IX Carrera Atlético-Aeróbica Chiclana – Sancti Petri

Siete foreros, siete crónicas. Siete visiones diferentes de una misma carrera.

Y una misión: conseguir, por encima de cualquier cosa, que Danae cruzara su primera línea de meta.

Todo comenzó medio de broma, medio en serio, a principios de esta semana.

Con las agujetas de la carrera «Divina Pastora» aún en mis pies, empiezan a circular mensajes frenéticamente por el foro.

Danae propone hacer su ceremonia de iniciación en la carrera que se celebraría ese domingo entre Chiclana y Sancti Petri.

La bola de nieve de mensajes arrastra tras de sí a siete foreros apuntados: Danae, Alpigra, Llou, Jesús, Marcos, Santi y yo.

Me ha pedido que la ayude a lograrlo, algo que acepto inmediatamente. Serían tres domingos consecutivos corriendo y realmente no me apetece tener que volver a batirme una semana más.

Así, por un lado, podría planteármelo como un entrenamiento suave más, pero en un contexto de carrera. Y, por otro, me hace una ilusión tremenda poder estar ahí y poner mi granito de arena para que su primera experiencia resulte un éxito.

Y no sólo yo sino todos. En un par de días se ha constituido toda una «guardia pretoriana» con la misión de garantizar su triunfo a toda costa.

Madrugón… A las 5:30 suena el despertador.

Duchita, buen desayuno y salgo de casa en ropa de deporte.

He quedado a las 7 de la mañana con Santi en el Puente de la Barqueta.

Esperándolo, se me acerca un coche repleto de peña que aún prolongan la marcha del sábado noche. Me dice uno, viendo mi indumentaria: «Oye, vas a una popular». Sí, les contesto. «¿Dónde?». A Chiclana, les digo. Me hace una señal de aprobación y me dice: «Suerte, y a 3:30». Le contesto: «Como poco!».

Nos amanece en el camino. Paramos para repostar y comprar los botellones de agua que se trinca Santi cada vez que va en coche.

Llegamos a Chiclana y me indica algunos puntos por los que pasaremos corriendo. Seguimos hasta Sancti Petri, donde nos encontramos ya a Marcos esperándonos.

Inmediatamente, de un coche que nos venía siguiendo, sale uno y le dice a Santi: «¿tú eres Santi?». Es Llou, acompañado de un colega.

Nuestro Santi famoso en el foro… Lo han reconocido a la legua. Seguro que ha sido esa foto que tiene de culturista que posteó el otro día en el foro.

Tres autobuses están esperando ya. Tomamos el primero y nos lleva a Chiclana, recorriendo nuevamente parte del camino que nos tendremos que patear después.

Tarda un huevo en llegar. El recorrido es largo de narices. Será la sensación de enfrentarme a un terreno completamente desconocido para mí.

Entramos en el polideportivo a recoger los dorsales. Pillamos también el de Danae.

Tan pronto salimos nos encontramos con Danae y Antonio, su marido. Hacemos las presentaciones oficiales y nos cambiamos de ropa.

Guardamos los macutos en el coche de Antonio, que nos esperará después en línea de meta.

Santi, muy al quite, ve una gorra azul y dice… ¿Alpigra? Ahí está nuestro forero acompañado de un colega.

La gran incógnita que tenemos es si acudirá Jesús (Mali). Hasta última hora no estaba del todo claro.

Pero Llou nos confirma que lo ha visto, y señala a un corredor a lo lejos, vestido de negro, que está subiendo una cuesta calentando. ¡Es él!

Vamos a su encuentro a darle una sorpresa. Concentrado como va no se da cuenta de que nos acercamos. Intenta esquivarnos, pero le cerramos el paso.

Ahí lo tenemos, ese pedazo corredor ultrasónico del foro. Las presentaciones oficiales y nos ponemos a calentar con él.

Hora de ir tomando posiciones. ForeRundy programado a 6:40, ritmo que acordamos Danae y yo un par de días antes. Me sugiere que lo ponga a 6:50. Le digo que no hará falta, que así estará bien.

Jesús se despide momentáneamente de nosotros para colocarse en la mismísima línea de salida. Ahí lo vemos dándole los últimos ajustes a sus piernas …

Y suena el disparo de salida.

Dejo de ver a Jesús, Alpigra y Llou, enfrascados ya en su carrera.

Y ahí está Danea con su escolta: Santi, Marcos y yo.

Empezamos a dejar tirado a ForeRundy. No le digo nada a Danae, pero estamos rodando a un ritmo bastante más rápido que el establecido. Pero no es excesivo y lo está llevando bien.

A Marcos eso de rodar despacio le machaca las piernas. Así que, recibida la oportuna autorización de Danae, abandona la escolta.

Más adelante Santi quiere intentar darle algo de caña. Si las cosas van mal, siempre podrá volver a nuestra «base de operaciones» cuando desee.

Se va, sabiendo que deja a Danae en buenas manos.

Y comenzamos a pasar kilómetros acompañados de lo que para mí es una auténtica novedad: un viento de levante duro que, afortunadamente, sólo nos encontramos de frente en alguna ocasión puntual.

Primer avituallamiento a mitad de recorrido. Cogemos las botellitas de agua. Menos mal, me dejé olvidada la mía en la mochila y me gusta ir hidratándome bien durante el camino.

En el ecuador de la carrera le digo a Danae que ya está todo casi liquidado, que la carrera ya está casi lista.

En mis carreras, cuando alcanzo la mitad, ya tengo el convencimiento de que lograré llegar al final. Intento transmitirle esto a Danae.

Pero va sufriendo. El ritmo lo hemos ralentizado apreciablemente, rodando en torno o por encima del valor acordado al salir. Cuando veo que le cuesta seguirme, rebajo un poquito y observo.

En el kilómetro 6 duda si va a poder terminar.

Sé de sobra que lo hará. Está sufriendo, pero está suficientemente entera físicamente para lograrlo. Es simplemente una cuestión de coco, de tener confianza en que lo va a lograr.

Le digo que trate de concentrarse en su respiración, que intente calmarla y que deje que vayan sucediendo los metros uno tras otro.

En algunos momentos rodamos a 7 o incluso más lentos, pero la ventaja adquirida en la primera mitad es muy importante y nos permitirá, según mis cálculos, devolverla con holgura y llegar en el tiempo establecido.

A una chica que va delante de nosotros el viento le arranca la gorra de la cabeza. La pobre tiene que retroceder para recuperarla.

En algún punto del camino, nos encontramos a Antonio, cámara en mano, inmortalizando en una foto las andanzas de su mujer.

A pocos metros detrás de nosotros veo un pelotoncillo de gente y el coche escoba, que siempre lo hemos tenido a la vista.

Y pasamos kilómetros…

La chica de la gorra vuelve a situarse a nuestra altura. Intento mantener una conversación con ella y nos dice que es su primera carrera. Está pasándolo realmente mal.

Danae sufre, pero ya no es como en el kilómetro 6. Es el sufrimiento de resignación, de la certeza de que lo va a lograr, pero a costa de seguir sufriendo.

Nos adelanta el pelotoncillo del final. El coche escoba queda despejado a nuestra vista.

Y afrontamos el último kilómetro. Veo que Danae responde bien y aumento sutilmente el ritmo. Me sigue, va muy bien la cosa. Va a entrar en meta entera y triunfal.

En los últimos doscientos metros vemos a Jesús, que se une a nosotros a empujar con fuerza de Danae hasta la meta.

Y lo consigue, en 1h 9′ 42″. El ritmo medio de la carrera ha sido 6:29 /Km. ¡Toma ya, menudo debut!

Nos abrazamos y la veo dichosa con una sonrisa de punta a punta de la cara. Estoy contento por haber contribuido a esa felicidad.

Nos dan una camiseta chulísima, algo con lo que no contábamos en principio, pues anunciaban que sólo habría para los 500 primeros.

Bebida fresca para hidratar.

Después de nosotros, al ratito, entran un par de corredores más.

Compartimos el triunfo con los demás. Ahí están todos los campeones.

Nos despedimos de Llou y Alpigra (menudo supercarrerón se ha metido por cierto).

Jesús nos dice que tiene que irse, que va a aprovechar que ha visto a un amigo de Barbate y se irá en coche con él. No podrá quedarse a las cervecitas.

Queda aplazado para otra ocasión.

Me ha hecho mucha ilusión que al final se haya animado a acudir a la carrera, pese al palizaón de tener que acudir en bus desde Barbate.

Un gran corredor pero, ante todo, una gran persona.

Nos tomamos unas cervecillas Danae, Antonio, Marcos, Santi y yo y repasamos los grandes momentos del evento.

Nos despedimos de la peña y, al final, para comer, Santi me lleva a San Fernando a comer un pescadito a un sitio que él conoce donde despachan pescado fresco y muy barato.

Impresionante premio final para un día tan redondo.

Y vuelta de nuevo a Sevilla, con la idea de buscar cuanto antes un nuevo reto popular.

Distancia: 10750 m
Tiempo: 1h 9′ 42″
Ritmo medio: 6:29 /Km
FC media: 148 ppm —— Mi primera carrera aeróbica.

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