Motivación y Productividad: Diarios de Acción

Quisiera compartir contigo una metodología que me ayuda a estar motivado y a ser más productivo en mis diversas áreas de interés. Como incansable estructurador, me gusta poner nombre a todo y la he bautizado como los Diarios de Acción.

No cuento nada nuevo que probablemente no haya pasado por tu cabeza ya antes, pero el mero hecho de pararte a estructurar y sistematizar unos patrones de comportamiento puede ser inspirador de cambios importantes.

Con los Diarios de Acción no sólo encuentro divertidísimo producir, en el sentido más general y multidisciplinar de la palabra, sino que además mantengo a raya la ansiedad característica de quien tiene mil tareas por hacer y no sabe por dónde empezar.

El nombre del método resume la idea principal: mantén diarios (en plural) de tus actos.

Escribe un diario de cada una de las áreas de actividad en que te halles involucrado. Esto es muy importante: para lograr la transferencia de pasión de la que hablaba en el artículo Polifacetismo y Productividad, es necesario que desarrolles una capacidad de abstracción que casi permita creerte, cuando estés inmerso en alguna faceta específica (lo que yo denomino modo), que es la única existente en tu vida. Si, por ejemplo, estoy en modo Python, durante todo el tiempo que permanezco en él, sean veinte minutos o dos horas, no existe otra cosa para mí y tengo la plena sensación de que no he hecho otra cosa en mi vida más que programar en Python. Un diario único no me permitiría lograr ese nivel de abstracción.

Cuando al genial Alekhine, campeón del mundo de ajedrez, le preguntaron cómo era capaz de jugar partidas a ciegas (sin ver la piezas) simultáneamente contra varios rivales, contestó que en su mente ideaba una especie de archivador en el que cada cajón representaba una única partida. Una vez movía pieza, cerraba un cajón y abría otro diferente, concentrándose en él como si los demás no existieran.

Cuando cambio de modo, una simple lectura de su diario me sitúa rápidamente en contexto, me permite conocer dónde lo dejé la última vez y, sobre todo, cambia mi estado mental.

Escribe en él tu visión, tus objetivos, pero, fundamentalmente, que sea un diario de acción en el que figuren los pasos concretos que llevas a cabo día a día para alcanzar tus metas.

Cuenta una historia bonita y emotiva, haz que su lectura sea inspiradora y te dé fuerzas para continuar avanzando. Actúa, trabaja con pasión y que escribir en el diario sea un premio por cada tarea individual que realices.

Sé fiel a su escritura y, a no ser que no te sea posible en ese momento, documenta los hechos tan pronto sucedan o tengas noticias de ellos. Es fácil sucumbir a la tentación de dejarlo al final cuando otras tareas revolotean inquietando tu mente; en esos casos, respira con calma y no te dejes llevar por la ansiedad. Si lo que acabas de realizar es verdaderamente importante, demuéstralo haciéndolo merecedor de tus mejores palabras. Cuida la ortografía y la gramática, escribe sin prisas.

¿Cuántos diarios mantener? ¿Hasta qué nivel de detalle fragmentar nuestro polifacetismo? La respuesta es bastante personal pero, por lo general, que los diarios no sean tan genéricos que te impidan abstraerte plenamente en la actividad, ni tan específicos que sólo los visites de tarde en tarde. Encuentra tú mismo el punto de equilibrio.

Hay muchas herramientas que te pueden ayudar a gestionar estos diarios de acción. Recuerdo que, hace muchos años, cometí la estupidez de comprar más de treinta cuadernos, cada uno dedicado a un único diario. Obviamente, no llegué muy lejos con ellos.

Lo ideal es utilizar aplicaciones como Dropbox, Google Drive o Evernote, que permiten acceder a tus documentos y notas desde cualquier ordenador, incluso desde el propio móvil. En particular, para este cometido, estoy usando ahora la última por su extraordinaria agilidad para moverse entre notas y pasar de un diario a otro en apenas un par de segundos.

Te invito a que, si no estás haciendo ya algo semejante, pruebes el método durante un tiempo y juzgues por ti mismo si te ayuda a motivarte y ser más productivo sin estrés. Si te animas, recuerda ser cuidadoso y disfrutar con cada entrada que plasmes. Después de todo, son los diarios de tu vida, testimonio de tu paso por el mundo.

Javier Montero Gabarró


Motivación y Productividad: Diarios de Acción


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