, podemos elegir entre dos tipos de versiones: KNOPPIX y ADRIANE-KNOPPIX.

ADRIANE son las siglas de «Audio Desktop Reference Implementation And Networking Environment» y es una versión especial de Knoppix para ciegos.

En realidad, Adriane es la mujer de Klaus Knopper, que padece impedimento visual.

Finalmente, podemos descargar el software en alemán o en inglés. No existe versión en español, pero una de las primeras cosas que aprenderemos es a configurar el entorno adecuadamente a nuestro idioma.

Una vez hayamos descargado las imágenes ISO habrá que grabar el CD o DVD correspondiente. Si alguien tiene problemas en esto, puede consultar, por ejemplo, el siguiente enlace, donde se explica cómo hacerlo.

Y eso es todo por hoy. En el próximo artículo comenzaremos a explorar el fascinante mundo GNU/Linux a través de Knoppix. No importa si nuestro PC contiene un Windows, o si no tenemos suficiente espacio en disco para instalar un sistema operativo dual: no lo necesitamos, Knoppix no tocará nada.

Javier Montero

Creación de imágenes de discos duros

Nota importante: este artículo fue actualizado el 6/4/2012 para ser compatible con la versión de Knoppix existente en ese momento (6.7.1). Tras la lectura de este texto, asegúrate de echar un vistazo al artículo más moderno, que refleja los comandos actuales.


Quizás nos hayamos preguntado en alguna ocasión cómo podríamos hacer una copia exacta de nuestro sistema que pudiera permitir una cómoda recuperación en el caso de que sucediera un «accidente» en el disco duro.

La mayor parte de las veces no desearíamos simplemente reinstalar el sistema operativo. Probablemente hayamos empleado muchas horas configurando nuestro entorno, drivers, parches de seguridad, aplicaciones, etc. Una fallo en el disco duro, sin duda el elemento más frágil del sistema, podría suponer una verdadera catástrofe.

Voy a aprovechar que tengo que hacerlo en uno de mis equipos para describir aquí el proceso. Se trata de un portátil de 60 GB corriendo bajo Windows XP. El sistema operativo no es algo relevante; vamos a sacar una instantánea del sistema, haya lo que haya dentro.

En mi caso, volcaré la imagen del disco en un fichero llamado portatil.img que almacenaré en un disco duro externo USB. El espacio disponible en el disco destino debe ser superior o igual al tamaño completo del disco que queremos copiar.

Usaremos como herramienta un Live CD de algún sistema Linux. Yo recomiendo Knoppix, que podéis descargar gratuitamente en http://www.knoppix.net.

Knoppix, como todos los Live CD, permite arrancar un entorno Linux completo sin tocar en absoluto los discos duros de la máquina. Nada se instala. Una vez reiniciemos el ordenador sin el CD en la bandeja volvemos a encontrarnos nuestro antiguo sistema operativo como si nada hubiera sucedido.

Siempre llevo encima un CD de Knoppix. Su capacidad para detectar hardware es asombrosa y el paquete de aplicaciones que trae ya instaladas está muy cuidado.

Recurro con frecuencia a Knoppix cuando viajo y alguien me presta su ordenador y no deseo interferir en lo más mínimo en nada de lo que tiene en él. Sólo tengo que arrancar con el CD y tengo a mi disposición todo tipo de aplicaciones ofimáticas, herramientas de comunicaciones, de seguridad, etc…

Por ejemplo, entre las delicias que ya se incluyen de serie está el VirtualBox. Acostumbro a llevar encima un disco duro de 2’5″ repleto de máquinas virtuales que tengo especializadas en diversas tareas. Si en algún momento necesito utilizar una en un sistema que no tiene VirtualBox y no deseo instalarlo, me basta con utilizar el Live CD y lanzarlo desde allí.

Utilizo también Knoppix para recuperar ordenadores que no arrancan, ficheros perdidos, o limpiar máquinas de virus en sistemas demasiado contaminados para ser saneados desde dentro de ellos.

Pero vayamos al asunto, la utilización de Knoppix para crear una imagen del disco duro…

Insertamos el CD de Knoppix, pinchamos el disco USB externo y arrancamos el equipo. Si nada ocurre y continúa lanzándose el sistema operativo de siempre revisemos el setup de la máquina y establezcamos el orden de arranque adecuado.

En pocos segundos comenzará a arrancar Knoppix y nos aparecerá un prompt que nos permitirá definir algunas opciones de inicio. Si no indicamos nada el proceso seguirá con las opciones por defecto y tratará de lanzar el entorno gráfico. Puesto que no lo vamos a necesitar en esta ocasión, cuando aparezca el prompt,

boot:

escribimos

knoppix 2 lang=es

De este modo se iniciará en modo texto (run level 2) con el teclado configurado en español.

Inspeccionemos que discos ha detectado con

fdisk -l

En mi caso aparecen el disco interno del portátil /dev/sda (60 GB), con una única partición NTFS en /dev/sda1 y el disco externo en /dev/sdb (750 GB) también con una única partición NTFS /dev/sdb1.

Puesto que queremos escribir la imagen en el disco duro externo, necesitaremos montarlo previamente para poder acceder a él. Knoppix ya crea puntos de montaje por defecto para cada disco que detecta. En este caso, hay uno preparado en /mnt/sdb1. En esa ubicación montaremos la partición /dev/sdb1.

sudo mount /dev/sdb1 /mnt/sdb1

Y ahora ya estamos en condiciones de lanzar el siguiente comando para crear la imagen:

dd if=/dev/sda of=/mnt/sdb1/portatil.img bs=4k conv=noerror

El parámetro if nos permite especificar el fichero de origen. En este caso, el disco duro completo interno del portátil (/dev/sda). El disco será copiado completamente y se mantendrán todas las particiones que pudieran existir en él.

Con el parámetro of indicamos el fichero de destino. En este caso, portatil.img, que se creará en el path especificado.

El parámetro bs hace referencia al tamaño de bloque que tomará en cada lectura y escritura. Por defecto es de 512 bytes. Yo prefiero especificar 4 Kbytes en particiones NTFS. La opción por defecto sirve, pero esta es sensiblemente más rápida, al tener que efectuar menos operaciones de lectura/escritura.

El especificador de conversión noerror hace que la copia no se interrumpa en el caso de que se detecte un fallo físico del disco de origen.

Mucho cuidado, por lo general, a la hora de utilizar dd. Es importante no confundir if con of, el fichero de origen con el de destino. Un sistema de ficheros puede quedar completamente borrado si realizamos la operación equivocada.

Y eso es todo… Esperamos unos 45 minutos (para mi disco de 60 GB) y ya tenemos una copia exacta, byte a byte, del disco duro del portátil en el fichero portatil.img.

En alguna ocasión me ha tardado varias horas para discos duros más pequeños incluso, pero era debido a que los puertos USB de la máquina no eran 2.0.

Si algún día necesitamos reconstruir esa imagen porque se ha dañado nuestro sistema, bastaría con efectuar la operación inversa. Llegado al punto de lanzar el comando dd efectuaríamos, esta vez:

dd if=/mnt/sdb1/portatil.img of=/dev/sda bs=4k conv=noerror

y tendríamos el equipo reconstruido nuevamente.

Las labores aquí descritas son para un usuario intermedio y no se necesita poseer grandes conocimientos sobre sistemas informáticos para llevarlas a la práctica.

Espero haber despertado en alguno la curiosidad por el fascinante mundo Linux y sus centenares de excelentes aplicaciones que tenemos a nuestra disposición gratuitas. Un Live CD, como Knoppix, puede permitirnos pequeñas inmersiones graduales en ese mundo sin necesidad de modificar los sistemas que ya tenemos funcionando.

Javier Montero

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