mIRC – Capítulo 2: La primera conexión

En la práctica de hoy efectuaremos nuestra primera conexión al IRC y crearemos un canal en el que podremos empezar a chatear tan pronto otros visitantes se unan también a él.

Comencemos instalando el programa mIRC que descargamos en el capítulo anterior.

La instalación es tan simple como hacer doble-clic sobre el ejecutable y aceptar todas las opciones que aparecen por defecto.

Una vez instalado nos vamos a Inicio | Todos los programas | mIRC y arrancamos la aplicación.

Lo primero que nos aparece es una ventana invitándonos a que registremos el programa. Ignoramos, por el momento, amablemente la propuesta dándole a «Continuar».

Se nos abre a continuación la ventana «mIRC Options» en la que configuraremos el mIRC.

A la derecha, en «Nickname» elegiremos el nick con el que nos identificaremos en el chat. En el campo «Alternativo», pondremos otro apodo para el caso en que ya haya un usuario con ese nombre conectado.

Es importante entender cómo funciona esto:

En principio, se puede emplear cualquier «nick» que no esté usándose en ese momento. Es más, nada nos garantiza que la persona que hay detrás de un nick sea quien nosotros pensamos que es.

En algunas redes IRC, como IRC-Hispano, existe un mecanismo que nos permite «registrar» un determinado nick para que nadie pueda utilizarlo salvo nosotros (verificándolo mediante una contraseña). Explicaré cómo hacer esto en el siguiente capítulo.

Si continuamos con la configuración vemos que tenemos la posibilidad opcional de rellenar nuestro nombre y correo electrónico. Podemos poner cualquier dato, sea verdadero o falso, o podemos optar por no escribir nada.

En la parte de la izquierda, seleccionamos «Servers». Se nos despliega, a la derecha, una lista con las principales redes IRC. Buscamos «IRC-Hispano» y pulsamos el botón «Select».

Una vez hecho esto, apretamos el botón «Connect», lo que nos conectará a un servidor aleatorio dentro de la red IRC-Hispano.

Observamos la ventana Status, indicándonos todo el proceso, así como otra información referente al nuevo de usuarios conectados y el de servidores activos en la red.

Una vez realizada la conexión se nos muestra la ventana «mIRC Favorites», que también podemos invocar en cualquier momento mediante la opción de menú Favorites | Organize favorites (o pulsando Alt-J).

Nos ofrece dos posibilidades: conectarnos al canal que especifiquemos escribiendo su nombre, o bien elegir uno de los existentes en nuestra lista de favoritos (más adelante veremos cómo configurar esta lista con los canales más frecuentados).

En este caso, en el cuadro de arriba escribimos: #foroatletismo

O el nombre de cualquier otro canal. La almohadilla que precede a foroatletismo indica que estamos refiriéndonos a un canal de chat. Los canales de chat son referenciados precediéndolos por ese símbolo.

Una vez hemos escrito el nombre del canal, apretamos el botón «Join», apareciendo a continuación una nueva ventana exclusiva para todo el chat que suceda dentro de ese canal.

Si el canal no existe cuando pulsamos el botón «Join» se creará en ese momento. Si ya existe un canal con ese nombre, nos uniremos a él y seremos partícipes de todas las conversaciones que allí sucedan.

Observemos el área de la derecha en la ventana de canal. Ahí aparecen todos los usuarios que están dentro de él. Si acabamos de crearlo, figuraremos sólo nosotros, hasta que otros se animen a visitarnos.

Observemos también, si hemos sido los creadores del canal, el signo «@» precediendo nuestro nombre. Eso significa que somos «operadores» del canal, es decir, administradores de él. El primero que crea un canal recibe esa condición.

Aprenderemos más adelante todo lo que un operador puede hacer con su canal, como nombrar a otros usuarios como administradores también, echar a los que molesten, o configurar el canal para que sea público o privado.

Un canal tiene vida mientras haya al menos un usuario en él. Cuando el último lo abandona, el canal desaparece.

Cuando nos cansemos, pulsamos sobre el icono «Disconnect», arriba a la izquierda y cerramos la aplicación.

La próxima vez que arranquemos mIRC el programa recordará los datos de configuración de la sesión anterior, por lo que no será necesario repetirlos, a no ser que queramos modificar el «nick» o la red IRC. Bastará, entonces, con pulsar el botón «Connect» y unirnos al canal o canales que deseemos.

Javier Montero

Motín en Viciosfera

Lo habían intentado unas cuantas veces, pero, hasta hace dos días, siempre había conseguido mantener a los instigadores a raya…

Viciosfera no tocará nunca versión alguna, por mucho que pueda gustar y animar al público escuchar temas familiares y por muy particulares que pudiéramos lograr los arreglos.

Si en algo quiero que diferencie a nuestra banda del resto es en la calidad de nuestras composiciones. Creo firmemente en ella y no puedo permitir que se pierda el tiempo escaso del grupo arreglando versiones cuando hay tanto trabajo por delante.

Puede parecer autoritario, pero es uno de los axiomas incuestionables que dio inicio al proyecto hace unos cuantos años.

La única cesión a este respecto sucedió hace unos diez días cuando Raúl sugirió, ya sin mucha convicción tras mis continuas negativas, que adaptásemos «Les feuilles mortes» (también conocida como «Autumn leaves», en su traducción al inglés).

Me pareció una propuesta interesante. Se trata de una canción compuesta en 1945 y que se ha convertido en un estándar de jazz, lo cual, en cierta manera, autoriza e invita a cualquier músico a incluirla en su repertorio.

Raúl me cedería el bajo para ocuparse exclusivamente de la parte vocal en francés. No habría, entonces, guitarra, y toda la armonía estaría sustentada por el teclado de Loreto y el bajo.

Ocasión perfecta para que Loreto profundizase en las disonancias del jazz y para que Vitor demostrase una vez más su versatilidad tocando la batería.

Y, como no, el debut de Raúl como cantante…, ¡y en francés!

Propuesta en conjunto irresistible, como comprenderéis.

Pero, como os iba diciendo, hace un par de días, hubo un motín…

Estábamos cargando los coches para el concierto que íbamos a dar unas horas después cuando, en un descanso, se sientan Raúl y Vitor y me dicen:

– Hemos decidido Vitor y yo que, a partir de septiembre, por cada mes que transcurra en el que no traigas una canción nueva, agregaremos una versión al repertorio.

Y acto seguido comenzaron a enumerar una relación de versiones candidatas, cada cual más espantosa.

No pude hacer otra cosa sino asentir. Tenían razón. Aceptan que no haya versiones, pero siempre y cuando haya material de trabajo suficiente en el que volcarse.

Y ese es mi compromiso. Cada mes compondré una melodía nueva. Que se pongan también las pilas los letristas, porque prefiero no tener que ocuparme de escribir letras. Dejo demasiado de mi alma en ellas.

Es mi compromiso, y así lo dejo por escrito…

Javier Montero

LaTeX – Capítulo 3: Documentos en español

Objetivo: realizar los preparativos básicos para poder escribir correctamente texto en español.

A poco que hayas enredado con lo explicado en el capítulo anterior te habrás dado cuenta de un problema importante: ¿dónde están nuestros acentos?, ¿por qué no sale la letra eñe?

\LaTeX, tal cual, no entiende el español.

Estrictamente, \LaTeX solo comprende el limitado juego de caracteres ASCII, sistema que no sabe nada de acentos ni de caracteres propios de otras lenguas aparte del inglés.

Para poder generar todos estos símbolos, \LaTeX ofrece dos aproximaciones: una engorrosa y otra elegante.

La engorrosa consiste en introducir comandos especiales cada vez que se necesita uno de esos símbolos. Por ejemplo, para escribir la frase «un camión trasladaría a todo el rebaño», deberíamos hacerlo así:

un cami\'on trasladar\'ia a todo el reba\~no

Observa el uso de \' y de \~ para generar el símbolo adecuado sobre la letra que aparece a continuación.

Descuida, que no voy a pedirte que hagas eso por cada acento que tengas que escribir, ya que \LaTeX resuelve esto con elegancia empleando paquetes.

Un paquete no es más que un módulo que extiende la funcionalidad de \LaTeX. Hay, literalmente, miles de ellos, capaces de hacer casi cualquier cosa que puedes imaginar relacionada con la tipografía digital.

Para utilizar un paquete disponemos del comando \usepackage, al que le sigue, entre llaves, el nombre del paquete:

\usepackage{paquete}

En el caso de que el paquete admita parámetros opcionales, deberán facilitarse entre corchetes y posicionados antes que las llaves:

\usepackage[opciones]{paquete}

Vete familiarizando con este tipo de usos de llaves y corchetes: las llaves se emplean en los comandos para facilitar argumentos obligatorios, mientras que los corchetes para los opcionales.

Para poder utilizar los paquetes deben estar cargados en nuestro sistema. Por lo general, cualquier distribución incluye directamente los más comunes. Hay algunas que, si no detectan la presencia de un determinado paquete, tratan de conectarse a internet para descargarlo e instalarlo sin necesidad de que el usuario intervenga.

Vamos a utilizar dos paquetes para realizar una preparación básica de nuestro documento: babel y inputenc.

El paquete babel se ocupará de lidiar con partilaridades propias de nuestro idioma, como la subdivisión de sílabas (en el caso de que tenga que romper palabras al final de la línea), el título de las secciones (como Capítulo en lugar de Chapter) y un buen número de consideraciones propias de nuestro lenguaje.

El paquete inputenc se ocupa de traducir otras codificaciones de caracteres para que \LaTeX las entienda. Es el que se va ocupar por nosotros de gestionar todo el trasiego que a mano sería engorroso.

Estos dos comandos se ocupan de preparar nuestro sistema:

\usepackage[spanish]{babel}
\usepackage[utf8]{inputenc}

Observa cómo, en ambos casos, pasamos parámetros adicionales usando los corchetes.

En babel, pensado para multitud de idiomas, indicamos expresamente que optamos por el español. En inputenc, pensado para buen número de codificaciones, indicamos que emplearemos Unicode (utf8) como codificación de entrada. Otra opción que también podría servir es el alfabeto latino (latin1).

La ventaja de usar Unicode es que no sólo vamos a tener a nuestro disposición los caracteres de nuestro idioma, sino virtualmente los de cualquier otro, incluso los kanjis japoneses (si somos capaces de generarlos en nuestra interfaz).

Estos dos comandos debemos situarlos en el preámbulo, que es la zona comprendida entre \documentclass y \begin{document}.

Es en el preámbulo donde situaremos los paquetes que extenderán la funcionalidad de \LaTeX.

El siguiente ejemplo muestra un código más elaborado preparado para escribir en espanol correctamente.


\documentclass{article}
\usepackage[spanish]{babel}
\usepackage[utf8]{inputenc}
\begin{document}
Para escribir en español y que nos salgan las eñes y demás acentos nuestros, así como
para otras funciones como los guiones al final de la línea, es necesario usar
los paquetes babel e inputenc.
\end{document}

A medida que vaya creciendo tu pericia en \LaTeX irás descubriendo nuevos paquetes que te ayudarán a personalizar tu experiencia. Lo preámbulos ya no serán tan simples como en el ejemplo anterior, y no será mala idea que te crees plantillas con configuraciones típicas, algo que, sin duda, te ahorrará mucho tiempo después.

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 10 de octubre de 2012


LaTeX – Capítulo 3: Documentos en español


El texto de este artículo se encuentra sometido a una licencia Creative Commons del tipo CC-BY-NC-ND (reconocimiento, no comercial, sin obra derivada, 3.0 unported)


El Club del Autodidacta


Índice completo de artículos relacionados con \LaTeX.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies