A fecha 20 de junio de 2014, El Club del Autodidacta ha alcanzado la cifra de 500 artículos. Me produce cierto vértigo pensar en la inmensa cantidad de horas que hay tras ese número. Un artículo típico puede llevarse hasta tres o cuatro horas de preparación; los más complejos pueden requerir incluso varios días de trabajo.
Pese a todo, el camino ha sido enriquecedor y tremendamente apasionante. Puedo congraturlarme de haber puesto mi grano de arena contribuyendo a la formación de mucha gente en áreas diversas. Pero, sin duda, quien más ha aprendido en el trayecto he sido yo mismo, tratando siempre de empatizar con el lector, leer por sus ojos, para poder escribir las palabras precisas que muestren los conceptos explicados con la mayor claridad posible.
Una vez se ha instaurado el hábito de escribir a diario, resulta difícil vivir sin ese rato sentado delante del ordenador cada tarde o noche, modelando los pensamientos y dándoles forma mediante la palabra escrita. Porque, de todas las actividades que realizo, las que más me llenan son sin duda aquellas que implican un trabajo creativo. Del mismo modo que me estimulan la composición musical y la programación de ordenadores, la escritura en el blog es un proceso que implica buenas dosis de creatividad. En cada artículo, como en cada canción, queda para siempre una buena parte de uno mismo.
¿Qué esperar de ahora en adelante? Ante todo, seguir escribiendo, por supuesto. Llega un momento en el que la obra trasciende su creador, que no puede más que deberse a ella. Por un lado, seguir profundizando en las distintas temáticas actuales, algunas de las cuales han logrado ya un cuerpo de conocimiento importante, procurando atender también las más descuidadas (no por ello menos interesantes para mí). Pero también me gustaría introducir nuevas áreas, como la utilización de ordenadores para la creación musical o el estudio de otros lenguajes de programación. Quisiera acercarme con más frecuencia al mundo Unix, habitado siempre por gente excepcionalmente inteligente. Desearía también hablar sobre física y matemáticas, mis raíces intelectuales, a las que debo mi insaciable curiosidad.
Sé que muchos lectores podrán frustrarse por el carácter multidisciplinar del blog, transcurriendo, a veces, demasiado tiempo entre un artículo y el siguiente relacionado. En un mundo altamente especializado, fue una decisión difícil de tomar, en contra de todas las recomendaciones, no dedicarlo a una única temática. Opté, finalmente, por lo que me pareció más coherente con mi forma de ser polifacética. Siempre he preferido ser un «aprendiz de mucho» que un «oficial de nada». Desde luego, si dispusiera de más tiempo, cuidaría de atender con más regularidad cada área, pero otros compromisos importantes requieren mi atención (entre los que se encuentran el que me da de comer, que me supone muchas horas de trabajo diarias). A pesar de todo, intento dedicar siempre el mejor de mis esfuerzos a que ECDA siga creciendo y sea un lugar de parada habitual para el lector interesado en determinados temas concretos.
Hay también mucho trabajo administrativo por realizar. He comparado siempre el aprendizaje con el montaje de un puzzle, en el que uno va situando al principio piezas desconexas, que poco a poco se van uniendo en bloques cada vez más grandes. Aunque en muchas categorías del blog he tratado de buscar linealidad a la hora de presentar los conceptos, no siempre es así. Para aquel que no esté acostumbrado al modelo de aprendizaje aleatorio que promuevo, puede resultarle tal vez caótica la aparición de los artículos. Nunca he pretendido querer enseñarlo todo, pero sí explicar bien un concepto concreto (colocar correctamente una pieza del puzzle) que conecte con lo que los lectores ya saben y les permitan nuevos niveles de conocimiento, buscándolos, como autodidactas que son, por qué no, en otros lugares. Aún así, especialmente cuando el volumen de artículos es ya amplio en una determinada área, nunca está de más contar con herramientas que faciliten el estudio. En este sentido, tengo prevista la confección de una serie de guías de aprendizaje que ilustren una ruta recomendada para todo aquel que prefiera una lectura más lineal.
El Club del Autodidacta es un blog escrito por un autodidacta para autodidactas como tú. Empleo este término en el sentido más amplio de la palabra, refiriéndome a todo aquel que se responsabiliza de manera directa de su formación, adquiriéndola de cuantas fuentes tenga a su alcance y que nunca da por sentado nada sin cuestionárselo. Me siento agradecido de compartir contigo esta experiencia y espero seguir contando con tu compañía a lo largo de esta nueva etapa.
Javier Montero Gabarró