Objetivo: presentar el concepto de escala libre con la más básica de todas: la cromática.
En el anterior artículo ilustramos cómo construir un semitono ascendente en cualquier posición de la guitarra. Si nos desplazamos en la misma cuerda, basta subir un traste (esto es, aproximarnos un traste en dirección al puente) y obtenemos una nota un semitono más alta. Podemos seguir produciendo semitonos ascendentes en la misma cuerda repitiendo la operación cuantas veces deseemos.
Sin embargo, también tenemos la opción de saltar a la cuerda siguiente en cualquier momento, realizando lo que denomino una extensión (la mano abarcando cinco trastes, incluyendo el primero y el último). Esta es la regla general, pero vimos que existía una excepción cuando el salto se producía entre la tercera y segunda cuerdas, de menor amplitud, abarcando únicamente cuatro trastes.
La escala cromática es la más simple de todas, pues el intervalo entre dos notas consecutivas es siempre el mismo, un semitono. Su sencillez nos viene de perlas para ilustrar el concepto de escala libre, que luego aplicaremos para cualquier otro tipo de construcción.
Denomino escala libre a aquella cuya forma no está sujeta a priori a ninguna restricción más que la impuesta por su constitución interválica. Tenemos libertad para recorrer la guitarra a nuestro gusto, permaneciendo en la misma cuerda cuanto deseemos y saltando a la adyacente en cuanto queramos.
Naturalmente, las escalas en formas típicas como las CAGED (palabra que paradójicamente significa enjaulado, en oposición al término libre) no son más que opciones concretas dentro de nuestra libertad de elección.
Vamos a practicar la construcción de escalas libres utilizando la cromática. En otros artículos, en los que trataremos con escalas más elaboradas, comprenderemos con más claridad la verdadera utilidad de este concepto.
Elijamos una nota cualquiera y recorramos cromáticamente unas cuantas notas a partir de ella permaneciendo en la misma cuerda. Las que tú quieras.
Nos hemos cansado y ahora el siguiente semitono queremos producirlo en la quinta cuerda realizando una extensión:
Prosigamos creativamente como nos dé la gana:
Observa nuevamente el mismo salto, esta vez entre la quinta y cuarta cuerdas.
Los saltos entre cuerdas serán siempre así, salvo cuando lo realicemos entre la tercera y segunda, pues el semitono se encuentra ahora a una amplitud de cuatro trastes:
Una vez abandonemos la zona de transición entre la tercera y segunda cuerdas el saltos recupera su amplitud normal:
A partir de ahí podríamos seguir añadiendo semitonos en la primera cuerda.
Observa que las dos formas más conocidas de escala cromática no son sino un caso particular de esta misma aplicación:
Forma A:
Fíjate que he plantado cinco puntos azules en todas las cuerdas a excepción de la tercera.
Forma B (diagonal):
Observa que la racha ascendente del gráfico se ve interrumpida en la zona de transición, al pasar de la cuerda tercera a la segunda.
Para finalizar voy a proponerte un sencillo ejercicio. Coge tu guitarra y, partiendo de cualquier nota, construye escalas cromáticas libres, permaneciendo en la cuerda o saltando a tu voluntad. Cuando llegues al otro extremo no te detengas y recorre ahora la escala descendentemente. Esto es muy importante, pues debes acostumbrarte al intervalo de semitono descendente también.
Comienza despacio hasta que el semitono, en sus versiones ascendente o descendente, esté perfectamente memorizado en tus dedos.
Hemos dado el primer gran paso hacia la construcción de escalas libres. Para dar el siguiente deja que te presente antes al intervalo de tono…
Javier Montero Gabarró
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