En el marco de actividades organizadas en torno al XII Trofeo de Natación Villa de Mairena – Open Internacional Tres Culturas, fuimos invitados a dar un concierto en Mairena del Aljarafe el pasado viernes 27 de mayo.
El lugar no podía ser más sugerente: la plaza justo a la salida de la estación de metro Cavaleri, bordeada de bares y terracitas desde donde se podía atender al concierto mientras se disfrutaba de buenas tapitas y cervecita fresquita.
Una velada encantadora en la que tuvimos ocasión de mostrar algunos de nuestros nuevos trabajos a la vez que retomábamos el contacto con el público. Sin esto, parece que el trabajo de un músico se queda cojo, y ya había pasado casi un año desde nuestra última actuación.
Arrancamos con «Nostalgia» y cerramos con «Sex, Chess & Rock’n Roll». Durante casi una hora inundamos la atmósfera con los acordes de estas canciones que tanto amamos.
La primera razón por la que subo a un escenario es porque me lo paso increiblemente bien tocando. Supongo que eso mismo le pasará al resto de mis compañeros. Lo podremos vivir cada uno de un modo particular, pero estoy seguro que todos disfrutamos con lo que hacemos.
Pero, indudablemente, también esperamos que nuestras canciones sean escuchadas. A veces esto es mucho pedir, desde luego, pero, al menos por lo que a mí respecta, me basta con que, al menos, haya una persona verdaderamente con interés para sentirme realizado sobre el escenario.
Entre el público se hallaban algunos de nuestros seguidores incondicionales. Los que creen en nosotros de verdad. Más que fans, son parte de la banda también, aunque no estén arriba en el escenario. A todos ellos, a los que pudieron acudir y los que otras circunstancias se lo impidieron, les dedicamos nuestra música con cariño.
A todo ese público desconocido que disfrutó con nuestros temas, nuestra dedicatoria también. Desde la plaza o desde las terrazas, aplaudieran o no. Si logramos captar su atención, entonces puedo asegurar que para todos ellos tocamos nuestras canciones.
Me resultó gracioso un grupo que estaba sentado en una de las terrazas, cargados ya con unas cuantas cervezas, que no dejó de aplaudir con entusiasmo cada uno de los temas. Corríamos el riesgo de ser abucheados si no terminábamos de convencerlos. Para todos ellos nuestras canciones también.
Al final, cuando estábamos recogiendo, se acercó al escenario un chaval de unos 14 o 16 años y me preguntó si volveríamos a tocar al día siguiente. Me dijo que le había encantado el concierto, así, con estas palabras. Para él fue nuestra música.
A todos los que sois capaces de emocionaros con nuestras canciones: para todos vosotros las componemos.
Javier Montero
Felicidades por ese concierto. Hay una conexión entre el running y el rock n roll, por un lado el porcentaje de runners a los que les gusta el rock tengo claro que es mayor que en los no corredores, y por otro, eres el cuarto bloguero runner que conozco y que toca en conciertos. Saludos,
Gracias, Gonzalo!
Curiosa la estadística que planteas. Quizás sea porque pueden disfrutar más tiempo y de mejor forma de la música por el gran número de horas que pasan en soledad al correr.
¿Cuarto bloguero runner? Pásame las referencias, que tengo interés en seguirlos también.