Quiero presentarte un programa que utilizo desde hace ya varios años y que constituye uno de mis pilares para la gestión personal. No se trata de un simple gestor de tareas: es lo que considero una meta-herramienta, una herramienta para hacer herramientas de productividad. Estoy hablando de MyLifeOrganized (MLO).
No acostumbro a hacer publicidad de programas comerciales; tengo bastante preferencia, en este sentido, especialmente en el software de código abierto. Pero si estamos hablando de un programa sobresaliente, a un precio aceptable y con una licencia de instalación tan flexible, puedo permitirme hacer una excepción.
MLO cuesta alrededor de 45 dólares, unos 34 euros al cambio. Una de las razones que me animaron a comprarlo fue la flexibilidad de su licencia: el programa te permite la instalación en cinco equipos, siempre y cuando no los utilices simultáneamente. Con cinco instalaciones, podía instalarlo en mi equipo principal en casa, en el trabajo y en varios portátiles y aún así me sobraban licencias. Eso es algo que valoro mucho a la hora de elegir un software que me cueste dinero: la capacidad de instalarlo en los equipos de mi día a día sin tener que pagar más por ello.
Voy a hablar de MLO por un motivo muy concreto. He diseñado decenas de técnicas de productividad con ella y quiero compartir contigo algunas que creo que podrán ayudarte tanto como lo hacen conmigo.
Existen numerosos programas de gestión de tareas. De todos los colores y para todo tipo de plataformas. ¿Por qué MLO, entonces?
Conozco muchas metodologías de productividad personal. Hay herramientas software que se adaptan perfectamente a ellas. Pero lo hacen tan excelentemente que te dan muy poco margen para adaptarla a tus necesidades concretas.
Los métodos de productividad son buenos en tanto y cuanto funcionen. En cuanto dejan de hacerlo, tan pronto empiezas a detectar una caída en tu productividad, lo adecuado es cambiarlos. Pero sería muy costoso tener que gastar más dinero cada vez que cambie tu metodología de trabajo.
Lo que diferencia a MLO de la mayoría de las herramientas de su clase es precisamente su flexibilidad para responder a esos cambios de metodología. Sea cual sea tu sistema preferido de productividad personal, con MLO podrás seguirlo sin dificultad.
El software ofrece muchas sutilezas que son una auténtica delicia. Tendrás ocasión de conocerlas cuando las aplique en metodologías que presentaré por aquí. Podría hablarte, por ejemplo, del esquematizador (outliner) multinivel de dos paneles, el etiquetado de tareas (contextos), las numerosas posibilidades de personalización de la recurrencia de tareas, la gestión de las prioridades y la inigualable capacidad de filtrado que te permite presentar las tareas atendiendo a casi cualquier criterio que pase por tu imaginación.
Existe una versión de MLO freeware con algunas limitaciones. Puedes utilizarla sin compromiso todo el tiempo que desees y, en el caso de que te guste y necesites más, puedes plantearte adquirir la versión estándar o profesional.
En cualquier caso, MLO es simplemente una opción más. No es imprescindible que te compres el programa para aprovechar las técnicas que mostraré en el blog. Hasta la más compleja de ellas se puede llevar adelante simplemente utilizando lápiz y papel. O, si prefieres software gratuito y en entorno web, dispones de la ya presentada aquí Remember the Milk, otro de mis grandes pilares de productividad.
Y tener opciones, en este mundo tan cambiante en el que vivimos, es siempre nuestra mejor garantía personal…
Javier Montero Gabarró
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