He comenzado el día con la triste noticia de la muerte de Whitney Houston. Apenado, he cogido la guitarra y he arpegiado, muy lentamente, una progresión I – vi – IV – V, a la par que cantaba:
And I will always love you,
I will always love you…
Una y otra vez, obstinadamente, hasta que las lágrimas me impidieron continuar.
Lloré por los que ya no estaban, por los que pronto dejarán de estar, por los que tarde o temprano nos iremos también. Lloré por mí.
Lloré por no tener el coraje de estar junto a las personas que de verdad quiero y decirles cuánto significan para mí.
Lloré por mi abuelita (sí, en este preciso momento, domingo, 12 de febrero de 2012, a las 15:57, aún tengo abuela), que agoniza en un hospital a mil kilómetros de aquí.
Ayer, con la mente perfectamente lúcida y con mucho valor, se despidió para siempre por teléfono de muchos de nosotros. Yo he intentado hacerlo esta mañana, pero la sedación contra el dolor la mantenía dormida.
Yaya, siempre te querré…
Javier Montero Gabarró
PD: Francisca Álvarez Palomino falleció en Tortosa el 14 de febrero de 2012 a la edad de 98 años.
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