Un cumpleaños especial

Hoy es mi cumpleaños.

Un cumpleaños es siempre un día especial; o, al menos tratamos de que lo sea. Siempre debemos hacer que nuestros días en el mundo sean especiales y un cumpleaños es una excusa ya perfecta para justificar esa elección durante ese día en concreto.

Saber buscar lo extraordinario en cada día es toda una actitud ante la vida. Es algo que requiere asumir la responsabilidad de nuestras circunstancias y no hacerlas consecuencia de los elementos externos. Es «hacer que las cosas sucedan» antes de esperar a que «vengan a nosotros». Es elegir ser martillo antes que clavo.

Hoy quería hacer algo especial, y qué mejor momento para eso que los primeros compases del día.

Me visto con ropa y calzado deportivos, desayuno frugalmente un quesito y una barrita de cereales y, mientras el GPS se ocupa de buscar satélites en el balcón, aprovecho para estirar un poco.

Salgo de casa a las nueve de la mañana, con el cielo nublado y una temperatura excelente de 23 grados centígrados. Tomo rumbo directo hacia el río y, una vez allí, hacia el final de la dársena, junto al huevo de Colón.

Normalmente, llegar al huevo y regresar a casa me ocupa algo más de una hora, lo cual es perfecto para un entrenamiento típico. Pero hoy quería, como he dicho, hacer algo diferente.

Ritmo muy lento y pulsaciones en torno a 140 ppm, lo que me invita siempre a pensar que así uno podría recorrer perfectamente la distancia de una media maratón. Claro que del dicho al hecho hay un buen trecho de 21 Km. Pero, ¿sería realmente posible?

¿Por qué no intentarlo? ¿Por qué no seguir desde el huevo de Colón hasta la Torre del Oro, regresar nuevamente hasta él y de ahí ya volver a casa? Según mis cálculos eso supondría una distancia de, al menos, 20 Km.

La primera hora fue como un entrenamiento normal. Lo interesante sucedió durante la segunda: las pulsaciones se precipitaron en descenso, registrando entre 133 y 138 ppm a un ritmo decente. Ninguna sobrecarga muscular durante los 120 primeros minutos.

Pero, a partir del kilómetro 16, las sensaciones fueron nefastas. Ya no me quedaba agua y notaba síntomas de deshidratación. Me empezaron a doler músculos, como los glúteos y la planta de los pies, que hasta ahora nunca se habían manifestado en ningún entreno. Las pulsaciones, que hasta ese momento se mantenían perfectamente por debajo de 140 ppm, empezaron a dispararse, llegando a tocar incluso los 150 ppm con el mismo ritmo lento.

Puedo decir, sin lugar a dudas, que los cinco últimos kilómetros han sido los de mayor sufrimiento en toda mi trayectoria como corredor hasta ahora.

Di alguna que otra vuelta por el barrio antes de llegar a casa, hasta completar así 21’1 Km en 2 horas y 45 minutos, con una frecuencia cardíaca media de 140 ppm.

Desde luego que he logrado que el día fuera excepcional, pero hay algo aún más importante.

En fechas características, como el año nuevo, o un cumpleaños, solemos hacer una especie de «borrón y cuenta nueva» con el propósito de eliminar hábitos destructivos y sustituirlos por conductas más positivas. Comenzar el nuevo período con un logro importante puede tener un impacto tremendo en nuestras creencias de autoeficacia: si hemos sido capaces de lograr algo que considerábamos realmente duro y asombroso, ¿no nos parecerá cualquier otra cosa una nimiedad?

Si tenéis ocasión, no desperdiciéis la oportunidad de correr la San Silvestre el 31 de diciembre y empezar el año con buen pie. No es un logro cualquiera, es el último del período que termina y el primero del que empieza. Es el primer gol, y en el primer minuto del partido.

Javier Montero

Knoppix: Copia de seguridad del Master Boot Record

Knoppix 6.4.4
Nivel: Avanzado

Si quizás sois como yo, que os gusta enredar y tocar en las entrañas del software, incluso en las del más íntimo, ligado al propio arranque de la máquina, entonces seguro que esta entrada puede que os ayude a evitar un buen susto.

En el «sector de arranque», los primeros 512 bytes del disco duro, se encuentra almacenada una zona crítica para el inicio del equipo: el Master Boot Record (MBR), que suele contener el primer código de arranque y la tabla de particiones del sistema.

Los gestores de arranque escriben en esta zona, un virus puede alterarla, o incluso vosotros mismos si sóis como yo y os pierde la curiosidad. Es una buena precaución tener a salvo el MBR con una copia de seguridad.

La utilidad que emplearemos es dd, presente en todas las distribuciones de Linux. Si la máquina es un Windows, arrancamos con nuestro CD mágico de Knoppix y ya tenemos toda la potencia de Linux al alcance de nuestros dedos.

Hace más de un año escribí el artículo «Creación de imágenes de discos duros», en el que explicaba cómo clonar un disco utilizando dd. La mecánica de trabajo es la misma y no vendría mal su relectura.

Introducimos el CD de Knoppix, pinchamos un «lápiz» USB en el que volcaremos la copia de seguridad y arrancamos la máquina.

Cuando aparece el prompt boot: escribimos, antes de que continúe el proceso de arranque:


knoppix 2 lang=es

de modo que Knoppix arrancará en modo texto y con la disposición de teclas de nuestro idioma.

Una vez concluido el arranque, comprobemos cómo han sido detectados los discos:


fdisk -l

En mi caso, que lo he lanzado desde un portátil, aparece el disco interno como sda y el lápiz USB como sdb, con sus respectivas particiones sda1 y sdb1.

Montamos el dispositivo USB para poder almacenar ahí la copia de seguridad:


sudo mount /dev/sdb1 /mnt/sdb1

Copiamos el MBR con este simple comando:


dd if=/dev/sda of=/mnt/sdb1/portatil.mbr bs=512 count=1

Al momento, se habrá creado el fichero portatil.mbr en el dispositivo usb.

Revisemos la sintaxis del comando:

Con if especificamos el fichero origen, en este caso el disco duro interno. El fichero de salida se indica con of. El proceso se realizará volcando UN único bloque (count) de 512 bytes (bs).

A partir de ahora podéis experimentar a gusto en esa zona tan delicada del disco. Tal vez os animéis a diseñar vuestro propio gestor de arranque.

Si las cosas no funcionan como esperabais, siempre se puede dar marcha atrás y restaurar el MBR que teníais en un principio con:


dd if=/dev/sdb1/portatil.mbr of=/dev/sda

Cargaos sin miedo el MBR. Yo ya lo he hecho un par de veces (y no siempre tenía una copia de seguridad a mano).

No, mejor no me hagáis caso: no asumo ninguna responsabilidad por lo que podáis hacer.

Javier Montero

Exorcizado

El exorcismo del miércoles, para hacer salir al diablo que habitaba en mi cuerpo en forma de moléculas de cafeína, logró su cometido, aunque dejó consigo ciertos efectos colaterales.

Y es que, rodando a cuatro «pelaos», me sentía como si a Regan, la niña del exorcista, la hubieran subido a una cinta, y mientras más blasfemias, improperios, retorcimientos de cuello y berridos soltaba, más caña le daba el padre Karras a la máquina subiendo su velocidad.

Era necesario destrozar mi cuerpo para hacer salir al mal, ese era el trato convenido.

Hoy viernes, con mi alma ya limpia, me he subido a la cinta para recuperar la conciencia de mí mismo, perdida en alguno de mis últimos kilómetros. Me he colocado el pulsómetro y me he propuesto correr una hora sin dejar que mi corazón latiera más de 140 veces cada minuto. Muy despacito, he completado 8’41 Km.

Fui consciente de un dolor agudo en el bajo vientre, a la izquierda nada más comenzar a correr. Poco a poco fue remitiendo hasta dejar de sentirse, pero aún sigo con él y lo noto al hacer abdominales o elevar las piernas.

¿Mereció la pena esta posible lesión en el psoas? El diablo me abandonó, ¡desde luego que mereció la pena!

Pero, como en la más típica de las películas de terror, en la última escena, cuando los protagonistas creen haberse librado del mal, un brillo en los ojos diabólico nos muestra, con toda claridad, que esto no ha hecho más que empezar.

Javier Montero

LaTeX – Capítulo 6: Creación de listas numeradas

Objetivo: aprender a crear listas numeradas en LaTeX.

En el «chupito» de LaTeX que presentamos hoy aprenderemos a crear una lista numerada, que no es sino una lista en la que cada elemento va precedido por un número que se va incrementando secuencialmente.

Observa el siguiente fragmento de un documento generado con \LaTeX y centra tu atención en los 9 elementos de la lista. Fíjate en en su diseño: la indentación, el espaciado después de la cifra, el interlineado

El código necesario para generarla es muy simple:

\begin{enumerate}
\item Hola mundo
\item Concepto de preámbulo
\item Preámbulo para escribir caracteres en español
\item Escritura de espacios, párrafos y saltos de línea
\item Creación de secciones
\item Introducción de comentarios
\item Escritura correcta de la palabra \LaTeX
\item Concepto de entorno
\item Creación de listas enumeradas
\end{enumerate}

Los elementos de lista se enmarcan dentro de las líneas

\begin{enumerate}
...
\end{enumerate}

A este tipo de bloques, delimitados por \begin y \end, se los conoce como entornos ; veremos muchos de ellos a lo largo de esta serie.

En nuestro caso, empleamos el entorno enumerate para la creación de listas numeradas.

Describimos cada elemento de la lista a través del comando

\item

No hay que incluir entre llaves el texto. Todo lo que escribas después de \item será considerado parte del mismo elemento de la lista hasta la aparición de otro \item o la finalización del entorno.

No debes preocuparte por la numeración, ya que es gestionada por \LaTeX de modo automático. Si en algún momento agregas un nuevo elemento, en cualquier posición, el sistema renumerará el conjunto en consonancia.

Por último quiero que te fijes en cómo aparece escrita la palabra \LaTeX, tanto en el título de la sección como en el párrafo o en la lista. Esa es la tipografía correcta, tal como fue diseñada.

Por supuesto, hay un comando que se ocupa de generar la impresión correcta:

\LaTeX

Cuidado con el uso de mayúsculas y minúsculas. Los comandos son sensibles a esto y no es lo mismo \latex que \LaTeX.

¡Salud y que aproveche este chupito!

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 13 de noviembre de 2012


LaTeX – Capítulo 6: Creación de listas numeradas


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Índice completo de artículos relacionados con \LaTeX.

Peligro: zombi a 4′ /Km

Llevo todo el día como un zombi… No sé cómo saco fuerzas siquiera para escribir la crónica del entrenamiento de hoy.

¡Qué digo! No me explico ni cómo he podido correr hoy.

Anoche no pegué ojo. Literalmente, no pude dormir ni un solo minuto.

Ayer pasé una tarde semi atontadillo por alguna que otra copita de vino en una comida en Coria del Río con compañeros de la empresa. Aún así, el día resultó productivo e incluso conseguí publicar dos artículos en el blog.

Lo malo no fue el vino, sino el café con hielo que me atreví a tomar amparado en la euforia del momento. Y es que el café me pone como una moto. Me encanta, pero sólo lo tomo cada tres o cuatro meses.

Claro, así me explico ahora como pude publicar de un tirón el artículo sobre el método CAGED, rondando ya la media noche. Atribuí esa energía al entusiasmo que vuelco cuando una tarea me gusta, que me permite abstraerme de todo y concentrarme plenamente en ella.

Ya en la cama, cuando miré el reloj y vi que eran casi las cuatro de la madrugada y que no tenía pinta de que pudiera conciliar el sueño, supe que algo andaba mal. Y sólo fue hasta entonces cuando recordé el puñetero café.

Me tragué una a una todas las campanadas. Descubrí lo que me parecieron iglesias desincronizadas: una tocaba las cinco de la mañana y, algunos minutos después, otra diferente repetía el mismo cántico. Me pregunté si no se oirían entre ellas.

La noche de insomnio fue grotescamente productiva: muchas ideas, métodos,borradores, inundaban mi cabeza. Lástima que no tuviese lápiz y papel a mano, pues seguro que algo quedará en el tintero cuando trate de recuperar todo ese material.

A las seis en punto de la mañana, cuando ya empezaba a sentir la llamada de Morfeo, el despertador tronó con toda su crueldad. Debía levantarme una hora antes de lo habitual para poder llegar al trabajo pronto y terminar, así, la jornada a tiempo de acudir a una cita que tenía concertada a las cuatro de la tarde para pasar la ITV al coche.

La mañana se hizo muy dura, como podréis imaginar. Cuando dejé el curro y le dije a mi jefe que iba a pasar la ITV me preguntó si al coche o a mí (la mala cara que debió de verme). Le contesté que a ambos.

Y en la ITV, aguantando los cuarenta y pico grados del solano sevillano que ya empezábamos a echar de menos.

Todo este rollo que os he contado es para que os hagáis la idea del cuerpo de zombi con el que he llegado justo después al gimnasio.

Ahora era yo quién tenía que pasar la ITV. ¡Y en qué estado!

A pesar del agotamiento, mi mente es capaz de maquinar paridas con una facilidad pasmosa: empecé a darle la vuelta a las siglas ITV. En la T encontré Tiempo y en la V, Velocidad. ¿Y la I? Lo vi claro: Inclinación.

El destino quería que me subiera a una cinta a practicar cuestas.

Fue lo que hice durante 20 minutos. Lo abandoné porque no terminaba de convencerme ninguno de los programas automáticos con los que esas máquinas vienen configuradas. Cuando la máquina aumentaba la inclinación, la velocidad de la cinta disminuía automáticamente y eso no era lo que quería.

La siguiente parte del entrenamiento fue la verdaderamente suculenta. Como cuando el profesor se iba de clase y los alumnos nos desmadrábamos, así me sentí yo sin el pulsómetro que, en mis devaneos de ultra tumba, había dejado olvidado otra vez en casa.

El diseño del ejercicio fue el siguiente:

Distancia total de 5 Km fraccionados en tramos continuos de 1 Km. Inicio cada tramo rodando a 8 Km/h (7:30 /Km) para ir progresivamente aumentando la velocidad hasta terminar el kilómetro a 14’6 Km/h (4:06 /Km). Todo eso repetido cinco veces.

Conforme aumentaba la velocidad, iban apareciendo algunas sensaciones alarmantes: pinchazos en la tibia, en los gemelos, en el psoas. En algunos momentos, incluso una curiosa sensación que me acompañaba en algunas ocasiones durante los primeros meses, cuando mis piernas comenzaban su lento y progresivo acondicionamiento: era como, si durante una décima de segundo, «desenchufaran» mis piernas de rodilla para abajo (particularmente sobre la tibia) y el cuerpo entero se desplomase al no poder las piernas sostener el peso. Afortunadamente, el «microcorte» sólo duraba un instante y nada sucedía, pero la sensación de vértigo llegaba a inquietarme.

Todas esas delicias periostíticas, soleísticas, gemeleras y psoácicas experimenté durante el tiempo que duraba el ritmo fuerte del tramo.

Había bastante morbo en ello. Aprovechando que «el profesor» no estaba para controlar, nuevamente apareció mi lado oscuro: una figura a la que parecía darle igual todo, con el hastío acentuado por el profundo cansancio que cargaba encima.

Era consciente de mi fragilidad. Las molestias físicas invitaban a aflojar pero, cuanto más se manifestaban, tanto más incrementaba la velocidad a la máquina.

Me da miedo admitir esto: tengo la sensación de que una parte de mí deseaba que algo malo me sucediera.

Ya se me cierran los ojos y la cama me está esperando placentera. Aunque voy a tener que levantarme también a las seis por otros asuntos distintos, sin duda estaré feliz de haber regresado al reino de los vivos.

Javier Montero

 

 

El método CAGED y las 5 posiciones: los acordes

Objetivo: presentar el método CAGED aplicado a la formación de acordes.

A la hora de estudiar las diferentes escalas en la guitarra, es importante, como en cualquier otra actividad de aprendizaje, estructurar los conocimientos con el fin de facilitar su conexión y disminuir el tiempo necesario para su asimilación.

En este sentido, uno de los conceptos más prácticos es el de las 5 posiciones del método CAGED, objeto de este artículo.

He dividido el contenido en dos entregas: en la primera hablaremos de la relación de acordes que da origen al método. Esto nos dará la base conceptual necesaria para poder entender después, en la segunda parte, su aplicación concreta al estudio de las escalas en la guitarra.

La palabra CAGED, que en inglés significa algo así como enjaulado, es fácil de retener en la memoria y esa debe ser tu primera tarea: memorizarla.

Si descomponemos esta palabra en sus respectivas 5 letras obtenemos:

C, A, G, E y D

En el cifrado de acordes moderno, basado en la notación anglosajona, esas cinco letras corresponden a los siguientes acordes:

C = Do Mayor
A = La Mayor
G = Sol Mayor
E = Mi Mayor
D = Re Mayor

La forma más básica de configurar estos acordes en la guitarra es en una posición que permita el mayor número de cuerdas al aire.

Recordemos estos acordes básicos, los primeros que se aprenden cuando se inicia con la guitarra. Comencemos por Do mayor:

C: x32010

Las cifras, leídas de izquierda a derecha, representan las seis cuerdas de la guitarra, desde la sexta (el mi grave) hasta la primera (el mi agudo). Una x indica que esa cuerda no participa en la formación del acorde. El número corresponde al traste en el que hay que pisar. Un cero significa que esa cuerda se toca al aire. Es decir, en el caso de Do Mayor:

  • 6ª cuerda: no se toca
  • 5ª cuerda: pisamos sobre el tercer traste (nota DO)
  • 4ª cuerda: pisamos sobre el segundo traste (nota MI)
  • 3ª cuerda: la tocamos al aire (nota SOL)
  • 2ª cuerda: pisamos sobre el primer traste (nota DO)
  • 1ª cuerda: la tocamos al aire (nota MI)

He destacado en negrita dónde están las fundamentales (notas que dan nombre al acorde). En el caso de Do Mayor, vemos que están en el tercer traste de la quinta cuerda y en el primero de la segunda.

Entendido esto, la formación de los otros acordes básicos es:

A: x02220

G: 320003

E: 022100

D: xx0232

Partiendo de cualquiera de estas formas al aire, podemos transponer y lograr otros acordes sin más que poner una cejilla con nuestro dedo índice en el traste adecuado y emplear los tres dedos restantes para configurar la misma posición que teníamos con las cuerdas al aire.

Por ejemplo, pensemos en el acorde Do Mayor, C: x32010

Si hacemos una cejilla en el segundo traste y colocamos los demás dedos en idéntica forma a C, obtendría el siguiente acorde:

x54232 (hemos sumado dos a cada cifra del acorde de C)

La fundamental está ahora en el quinto traste de la quinta cuerda, y es una nota Re, con lo que este acorde es un Re Mayor (D), pero dibujado a partir de la forma de C.

Si la cejilla estuviera en el tercer traste obtendríamos MIb Mayor (Eb), en el cuarto MI mayor (E), y así sucesivamente.

Con el resto de los acordes CAGED sucede exactamente lo mismo:

Si el acorde de La Mayor (A), lo transponemos con una cejilla, por ejemplo, en el tercer traste, obtendríamos

x35553

La fundamental está localizada en el tercer traste de la quinta cuerda, que es la nota Do, por lo que el acorde formado es Do Mayor (C), pero dibujado con la forma de A.

Un pequeño ejercicio para comprobar si estás entendiendo esto correctamente:

Si sobre el quinto traste trazamos una cejilla y dibujamos la forma de Sol Mayor (G). ¿Qué acorde hemos formado?

Solución:

El acorde resultante es, sumando 5 a 320003:

875558

La fundamental está en el octavo traste de la sexta cuerda, que es una nota Do, por lo que el acorde es, de nuevo, Do Mayor, pero dibujado con la forma de G.

Hemos visto que un mismo acorde puede ser dibujado de varias modos diferentes empleando estas cinco formas básicas.

Consideremos nuevamente el acorde Do mayor, C. Voy a plantearte una cuestión:

¿Cuál es la forma de dibujarlo en la posición más cercana a la cejuela?

Obviamente, con las cuerdas al aire, que en este caso coinciden con la forma C.

¿Cuál sería la siguiente forma de dibujarlo, más cercana hacia el puente, inmediatamente más próxima a esta?

En forma A, como ya hemos calculado anteriormente.

Recopilemos estas 5 formas de Do Mayor, ordenadas tal como aparecen en la guitarra ascendiendo hacia el puente:

x32010 –> Forma «C»

x35553 –> Forma «A»

875558 –> Forma «G»

8 10 10 988 –> Forma «E»

xx 10 12 13 12 –> Forma «D»

Observa que, si leemos las formas de arriba a abajo, coinciden en orden con las letras de la palabra CAGED.

Esto sucede de igual manera para cualquier otro acorde. Es decir, si dibujamos un acorde en forma «C», el siguiente modo de configurar el mismo acorde, mirando al puente, será en forma «A», seguido de «G», de «E» y de «D».

Es importante notar que esta secuencia es cíclica: si después de dibujar un acorde en forma «D» buscamos el siguiente más cercano, lo obtendremos en forma «C» de nuevo.

Por eso te he pedido que recuerdes la palabra CAGED. Memorizándola obtendrás la secuencia de formas.

Por ejemplo, si empezamos con una forma en «G», las siguientes serían: «E», «D», «C», «A», nuevamente «G» otra vez, «E», etc.

Hemos estado destacando en negrita las fundamentales de los acordes. Presta mucha atención a lo que indico a continuación:

  • En la forma «C», las fundamentales están en la quinta cuerda y dos trastes menos (es decir, hacia la cejuela) en la segunda cuerda.
  • En la forma «A» las fundamentales están en la quinta cuerda y dos trastes más (es decir, hacia el mástil) en la tercera cuerda.
  • En la forma «G» las fundamentales están en la sexta cuerda, tres trastes menos en la tercera y nuevamente en la primera, a la misma altura que en la sexta.
  • En la forma «E» las fundamentales están en la sexta cuerda, dos trastes más en la cuarta cuerda y nuevamente en la primera cuerda, a la misma altura que en la sexta.
  • Finalmente, en la forma «D», las fundamentales están en la cuarta cuerda y tres trastes más en la segunda.

Atención ahora a otro concepto importante:

A estas cinco disposiciones de notas fundamentales las conocemos como las cinco posiciones CAGED.

Diremos que un acorde está en primera posición CAGED cuando sus fundamentales están como en la forma «C»: en la quinta cuerda y dos trastes más menos en la segunda, es decir, al igual que están en el acorde C (Do Mayor) con las cuerdas al aire.

Un acorde está en segunda posición cuando sus fundamentales están como en la forma «A»: quinta cuerda y dos trastes más en la tercera cuerda, como tendría el acorde A (La Mayor) con las cuerdas al aire.

Y así sucesivamente. Recopilando:

  • Fundamentales en forma «C»: primera posición.
  • Fundamentales en forma «A»: segunda posición.
  • Fundamentales en forma «G»: tercera posición.
  • Fundamentales en forma «E»: cuarta posición.
  • Fundamentales en forma «D»: quinta posición.

No es necesario memorizar cómo caen exactamente todas las fundamentales en las seis cuerdas. Basta con recordar dónde está situada la más grave y la posición relativa de la siguiente respecto a ella:

  • Primera posición: Fundamental en quinta cuerda y la siguiente bajando hacia el clavijero, como en el acorde C (Do Mayor) con cuerdas al aire.
  • Segunda posición: Fundamental en la quinta cuerda, pero está vez la siguiente está arriba (hacia el puente), como en el acorde A (La Mayor) con cuerdas al aire.
  • Tercera posición: Fundamental en la sexta cuerda y la siguiente más cercana a la cejuela, como en el acorde G (Sol Mayor) con cuerdas al aire.
  • Cuarta posición: Fundamental en la sexta cuerda y la siguiente hacia el puente, como en el acorde E (Mi Mayor) con cuerdas al aire.
  • Quinta posición: Fundamental en la cuarta cuerda, como en el acorde D (Re Mayor) con cuerdas al aire y la siguiente hacia el puente, como en el acorde D (Re mayor) con cuerdas al aire.

Hay que entender que esta clasificación es independiente del tipo de acorde. El concepto es el mismo se trate de un acorde mayor, menor, disminuido o el que sea.

Por ejemplo, piensa en el acorde de Re menor típico con una cejilla en el quinto traste:

Dm: x57765

¿En qué posición CAGED se encuentra?

Busquemos las fundamentales: en la quinta y en la tercera cuerda.

Estamos, por lo tanto, en la segunda posición (forma «A»).

Comprendiendo las 5 posiciones CAGED, su aplicación a la formación de escalas será inmediata, como veremos muy pronto.

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 14 de agosto de 2016


El método CAGED y las 5 posiciones: los acordes


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Python – Capítulo 13: Recorriendo una lista con la sentencia FOR

Objetivo: presentar el bucle FOR al estilo de Python.

Supongamos que tenemos una lista sobre la que tenemos que realizar algún tipo de acción que implique acceder secuencialmente a cada uno de sus elementos. Sin ir más lejos, ¿cómo haríamos para imprimir, uno por uno, cada elemento que compone la lista?

Este problema es muy común y debe poder resolverse de un modo sencillo.

Considera, por ejemplo, la siguiente lista de todos los días de la semana:


semana = ['Lunes', 'Martes', 'Miércoles', 'Jueves', 'Viernes', 'Sábado', 'Domingo']

Imprimir el listado sería tan sencillo como hacer


print (semana[0])
print (semana[1])
print (semana[2])
print (semana[3])
print (semana[4])
print (semana[5])
print (semana[6])

Recuerda, tal como explicamos en el capítulo 11, que el primer índice de una lista es el 0, y no el 1; por eso hemos recorrido los siete elementos empezando en el cero y acabando en el seis.

Eso resolvería nuestro problema. Pero, ¿y si la lista tuviera 1000 elementos? ¿Escribiríamos 1000 líneas de código para acceder a la secuencia completa de la lista?

El bucle for nos permite solucionar esto de un modo elegante. Obsérvalo en acción:

semana = ['Lunes', 'Martes', 'Miércoles', 'Jueves', 'Viernes',
 'Sábado', 'Domingo']

for dia in semana:
    print(dia)

---
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo

La variable dia, definida ad hoc en el propio bucle, va a tomar, uno a uno, todos los elementos de la lista semana, comenzando por ‘Lunes’ y terminando en ‘Domingo’.

Con cada uno de estos valores realizará las acciones definidas a continuación en el cuerpo del bloque (delimitado por la indentación). En el ejemplo, simplemente imprimirá su valor.

¡Cuánta elegancia! Adoro Python.

Javier Montero Gabarró


Fecha de la última revisión: 11 de noviembre de 2012


Python – Capítulo 13: Recorriendo una lista con la sentencia FOR


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mIRC – Capítulo 5: El cuadro de diálogo «mIRC Favorites»

Aunque la mayor parte del tiempo trabajaremos con el mIRC a través de la línea de comandos, conviene siempre conocer las posibilidades que el programa nos ofrece.

El cuadro de diálogo «mIRC Favorites» nos facilita el acceso cómodo a nuestros canales de chat favoritos.


Esta ventana se nos mostrará por defecto cada vez que nos conectemos al IRC. Si no queremos que esto suceda deberemos quitar la marca a la casilla «Pop up favorites on connect».

Tenemos cuatro modos de invocar al cuadro de diálogo «mIRC Favorites»:

  • A través del menú Favorites | Organize Favorites
  • En el menú Favorites | More, abajo del todo, justo después de la lista de favoritos
  • Pulsando la combinación de teclas de acceso rápido Alt-J
  • Haciendo clic con el ratón sobre el icono que representa a un corazón en la barra de herramientas

Observemos que la relación de favoritos que cuelga del menú Favorites es la misma que aparece en el cuadro, pero limitada hasta donde  permite el número máximo de submenús.

Nuestra primera labor va a consistir en vaciar completamente la lista de favoritos estándar.

Seleccionamos todos los canales usando las técnicas habituales de selección en Windows, haciendo clic sobre el primero y el último manteniendo la tecla Shift pulsada. Presionamos el botón «Delete», con lo que el cuadro de diálogo quedará más limpio que una patena. Si cerramos la ventana dándole a «OK» y accedemos al menú Favorites, comprobaremos que la lista de pseudo-favoritos nuestros ha desaparecido también.

Volvamos a la ventana «mIRC Favorites».

El primer cuadro de texto, bajo «Enter a channel name and click join» ya lo explicamos en los capítulos iniciales: escribimos el nombre de un canal al que queramos unirnos  y pulsamos sobre «Join» para hacerlo efectivo. No es estrictamente necesario preceder el nombre del canal con la almohadilla; en el caso de que no la pongamos, el programa lo hará automáticamente por nosotros.

De ahora en adelante, cada vez que nos refiramos a «unirnos a un canal», daremos por sabido que eso significa que, si el canal no existe, estaremos creándolo.

Configuremos, a continuación, nuestra lista personalizada de favoritos. Pulsamos sobre el botón «Add», apareciéndonos la ventana «Add Channel».

Otra forma de acceder directamente a este cuadro es mediante el menú:

Favorites | Add to Favorites

En «Channel» indicamos el nombre del canal. Si se requiere una contraseña para poder acceder a él (hablaremos de esto en otra ocasión), la indicamos en el campo «Password».

Nota: si el canal no existe y, por lo tanto, es creado por nosotros, el hecho de que tenga password NO implica que el canal se creará protegido con clave. Aprenderemos a su debido momento cómo hacer esto.

En «Description» indicamos una breve descripción del canal.

Podemos organizar los favoritos agrupados en carpetas. El campo «Folder» nos permite especificar una existente o crear una nueva.

En «Networks» especificamos para qué redes IRC queremos que esté disponible ese favorito. Si no estamos aún conectados a ninguna, aparecerá «All networks». Si ya lo estamos, se nos muestra el nombre de la red en la que estemos enganchados.

Con los botones «Add» y «Delete» podemos configurar la lista de redes a nuestro gusto. Nuevamente, podemos aplicar las teclas de selección Control y Shift para realizar esta tarea.

Si marcamos la casilla de verificación «Join on connect», cuando nos conectemos, el programa  nos unirá automáticamente a ese canal favorito (siempre y cuando estemos en una red incluida en las indicadas en «Networks»).

Esa es una manera para automatizar el proceso de conexión automática a determinados canales al iniciar la sesión: marcamos la casilla de verificación en cada uno de los favoritos a los que queramos conectarnos. Más adelante aprenderemos otras técnicas más sofisticadas.

Finalmente, la opción «Minimize on join» provoca que el canal, una vez estemos unidos a él, no nos aparezca con la su ventana desplegada, sino minimizada.

El área donde se ven todas las ventanas que tenemos abiertas (minimizadas o no) corresponde al espacio justo debajo de la barra de herramientas. Haciendo clic en los diferentes botones se nos mostrará la ventana correspondiente.

La mejor forma de asimilar los conceptos es practicarlos, y no hay mejor momento que ahora mismo: configuraos vuestra propia lista de favoritos de acuerdo a lo explicado aquí.

Este es un ejemplo de cómo podría resultar:

Si queremos modificar cualquier elemento de la lista basta con seleccionarlo y pulsar el botón «Edit», nos aparecerá la ventana anterior, sólo que ahora con el nombre «Edit Channel» en lugar de «Add Channel»

Desde la ventana de Favoritos podemos seleccionar uno o varios canales (pulsando la tecla Control) u pulsar el botón «Join» para entrar en ellos. Si pulsamos el botón «Names» conoceremos qué usuarios hay dentro de esos canales sin necesidad de unirnos.

Por último, veamos la función de las dos marcas de verificación de abajo:

La primera, «Pop up favorites on connect» ya la explicamos arriba. La segunda, «Enable join on connect», permite todo el proceso de unión automática que describíamos al explicar el cuadro «Add channel», en el que podíamos configurar, canal a canal, si deseábamos unirnos automáticamente a él nada más conectarnos a la red. Todo esto quedará supeditado a lo que se indique en la marca de verificación. Si no está marcada, no habrá ninguna conexión automática, a pesar de que esté configurado lo contrario en las propiedades del canal.

Javier Montero


mIRC – Capítulo 5: El cuadro de diálogo “mIRC Favorites”


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Última actualización de este artículo: 30 de septiembre de 2011

Mens sana in corpore sano

Llevo un par de días inmerso en una tarea que me exige un gran esfuerzo intelectual. Al tratarse de una actividad con la que disfruto, me resulta fácil abstraerme y volcar toda mi pasión y energía en ella.

Seguro que sabéis de lo que hablo: perdemos la noción del tiempo; nos descuidamos físicamente, privándonos de horas de descanso y, posiblemente, alimentándonos de prisa y mal. Estamos tan enfrascados en la tarea que no nos percatamos de las señales de alerta que nos envía el cuerpo reclamando atención. Y a pesar de que nuestro rendimiento esté probablemente ya muy mermado seguimos atrapados en ese círculo vicioso de degeneración gratuita.

En estos casos, la famosa frase de Juvenal que da título a este post sale a nuestra ayuda, recordándonos la importancia de lograr el equilibrio entre las dimensiones física y psíquica para poder estar en condiciones de dar lo mejor de nosotros mismos.

Con esa idea he salido este domingo a entrenar. El trabajo podía esperar hasta más tarde, correr NO. Demasiadas horas seguidas sin ejercicio físico, la prioridad estaba clara cuál era.

Como quería aprovechar para acondicionar también en el gimnasio, me he echado a correr con la mochila a cuestas hasta allí. Sin pulsómetro, reloj, ni nada, y dándole caña, que era lo que me pedía el cuerpo en esos momentos.

Una vez dentro, ejercicios de pecho y espalda con pesas, hasta llegar al momento deseado de subir a la cinta:

CR-III (140, 155, 4, 2), totalizando 48 minutos. Suficiente, teniendo en cuenta los más o menos 35 minutos adicionales por los desplazamientos.

Finalizo con estiramientos y algo de abdominales y me echo a correr de vuelta a casa con la mochila a cuestas.

Como anécdota curiosa, destacar que durante el trayecto de ida me crucé, a la altura del arco de la Macarena, con un hombre que se desplazaba con unas muletas y que puso una cara extraña al verme corriendo con el macuto, o tal vez, quién sabe, por la ironía de su condición al toparse con un corredor. Al regreso me detuve en un chino a comprar algo de pan. Cuando abandoné la tienda, retomé la carrera y ahí estaba de nuevo la misma persona, con un gesto aún más perplejo, pensando que, sin duda, yo sería una especie de chiflado al que le gusta ir corriendo a todos los lados.

Y, la verdad, me encantaría. Si no fuera porque se suda y porque no sé qué tal les sentaría a mis pies eso de correr con zapatos, ese sería mi medio de transporte favorito en Sevilla.

Hasta me he planteado, como reto, ahora que ya soy capaz de darme el madrugón y salir a correr a las seis de la mañana, la posibilidad de ir alguna que otra vez corriendo hasta el trabajo. Total, son únicamente 12 kilómetros de nada. Podría incluso ducharme allí.

Lo malo sería el regreso, que dependería de que alguien me llevara de vuelta. No me veo en condiciones, aún de realizar doblete en esa distancia.

Pero todo se correrá…

Javier Montero

Cambios en «El Club del Autodidacta»

Queridos amigos:

ECDA cambia de site y de motor de blog…

Estoy migrando el blog desde el dominio elclubdelautodidacta.com al nuevo elclubdelautodidacta.es.

Por otro lado, abandono Blogger y me paso a WordPress, que me ofrece la flexibilidad que necesito para el proyecto que tengo en mente.

Podéis encontrar el nuevo blog en la dirección http://elclubdelautodidacta.es/wp

Si estáis leyendo esto, significa que estáis ya accediendo el nuevo emplazamiento.

Aunque voy a seguir escribiendo paralelamente en Blogger durante algún tiempo más, no olvidéis modificar las posibles referencias que tengáis en los lectores de feeds, favoritos, etc., para que apunten a la nueva dirección.

¡Nos seguimos leyendo!

Javier Montero

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