Objetivo: mostrar la filosofía de LaTeX en un simple ejemplo: la creación de una sección.
Es importante que conozcas la filosofía de desde el primer momento. Es un lenguaje pensado para que te despreocupes por el aspecto del documento y te centres en lo verdaderamente importante: el contenido. Si tienes que crear, por ejemplo, una lista ordenada, limítate a indicarle que eso es lo que quieres y olvídate de cuestiones como la numeración automática o la sangría de cada elemento. Si quieres crear un índice, díselo expresamente y deja que mire dónde están los capítulos, las secciones y las subsecciones y que se ocupe de presentar una tabla de contenidos profesional.
Es como el genio de la lámpara: «escucho y obedezco». Di qué quieres hacer y hará sus mejores esfuerzos por satisfacer tus deseos.
Veamos un ejemplo muy simple. Vamos a decirle a que queremos crear secciones.
¿Qué esperamos de una sección? Ante todo, debe destacar del texto normal y, en principio, ha de estar numerada para que refleje la estructura del escrito y sea referenciable desde otros puntos (como el índice de contenidos).
¿Algo así como esto, tal vez?
Para decirle a : «quiero una sección» hay que proceder del siguiente modo:
\section{título de la sección}
Así de simple: el comando \section
, facilitando como argumento el texto que queremos que figure como título. No hay necesidad de hablar de tamaño de letra, ni de márgenes ni de numeración; deja esas trivialidades para .
Este es el código que ha sido necesario introducir para generar el ejemplo:
\documentclass{article}
\usepackage[spanish]{babel}
\usepackage[utf8]{inputenc}
\begin{document}
% Hoy aprenderemos a crear secciones
\section{Introducción}
En el ejemplo de hoy mostraremos el modo de crear diferentes secciones.
\section{Práctica}
Es algo tan sencillo como emplear el comando "section". Como parámetro,
dentro de las llaves, introducimos el texto que queremos que figure
como título.
Probémoslo y generemos el PDF correspondiente.
\end{document}
Fíjate en el modo de introducir comentarios para documentar el código. Cuando el compilador encuentra un «%», ignora todo lo que hay a partir de él hasta el final de la línea.
Más adelante aprenderemos a crear secciones con otros niveles jerárquicos, como las Partes o los Capítulos, o incluso más detalladas como las subsecciones. Te puedo avanzar que es exactamente la misma manera de proceder, salvo que el nombre del comando es diferente.
Naturalmente, es tan potente que te permite controlar con extremada precisión el aspecto de cualquier elemento del documento, en el supuesto de que quieras hacerlo. A lo largo de esta serie, a la vez que conoceremos las estructuras básicas, aprenderemos a personalizarlas a nuestro gusto.
Habitualmente trabajarás con un número reducido de documentos típicos. Veremos cómo crear plantillas con el formato exactamente deseado (empleando comandos de ajuste fino) que luego reutilizarás, disminuyendo el tiempo de preparación de tus documentos y proporcionándote homogeneidad de estilo.
Javier Montero Gabarró
Fecha de la última revisión: 9 de noviembre de 2012
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